La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo Celebrando 150 anos 4 /< , v '* i / ■'l -s 1" Vf - ífY - ? Y t f « i * A - x-*’ / - *5 A * -v j> "S ✓ i y /(? ví ..i. * ,s-? -✓ V V*'- >r *" •! •‘■'jt *•■ ^ . *7 ,/ ’ ""'h'/ Y „ „ <■■■■ , : k Yxk ¿~ y /' ■ %f ■■'Ó \ Hr> „ ^ ' / /fl vYL., «* * ■** -c* sf'jr y < 5 ¿~ Publicado por el Instituto Bíblico Asunción, Sede Regional de la Facultad de Teología de la Universidad Evangélica del Paraguay La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo Celebrando 150 anos Jh <:• /} ¿Vi *.< jy 1 ' , l>s f-h? | } i (* - 3 * * # ■o~ V r* V ^ i -fv^ y*‘* M ^ * / v ‘7 -i. .y <5 ÜÍVr *Oi® /UyOv & ~ % ftr ^ ' i ■*%.. y-: jF t v> - \ ;.y v / :r j/fi * * jr* /"fr ■ %f xá / ■> ^ 1; ;1 * >"* ’JUfc «. 1 ¿r / Abe J. Dueck, editor en colaboración con Flavio y Martha Florentín para la edición en español The Mennonite Brethren Church Around The World: Celebrating 150 Years Editor: Abe. J. Dueck. Copyright © The Historical Commission Published by Pandora Press Co-published by Kindred Productions Book design by Christian Snyder Edición en español: Instituto Bíblico Asunción secretaria@teologia-iba.edu. py Coodinación de la edición: Flavio y Martha Florentín Tradutores: Benjamín Shurance Ledy Martínez Karen Nuñez Coordinación de traducción: Martha Florentin ISBN: 978-99953-896-1-1 Impresión: Editora Litocolor SRL Cap. Figarí 1115, Asunción. Telefax: 201 213 691 grafica@editoralitocolor.com Marzo, 2011 Printed in Paraguay Impreso en Paraguay Tabla de Contenidos Prólogo: David Wiebe. Prefacio: Abe Dueck Parte I Los comienzos de los Hermanos Menonitas John B. Toews y Abe Dueck Parte II América del Norte y América Central E.E.U.U. Valerie Rempel Canadá Abe Dueck y Bruce Guenther México Hugo Zorrilla y Harold Ens Panamá Hugo Zorrilla y Harold Ens 7 9 15 37 55 81 89 Asia India J.P. Asheervadam China Abe Dueck Japón Junichi Fuji no r Africa Congo Pakisa Tshimika y Maurice Matsitsa Angola Pedro Lutiniko, editado por Victor Wiens 103 129 139 163 189 Europa Rusia y las Repúblicas de la Unión Soviética Johannes Dyck 203 Alemania John N. Klassen 235 Austria Franz Ratmaier 267 Portugal Otto Ekk 279 América del Sur Paraguay Alfred Neufeld y Flavio Florentín 289 Brasil Víctor Wiens 319 Colombia César García 339 Uruguay Gerhard Ratzlaff 353 Perú Rolando Neyra 361 Parte III Expandiendo Horizontes ICOMB su historia y visión Epílogo Preguntas de Estudio Los autores Ray Harms Wiebe Víctor Wall 375 385 397 403 407 Prólogo M is padres eran “misioneros locales” de la Iglesia de los Hermanos Menonitas. Vivíamos en Manitoba, y servía¬ mos en varias misiones, específicamente, en el estableci¬ miento de nuevas iglesias y en otros proyectos. Estas nuevas iglesias se encontraban entre los colonos inmi¬ grantes de nuestra provincia y en ellas se hablaba ucraniano, islan¬ dés, checo, suabo y otras lenguas. Con frecuencia también escucha¬ ba alguno de estos idiomas en mi casa, aunque el inglés era nuestro idioma principal. El alemán era utilizado por mis padres - cuando no querían que los niños comprendiésemos lo que decían. De niño ya era consciente del carácter multinacional de la fa¬ milia de nuestros Hermanos Menonitas. Así, cuando comencé a asistir a las reuniones anuales de ICOMB en 2001, me pareció na¬ tural pensar que estaba simplemente en una reunión familiar de la Iglesia global de los Hermanos Menonitas. En una familia cada uno es diferente, cada uno tiene sus pro¬ pios talentos y ventajas que lo distinguen de los otros, pero todos tienen una historia que contar, y cada uno tiene el derecho legítimo y equitativo de estar allí. Este proyecto de historia es una oportunidad para que los miembros de nuestra familia puedan contar su trayectoria, sus expe¬ riencias. Cuando nos sentamos juntos como miembros de ICOMB 8 soñando con este proyecto, se insistió en que estas historias vinie¬ sen del interior de su país de origen tanto como fuera posible. Una vez que los niños crecen, siguen amando a sus padres, pero los que en realidad no los valoran no hablan de ellos nunca más. Porque amamos mucho a nuestra Junta de Misiones y a nuestros misione¬ ros, queríamos aseguramos de que la historia se narrara desde la perspectiva de la india, de El Congo, de Colombia, de Japón, y así sucesivamente. También se consideró que había lecciones que aprender de la historia de las conferencias específicas de los distintos países. Cuando se relata estas historias, hay indicios de que se ha ido desa¬ rrollando la identidad, la madurez y la oportunidad de formar una iglesia o teologizar en el contexto pertinente. Las perspectivas im¬ portadas del norte global y de Occidente, son necesarias durante un tiempo, pero la marca real hacia la madurez es partir de esos conocimientos importados y reconstituirlos para afianzar la misión local. Estos cambios no siempre han sido fáciles. Ellos pueden de¬ jamos enseñanzas valiosas, ya que continuamos con la tarea de lle¬ var el evangelio a través de las fronteras culturales. Esperamos que los lectores también sean capaces de discernir algo de esa identidad colectiva Hermanos Menonitas y de los ini¬ cios de nuestro movimiento. Aliento a todos los lectores a leer con verdadera curiosidad para descubrir qué hace Dios en y por el pueblo llamado Hermanos Menonitas. Los animo a leer con una actitud de alabanza para descubrir las cosas maravillosas que Dios ha hecho a través del sacrificio de los trabajadores y dirigentes que han edificado el movimiento que comenzó en Rusia en 1860 y que se ha extendido por todo el mun¬ do. A leer con una actitud de oración buscando a Dios para que nos siga utilizando en la extensión de su Reino y de su gloria como en estos 150 años, como una familia que va madurando en el amor por el prójimo y por la misión de compartir a Dios donde sea posible. David Wiebe Prefacio E sta es la historia del desarrollo de la Iglesia Hermanos Me- nonitas durante los últimos ciento cincuenta años en casi veinte países de todo el mundo. Comenzó como un pequeño grupo que se reunió en una casa en el sur de Rusia en 1860. La cele¬ bración del sesquicentenario en 2010 es una ocasión para reflexio¬ nar sobre la historia de la Iglesia, para discernir sus debilidades y fracasos, así como la evolución positiva, y para celebrar lo bueno que ha sucedido. El pasado, el presente y el futuro existen, insepa¬ rables entre sí, en las relaciones y dinámicas. El reconocimiento de estas relaciones es esencial para la vida de una iglesia saludable y fiel. Ha habido varios intentos previos de escribir una historia com¬ pleta de la Iglesia Hermanos Menonitas. La Comunidad Europea / Rusa e historias de América del Norte son los temas centrales de estas historias. En 1886 la Iglesia Hermanos Menonitas de Rusia encargó a Pedro M. Friesen escribir una historia de los primeros veinticinco años del movimiento. El proyecto se convirtió en algo mucho más grande que lo previsto y fue finalmente publicado en 1911 bajo el título, Die Alt-Evangelische Mennonitische Bruders- chaft in Russland (de 1789 hasta 1910). El cincuentenario de la Iglesia HM en América ocasionó la publicación de la obra alemana de John F. Harms, Geschichte der Mennoniten Bríidergemeinde, 10 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años ” 1860-1924. Luego, en 1950, la Junta de Misiones Extranjeras publi¬ có el libro, La Iglesia Hermanos Menonitas, por John H. Lohrenz, que incluyó capítulos sobre la India, China, el Congo Belga y Amé¬ rica del Sur. El centenario de la Iglesia Hermanos Menonitas se celebró en Reedley, California, en 1960. Para este evento no se redactó una nueva historia, aunque varios años antes AH Unruh había recibido el encargo de escribir Die Geschichte der Mennoniten-Brüderge- meinde (1955), en previsión del próximo centenario. Quince años después del centenario John A. Toews escribió y publicó la primera historia en inglés, que fue titulada Una historia de la Iglesia Her¬ manos Menonitas: Peregrinos y pioneros (1975). El capítulo final trata de "los Hermanos Menonitas en el mundo". Muchos otros libros se han publicado en los últimos cincuenta años, algunos con enfoque regional, otros, biográficos, y otros de una variedad de temas y con diversos énfasis. Treinta y cinco años han pasado desde que fue publicado el volumen de Toews. Actual¬ mente existe la necesidad de actualizar los relatos anteriores para reevaluar la historia desde un nuevo punto de vista, para ver cómo los nuevos desarrollos han dado forma a la iglesia en el presente, y para establecer orientaciones para el futuro. Hace dos décadas, la Conferencia Mundial Menonita (CMM) se embarcó en un proyecto de Historia Mundial Menonita que más deliberadamente explora la historia y forma de los anabaptistas y comunidades menonitas de todo el mundo y sus relaciones entre sí. Aunque puede haber algunas similitudes entre el proyecto del CMM y este, el enfoque confesional más particular de este volumen es distinto y se espera que complemente la historia más amplia de los anabaptistas y la comunidad menonita. En la actualidad, la Iglesia de los Hermanos Menonitas es una comunidad mundial compuesta por aproximadamente 4.000 igle¬ sias Hermanos Menonitas en por lo menos veintitrés países. Ade¬ más, hay muchos hermanos menonitas que viven en otros países, algunos que trabajan en diversas obras de caridad y agencias misio¬ neras, incluyendo Misiones Hermanos Menonitas y Servicios In- Prefacio 11 temacionales, el Comité Central Menonita y Desarrollo Económico Menonita Asociado. En 1990 se creó una estructura para conectar las iglesias HM en los distintos países así como para la comunión mutua, el diálogo y las iniciativas de cooperación. La estructura emergente fue llamada Comité Internacional de los Hermanos Me- nonitas (ICOMB), ahora conocida como la Comunidad Interna¬ cional de los Hermanos Menonitas. En 2005 ICOMB encargó a la Comisión Histórica, uno de los organismos binacionales de la con¬ ferencia Hermanos Menonitas del Canadá y de los Estados Unidos, producir una historia mundial de los Hermanos Menonitas. ¿Cómo han logrado ser los Hermanos Menonitas lo que son hoy en día y cuántos son los cristianos que pertenecen a un cuerpo, realizando cultos de diferentes maneras, encontrándose en diferen¬ tes circunstancias y enfrentando variados retos en países de todo el mundo? ¿Cuáles son los problemas que enfrentan y qué pueden aprender unos de otros? ¿Cuál es el futuro de la Iglesia Herma¬ nos Menonitas en todo el mundo? En el mundo actual importan las denominaciones y hay necesidad de un testimonio distintivo que la denominación de los Hermanos Menonitas es la única capaz de proporcionar? ¿Cómo ha llevado Dios a los Hermanos Menonitas a ser lo que son hoy y hacia dónde los lleva Dios? La esperanza es que este libro proporcionará algunas ideas nuevas en relación al pasado, una mejor comprensión del presente, y algunas orienta¬ ciones y esperanza para el futuro, todo en el desarrollo de nuestra dependencia final de Dios. El libro también pretende servir de guía de estudio para grupos pequeños y sesiones de escuela dominical. Un conjunto de preguntas de estudio aparece en la parte final para facilitar su uso en este sentido. El presente volumen no pretende ser una historia oficial, aca¬ démica. Los escritores proceden de diversos orígenes, algunos han recibido formación como historiadores y teólogos, mientras que otros han sido pastores y misioneros. Todos han participado en la vida de la iglesia. Siempre que fue posible, los escritores han sido seleccionados entre las iglesias nacionales en consulta con los líde¬ res nacionales. Si bien se ha buscado un poco de coherencia en el 12 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" estilo y el contenido, existe una considerable diversidad, que en sí misma puede proporcionar una imagen más auténtica de la natura¬ leza de la iglesia en los respectivos países. En nombre del comité editorial, quiero dar las gracias a cada uno de los escritores por su disposición a contribuir y por su cooperación, paciencia y buena voluntad en el proceso de lograr encontrar la forma de conectar los manuscritos en este volumen. Muchas personas, además de los autores de los capítulos, han contribuido a este volumen, y no todos pueden ser mencionados aquí. Deseo reconocer y agradecer a ICOMB, y en particular a los que dieron origen a la idea de una historia global de los Hernia- nos Menonitas. Tanto David Wiebe como Víctor Wall han ofrecido aliento, apoyo y asesoramiento a lo largo del camino. La Comisión Histórica de la Iglesia Hermanos Menonitas (EE.UU. y Canadá), inicialmente nombró a Pablo Hiebert y a un servidor para orientar el proyecto. Cuando a Pablo se le detectó una enfermedad terminal antes de que el proyecto estuviera en marcha, la Comisión Histórica me pidió que asumiera la responsabilidad editorial. Un comité con¬ sultivo de redacción, compuesto por Peter Klassen, Guenther Bru¬ ce, y Reddig Ken, dio muchos consejos valiosos y asistencia en el proceso. Otros que ayudaron en la traducción y fomentaron la toma de contacto con escritores, la lectura de los manuscritos y la adición de valiosas piezas de información son Harold Ens, Pablo Wiebe, E. D. Salomón, Enns Bob, Martha Florentín, Hisashi Hattori, Juan Goertz, Richard Funk, Pakisa Tshimika, Maurice Matsitsa, Herta Voth , Robert Thiessen, Wemer Kroeker, Art Dueck, Víctor Wiens, Randy Friesen, Ray Harms-Wiebe, John Toews, John Thiessen, Ed Lenzmann, Andrew Siebert y Kevin Enns-Rempel. Un agradeci¬ miento especial a mi esposa, Katherine, quien leyó el manuscrito y dio valiosas sugerencias. Algunas de las historias de la barra lateral en varios capítulos se utilizan con permiso de MBMS Internacional y se han tomado de Byron Burkholder, ed. Vieron su gloria: His¬ torias de Conversión y Servicio (Winnipeg, MB: Kindred Press, 1984) y Brad Thiessen, ed. True Life: First - hand Stories of Mis- sion (Fresno, CA: MBMSI, 2000). Prefacio 13 También expresamos nuestra gratitud a los que ayudaron a fi¬ nanciar el proyecto. Estos incluyen ICOMB, la Iglesia Communi- ty College, Clovis, California, el Consejo de Profesionales Sénior, Fresno, CA, la Comisión Histórica, y varios individuos y fundacio¬ nes de beneficencia. Abe Dueck Los comienzos de los Hermanos Menonitas John B. Toews y Abe Dueck A ctualmente la mayor cantidad de miembros de las iglesias de los Hermanos Menonitas (HM) vive en el hemisferio sur, principalmente en la India y el Congo. En la India las iglesias ya tienen una larga historia, que se remonta casi hasta los orígenes de la Iglesia Hermanos Menonitas. Pero las primeras iglesias Hermanos Menonitas nacieron en el sur de Rusia en lo que hoy es la República Independiente de Ucrania, que durante setenta años fue parte de la Unión Soviética. Hoy la presencia HM casi ha desparecido del área de su nacimiento, aunque existen indicios significativos de un renacimiento, esta vez dentro de la población nativa que tiene poca memoria de los eventos ocurridos hace 150 años. Desde Ucrania los Hermanos Menonitas se expandieron a otras partes de Rusia y muchos emigraron a América del Norte o del Sur debido a tiempos difíciles, particularmente en la época so¬ viética. Más recientemente, una gran cantidad ha emigrado a Ale¬ mania. Otros se encuentran todavía dispersos en Siberia y en otras áreas de lo que fue la Unión Soviética. La historia de todos estos grupos se contará en capítulos posteriores. Los Hermanos Menonitas emergieron en la década de 1.860 como un movimiento de renovación dentro de la sociedad menonita más amplia que se había desarrollado en el sur de Rusia durante el siglo anterior. Para entender los motivos de su surgimiento y la 16 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años " naturaleza del movimiento HM, es necesario mirar la historia de los anabaptistas /menonitas y sus orígenes durante la Reforma del siglo XVI. Las raíces anabaptistas La Reforma Protestante del siglo XVI está estrechamente vincula¬ da con la vida de Martín Lutero, un joven monje católico que atre¬ vidamente desafió ciertas enseñanzas claves de la Iglesia Católica Romana. En particular, afirmaba la preeminencia de las Escrituras y desafió el derecho de la Iglesia de ser la única intérprete de la Bi¬ blia. También afirmaba que la salvación es por gracia; por fe y no por obras. Así, los sacramentos no conferían la gracia automática¬ mente a ios individuos que los recibían. No obstante, Lutero con¬ servó el bautismo de infantes y también mantuvo la fuerte alianza entre el Estado y la Iglesia que había caracterizado al cristianismo medieval en Europa. El movimiento de renovación principiado por Lutero y lleva¬ do adelante por otros reformadores como Ulrico Zwinglio y Juan Calvino, pronto fue desafiado por reformadores aun más radicales que llegaron a llamarse anabautistas (rcbautizadores) y últimamen¬ te llamados menonitas (por el líder holandés Menno Simons). Estos reformadores radicales (Conrad Grebel, Félix Manz, Michael Satt- ler, y otros) leyeron las Escrituras por sí mismos y llegaron a la con¬ vicción de que sólo los adultos eran capaces de tomar una decisión consciente por Cristo. Por ende, consideraron que el bautismo de¬ biera ser solamente para creyentes adultos. Además, tal compromi¬ so, si fuera genuino, resultaría en una vida de amor y discipulado, que incluyera dejar la espada (no-resistencia o pacifismo), además de la formación de comunidades de fe y confraternidad que no de¬ rivan su legitimidad del Estado. Este segundo movimiento de renovación fue percibido como una amenaza para la sociedad cristiana europea, una amenaza aún mayor que las reformas anteriores. Ambos, católicos y protestantes, como también los gobernantes en sus respectivos países, resolvie¬ ron eliminar el movimiento anabautista. Los anabautistas pronto Los comienzos de los Hermanos Menonitas 17 fueron desalojados y perseguidos, y muchos se convirtieron en mártires de la fe. No obstante, el movimiento se difundía a otros países, tanto por el testimonio de los fugitivos como debido a los muy especí¬ ficos esfuerzos evangelísticos o misionales. En los Países Bajos, Mcnno Simons, un sacerdote católico joven, se convirtió en 1526 y pronto llegó a ser el acechado líder de los brutalmente perseguidos anabautistas del país. Al final, la mayoría de los anabautistas del norte de Europa huyó al Este, a una región conocida como Prusia, en aquel entonces bajo la corona polaca. Allí se recluyeron y recibieron refugio de la severa persecución. Les dieron algunos derechos limitados y tam¬ bién les concedieron la exoneración del servicio militar, pero no recibieron todos los derechos de la ciudadanía. Muchos de los ana- bautistas de Suiza y del sur de Alemania, por otro lado, se encon¬ traban camino a América del Norte, mientras que otros remanentes pequeños, quedaron atrás. Durante el curso de los siguientes siglos, el patrón de vida para todos los menonitas cambió paulatinamente. Por épocas, la vida religiosa también cambió de modo que se apar¬ taban significativamente de los ideales del siglo XVI. El interludio ruso La emigración llegó a ser realidad para muchos menonitas en Euro¬ pa y en otros lugares. Cuando las restricciones religiosas y econó¬ micas aumentaron en Prusia y Catalina la Grande invitó a colonos alemanes, incluso menonitas, a establecerse en sus territorios recién adquiridos, los menonitas comenzaron a mudarse al sur de Rusia. Esto fue a fines del siglo XVIII. Pronto dos establecimientos gran¬ des llamados colonias emergieron con los nombres de Chortitza y Molotschna. Otros establecimientos florecieron durante el siglo XIX. La vida menonita en Rusia se caracterizó por algunos factores principales. Uno fue que el gobierno ruso les dio grandes franjas contiguas de tierra, aislándolos considerablemente de otras comu¬ nidades cercanas, incluso separándolos de las poblaciones nativas. 18 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Además, se les dio un alto grado de autonomía, es decir, derechos de gobernarse a sí mismos, por lo que ellos controlaban muchos de sus asuntos tanto civiles como también religiosos. Consecuente¬ mente, aunque había una apariencia de separación entre el Estado y la Iglesia, en diversas maneras estaban aliados. Las comunidades civiles y religiosas fueron co-extensivas, y frecuentemente se en¬ frentaban en conflictos intemos de dichas comunidades que estaban geográficamente definidas. La vida religiosa también cambió, aunque la naturaleza de la espiritualidad variaba considerablemente de una congregación a otra, dependiendo de los líderes y de otras influencias que ingresa¬ ron a las comunidades, provenientes principalmente de Alemania. Las percepciones eran diferentes, pero a mediados de siglo, muchos menonitas sintieron que no todo iba bien y algunos comenzaron a sentir que la vida espiritual había muerto. Un ministro menonita, escribiendo en la década de 1830 comentó: “Cuánto se ha oscure¬ cido la luz del evangelio en tanta gente... La ignorancia de Dios aumenta porque el amor se ha enfriado... ¿Cuándo se desvanecerá la noche de pecado?... ¿Cuándo irrumpirá el alba de la verdadera iluminación entre nosotros?” Algunos sentían que se debía prestar más atención a los escri¬ tos y las enseñanzas de Menno Simons y otros escritores anabau- tistas del período temprano. Otros, como el maestro escolar Tobías Voth, enfatizaban la vida personal interior con Cristo, y la preocu¬ pación por la lectura y la distribución de las Escrituras estaba muy presente en otro sector. La enseñanza de las historias de la Biblia siempre había formado parte del currículo de las escuelas. Estas historias bíblicas, como también los docentes que las relataban, te¬ nían un gran impacto en la generación emergente. Sermones impre¬ sos que enfatizaban la importancia de la conversión comenzaban a circular entre los menonitas de Rusia, especialmente los sermones de Citarlos Spurgeon y de algunos predicadores pietistas de Alema¬ nia. Después de 1835, gracias a la migración de casi la totalidad de una congregación de Prusia a las villas de Gnadenfeld y Alexan- derwohl, se realizaron anualmente festivales misioneros en una de las colonias menonitas. Los comienzos de los Hermanos Menonitas 19 Los dolores de parto En 1854 un joven de la colonia de Chortitza se convirtió al leer los sermones de un pietista alemán, Ludwig Hofacker. Su testimonio inició un avivamiento entre los colonos en derredor. Muy pronto, algunos observadores se referían a los nuevos convertidos como “los píos” en reconocimiento de su andar recto y santo, o hacien¬ do referencia a personas que se sentían más santas que los demás. Pronto se percataron de otra cosa. Los nuevos convertidos solían celebrar su nuevo gozo en Cristo con nuevos himnos y melodías. Algunos simplemente gritaban con gozo al participar en cultos de adoración. Había también algunos que comenzaban a criticar a la iglesia tradicional y a sus líderes objetando que la religión exis¬ tente con sus formas y tradiciones era decadente y que los que ha¬ bían experimentado la nueva vida no podían quedarse en la iglesia tradicional. Por un tiempo los disidentes y los tradicionalistas se sentaron juntos en los bancos de la iglesia. Luego, nuevos líderes, confiados en su habilidad de distinguir entre la verdad y la falsedad, comenzaron a poner un fin a este trato. Los nuevos convertidos de¬ bían apartarse de todas las prácticas santificadas por la costumbre y la tradición, incluso de los himnos y sermones, como también del liderazgo y de las viejas formas de adoración. El avivamiento en la colonia de Chortitza dejó muy dividida a la comunidad. La mayoría comenzó a entender el avivamiento como sinónimo del rechazo de la tradición religiosa. El movimien¬ to separó a familias y amigos y trajo dolor entre los sensibles y enojo entre los intolerantes. Desgraciadamente, el patrón del aviva¬ miento en Chortitza provocó que en otro lugar, un avivamiento se enfrentara con sospechas y aun con hostilidad. Mientras tanto, un tipo similar de avivamiento emergía de a poco en la colonia de Molotschna en el sureste. Primero se lo aso¬ ció con los inmigrantes luteranos provenientes de Alemania que ha¬ bían llamado a un nuevo pastor para servirles en la colonia cercana. Tanto ellos como su nuevo ministro, Edward Wuest, habían sido fuertemente influenciados por el pietismo de Wuerttemberg de fi¬ nes del Siglo XVIII y de comienzos del Siglo XIX. El movimiento 20 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo. “Celebrando 150 años” enfatizaba que la conversión personal y la vida de discipulado son indispensables para un cristianismo vivo y verdadero. No era sor¬ prendente que cuando Wuest predicó su primer sermón en Rusia, predicó acerca del pecado, de juicio, y de la gracia de Dios a través de la liberación por Cristo. Habló del nuevo nacimiento como de una abrumadora experiencia decisiva que se expresaba en un gozo continuo y profundo. El ministerio de Wuest inauguró una década de avivamiento caracterizada por predicación evangelística, festi¬ vales misioneros ecuménicos, y comidas compartidas en las cuales las oraciones públicas y el testimonio personal llegaron a ser comu¬ nes. Para el año 1852, Wuest cambió su énfasis de la celebración de la salvación a la importancia de una vida santa. La predicación temprana de Wuest resultó en la conversación de algunos menonitas que llegaron a la villa de Gnadenfeld donde introdujeron a sus compañeros menonitas en dos de las prácticas que habían aprendido de Wuest. Una era la práctica de tener grupos de confraternidad hogareños. La otra se relacionaba con las así lla¬ madas “conferencias fraternales”, que solían tener los sábados de tarde y que coincidían con la luna llena, lo que permitió que los de las aldeas más lejanas pudieran volver a casa de noche. En poco tiempo Wuest tuvo muchos adherentes dispersos en la colonia de Molotschna. Al comienzo, algunos ancianos menonitas le permi¬ tieron predicar desde sus pulpitos y aparentemente hubo algunos cultos de comunión ecuménica. Entonces, los que habían sido tocados por el avivamiento se acercaron a los líderes de la iglesia con un pedido especial. Desea¬ ban observar la comunión más a menudo, y algunos sugirieron que la celebración se tuviese en hogares. Además, solicitaban que se celebrara excluyendo la participación de las personas cuyo com¬ promiso religioso consideraban nominal. El anciano regional que tradicionalmente estaba autorizado para administrar la comunión pensó que el pedido llevaría a una división y se rehusó a cumplirlo. Esto preparó el escenario para una comunión en privado, que se realizó en una casa en la villa de Elisabethal, en el otoño de 1859. El deseo principal de los participantes fue confraternizar con los que ellos consideraban verdaderamente renacidos. No tuvieron la Los comienzos de los Hermanos Menonitas 21 intención de que fuera un acto de rebelión contra la autoridad de la iglesia local, ni contra su obispo. Los celebrantes de Elisabethal estaban primeramente interesados en su relación personal e interior con Cristo. Querían regocijarse en su salvación y también crecer en su vida de discipulado. Consideraban a la salvación no solamente como un sentimiento, sino un seguimiento. Para ellos, la vida de santidad requería un pueblo de Dios comprometido entre sí. Tam¬ bién requería una iglesia pura, separada del mundo y aun de los que fueran cristianos nominales. La comunión sólo tenía sentido en compañía de los que habían hecho un compromiso decisivo de seguir a Jesús. Sean cuales fueran sus intenciones sinceras, estos menonitas radicales vivían en un mundo donde la Iglesia y el Estado estaban completamente entretejidos. Su mundo religioso no era solamente la congregación local sino la villa y todos sus habitantes. Celebrar la comunión en privado era un acto peligroso pues ubicó a los disi¬ dentes luera de las estructuras establecidas. Aunque fuera hecho sin entender todas las implicancias, declaró públicamente que la iglesia tradicional había sido pesada y hallada falta. Muchos miembros de la congregación en Gnadenfeld se sintieron profundamente ofen¬ didos. Cuando en una reunión congregacional se levantaron voces enojadas que demandaron su expulsión, varias personas salieron. El diálogo entre la iglesia tradicional y los reformadores había ter¬ minado justo antes de comenzar. Aparentemente no era posible nu¬ trir nuevos comienzos en un ambiente viejo. El 6 de enero de 1860, dieciocho personas de la aldea de Mo- lotschna declararon su intención de salir de la iglesia tradicional al redactar un documento formal de separación. En ese documento expresaron lamentar la corrupción de la iglesia existente y formu¬ laron que la iglesia de Cristo no podía sobrevivir entre tal ambiente de decadencia. El bautismo debería ser administrado sólo a los que tuvieran una fe viva. La fraternidad de la mesa de la comunión debería ser restringida a miembros bautizados con vidas rectas y sin mancha. Pecadores deliberados, decían, no pueden quedar den¬ tro de la fraternidad de creyentes. Este tema de distinguir entre los creyentes comprometidos y la iglesia que abarcaba a todos fue un 22 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" asunto continuo entre los separatistas. Así como los anabautistas tempranos rechazaron la unidad de la Iglesia y del Estado en el si¬ glo XVI, algunos herederos de su tradición en Rusia ahora deman¬ daban una separación semejante. Pero en el proceso, rechazaron a su vieja gente y se vieron constreñidos a crear una nueva iglesia. Sin darse cuenta, los disidentes habían comenzado a forjar un nuevo sentido de pertenencia desde hacía algunos años. Los discí¬ pulos del pastor Wuest, poseían una fuerte teología de conversión que se combinaba con una convicción profunda de la importancia de un discipulado radical. Los participantes de reuniones especiales y de conferencias misioneras, se encontraban cada vez más vincu¬ lados por experiencias y creencias compartidas. Muchos de estos cristianos preocupados eran lectores ávidos. Algunos importaban con regularidad literatura cristiana desde Alemania mientras que otros eran activos en la promoción de la educación primaria. Entre estos disidentes tempranos, el conocimiento bíblico era sorpren¬ dentemente sofisticado. Más tarde, al recordar su peregrinaje, estos hombres y mujeres solían atribuir este legado a los profesores pro¬ fundamente religiosos de la aldea. Parte de la nueva identidad de los separatistas resultó de la incapacidad de su vieja comunidad de entender o aun de tolerar los ideales que habían descubierto. Bus¬ caban palabras para describir su emergente sentido de identidad. Al fin, la palabra alemana para “hermanos” resultó ideal. Significó el sentido predominante de pertenecerse, de tener las cosas en común, de estar vinculados. ¿Dónde sería tan aplicable esta palabra sino en la iglesia de los verdaderamente comprometidos? La palabra re¬ flejaba la intimidad de su nueva comunidad y también el ambiente cultural dominado por los varones de aquel entonces. Aunque muchos de los Hermanos querían quedarse en la igle¬ sia tradicional, ciertos eventos los empujaron inevitablemente en otra dirección. En Chortitza, había sido un proceso largo de sepa¬ ración, en Molotschna un éxodo dramático. Tal aislamiento trajo inestabilidad cuando los radicales de ambas regiones sintieron que su éxtasis interior, asociado al renacimiento espiritual, debía en¬ contrar expresión en el culto público. Los menonitas de la aldea se Los comienzos de los Hermanos Menonitas 23 escandalizaron por los reportes y rumores que escucharon sobre la naturaleza de las celebraciones de los Hermanos. Un testigo habló de un “gozo expresado bastante fuertemente” asociado con sus ce¬ lebraciones de adoración. Un participante en otra reunión notó que “algunos saltaban y danzaban, algunos tocaban y cantaban, y luego casi todos gritaban de gozo”. Aun los instrumentos musicales refle¬ jaban un estilo de adoración desinhibido. Hubo tambores, guitarras, flautas, violines, y triángulos musicales. Los observadores dejaron de llamarlos “los píos”. Ahora usaron apodos despectivos como los “brincadores”, “saltarines”, y “los exuberantes”. Muchos de los Hermanos tempranos participaban en estas celebraciones. En algu¬ nos casos, las prácticas continuaron aun hasta 1865. Los excesos, que a menudo acompañaron a otros movimientos de avivamiento, se difundieron. Los primeros Hermanos eran muy conscientes de su lucha con el pecado y del gozo de los pecados perdonados y no hubo disposición de llevar la fe más allá de los sentimientos. El costo de seguir a Jesús era alto y para el momento, celebraciones al son de tambores ruidosos y tempos emocionantes parecían colaborar con su experiencia. En el proceso, sin embargo, el liderazgo estable dio paso a hombres arrogantes e inexpertos que afirmaban atrevidamente el fracaso completo de la iglesia tradicio¬ nal y la certeza absoluta de la nueva fe. La tarea que los Herma¬ nos enfrentaban era formidable. Tenían que encontrar el equilibrio entre una experiencia cristiana que tenía profundas consecuencias emocionales y un discipulado que se enfocaba en una vida ética. Debían transformar una celebración desordenada e individualista de la salvación en una comunidad de pacto responsable y capaz de sostener a las generaciones venideras. Un proceso de restauración comenzó con sesiones de oración y arrepentimiento las cuales culminaron en las así llamadas “Refor¬ mas de Junio”, en 1.865. Entre otras cosas, los Hermanos declara¬ ron que las “expresiones desmedidas de gozo, como la danza” no eran agradables a Dios. Más progreso se logró en 1872 cuando el movimiento naciente convino en su primera conferencia general. Ahora la estabilidad de la nueva iglesia se aseguró por la volun- 24 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años' tad de la mayoría. Las aspiraciones de esta mayoría callada podían escucharse. La iglesia joven forjaba paulatinamente una estrategia efectiva para lograr la estabilidad interior y el crecimiento. Justo entonces, cuando la Iglesia HM estaba logrando alguna estabilidad, asuntos más amplios del imperio ruso comenzaron a afectar seriamente a todos los menonitas. Ahora el gobierno ruso intentaba cada vez más integrar a los colonos en el tejido de su so¬ ciedad. Esta nueva actitud tuvo un impacto en asuntos tales como el uso del idioma ruso, el currículo de las escuelas, y particularmente, en el asunto de estar exentos de todas las formas de servicio militar. Muchos menonitas se preocupaban mucho por sus posibilidades futuras en Rusia. A través de negociaciones intensas, pudieron ase¬ gurar el derecho a un servicio forestal en lugar del servicio militar, no obstante, la situación en Rusia y la posibilidad de una vida mejor en América resultó en que más o menos 18.000 emigraran a los Estados Unidos y Canadá entre 1874 y 1880. Esta suma equivalía aproximadamente a una tercera parte de la Iglesia HM en Rusia, que salió a América para comenzar a establecerse en los estados del medio-oeste. Los Hermanos Menonitas de Crimea Hubo otra corriente religiosa en Rusia que luego de un siglo se in¬ cluyó en el movimiento HM — los Hermanos Menonitas de Crimea (HMC). Tuvo su comienzo formal en 1869 entre un grupo de fami¬ lias menonitas que se había mudado a Crimea menos de una déca¬ da antes. Este grupo experimentó un avivamiento espontáneo poco después de llegar. En 1869, después de escudriñar las Escrituras y de estudiar a Mermo Simons, decidieron rebautizarse como una manera de confesar su fe. Eligieron el bautismo por inmersión, aun¬ que fue una inmersión hacia delante, con el candidato arrodillado. Otros distintivos incluyeron la práctica del no-conformismo, disci¬ plina eclesiástica severa, no-resistencia, lavamiento de los pies, y el rechazo a hacer juramentos. Tenían mucho en común con los HM aunque sus orígenes fueron independientes de aquellos. El peregrinaje de la Iglesia HMC en Rusia fue muy breve ya que la situación que incitó a muchos menonitas a emigrar a Améri- Los comienzos de los Hermanos Menonitas 25 ca del Norte en la década de 1870, también afectó a toda la iglesia HMC y la impulsó a salir de Rusia y mudarse a Kansas, EE.UU. en 1874. Allí establecieron varias aldeas y luego se expandieron a otras áreas, incluyendo a Saskatchewan, Canadá. En 1960, des¬ pués de años de negociación, una fusión entre las iglesias HM y HMC concluyó con la celebración de la convención centenaria de la Iglesia HM en Reedley, California. La fusión no sólo unió a las iglesias de las dos conferencias en Norteamérica, sino que también ubicó los destacables esfuerzos misioneros de la Iglesia HMC bajo la supervisión del Consejo Misionero de los Hermanos Menonitas (MB Mission Board). Consolidación Varios asuntos tuvieron gran impacto en el proceso de maduración de la Iglesia HM. Desde el comienzo, los Hermanos desarrollaron una fuerte teología de conversión. En esta área se mantenía firme la enseñanza del Pastor Wuest, que enfatizaba la importancia de un profundo sentido del pecado personal y de la necesidad de una lucha dramática y a menudo larga por la fe, que tiene su apogeo en el conocimiento seguro de la fe y en la seguridad del perdón del pecado. El nuevo nacimiento auténtico debía ser una experiencia decisiva y abrumadora. Fue considerada principalmente una ex¬ periencia adulta en la cual hombres y mujeres de edad mediana, o aun avanzados en años, confesaban su fe y eran bautizados. La conversión, que incluía una experiencia de crisis, llegó a ser un punto de referencia constante en la práctica del discipulado de los Hermanos. En 1904, un obispo de los Hermanos dejó un retrato in¬ teresante de las actividades semanales de oración del mes de enero en su iglesia local: Tuvimos una semana de oración de la siguiente manera: Los hermanos, las hermanas y algunos otros nos reunimos cada noche. Después de entonar una o dos canciones, abrimos con la lectura de las Escrituras y con oración. Luego los que deseaban oraban intercaladamente. Varios hermanos y hermanas relataban sus conversiones. Siguieron más oracio¬ nes y testimonios, mientras se cantaban canciones o estrofas. El Señor se manifestó y bendijo las oraciones y los testimonios para que llorásemos mucho y muchos fuesen movidos interiormente. Parecía que las almas deseaban arrepentirse y ser convertidas, y tuvimos un tiempo bendecido. 26 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” Reuniones tales como esta eran regulares en todas las iglesias de los Hermanos a fines del siglo XIX y explican el crecimiento estable del movimiento. A través de su carácter informal, estas re¬ uniones hogareñas (o en escuelas, en algunos casos) fomentaron una fraternidad cálida e íntima. Personas ordinarias compartían su comprensión de la Palabra y cuidaban los unos de los otros. Había apertura y vulnerabilidad y las conversiones eran frecuentes en tal ambiente de mutuo interés. Un creyente joven hallaba fácilmente consejo y aliento en tales reuniones. No había necesidad de buscar una comunidad después de la conversión. Los cuidadores y los cui¬ dados se vinculaban en una situación continua. Esta definición de la familia de Dios también acogía a los jóvenes y niños sin mucha dificultad. Este estilo congregacional tenía otras ventajas. La interacción a nivel de grupos pequeños vinculaba la fe con los problemas dia¬ rios, y así el seguir a Jesús se entendía como una repuesta a las ex¬ periencias de la vida. Ya que la vida de discipulado ocurría en me¬ dio de la congregación, la santidad se definía por el grupo, no por el individuo. Era difícil que una sola persona impusiera su lectura de las Escrituras o su concepto de la vida cristiana sobre la iglesia entera. Al sentarse juntos para estudiar la Palabra, los hermanos y las hermanas se mantenían en equilibrio. La arrogancia espiritual y la farsa o estrechez y el legalismo se corregían en la comunidad, mientras que las personas de espiritualidad sana y radiante benefi¬ ciaban al grupo entero. Los Hermanos Menonitas fueron el primero de los grupos me¬ nonitas rusos que se reunieron en una conferencia de iglesias. Re¬ presentantes de varias congregaciones se reunieron por primera vez en 1872 y luego anualmente, con pocas excepciones, hasta 1918 y la revolución. Los asuntos principales de sus convenciones eran el ministerio itinerante, el evangelismo y las misiones. En 1885, en el aniversario vigésimo quinto, había seis congregaciones HM inde¬ pendientes y 17 congregaciones afiliadas en varias regiones. Para el año 1906, el número de miembros había subido hasta 5.642 y casi 14.000 adherentes en 42 lugares de reunión. Para entonces (1903) Los comienzos de los Hermanos Menonitas 27 tenían un periódico casi oficial llamado Friedensstimme (Voz de la Paz) como también un periódico dedicado a las misiones, el Emte- feld (Campo de Cosecha). El ministerio itinerante ayudó a fortalecer y solidificar la iden¬ tidad de los Hermanos primitivos. La conferencia de 1872 designó a cinco ministros itinerantes a fin de nutrir a todos los adherentes dispersos. Pronto estuvieron conduciendo estudios bíblicos en ca¬ sas privadas o escuelas locales, involucrados en la visitación hoga¬ reña, o predicando en asambleas misioneras o de acción de gracias. Debido a sus actividades, casi todos los miembros Hermanos se contactaban cada año. Al tanto que nuevos asentamientos menoni¬ tas se establecían en la Rusia europea y más allá, en el siglo XIX tardío, estos hombres dedicados visitaban sistemáticamente todas las congregaciones. Su ministerio resultó en un sentido de fe común y estableció prácticas uniformes en el culto y la liturgia. Había, un fuerte sentido de pertenencia a una amplia familia de Dios, aun en las comunidades pequeñas y remotas. Estos ministros itinerantes a menudo recibieron su capacitación e inspiración en cursos bíblicos especiales o escuelas misioneras, abiertos para ministros y para lai¬ cos y que duraban algunos días, semanas o aun meses. Los cursos ofrecían material de predicación para ministros locales e itinerantes y también suministraban un conocimiento más profundo de la Bi¬ blia a los miembros de las congregaciones locales. Estas sesiones a menudo constituyeron la única capacitación formal que recibieron los ministros y diáconos de los Hermanos. Al comenzar el siglo XX muchas iglesias realizaban escuelas dominicales regulares, organizaban asociaciones especiales para los jóvenes y las jóvenes, o apoyaban a círculos misioneros de da¬ mas. La década de 1890 también vio el surgimiento de festivales anuales de canciones, con amplia participación comunitaria. Al fi¬ nal, los festivales de canto, misiones y acción de gracias; la visita¬ ción en casas; los estudios bíblicos; las conferencias bíblicas; y el refuerzo del ministerio local por predicadores visitantes talentosos, todo contribuyó a crear un fuerte sentido de propósito común y pertenencia. 28 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" Nuevos amigos El peregrinaje espiritual interior de los Hermanos originales ocurrió en el contexto de un mundo cada vez más complejo. Al concluir el siglo XIX, los menonitas de Rusia gozaban de una prosperidad ma¬ terial sin precedente. Granjas establecidas y aun los establecimien¬ tos nuevos se beneficiaban de precios estables. Negociantes me¬ nonitas fundaban molinos de harina y fábricas para la producción de maquinaria agrícola. Los ministros y profesores leían literatura religiosa y educativa de Alemania y algunos jóvenes salieron para estudiar en universidades y seminarios rusos y alemanes. Una nue¬ va conciencia social e intelectual se difundía por la comunidad. Se desarrolló un complejo educativo vasto patrocinado privadamente desde la primaria hasta el nivel secundario. Hasta hubo una facultad para docentes y una facultad de negocios. También había institucio¬ nes médicas y de asistencia social, escuelas para los pobres, un or¬ fanato, una escuela para mudos, hospitales, y un hogar de diaconía. Todos los menonitas participaban en estos emprendimientos. Para los Hermanos, aislarse no era una opción. En cuanto a las costum¬ bres, el lenguaje y la economía, aún pertenecían a un pueblo meno- nita más amplio, pero debido a que rechazaban el marco religioso de la iglesia tradicional no podían acudir a su propia tradición en busca de un cristianismo nuevo y vital. Tenían que buscar en otro lugar para nutrirse espiritualmente. Tal búsqueda había comenzado antes de 1860. Alguna litera¬ tura bautista ya había circulado durante los años 1840 y 1850. La noción de los Hermanos de inmersión como el modo correcto del bautismo parece haberse originado en tales fuentes. También hubo correspondencia entre los Hermanos primitivos y algunos bautistas alemanes. Al estar procurando clarificar la situación legal del grupo en St. Petersburg, el negociante de Molotschna Johann Claasen se quedó con un miembro de la comunidad bautista y conoció la litera¬ tura bautista. En Chortitza, algunos Hermanos se contactaron con el líder bautista de Hamburgo, Johann Onceen, y le pidieron un maes¬ tro religioso. Onceen mandó a August Liebig, quien se quedó du¬ rante casi dos años. El diácono bautista Cari Benzien también pasó Los comienzos de los Hermanos Menonitas 29 tiempo entre los Hermanos en Rusia y ayudó a organizar la primera conferencia en 1872. Aún más significativa fue la ordenación de Abraham Unger como el primer obispo de los Hermanos, por Jo- hann Onceen en 1869. A fines del siglo, el Seminario Teológico Bautista de Hamburgo atraía a los Hermanos jóvenes. La primera confesión de la fe, publicada en 1876 a pedido de las autoridades estatales, fue una versión bautista modificada. De modo semejante, existía una conciencia de la necesidad de misiones, que fue inten¬ sificada por la literatura bautista. El primer misionero Hermano al extranjero, Abraham Friesen, salió para la India en 1885 para ser¬ vir bajo una misión bautista. No es de asombrarse, entonces, que durante un tiempo los otros menonitas y hasta las autoridades gu¬ bernamentales se preguntaban si el nuevo movimiento no fuera, de hecho, bautista. El reconocimiento oficial de su afiliación menonita llegó sólo en respuesta a un pedido especial en 1880. Aunque el contacto de los Hermanos con los bautistas fue en parte motivado por la radicalidad de su separación de la iglesia tra¬ dicional, había otros asuntos relacionados. La comunidad huérfana, después de rechazar casi todo el alimento ofrecido por el cristia¬ nismo de su pasado, de hecho necesitaba a un hermano mayor. Los bautistas proveían un modelo para un movimiento que se encon¬ traban en un vacío teológico y organizacional. Los Hermanos pu¬ dieron encajar gran parte de su nueva experiencia vivencial en la teología y prácticas bautistas ya existentes. Aunque la interacción Hermanos-bautistas se sostuvo por di¬ sertantes visitantes y materiales teológicos durante los años 1880 y 1890, el enlace encontraba varios problemas duraderos. Los me¬ nonitas en Rusia tenían un fuerte sentido de pueblo. Diferencias religiosas no generaban un repentino nuevo sentido de identidad. En su documento de secesión, los Hermanos apelaron a la autoridad de Menno Simons. Consecuentemente, nunca perdieron de vista su enseñanza de no-resistencia, su rechazo del juramento, su énfasis en una moralidad estricta y siempre abogaron por una iglesia dis- ciplinadora. Estas convicciones fueron áreas de fricción y contro¬ versia entre los Hermanos y los bautistas durante varias décadas y, 30 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" algunos dirían, durante la mayor parte del siglo XX. Constituían las razones básicas que impedían que los Hermanos fueran absorbidos por el mundo bautista más amplio. Irónicamente, la amenaza de esta absorción de los Hermanos por los bautistas de Alemania tuvo un impacto muy positivo sobre el desarrollo de la Iglesia Bautista Rusa. Aunque estaba prohibido evangelizar entre la población ortodoxa, los Hermanos originales encontraban oportunidades para difundir el Evangelio mediante va¬ rias formas de evangelismo laico. Dificultades legales, culturales, y lingüísticas resultaron en que los convertidos rusos formaran sus propias iglesias. Los Hermanos, a través de la estructura organi- zacional que heredaron de los bautistas alemanes, socorrían a las iglesias Risas dispersas. En 1882, llamaron a una conferencia es¬ pecial en el pueblo de Rueckenau. Había más Hennanos presentes que bautistas. Dos años más tarde la primera convención de los bautistas rusos se reunió en Novo-Vasilevka. Aunque la conven¬ ción eligió a un ministro Hermano, Johann Wieler, por presidente, los bautistas rusos establecieron su independencia de los Hermanos menonitas por primera vez. Fue una situación única. Los bautistas alemanes habían traído orden a la iglesia naciente de los Hermanos, y ahora los Hermanos traían orden a los bautistas rusos emergen¬ tes. A pesar de las proscripciones de la ley zarista, los esfuerzos por evangelizar a los prójimos rusos continuaban. Estos esfuerzos se intensificaron cuando el Manifiesto de Octubre (1905) del Zar Nicolás II permitió mayor tolerancia religiosa. Pronto una cantidad de evangelistas menonitas trabajaron activamente entre los rusos tanto en las aldeas y como en las ciudades. No obstante, los viejos patrones prevalecían: los nuevos convertidos se hacían bautistas. Mientras tanto, al concluir el siglo XIX, los Hermanos enta¬ blaron una nueva interacción con algunas personas de la iglesia tradicional. Esto tenía que ver con su contacto con la Conferencia Alianz Blankenburg, el equivalente europeo de los darbistas ingle¬ ses o los hermanos de Plymouth. Este grupo, establecido en 1885, tenía conferencias anuales en Alemania que atraían amplia partici¬ pación. La conferencia Blankenburg impactaba a los Hermanos de manera similar a la que los bautistas lo habían hecho anteriormente. Los comienzos de los Hermanos Menonitas 31 Personajes prominentes de la Alianza dieron disertaciones especia¬ les o conferencias bíblicas en varias localidades menonitas rusas. Su literatura también fue muy aceptada. La teología Blankenburg se interesaba en la vida interior, el vivir santo, y una confratemiza- ción interdenominacional amplia. Formas externas y credos espe¬ ciales no significaban mucho. Todos los verdaderos seguidores de Jesús estaban unidos por dos cosas: el bautismo y la cena del Señor. Al enfatizar la vida interior y enfocarse en lo esencial, el movi¬ miento alentaba a los Hermanos a ir más allá de su propio campo. Junto con los miembros de la iglesia tradicional se enfocaban en las misiones nacionales y al extranjero como también en la pro¬ moción de escuelas. Nació un interés mayor por los huérfanos, los mentalmente discapacitados, los pobres, los avanzados en edad, y los enfermos. Muchos prestaban sus talentos y dinero al desarrollo institucional. Algunos menonitas también empezaron a responder a las necesidades de otras regiones de Rusia afectadas por desastres naturales. El contacto de Blankenburg amplió la comprensión que los Hermanos tenían del evangelio, abarcando los asuntos sociales y expandiendo el conocimiento bíblico. Controversia La expansión y la renovación caracterizaban al movimiento de los Hermanos al amanecer el siglo XX. Gracias a las continuas con¬ versiones y bautismos, la membresía aumentaba paulatinamente. Avivamiento periódico, una espiritualidad personal cada vez más intensa, y un nutrimento continuo a través de conferencias bíbli¬ cas—todo parecía positivo y afirmador. Pero en medio de todo eso, un asunto estrecho y contencioso emergió para molestar a la iglesia. Tenía que ver con el asunto de la comunión abierta o cerrada. La pregunta siempre había estado presente en la historia de los Herma¬ nos Menonitas. Una de las razones para dejar a la iglesia tradicional era el hecho de que la comunión a menudo se ofrecía a los que pare¬ cían cristianos nominales. Dentro del nuevo movimiento se enten¬ día claramente que sólo los miembros verdaderamente convertidos y bautizados debían participar en la celebración. Los bautistas, con 32 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" sus enseñanzas claras sobre el nuevo nacimiento y el bautismo por inmersión, eran aceptados libremente en los cultos de comunión desde el comienzo del movimiento. Pero temprano en el siglo XX, varias cuestiones cambiaron para desafiar esta práctica que habían adquirido. La renovación había alcanzado a muchos segmentos de la iglesia tradicional. ¿Por qué no permitir que éstos participaran de la comunión con los Hermanos? Aun más significante fue el impacto de la teología de la Alian¬ za, que abogaba por una comunión abierta con todos los que profe¬ saban una fe personal. Algunos ministros Hermanos estaban abier¬ tamente a favor del nuevo ecumenismo, otros salieron para integrar la recientemente organizada Fraternidad Menonita Evangélica, cuyo único prerrequisito de membresía era el nuevo nacimiento y el bautismo. Las tensiones relacionadas con el asunto de la comu¬ nión abierta alcanzaron su máximo nivel durante la primera década del siglo XX. ¿Por qué después de medio siglo un pueblo compro¬ metido con las misiones y el evangelismo se volvió repentinamente estrecho y exclusivista? ¿Cómo pudo difundirse el declive entre tantos cursos y conferencias bíblicas, visitas regulares de ministros itinerantes, el nacimiento del movimiento de la escuela dominical y la participación en talleres y festivales corales regulares? ¿Cómo pudo un pueblo de Dios dedicado al canto, a la predicación y a la enseñanza de repente volverse atrofiado y auto-enfocado? Tal vez habían celebrado la salvación por demasiado tiempo. Las can¬ ciones tempranas acompañadas por flautas, triángulos, panderetas y tambores pronto serían rechazadas. Pero muchos de los himnos posteriores mantenían algo en común con aquellas primeras me¬ lodías: Meditaban en la vida espiritual y enfatizaban el pecado, la expiación y la salvación. Cuando estas canciones se cantaban en las reuniones de los Hermanos, con sus oraciones, sermones breves, testimonios y lecturas bíblicas, acrecentaban el sentido de lo emo¬ cional y experiencial. ¿Era posible que tales canciones de hecho fueran peligrosas? Usadas durante décadas, es posible que gene¬ raran una teología orientada hacia las emociones, una teología que celebraba los sentimientos píos asociados con la experiencia de la salvación. ¿Se podía limitar el crecimiento del discipulado con este Los comienzos de los Hermanos Menonitas 33 cultivo continuo y dignificado de una emoción sincera? ¿Podía ser que una espiritualidad enfocada en el interior se volviera menos interesada en alcanzar el exterior para interactuar con el mundo? Esta preocupación por la piedad privada no trajo un declive notable en la vitalidad religiosa. Sin embargo, había pérdidas sig¬ nificantes para el movimiento. En vez de regocijarse en la amplitud de la gracia de Dios, había una exigencia para una iglesia apartada y un pueblo restringido. Este pueblo insistía en definir cuidadosa¬ mente el bien y el mal, lo aceptable y lo no aceptable. Se preocupa¬ ba por fijar límites estrechos y exigir ética exacta. La conversión, el modo del bautismo, y la celebración de la cena del Señor siguieron bien proscriptos. La iglesia que una vez había sido radical ahora buscaba la seguridad en la tradición y en la práctica establecidas. Es posible que en el proceso, se olvidara del mandato de Jesús de ir a todo el mundo. Pero este movimiento llamaba a sus miembros a una vida cristiana más profunda, afirmaba que la nueva vida era esencial para la membresía eclesiástica, se unía a otros menonitas en la realización de buenas obras, y realizaba evangelismo entre los rusos. No obstante, había una limitación geográfica: la mayoría de las iglesias Hermanos estaban ubicadas en aldeas agrícolas dis¬ persas por Rusia. Una visión más amplia estaba restringida por esa situación. Pero pronto todo cambiaría. La Primera Guerra Mundial y sus repercusiones en Rusia al¬ teraron radicalmente la vida próspera y pacífica de los menonitas. Su mundo se derrumbó en un instante. Los jóvenes pacifistas fue¬ ron enviaron por Rusia para realizar un servicio forestal y médi¬ co. Sentimientos fuertes nacieron contra los alemanes. Cuando la guerra terminó, Rusia quedó envuelta en varios años de revolución y guerra civil. El nuevo gobierno abolió la propiedad privada y la tolerancia religiosa. Aproximadamente una quinta parte de los me¬ nonitas logró salir de Rusia para Canadá en los años de 1920, unos cincuenta años después de que muchos habían emigrado para en¬ contrar un nuevo hogar en América del Norte. Otros se encontra¬ rían luego camino a América del Sur, pero la gran mayoría quedó atrás. Sus historias se contarán en los capítulos subsiguientes. '' - .fc -•M •' I 'Y ■ • ■ •? * ; ■ - ■■ . >-v r ;... ■ " v r ^ 'V 9 ~$P •!. « * ■' S •; v~' > ■. ;> >•- v*- > América del Norte ; y América Central ' -v : r té *5 - V \ , «' "v 4^' ~ V A .v / u • £ /x \ ,v ■ ;' — '•i f '\ ) W X •» íív. / V Y - «v*S y* •_v" ) - 7 \ \ / '* y 1 " La Iglesia de los Hermanos Menonitas en los Estados Unidos de América Valerie G. Rempel L os hermanos menonitas llegaron a Estados Unidos como parte de una migración menonita más grande procedente de Rusia en la década de 1870. De 1874 a 1880 llegaron a los Estados Unidos unos 10.000 menonitas. Los hermanos menonitas representaban sólo una pequeña fracción de ese número que arri¬ bó a los Estados Unidos, pobres pero esperanzados de encontrar libertad y prosperidad en el nuevo país, al igual que muchos otros inmigrantes del siglo XIX y principios del XX. Trajeron con ellos la lealtad a la lengua alemana, una oferta de trigo rojo de Turquía, y una fe revitalizada por experiencias de renovación producidas por las vivencias en Rusia y por el contacto con los pietistas del continente europeo. Su fe se centraba en la necesidad de un nuevo nacimiento y en un compromiso profundo con la evangelización. Estaban anclados en la rica herencia teológica del movimiento ana¬ baptista del siglo XVI y en los escritos de Menno Simons. Estos primeros hermanos menonitas esperaban vivir en paz en las vastas regiones del oeste americano y proyectaban recrear las mejores características de la vida de comunidad que habían expe¬ rimentado en las unidas aldeas menonitas que dejaron en Ucrania. Aunque su familia había vivido en Rusia durante casi un siglo, no se consideran a sí mismos rusos y continuaron utilizando la lengua alemana como una barrera natural contra la asimilación a la cultu- 38 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" ra circundante. Tenían previsto hacer lo mismo en su nuevo hogar estadounidense, pero, como a tantos otros inmigrantes menonitas, les resultaba casi imposible. Desde el momento de su llegada en 1874, hasta el presente, la historia de los Hermanos Menonitas en los EE.UU. es una lucha constante en pro de la conservación de su identidad teológica frente a la creciente asimilación cultural y religiosa. Las realidades de la vida en el nuevo país demandaron un ajus¬ te inmediato. Pronto se hizo evidente que el sistema de aldeas al que estaban acostumbrados no podía ser replicado de manera efectiva en la frontera americana. La tierra se dividía de manera diferente en los EE.UU. y la mayoría de los colonos se encontraron viviendo en granjas en lugar de aldeas o ciudades. En aquellos lugares en que se podían concentrar geográficamente, se establecieron congrega¬ ciones y pronto congregaciones Hermanos Menonitas se reunieron para celebrar el culto en Kansas, Nebraska, Oklahoma y Minneso¬ ta. La disponibilidad de tierras, el señuelo de la prosperidad en la región occidental y la ausencia de restricciones a la movilidad alentaron el reasentamiento. En unas pocas décadas varios miles de hermanos menonitas se encontraron esparcidos desde Minnesota a Texas y hacia el oeste hasta Oregón y California. Como una forma de alimentar la comunión se unían en el tra¬ bajo de la misión compartida y en el cuidado de la identidad de la Iglesia Hermanos Menonitas, para lo cual formaron una conferen¬ cia de iglesias en 1879. Esta organización fue la Conferencia Gene¬ ral de las Iglesias de los Hermanos Menonitas en América del Norte durante más de un siglo. Como cuerpo de creyentes, la Conferencia apoyó los dos campos de misión: nacional y extranjero. Estableció un programa de ministerios itinerantes a los distintos asentamientos de Hermanos Menonitas, adoptó una confesión de fe, y más tarde apoyó al Tabor College, que fue establecido en Hillsboro, Kansas, para preparar a los obreros de las iglesias. A través de la labor de la Conferencia General de la Junta de Misiones, que finalmente dio lugar a Misiones Hermanos Menonitas y Servicios, ahora MBMS Internacional, los Hermanos Menonitas de los Estados Unidos y de Canadá unieron fuerzas para difundir el Evangelio en todo el América del Norte: Estados Unidos 39 mundo, ayudando a establecer Iglesias Hermanos Menonitas en la India, África, Asia, Sudamérica y Europa. En los Estados Unidos establecieron la obra misionera entre los nativos americanos, así como entre personas de habla española en el sur de Texas. El traba¬ jo de las sociedades misioneras de mujeres ayudó enormemente a la labor de las misiones a través de recaudación de fondos, el equi¬ pamiento de los misioneros, y el ministerio continuo de oración y apoyo para los misioneros y sus familias. Durante muchos años el uso del alemán como lengua princi¬ pal del culto y de los negocios ofreció a la Conferencia protección contra el mundo circundante, pero como los niños comenzaron a ser educados en escuelas públicas norteamericanas y las empresas necesitaban dominar el idioma inglés para llevar a cabo sus transac¬ ciones esta frontera comenzó a debilitarse. El advenimiento de la Primera Guerra Mundial y su sentimiento antigermánico apresuró el proceso y, aunque la lengua alemana se siguió utilizando hasta la Segunda Guerra Mundial, cada vez resultaba más cómodo el uso del inglés en casa y en la iglesia, especialmente para los jóvenes. La Primera Guerra Mundial planteó un reto mayor que el del lenguaje. La participación estadounidense en este gran conflicto puso a prueba el compromiso de los Hermanos Menonitas a la no resistencia, así como también el supuesto de que los Hermanos Me¬ nonitas serían capaces de escapar del servicio militar obligatorio en los Estados Unidos. Cuando EE.UU. comenzó a reclutar civiles para el servicio militar permitió a los objetores de conciencia pres¬ tar servicio en puestos no combatientes, pero no se les permitió abstenerse totalmente del servicio militar. Algunos miembros de la iglesia pudieron ubicarse en puestos que permitían atender estas condiciones, pero los que no, solían sufrir persecución. Como re¬ sultado de esta experiencia, los Hermanos Menonitas que habían tomado su teología de la no resistencia como algo que se daba por sentado en los primeros años de la Conferencia General, comen¬ zaron a poner más énfasis en este distintivo anabaptista, incluso el fortalecimiento de su confesión formal de fe llevó a expresar con mayor claridad un compromiso con la no resistencia en tiempos 40 La iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" de guerra. En el momento en que estalló la Segunda Guerra Mun¬ dial. los Hermanos Menonitas estuvieron algo mejor preparados. Mientras que algunos miembros de la iglesia decidieron unirse a los militares ya sea como combatientes o como soldados regulares, muchos hermanos menonitas participaron en el programa público del Servicio Civil que se había establecido como una alternativa al servicio militar. 1 En 1940 los hermanos menonitas se sentían cada vez más en su hogar en los EE.UU. La influencia del evangelismo norteameri¬ cano, que tendía a ser muy patriótico, y la promoción del pacifismo por algunos grupos de iglesias más liberales, animaron a algunos hermanos menonitas a considerar innecesaria la no resistencia, o incluso, a verla como prueba de un debilitamiento de la fe bíbli¬ ca en lugar de algo esencial para el discipulado cristiano. Algunos se sintieron atraídos por otras iglesias evangélicas y salieron de la Iglesia Hermanos Menonitas. Otros encontraron cada vez más fáci 1 mudarse a pueblos y ciudades donde no había alguna Iglesia Her¬ manos Menonitas. Para algunos, esta fue una oportunidad para ini¬ ciar nuevas congregaciones y la Conferencia fue ampliada a través de este tipo de crecimiento eclesial, pero a otros les era más fácil o más conveniente unirse a congregaciones de otras denominaciones y así el crecimiento general de la Iglesia de los Hermanos Menoni¬ tas de los Estados Unidos fue relativamente pequeño. Durante este período, la Conferencia General fue el organismo principal que se canalizó hacia la misión y la labor de socoito. Tam¬ bién fue la organización que apoyó la publicación de materiales de escuela dominical, periódicos confesionales como la Zionsbote, un boletín en idioma alemán y, más tarde, la revista El líder cris¬ tiano , en inglés. Estos periódicos Hermanos Menonitas ayudaron a mantener el contacto con otras congregaciones y proveyeron un camino a los líderes de la Conferencia para enseñar y exhortar a los miembros. En el período inicial la Conferencia General se organizó en distritos regionales a fin de fomentar el acercamiento y el trabajo conjunto en un nivel más local. Finalmente, se establecieron cuatro distritos: el distrito del norte, que abarcaba las congregaciones en América del Norte: Estados Unidos 41 Canadá, el distrito del Sistema Central, y el Distrito Sur y el del Pacífico 2 , que agrupaban a las congregaciones en los EE.UU. Los distritos locales daban supervisión regional a las congregaciones y promovían las misiones locales, tales como las misiones de la ciudad y las escuelas dominicales. Lamentablemente, los repre¬ sentantes de la Conferencia General y de varias juntas y comités no siempre reflejaban adecuadamente la adhesión a un distrito en particular. En la década de 1940 los Hermanos Menonitas en Ca¬ nadá se preocuparon cada vez más por lo que percibían como una falta de representación y atención a sus necesidades, especialmente después de que una segunda ola de inmigración durante la década de 1920 amplió significativamente la presencia de los Hermanos Menonitas en ese país. Los líderes de Canadá comenzaron a pro¬ mover la formación de distintos congresos nacionales, además de la Conferencia General del Norte de América. Tras la convención de la Conferencia General de 1954, se formaron dos conferencias nacionales, que posteriormente diversificaron los ministerios que habían sido gestionados por la Conferencia General. Una nueva era En 1957 se realizó una reunión extraordinaria de lo que pronto se convertiría en la Conferencia de Iglesias de los Hermanos Menoni¬ tas en EE.UU., donde los delegados se enfrentaron a un reto consi¬ derable. Las congregaciones de EE.UU. eran ahora las únicas res¬ ponsables de una variedad de ministerios que se encontraban en los Estados Unidos, pero que habían sido apoyados tanto por los Her¬ manos Menonitas de Estados Unidos como por los de Canadá. Los distritos se relacionaban directamente con la Conferencia General pero los delegados no estaban seguros acerca de cómo agregar una jerarquía de organización de la conferencia que con toda seguridad tendría un impacto económico en las congregaciones. En la reunión se expresó la preocupación de exagerar con la organización, pero sólo un año más tarde, los Hermanos Menonitas de EE.UU. habían creado una estructura de conferencias con varias juntas y comités que seguían el modelo de larga data de la Conferencia General. 42 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” El reto de la organización eficaz, especialmente a la luz de lo que a menudo se percibía como "sobre-organización", ha plagado a la Conferencia de EE.UU. desde entonces. La conferencia nacional de nuevo heredó también las tensio¬ nes existentes entre los distritos de Estados Unidos. Las diferencias culturales y teológicas habían comenzado a caracterizar a los dis¬ tintos distritos y se hacían sentir en forma creciente. La estructura de EE.UU. es necesaria para equilibrar los diferentes intereses de los distritos, mientras trabajan juntos en cuestiones de interés co¬ mún, sin violar los derechos de los respectivos distritos. En un principio, gran parte de la energía de la Conferencia de EE.UU. se dirigió a la gestión escolar en un Consejo Unificado de Educación. El Tabor College, fundado en 1908, era la universi¬ dad más antigua de los Hermanos Menonitas en América del Nor¬ te. El Instituto Bíblico del Pacífico (PBI) fue fundado en Fresno, California en 1944. Sirvió a las congregaciones de la costa oeste y proporcionó un programa alternativo al del Tabor College. Una tercera escuela, el Seminario Bíblico de los Elermanos Menonitas (MBBS), fue establecido en Fresno en 1955 en respuesta a una cre¬ ciente inquietud por la diversidad teológica en los EE.UU. Como los hermanos menonitas avanzaron hacia un pastorado profesional y se alejaron de los modelos más viejos de liderazgo compartido por ancianos y ministros laicos, muchas congregaciones empe¬ zaron a contratar pastores que habían estudiado en seminarios de otras denominaciones. Se esperaba que un seminario propio mantu¬ viera una identidad distintiva de la Iglesia Hermanos Menonitas. El mantenimiento de tres escuelas absorbió gran parte de los recursos de los Hermanos Menonitas de América, pero se habían compro¬ metido a mantenerlas, puesto que alimentan la vitalidad espiritual de la denominación y preparan futuros líderes eclesiales. Hubo otros temas de interés a mediados del siglo XX. Los años posteriores a la guerra habían sido un tiempo de prosperidad para muchos estadounidenses, pero había corrientes inquietas bajo la superficie estable, como una variedad de fuerzas sociales y polí¬ ticas que remodelaban el paisaje cultural. Los Hermanos Menonitas no eran conscientes de los retos, pero a menudo estaban seguros de América del Norte: Estados Unidos 43 cómo responder. Era fácil rechazar la cultura de la droga cada vez más difundida y la permisividad moral, pero menos fácil era prote¬ gerse contra la influencia omnipresente de la televisión y la música popular, especialmente entre los jóvenes hermanos menonitas. Du¬ rante gran parte de su historia, la Iglesia Hermanos Menonitas ha tratado de conservar los límites de su fe y sus iglesias, mantenién¬ dose un poco al margen de la sociedad circundante, pero cada vez era más difícil y, para muchos, indeseable. Estaban felices de poder participar en la sociedad y, especialmente, dispuestos a cooperar con otras iglesias evangélicas y ministerios. Por ahora la Conferen¬ cia Hermanos Menonitas de EE.UU. es miembro de la Asociación Nacional de Evangélicos (NAE) y de la Asociación Nacional de Escuelas Dominicales (NSSA), y muchos pastores y congregacio¬ nes participan en las asociaciones locales de ministerios y cruzadas evangelísticas. Los evangélicos estadounidenses están encontrando una nueva confianza en el sector público y muchos hermanos me¬ nonitas de EE.UU desean ser parte de este movimiento más amplio. Sin embargo, las listas de membresía de la iglesia continua¬ ron reflejando principalmente los apellidos de los primeros inmi¬ grantes hermanos menonitas a los EE.UU. Además, aunque habían sido generosos con el dinero y el personal para la tarea misionera en el extranjero, los hermanos menonitas americanos estaban algo inseguros acerca de cómo relacionarse con personas de diferentes culturas en su propio país. Ministerios de extensión entre otros gru¬ pos de personas, como los hispanos, indígenas americanos, japo¬ neses e incluso judíos rara vez habían dado lugar a congregaciones autosostenidas, con miembros de pleno derecho a la Conferencia. Tampoco se ha logrado incorporar plenamente en las congregacio¬ nes locales Hermanos Menonitas a muchas personas ajenas a esa tradición. Muchos hermanos menonitas no tenían en claro cómo responder al gran movimiento americano por los derechos civiles, y como muchos miembros de iglesia han seguido participando en la agricultura, el movimiento de los trabajadores agrícolas de la dé¬ cada de 1960, que tenía su base en California central, donde vivían muchos hermanos menonitas, presentaba un desafío directo a los propietarios de granjas y trabajadores que luchaban por mejores 44 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo. “Celebrando 150 años" salarios y condiciones de trabajo. Los hermanos menonitas tenían dificultades para saber cuál podría ser su "expresión propia de in¬ terés social" y miraron al liderazgo de la Conferencia en busca de dirección. Dirigentes eclesiásticos y de las conferencias vieron en este un momento de grandes oportunidades. Había un grupo enérgico de dirigentes en toda la conferencia y en las congregaciones loca¬ les. Muchos de ellos tenían experiencia en el programa público del Servicio Civil que había estimulado las habilidades de liderazgo y los había puesto en contacto con nuevas ideas y personas. Una Junta de Referencia y Consejo de EE.UU. se puso a trabajar para dar orientación teológica a las congregaciones. Junto con la Confe¬ rencia General, la Junta llevó a la conferencia de EE.UU. a ampliar su comprensión del bautismo y de la membresía eclesial para dar la bienvenida a aquellos que se habían bautizado, aunque no hubiera sido por inmersión. La cuestión de la modalidad del bautismo era especialmente importante ya que representaba un ablandamiento de la actitud hacia los grupos menonitas compañeros que practicaban aspersión, lo cual facilitó la unión a la Iglesia Hermanos Menonitas a personas de otros orígenes evangélicos. Teniendo en cuenta estos cambios y el creciente sentimiento de confianza en la Conferencia de EE.UU., el momento parecía propicio para que la joven confe¬ rencia se hiciera más agresiva en la evangelización y en el creci¬ miento de la iglesia y para que se involucrara más en el tratamiento de las cuestiones sociales dentro de los EE.UU. Las actas de las reuniones de la Conferencia de EE.UU. du¬ rante la década de 1960 reflejan un nuevo estado de ánimo que prevaleció. Tomando nota de que a menudo habían enviado misio¬ neros a países donde no había aún Hermanos Menonitas, la Junta de Evangelismo sugirió que en los EE.UU. los Hermanos Menonitas no habían sido "suficientemente fieles para proceder con el supues¬ to de que el 'Evangelio es el poder de Dios para la salvación’ para todos los hombres." A través de su membresía en organizaciones tales como la NAE, los líderes de los Hermanos Menonitas habían tenido contacto con otras denominaciones con fuertes identidades étnicas. Muchas de ellas estaban encontrando maneras de llegar América del Norte: Estados Unidos 45 más allá de sus límites culturales y estaban experimentando un crecimiento significativo. ¿Por qué no los Hermanos Menonitas? Desde la perspectiva de la Junta, era hora de comenzar la siembra de nuevas congregaciones en el país. Hubo muchas discusiones y reflexiones acerca de cómo proceder, e incluso se habló de aban¬ donar la palabra "menonita" del nombre de la denominación' El programa que capturó la atención de la mayoría, sin embargo, fue un emprendimiento llamado Plan de los diez años (1965-75) Fue un ambicioso programa destinado a ayudar a las congregaciones locales a captar una visión para el desarrollo de habilidades para la evangelización. Su objetivo era que cada programa de escuela do¬ minical de los Hermanos Menonitas “se duplique en una década." Estaba dirigido especialmente a desarrollar el liderazgo de la igle¬ sia local. Aparte de capacitación para el evangelismo, se celebraron sesiones de capacitación para maestros de escuela dominical, y los jóvenes fueron invitados a participar en organizaciones nacionales tales como los Navegantes y la Cruzada Estudiantil para Cristo. Las congregaciones locales comenzaron una serie de programas cuyo objetivo fue la extensión a la comunidad local. A nivel nacional. Palabras del Evangelio, un programa de radio producido en el cen¬ tro de California, se convirtió en la pieza central de una campaña de evangelización en los medios que con el tiempo creció para incluir programación televisiva y otros formatos mediáticos. Aunque había un compromiso inicial, el Plan de los diez años no se tradujo en el crecimiento previsto y el lenguaje del "doble en una década", pronto se desvaneció. Entre 1963 y 1973 el aumento total de miembros fue de entre uno y dos por ciento. Los líderes de la Conferencia mencionaron "organización insuficiente" y "falta de compromiso a nivel de base", como razones de la falta de cre¬ cimiento significativo, y empezaron a buscar otras formas para la difusión y el crecimiento de la iglesia. Sin embargo, el programa no había sido sin efecto. En térmi¬ nos de sus programas locales y énfasis, muchas iglesias Hermanos Menonitas en EE.UU. estaban buscando más y más a sus homólo¬ gos evangélicos. Cuando los líderes de la conferencia trabajaron para proporcionar los recursos para educar a los miembros de la 46 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" iglesia en cuanto al pacifismo y al asesoramiento para el registro en el Servicio Selectivo trascendió un área de notables diferencias. Junto con fuertes lazos de parentesco que seguían caracterizando a las congregaciones Hermanos Menonitas, así como las alianzas formales con otros organismos, estas diferencias alcanzaban para establecer congregaciones Hermanos Menonitas ligeramente sepa¬ radas de otras congregaciones evangélicas. Otro aspecto de preocupación para los líderes de la conferen¬ cia nacional fue la estructura de la propia conferencia. La reorga¬ nización a nivel de Conferencia General había dado lugar en todos los países a ministerios específicos que se transmitían a las confe¬ rencias nacionales. Además del trabajo de la misión en Carolina del Norte y el Sur de Texas, las relaciones formales con organizaciones menonitas como Servicio Menonita de Desastres (MDS), Ayuda Mutua Menonita (MMA), Servicios de Salud Menonitas (MHS), y el Comité Central Menonita (MCC), ahora estaban bajo la respon¬ sabilidad de la Conferencia de EE.UU. y se requería voluntarios adicionales para las diversas juntas. Los Hermanos Menonitas de EE.UU. respondieron a la situación cambiante de las congrega¬ ciones de la misión formando el Distrito Hermanos Menonitas en América Latina (LAMB) entre las congregaciones del sur de Texas y el Distrito de Carolina del Norte para servir a las congregaciones que habían sido parte de un trabajo anterior de la KMB. La crea¬ ción de estas dos conferencias de distrito en 1968 fue una señal importante de la voluntad de la conferencia nacional para trabajar de manera más equitativa con las congregaciones que habían sido anteriormente "puntos de misión". También se presentaron nuevos desafíos. Las congregaciones Hermanos Menonitas se extienden actualmente por todo el país y representan a tres grupos culturales diferentes. Los representantes de los consejos de la Conferencia han cuestionado esta realidad y reducido aún más los recursos fi¬ nancieros ya que el número total de miembros de la iglesia sigue siendo relativamente pequeño. No sin cierta sensación de alivio, las negociaciones con la Conferencia de Canadá dieron lugar a un cambio de programa del seminario de la Conferencia General en cuanto a la titularidad y la América del Norte: Estados Unidos 47 gestión en 1975 5 . Esto, no obstante, alivió una crisis financiera cada vez mayor. Los Hermanos Menonitas de América reconocieron en forma creciente que la educación, la evangelización, las publicacio¬ nes y el trabajo de los jóvenes, todo se hacía a escala nacional- los recursos de la Conferencia debían extenderse demasiado, tanto en términos de personal como de finanzas. Los delegados a una con¬ vención extraordinaria celebrada en 1979 decidieron que era hora de transferir las escuelas a las conferencias distritales. De la misma manera que la Conferencia General había heredado varios ministe¬ rios de parte de conferencias nacionales de los EE.UU. y Canadá, la Conferencia de EE.UU. trasladó la supervisión de las escuelas al nivel distrital. Una vez más, la Conferencia de EE.UU. estaba en una encru¬ cijada. Después de haber transferido la responsabilidad de las es¬ cuelas de la Conferencia General a las Conferencias de Distrito, los líderes buscaron una forma de unir a las congregaciones locales en tomo a una visión nacional compartida para el ministerio. Las con¬ gregaciones tendían a conectarse más con el trabajo que compartían en los distritos locales, tales como la plantación de nuevas congre¬ gaciones, o con los programas de la Conferencia General en que se presentaron misiones en el extranjero. Esto tenía consecuencias financieras para los ministerios de la Conferencia de EE.UU. por¬ que los dólares tendían a quedarse en la congregación local o en los programas del distrito, o ir a la Conferencia General. El problema llegó a un punto difícil en reuniones celebradas en marzo de 1982, en Deer Creek, Colorado. Estas sesiones dieron lugar a una revisión detallada de la estructura de la Conferencia de EE.UU. y de sus mi¬ nisterios. A raíz de una deuda masiva se decidió vender títulos de propiedad, reducir personal y presupuestos, y retirar la Conferencia de cualquier actividad comercial. Dos ministerios se vieron espe¬ cialmente afectados. La Casa de Publicaciones de los Hermanos Menonitas, activa desde 1904 fue vendida, así como los activos relacionados con el programa de radio Las Palabras del Evangelio. Los líderes esperaban reducir así significativamente la deuda de las conferencias y transmitir en forma más directa la visión de las mis¬ mas hacia el evangelismo y el crecimiento de la iglesia. 48 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Aunque las decisiones adoptadas en Deer Creek y la conven¬ ción que siguió fueron difíciles, marcaron el comienzo de una nueva era para los Hermanos Menonitas de América. Había un consenso creciente acerca de que el papel de la Conferencia Nacional era ser¬ vir como un paraguas tanto a la organización de las congregaciones locales como a los distritos. El centro de ese trabajo compartido fue el desarrollo de un ambicioso programa de plantación de iglesias en las grandes ciudades de Estados Unidos y entre los diversos grupos minoritarios. Misión a EE.UU. La decisión de concentrarse en la plantación de iglesias y la evan- gelización se produjo en un momento en que muchas denominacio¬ nes, tanto de la tradición anabaptista como del mundo evangélico más amplio, estaban estudiando las mejores maneras de establecer nuevas congregaciones y ganar a la gente para Cristo. Aparente¬ mente habían cambiado los tiempos y parecía necesario cambiar los métodos y las iglesias de América debían, de hecho, cambiar. El personal pastoral se había multiplicado y especializado en el tra¬ bajo con la juventud, en el ministerio de los niños, la música y el cuidado pastoral. La música contemporánea ganaba cada vez ma¬ yor aceptación y desafiaba a la música tradicional y a los formatos de adoración. Las congregaciones rurales comenzaron a notar una disminución de la membresía porque la gente se trasladaba a los centros urbanos. Más y más mujeres salían a trabajar y las con¬ gregaciones eran afectadas, así como las estructuras denominacio- nales Hubo un movimiento gradual hacia la inclusión de algunas mujeres a las oficinas de la congregación y la denominación, aun¬ que hubo desacuerdo sobre la conveniencia de esa acción 6 . Muchas congregaciones locales encontraron que las sociedades tradiciona¬ les de mujeres no estaban atrayendo mujeres más jóvenes. Algunos ministerios de la mujer se establecieron especialmente para nutrir la vida espiritual de los miembros de la iglesia y llegar a la comu¬ nidad local. América del Norte: Estados Unidos 49 Por un corto tiempo en la década de 1970 los Hermanos Meno- nitas de EE.UU. habían nombrado a un evangelista de la conferen¬ cia, Henry J. Schmidt 7 . Ahora, a instancias de las voces influyentes dentro de la Conferencia, nació un nuevo énfasis en la evangeliza- ción y en la plantación de iglesias. La visión de la plantación de iglesias se unió a una serie de objetivos numéricos. Aprobado en 1988, de nuevo se trazó un am¬ bicioso programa para aumentar la membresía de la iglesia y para multiplicar las congregaciones 8 . Además, había que crear un foco intencional llamando a miembros a un liderazgo pastoral. Este compromiso renovado con la misión y la evangelización en los EE.UU. dio a luz a los ministerios de conferencias y nuevos pues¬ tos de personal. Leal Funk fue designado para trabajar tanto con el distrito como con la iglesia nacional en nuevos emprendimientos 9 . Poco a poco el trabajo entre los etíopes, hispanos, coreanos, y las comunidades eslavas comenzó a dar lugar a un flujo constante de nuevas congregaciones. El trabajo, conocido como Programa de los Ministerios Integrados, facilitaría en gran medida los recursos fi¬ nancieros de la Fundación Hermanos Menonitas, una organización de caridad que logró suscribir préstamos para la construcción de numerosas congregaciones 10 . En 1993, una reunión especial congregó a los líderes educati¬ vos para planificar el futuro a nivel nacional y de distrito. El resul¬ tado fue "Visión 2000". Para contribuir al logro de los objetivos se formó la Conferencia Misión EE.UU. A pesar del programa de los Ministerios Integrados el crecimiento de la membresía de la iglesia en general ha tenido pocos cambios. Misión EE.UU. proporcionó esperanza de vitalidad renovada dentro de la Conferencia. Se enco¬ mendó a las congregaciones existentes la renovación de la iglesia y el dar energía sostenida para el desarrollo y el crecimiento de nuevas congregaciones, sobre todo en los centros urbanos. Ed Bos- chman, un pastor experimentado y líder de la denominación, fue contratado para dirigir el programa. Misión EE.UU. fue un nuevo tipo de riesgo para la Conferen¬ cia de EE.UU. Mediante la combinación de recursos a través de los 50 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" líderes distritales se espera fortalecer los lazos con la Conferencia y proporcionar la ayuda necesaria para establecer congregaciones sanas, lo cual es de vital importancia. La decisión de concentrar los recursos en un número menor de emprendimientos de plantación de iglesias se expresó en el lema de la Misión de EE.UU.: "ga¬ nar algo". Reconocieron que una conferencia pequeña, como la de los Hermanos Menonitas no podía hacerlo todo, pero podría hacer algo. Trabajando juntos, se podría canalizar los recursos de una ma¬ nera que fomentara más eficientemente el crecimiento del Reino de Dios, podría, de hecho, ganar almas para Cristo. El trabajo fue un reto. La membresía de EE.UU. era muy di¬ versa: las zonas rurales y urbanas, descendientes de los primeros hermanos menonitas de Rusia y de nuevos miembros de las con¬ gregaciones anabaptistas. La familia menonita se extendió geogrᬠficamente desde California a Carolina del Norte y desde Minnesota hasta el sur de Texas, utilizando varios estilos de culto y un com¬ promiso variado con las formas tradicionales de entender y prac¬ ticar la fe cristiana. La Misión de EE.UU. ha trabajado duro para desarrollar políticas de asociación entre los distritos, para ayudar a las congregaciones locales en los esfuerzos de renovación, y para ayudar a la Conferencia y al Seminario en la formación de los pas¬ tores. En 2001 varios de los objetivos se habían cumplido. La mem¬ bresía de las iglesias superó los 26.000 y la Conferencia incluía 180 congregaciones. Es especialmente gratificante que cuarenta y cinco congregaciones multiculturales se hayan sumado a la Confe¬ rencia de EE.UU., muchas de esas congregaciones pertenecen a co¬ munidades hispanas y eslavas. Desafortunadamente, el entusiasmo inicial por la Misión de EE.UU. no fue sostenido, y en medio del conflicto en tomo a la financiación de los programas de las diferen¬ tes conferencias, las finanzas para Misión EE.UU. se redujeron sig¬ nificativamente. Muchas personas se sintieron decepcionadas y la Misión de EE.UU. necesita tiempo para reagruparse. Aun así, sigue velando por la salud de la congregación, coordinando esfuerzos con el programa de Ministerios Integrados, y colaborando con la plan- América del Norte: Estados Unidos 51 tación de nuevas congregaciones. Otro objetivo de Visión 2000 fue la convo¬ catoria de un nuevo liderazgo para la creación de iglesias y ministerios pas¬ torales, que también ha tenido resulta¬ dos mixtos. Los Hermanos Menonitas han encontrado dificultades para en¬ contrar suficientes hombres y mujeres para llenar los cupos de personal nece¬ sario para los diferentes ministerios de las congregaciones locales. Necesitan recurrir cada vez más a otras tradicio¬ nes teológicas para la siembra de can¬ didatos y para la pastoral de la iglesia. El desafío del siglo XXI La disolución de la Conferencia Ge¬ neral binacional en 2002 ubicó a la Conferencia de EE.UU. frente a nue¬ vos retos y oportunidades. Si bien las Conferencias de los EE.UU. y Canadá siguen trabajando en forma asocia¬ da en los ministerios compartidos de MBMS Internacional, del Seminario Bíblico de los Hermanos Menonitas, y la Comisión Histórica, han dejado de asistir a la convención ordinaria. Las congregaciones continúan man¬ teniendo una Confesión de Fe común (revisada en 1999), pero la fe y la vida de trabajo de las conferencias ahora se realiza por separado. Y, una vez más, la Conferencia de EE.UU. ha intenta¬ do reestructurar su organización. Inspirado para servir a la juventud Desde el comienzo de la Conferencia de EE.UU. los programas de la conven¬ ción han tendido a seguir un mismo patrón. Los delegados e invitados se reúnen para escuchar los informes, aprobar los presupuestos, adorar juntos y disfrutar de los placeres de la buena camaradería. Los Convenios de la Juven¬ tud son un poco diferentes. En 2007 más de mil personas se reunieron en Anaheim, Califor¬ nia, en la Convención Nacional de Jóvenes Hermanos Meno¬ nitas. Además del tradicional compañerismo y de la animada adoración hubo mucho más. El tema de la reunión fue “En todas partes", y propulsó a los participantes a una variedad de experiencias no conven¬ cionales ni tradicionales. Los estudiantes trabajaron en ban¬ cos de alimentos y centros de juventud, se ofreció voluntarios en un refugio para personas sin hogar, recogieron basura y pasaron algún tiempo en una variedad de sitios de servicio localizados en Los Angeles. Una exitosa convención de jóvenes acabó en Skid Row, una zona roja de Los Angeles, que es el hogar de aproxima¬ damente 10.000 personas. Stephanie Hicks, de Glendale, Arizona, describió su expe¬ riencia como sigue: “Desde mi punto de vista visual, pasé de la zonas prósperas, cómodas y ricas de la ciudad, a las zonas 52 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” sucias, condenadas y trágicas, la perspectiva de mi corazón y de mi mente cambió.... Mi actitud hacia las personas sin hogar de mi ciudad nunca será la misma ahora que veo a per¬ sonas merecedoras del amor de Cristo a través de mí’'. De El líder cristiano, mayo, 2007. Usado con permiso. La estructura actual consiste en un Consejo Nacional de Liderazgo para la contratación de personal y para la coordinación de los diversos minis¬ terios de la Conferencia de EE.UU. que incluyen la Misión de EE.UU., la revista El líder cristiano, la Funda¬ ción Hermanos Menonitas y el trabajo compartido con la Conferencia de Ca¬ nadá. El Consejo de Liderazgo hace los nombramientos para las diversas organizaciones menonitas y patrocina una reunión cumbre anual que reúne a los líderes de la Conferencia para tratar varios aspectos relacionados con las escuelas y organizaciones. La Conferencia se reúne en la convención, cada dos años y participa en los trabajos de ICOMB, la Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas. La Conferencia legislativa también prevé un Consejo Nacional de Fe y Vida para dar supervisión teológica a la Conferencia. La nueva Junta de Fe y Vida se enfrenta a un reto considerable. A lo largo de los años 1970 y 1980, los Hermanos Menonitas lucharon con la posición de la iglesia sobre el bautismo, el servicio militar y el grado en que la conferencia y sus organismos debían abordar las cuestiones sociales y políticas. En la década de 1990 los Hermanos Menonitas empezaron a elaborar las resoluciones destinadas a pro¬ teger el matrimonio y el honor de la santidad de la vida humana. En el nuevo milenio, los Hermanos Menonitas tendrán que encontrar nuevas maneras de trabajar juntos a través de contextos geográfi¬ cos, sociales, políticos e incluso teológicos divididos. Con los años, uno de los puntos brillantes en la labor de la Conferencia de EE.UU. ha sido la organización de la Convención Nacional de la Juventud. A partir de la primera conferencia celebra¬ da en Glorietta, Nuevo México, en 1975, los adolescentes de todos los EE.UU. son convocados cada cuatro años. Estas conferencias, son la mayor reunión de los jóvenes Hermanos Menonitas en pro¬ gramas de Camping de EE.UU. También se seguirán celebrando a América del Norte: Estados Unidos 53 nivel de distrito y son una forma importante de alimentar la fe de los jóvenes, así como también de fomentar las conexiones con las escuelas Hermanos Menonitas y los otros ministerios. La Misión Internacional de la Juventud (YMI), un programa iniciado bajo los auspicios de MBMS Internacional y el Ministerio de Quest. un pro¬ grama iniciado por el Seminario Bíblico de los Hermanos Menoni¬ tas, también están proporcionando oportunidades para el desarrollo de liderazgo entre los jóvenes. Estos programas ofrecen la esperan¬ za de que el trabajo de la Conferencia de los Hermanos Menonitas de los EE.UU. sigua ampliándose en el futuro. También hay esperanza en la diversidad étnica creciente entre los Hermanos Menonitas de EE.UU. Si bien los desafíos de la len¬ gua, la cultura y la práctica de la iglesia no son intrascendentes, la Gran Comisión pide abrazar esta diversidad, compartiendo así el deseo de Dios de que todas las personas puedan ser salvas. NOTAS ' El Servicio Público Civil (CPA) fue un programa aprobado por el gobierno de EE.UU. pero financiado por las diversas iglesias pacifistas históricas. Los participantes trabajaban en hospitales neuropsiquiátricos, distintos ambientes agrícolas, así como en proyectos forestales. El trabajo en los hospitales psiquiátricos demostró ser espe¬ cialmente importante y dio pie al inicio de numerosos ministerios para la salud mental por parte de los menonitas después de la guerra. 2 Tomó algún tiempo establecer la configuración exacta de estos distritos, pero tarde o temprano el Distrito Norte quedó compuesto por las iglesias canadienses; el Distrito Central incluyó las congregaciones en Montana Norte y Dakota del Sur, Nebraska, y Minnesota; el Distrito del Sur incluyó Kansas, Oklahoma, Arkansas, Texas y Colorado; y el Distrito Pacífico estuvo compuesto de congregaciones en California, Oregón y Washington. Los hermanos menonitas tienen, además, congregaciones en Arkansas, y las congregaciones de Texas son ahora parte de la Conferencia Latinoa¬ mericana de Hermanos de Menonitas (LAMB). Arizona y Utah han sido añadidas al Distrito Pacífico. Durante un breve tiempo hubo congregaciones en Idaho y Michigan pero estas no perduraron. 3 Muchas nuevas congregaciones, así como otras existentes, han escogido nom¬ bres que no incluyen la palabra “ Menonita". 4 El trabajo en el sur Texas se desarrolló principalmente entre hispanos. Los Her¬ manos Menonitas lo iniciaron en 1936 en el Distrito Sur y estuvo a cargo de Harry y 54 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años Sarah Neufeld. Las congregaciones en Carolina del Norte nacieron como consecuen¬ cia del trabajo comenzado en 1899 por misioneros de la Conferencia Hermanos Me- nonitas entre afroamericanos 5 La Conferencia estadounidense había esperado mucho tiempo que se estable¬ ciera un programa conjunto, y, desde el principio, estudiantes canadienses habían participado regularmente como alumnos. Económicamente, el seminario absorbió una cantidad desproporcionada del presupuesto para educación estadounidense 6 Las mujeres participaron por primera vez como delegadas en la convención nacional de 1971. La postura presente de la Conferencia estadounidense reafirma la participación de la mujer en el ministerio de la iglesia, a excepción del papel pastoral mayor. La Conferencia estadounidense no ordena mujeres. Los distritos locales licen¬ cian a mujeres para varios ministerios 7 Schmidt continuó sirviendo como miembro de la facultad y luego como presi¬ dente de MBBS. 8 El objetivo para los distritos era establecer cinco nuevas congregaciones por año. Muchos de ellos debían estar entre varios grupos étnicos regionales. 9 Funk fue designado Director de Plantación de Iglesias y Servicios Cristianos en 1988. También sirvió a tiempo parcial como Ministro de la Conferencia. El programa de Servicios Cristianos era un programa de voluntariado que proporcionó oportunida¬ des de servicio a adultos jóvenes. Muchos de los voluntarios sirvieron como personal o ayudantes en las congregaciones que de otra manera no podían haberse costeado esos colaboradores. También prosperó durante un tiempo un programa llamado de la U-Serv, que aplicó las habilidades de adultos mayores en la construcción de varios edificios y proyectos de mantenimiento. 10 La Fundación Hermanos Menonitas fue incorporada formalmente en 1990 pero sus raíces están en la Oficina de Administración Confesional establecida en 1972» que sigue ayudando a miembros de iglesia retirados o a la planificación agraria, la dirección de regalos caritativos a varias organizaciones de hermanos menonitas, y una variedad de otros servicios de inversión. El fondo de préstamo de laFundación ha ayudado considerablemente a las congregaciones en sus esfuerzos de edificación. La iglesia de los Hermanos Menonitas en Canadá Abe Dueck y Bruce L. Guenther L os Hermanos Menonitas llegaron a América del Norte a lo largo de varias oleadas sucesivas de inmigrantes proceden¬ tes de Rusia. Durante la década de 1870, más de 18.000 me¬ nonitas abandonaron las fértiles estepas de Ucrania con destino a Canadá. De este grupo de migrantes, sólo unos 400 eran de los Hermanos Menonitas. A pesar de que se asentaron en comunidades dispersas a lo largo y ancho del centro de Estados Unidos, junto a un profundo sentido de hermandad, mantuvieron muchas de las prioridades establecidas en Rusia. El origen de la Iglesia de los Hermanos Menonitas en Canadá está estrechamente relacionado con la historia de estos primeros colonos Hermanos Menonitas en los Estados Unidos. La Iglesia de los Hermanos Menonitas en Canadá nació como resultado de la mi¬ sión y de un esfuerzo evangelístico muy deliberado por parte de los Hermanos Menonitas de los Estados Unidos. Desde 1888, cuando se organizó en Burwalde, cerca de Winkler, Manitoba, la primera congregación Hermanos Menonitas, hasta 2002, cuando fue disuel¬ ta la Conferencia General de la iglesia de los Hermanos Menonitas de América del Norte, los Hermanos Menonitas canadienses fueron vinculados orgánicamente con los de Estados Unidos y las con¬ gregaciones, vistas por los Hermanos Menonitas de otros países del mundo, como un único cuerpo "padre". Sin embargo, como su 56 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" afiliación creció, los Hermanos Menonitas en Canadá desarrolla¬ ron cada vez más sus propias instituciones, aunque mantuvieron las prioridades y la identidad, como también muchos lazos comunes y tareas de cooperación. La historia de la evolución de la identidad de los Hermanos Menonitas de los Estados Unidos y de Canadá, per¬ mite percibir a ambas como un solo bloque poderoso dentro de la amplia realidad de la comunidad de Hermanos Menonitas de Amé¬ rica del Norte. La recientemente creada Comisión Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB), también refuerza la importan¬ cia de una estructura organizacional que ha creado un mayor gra¬ do de igualdad entre las conferencias nacionales de los Hermanos Menonitas de todo el mundo. Durante gran parte del siglo XX los Hermanos Menonitas de América del Norte han sido las principales agencias de envío mi¬ sionero a todo el mundo. Las raíces de ese impulso misionero están en Rusia, en tiempos de la Unión Soviética, cuando los Hermanos Menonitas comenzaron con un fuerte énfasis evangelístico entre otros menonitas, entre la población nativa de Rusia y en la coope¬ ración con las empresas misioneras bautistas. Su establecimiento y posterior crecimiento en Canadá y en los Estados Unidos a menu¬ do fue resultado principalmente del aumento en sus propias fami¬ lias, además de la inmigración de un gran número de procedentes de la URSS en la década de 1920 y después de la Segunda Guerra Mundial. Con el tiempo, como los recién llegados inmigrantes Her¬ manos Menonitas se adaptaron a un nuevo país y cultura, el com¬ promiso misionero de los Hermanos Menonitas con la misión en el extranjero también empezó a tener efectos dentro de Canadá. La historia de la expansión de la Iglesia de los Hermanos Menonitas en el Canadá es un ejemplo complejo y profundo del compromiso con la evangelización y la misión en el hogar. Nacido de la misión Los primeros misioneros Hermanos Menonitas en Canadá fueron David Voth y Heinrich Dyck, enviados en 1883 por la Conferen¬ cia con sede en EE.UU. a visitar Manitoba, Canadá, con el ñn de comenzar el trabajo misionero entre otros menonitas de habla ale- América del Norte: Canadá 57 mana que había emigrado de Rusia en el 1870 y se habían asentado en dos reservas de tierras ubicadas en el sur de Manitoba. En mayo de 1886, varias parejas fueron bautizadas en Burwalde. En 1888 se organizó la primera congregación con 16 miembros. La presencia de evangelistas de los Hennanos Menonitas no siempre fue bien recibida por los dirigentes de otras congregaciones menonitas, ya que a veces despertaba viejas hostilidades de Rusia. Incluso en este período inicial, los Hermanos Menonitas en Ca¬ nadá tuvieron una visión de expansión que iba más allá de las zonas rurales de las comunidades menonitas. Ellos fueron los primeros menonitas que se establecieron en las principales zonas urbanas de Winnipeg, donde hicieron hincapié en el trabajo de evangelización entre los diversos grupos étnicos. En 1906 se inició un grupo de Escuela Dominical y se llevó a cabo una reunión semanal que llegó a atraer hasta 40 niños en el área de Elmwood, Winnipeg. En 1909 el grupo organizó la primera congregación urbana de los Hermanos Menonitas en Canadá. En 1913 William Bestvater fue nombrado misionero en la ciudad de Winnipeg. Varios años más tarde, Anna Thiessen se unió a la misión, realizando enseñanza a través de la Es¬ cuela Dominical, clases de costura, y visitas a los hogares. Su trabajo condujo al desarrollo del Hogar María Marta, donde fue la matrona. Este ministerio ayudaba a las mujeres jóvenes que habían llegado a la ciudad para trabajar, la mayoría de las veces como empleadas do¬ mésticas en las casas de los adinerados, y sirvió de modelo a minis¬ terios similares en ciudades como Vancouver y Saskatoon. Por otra parte, los Hermanos Menonitas tuvieron un importante ministerio entre los inmigrantes rusos y ucranianos que se habían asentado en las llanuras y en centros urbanos como Toronto. Hermán Fast fue un evangelista itinerante que comenzó a trabajar entre las personas de habla rusa en Saskatchewan en tomo a 1906. También fue el editor de Golos (Voz), un folleto que se publicó en Kansas. Estos ministerios iniciados en la ciudad fueron seguidos por un movimiento de los Hermanos Menonitas hacia muchos centros urbanos durante la década de 1940. Esta transición fue paralela a algunas de las importantes transiciones culturales experimentadas por las conferencias de los Hermanos Menonitas durante la primera 58 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" mitad del siglo XX. Como se señaló anteriormente, muchos de los inmigrantes menonitas de Rusia habían experimentado la devasta¬ ción económica completa durante la revolución bolchevique y sus consecuencias. Las difíciles condiciones pioneras al oeste de Ca¬ nadá se vieron agravadas por la depresión económica de la década de 1930. Muchos buscaron nuevas oportunidades económicas en las ciudades y, en consecuencia, los Hermanos Menonitas rápi¬ damente se convirtieron en el grupo menonita más urbanizado en Canadá. La tendencia a la urbanización aumentó y la proporción de los Hermanos Menonitas que viven en las ciudades se incrementó más del doble entre 1940 y 1960. A principios del decenio de 1970, más de la mitad de los Hermanos Menonitas vivían en centros urba¬ nos. La urbanización trajo no sólo más diversidad ocupacional, sino también un debilitamiento del sentido de comunidad que existía anteriormente, cuando los menonitas vivían en forma más agraria, con un estilo de vida rural. A finales del siglo XX la mayoría de los Hermanos Menonitas se han convertido en una clase media aco¬ modada, y algunos han llegado a ser muy ricos. Esta nueva pros¬ peridad permitió apoyar innumerables ministerios en Canadá y en todo el mundo, pero la riqueza también trajo las tentaciones del materialismo y del hedonismo. Crecimiento a través de la persecución y del sufrimiento A pesar del fuerte sentido de misión y evangelización que caracte¬ rizó a los Hermanos Menonitas desde el principio, el crecimiento más significativo de la Iglesia de los Hermanos Menonitas se dio en Canadá entre 1920 y 1950 a través de la inmigración. Antes de la Revolución bolchevique la Iglesia de los Hermanos Menonitas en Rusia había crecido rápidamente a través de la evangelización; no sólo se sumaron otros menonitas, sino que el trabajo entre la población rusa también dio lugar a la creación y al crecimiento de congregaciones bautistas. La revolución bolchevique y la posterior guerra civil, la ham¬ bruna y la persecución, obligaron a los menonitas a buscar refugio en otros lugares. El arduo trabajo de individuos como Benjamin B. Janz, en Rusia, y David Toews en Canadá permitió una migra- América del Norte: Canadá 59 ción masiva de refugiados entre 1923 y 1930. En total, unos 20.000 menonitas llegaron a Canadá entre esos años. Aunque el número exacto nunca se supo, algunos estiman que entre el 20 y 25% de es¬ tos inmigrantes eran Hermanos Menonitas.Estos inmigrantes fue¬ ron conocidos en general como Russlánder (rusos), mientras que se remitían a los inmigrantes anteriores a 1870 como los Kanadier (canadienses). Las diferencias culturales entre los dos grupos a ve¬ ces crearon malentendidos y conflictos. La mayoría de los nuevos inmigrantes rusos se establecieron inicialmente en comunidades agrícolas en las llanuras, a menudo en comunidades en las que anteriormente ya se habían establecido otros colonos. Algunos se establecieron en nuevas comunidades o en centros urbanos como Kitchener, Ontario, Winnipeg, y Manito- ba. Las dificultades económicas de la década de 1930 llevaron a al¬ gunos a establecerse en el valle del Fraser, de Columbia Británica, desde donde se expandieron a Vancouver y otras áreas. El sufrimiento vivido por estos inmigrantes recién llegados los había marcado profundamente. Muchos estaban profundamente traumatizados, no sólo habían perdido la mayoría de sus posesio¬ nes y medios de vida, sino que, además, habían sido tratados bru¬ talmente y humillados. Prácticamente todos habían perdido algún familiar o habían visto el asesinato o la tortura de miembros de su familia o de vecinos. Sus experiencias los llevaron a una profunda concientización de cuán frágil puede ser la vida y lo importante que es preservar la fe. En general, el buen nivel de formación y cuali- ficación de estas personas les permitió restablecerse económica¬ mente a través de arduo trabajo y de una vida frugal, aún a pesar de la depresión de la década de 1930, que hizo que la época pionera fuera un período de intensas dificultades. A pesar de las penurias y de las privaciones económicas, die¬ ron el más alto valor a la creación de una vibrante y saludable vida congregacional y alimentaron a sus jóvenes en la fe. Pero en la patria adoptada recientemente los jóvenes experimentaron una li¬ bertad religiosa que incluía a muchos otros cristianos, y debían enfrentar muchas tentaciones de las cuales habían sido protegidos por el relativo aislamiento de su patria anterior. Algunos líderes de 60 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años ’ los Hermanos Menonitas creyeron que la preservación de la lengua alemana sería un instrumento importante para proteger a sus jóve¬ nes de algunos de los elementos más insidiosas del clima "munda¬ no" que los rodeaba. Los inmigrantes que escaparon de la Unión Soviética duran¬ te la década de 1920 fueron afortunados. La década de 1930 trajo a muchos de los miembros de la comunidad de fe que quedaron en Rusia sufrimientos, persecuciones y penurias aún más intensas. Los desplazamientos provocados por la Segunda Guerra Mundial causaron en los que quedaron un trauma inmenso. Cuando la pro¬ tección temporal del ejército invasor alemán llegó a su fin, muchos fueron deportados a los campos de trabajo de este y norte, donde a menudo fueron dispersos y sucumbieron a la hambruna y la enfer¬ medad o fueron ejecutados. En un intento de escapar del avance de las fuerzas soviéticas, con la esperanza de encontrar refugio en el oeste, los que pudieron siguieron a los ejércitos alemanes que esta¬ ban en retirada en su caminata hacia el oeste. Al final de la guerra, sin embargo, la mayoría fueron repatriados a la Unión Soviética y debieron enfrentar más dificultades todavía. Los que finalmente escaparon se convirtieron en una tercera ola de migración desde la antigua patria. Entre 1947 y 1951 casi 8.000 inmigrantes estable¬ cieron su hogar en Canadá, donde fueron bien recibidos y respal¬ dados por los menonitas que ya se habían establecido allí, incluidos los Hermanos Menonitas. Los inmigrantes ampliaron el número de miembros de las congregaciones, la matrícula de las escuelas bíbli¬ cas y de los estudios bíblicos universitarios de Winnipeg. También otros inmigrantes enriquecieron y ampliaron el nú¬ mero de miembros de las congregaciones de Canadá, algunos de ellos vinieron de países de América del Sur, como Paraguay y Bra¬ sil. En la última parte del siglo XX, llegaron algunos procedentes de países de Asia como Vietnam, Laos y la India. A menudo han experimentado dificultades y sufrimientos similares a los de los que procedían de la Unión Soviética comunista y esto les ha permitido desarrollar lazos comunes de comprensión. América del Norte: Canadá 61 Educación como misión Sobre todo como una estrategia para preservar y extender la fe de la Biblia los Hermanos Menonitas establecieron numerosas escue¬ las en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. La idea de empezar una escuela bíblica en Canadá estuvo presente entre los Hermanos Menonitas ya en 1910, cuando colonos Hermanos Menonitas de Saskatchewan, muchos de los cuales habían llega¬ do desde los Estados Unidos, comenzaron a celebrar conferencias anuales. Estas reuniones y debates condujeron a la formación de la primera Escuela Bíblica Herbert de los Hermanos Menonitas en Saskatchewan, en 1913, donde el renombrado profesor de Biblia John F. Harms, procedente de Kansas, tuvo destacada participación. Después de varios años William Bestvater, que encamaba varias tendencias entre los primeros Hermanos Menonitas de Canadá, se convirtió en el líder de la escuela. A pesar de que la escuela utilizó libros de texto en lengua alemana, su apertura a la utilización de los recursos teológicos de los grandes del mundo del protestantismo evangélico en idioma inglés no sólo ayudó a extender la influencia del dispensacionalismo premilenialista, sino que también legitimó la divulgación del uso del inglés en el ministerio. El impulso de las escuelas bíblicas se aceleró con la llegada los inmigrantes en la década de 1920. En primer lugar, Abraham Un- ruh y dos de sus colegas que habían sido profesores en la primera Escuela Bíblica de los Hermanos Menonitas de Rusia en Crimea, en Tschongrau, fundaron la Escuela Bíblica de Winkler (Peniel). En 1925, poco después de su llegada a Canadá, se le pidió a Unruh que comenzara la escuela, la cual pronto prosperó y se convirtió en la principal escuela de Canadá durante las siguientes décadas. La escuela enfatizó, por un lado, la preparación de la iglesia para los jóvenes trabajadores en Canadá, y por otro lado, la preparación para las misiones en el extranjero. Los estudiantes de esta escuela fundaron la Sociedad Misionera de Africa, que auspició el envío del primer misionero, Henry Bartsches, al Congo Belga en 1932. La sociedad fue organizada, en parte, debido a la insatisfacción con el tratamiento a los candidatos canadienses para la misión por parte 62 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años ” de la Junta Misionera de la Conferencia General ya que se conside¬ ró, que eran objeto de discriminación cuando aplicaban para entrar a los campos misioneros. Otras escuelas bíblicas siguieron en rápida sucesión. Entre 1925 y 1940 fueron fundadas al menos 15 escuelas, y varias más en la década siguiente. Todo comenzó como extensión educativa de una congregación o de un grupo de congregaciones, o como el esfuerzo de un grupo de personas con ideas afines, que formaron una sociedad para organizar y promover una escuela bíblica en su región. Al principio, las escuelas sirvieron predominantemente en el área rural, creando una especie de vínculo invisible entre congre¬ gaciones que asumían una causa común. El avance de las comuni¬ caciones y del transporte durante la década de 1940, y la creciente carga económica por lo que, en muchos casos, eran instituciones re¬ dundantes situadas a pocos kilómetros unas de otras, aceleró la ten¬ dencia hacia la consolidación y la fusión. Muchas de las escuelas dependientes de las congregaciones más pequeñas, especialmente las situadas en las proximidades de las grandes congregaciones de los Hermanos Menonitas en las regiones con una gran masa crítica de miembros fueron cerradas, y las sobrevivientes sirvieron a zonas geográficas cada vez más extensas. En 1960, sólo cuatro escue¬ las bíblicas de los Hermanos Menonitas (una en cada provincia) se mantuvieron en el oeste de Canadá: el Instituto Bíblico Winkler, el Instituto Bíblico Betania (ahora Bethany College), que se inició en 1927 en Hepburn, Saskatchewan, Alberta, el Instituto Bíblico de los Hermanos Menonitas, que se inició en 1929 en Coaldale, Alberta, y el Instituto Bíblico de los Hermanos Menonitas, que se inició en 1936 en Abbotsford, Columbia Británica. Si bien estas es¬ cuelas bíblicas se destinaron principalmente a alimentar y asegurar la pennanencia de los jóvenes en la fe de las congregaciones de los Hermanos Menonitas, así como la lealtad a sus iglesias, también tuvieron un papel muy importante en la preparación de los jóvenes para la divulgación de la fe en el hogar y en el extranjero. Un as¬ pecto importante de la extensión más allá del propio pueblo eran las Escuelas Bíblicas de Vacaciones, las Escuelas Dominicales y otros ministerios con niños, que a menudo eran patrocinados por las es- América del Norte: Canadá 63 cuelas bíblicas. Un buen ejemplo es la Misión Occidental de Niños, organizada por el personal del Colegio Bethany y dirigida por Jake H. Epp. Esta organización envió docenas de jóvenes a las comu¬ nidades rurales del norte de Saskatchewan para llevar a cabo la contratación de las Escuelas Bíblicas de Vacaciones para los niños. Los Hermanos Menonitas que vinieron de Rusia valoraban la educación superior por lo que no pasó mucho tiempo antes de que los Hermanos Menonitas nacidos en Canadá reconocieran la edu¬ cación superior como un importante medio para acceder a mayores oportunidades económicas. Entre los años 1930 y 1940 los Herma¬ nos Menonitas iniciaron numerosas escuelas bíblicas que propor¬ cionaron educación religiosa a los jóvenes Hermanos Menonitas. Con la creación de seis escuelas secundarias se inició una férrea competencia entre instituciones que creían capacitar para el acceso a la universidad y a la educación profesional. Estas escuelas estaban menos centradas en la divulgación de niveles avanzados de edu¬ cación y más preocupadas por retener a los jóvenes que buscaban cada vez más las escuelas secundarias públicas para proceder a la educación universitaria en las universidades provinciales. Se nece¬ sitaba una fuerte base cultural y religiosa para asegurar que siguie¬ ran siendo leales a la comunidad de fe de la iglesia. A principios del decenio de 1950 el número total de estudiantes matriculados en las escuelas secundarias de los Hermanos Menonitas fue más del doble del total de los matriculados en escuelas bíblicas. La preferencia por la educación secundaria por parte de los jóvenes coincidió con un movimiento hacia una mayor educación teológica avanzada por parte de los líderes de la denominación. En 1944, la Conferencia Canadiense de Iglesias Hermanos Menonitas estableció la concesión de un título universitario por parte de una "Escuela Superior de Biblia", llamada Colegio Bíblico Hermanos Menonitas (MBBC). Antes de esto la mayoría de los canadienses que deseaban un nivel más avanzado de educación en el contexto de una iglesia eran matriculados en una institución llamada Cole- gioTabor, ubicado en la Conferencia General en Hillsboro, Kansas. Las frustraciones sobre el número de estudiantes canadienses que permanecieron en los Estados Unidos, y la sensación de que sus ho- 64 La Iglesia Hermanos Menomtas alrededor del mundo' “Celebrando 150 años” mólogas americanas ejercían demasiado control sobre sus institu¬ ciones y programas de cooperación, llevaron a los dirigentes de los Hermanos Menonitas canadienses a organizar su propia escuela. Esta escuela fue estratégicamente ubicada en Winnipeg, un área metropolitana de considerable importancia para los menoni¬ tas de Canadá y para el oeste de Canadá en general. Abraham H. Unruh, hasta entonces director de la Escuela Bíblica de Wmkler, fue llamado a encabezar la nueva institución en Winnipeg. La fi¬ nalidad declarada de esta nueva escuela era capacitar maestros de escuela bíblica, misioneros y trabajadores de la iglesia para llenar las posiciones de liderazgo en las escuelas bíblicas, congregaciones y organismos de la misión. En tres años se convirtió en la escuela teológica más grande de los Hermanos Menonitas en Canadá. En 1960 la matrícula en el Colegio Bíblico de los Hermanos Menoni¬ tas igualó casi el 50% de la matrícula total en las cuatro escuelas bíblicas de los Hermanos Menonitas existentes ese momento. Hasta la década de 1970 MBBC fue la principal institución de formación de pastores y obreros de la iglesia Hermanos Menonitas, así como también de misioneros y evangelistas a nivel local y extranjero. La ubicación de esta escuela en Winnipeg ayudó a que se convirtiera en un importante centro de influencia de los Hermanos Menonitas en Canadá. Poco después de sus inicios, la escuela comenzó a ofrecer un número limitado de cursos de artes liberales. Algunos líderes deno- minacionales sostuvieron que los pastores del futuro (en particular en las congregaciones de las zonas urbanas) requerían una educa¬ ción más general que la que ofrecían las escuelas bíblicas para seguir el ritmo de los laicos en sus congregaciones, y expresaron su frustración al ver que sus mejores candidatos ministeriales asistían a universidades de Estados Unidos y luego no volvían a Canadá. La MBBC se ubica no sólo como una escuela canadiense para per¬ sonas interesadas en el ministerio profesional, sino también como una alternativa cristiana para los jóvenes Hermanos Menonitas que estaban interesados en obtener una educación universitaria. Como alternativa, esta universidad no fue tan exitosa. En 1965 el número de jóvenes Hermanos Menonitas que asistían a las universidades América del Norte: Canadá 65 era casi el doble que el de la matrícula en las escuelas bíblicas de los Hermanos Menonitas y más de tres veces la matrícula del Co¬ legio Bíblico de los Hermanos Menonitas. En 1972, más del 35% de los Hermanos Menonitas había adquirido educación más allá de la enseñanza secundaria, una década más tarde había aumentado al 48%. Como los esfuerzos educativos de los Hermanos Menonitas se hicieron más regionalizados, MBBC perdió su estatus de escuela nacional. Se volvió a abrir como Concord College, en 1992, y en el 2000 se unió con el Menno Simons College y con el Colegio Bíblico Menonita de Canadá para formar la Universidad Menonita Canadiense. Con el tiempo, las escuelas administradas por los Hermanos Menonitas ayudaron a inculcar un alto nivel de alfabetización bíbli¬ ca, una experiencia religiosa, y una predisposición entusiasta para participar en la vida de la iglesia. Esto se constituyó en una fuente continua de vitalidad y energía para las congregaciones locales. El tiempo ayudó a consolidar el espíritu de toda la denominación, pero las escuelas también fueron los catalizadores para el cambio. Uno de esos cambios fue el del uso del idioma inglés, que, en general, se llevó a cabo en primer lugar entre los jóvenes en las escuelas de los Hermanos Menonitas, y como es previsible, en escuelas bíblicas y en las escuelas secundarias, hasta que finalmente se convirtió en una práctica común dentro de las congregaciones. La tendencia hacia una mayor profesionalización del minis¬ terio dio otro paso adelante en 1975, cuando la conferencia de Ca¬ nadá se unió a sus homólogos en el apoyo al Seminario Bíblico Hermanos Menonitas (MBBS) ubicado en Fresno, California. La distancia geográfica y los tipos de cambio desfavorables durante el decenio de 1990, hicieron difícil para muchos canadienses partici¬ par en el campus de Fresno. En respuesta, el seminario se unió a un consorcio llamado Seminario Teológico de Escuelas Asociadas de Canadá (ACTS) en el campus de la Trinity Western University en Langley, Columbia Británica, en 1999. ACTS es una asociación de seis denominaciones evangélicas que trabajan juntas para proveer educación teológica graduada a sus respectivas circunscripciones. La MBBS ayudó, además, a organizar el Centro de Estudios Minis- 66 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" teriales de Winnipeg, junto con otras cuatro conferencias menoni¬ tas. Estos dos elevaron el perfil de MBBS en Canadá y aumentaron significativamente el número de Hermanos Menonitas canadienses matriculados en los programas del seminario. Servicio de Misión Los Hermanos Menonitas en el Canadá se enfocaron en muchos servicios y se dedicaron a las empresas, al mismo tiempo que se centraron en fomentar su propia comunidad de fe, sus instituciones y programas de cooperación que se desarrollaron, por lo general, con otros grupos de menonitas. En este sentido, los hospitales fue¬ ron importantes, aunque su objetivo principal fue servir a su pro¬ pio pueblo, sin embargo, intencionalmente se dedicaron también a servir a comunidades más amplias. Eventualmente se convirtieron en hospitales comunitarios financiados por los gobiernos, aunque a menudo el personal estuvo integrado en gran parte por menonitas que dieron a estos hospitales una reputación y un carácter distinti¬ vos. Muchos Hermanos Menonitas se convirtieron en profesiona¬ les, en particular, médicos, enfermeras y maestros. La mayor agencia de servicios de menonitas en América del Norte es el Comité Central Menonita (MCC). Los Hermanos Me¬ nonitas lo han apoyado activamente. El MCC comenzó en 1920 como resultado de los esfuerzos de los menonitas de América del Norte por ayudar a sus hermanos y hermanas que sufrían en la Unión Soviética. Los que escaparon a la larga establecieron su ho¬ gar en Canadá; estaban muy agradecidos y, por tanto, ansiosos por ayudar en otras situaciones de emergencia como la crisis de los refugiados tras la Segunda Guerra Mundial. Pero pronto el MCC amplió su ministerio de manera espectacular, tanto a nivel local como en el extranjero, para participar en los esfuerzos humanitarios en otros países o en nombre de personas que no necesariamente ha¬ bían tenido conexiones anteriores con los menonitas. Los desastres naturales y guerras en muchas regiones se convirtieron en el centro de la ayuda. "El servicio en el nombre de Cristo" fue el lema para el trabajo entre los hambrientos y los pobres de todo el mundo. Los Hermanos Menonitas no sólo aportaron una gran cantidad de ayuda América del Norte: Canadá 67 material, sino también muchos obreros enviados a las personas necesitadas. Al mismo tiempo el MCC amplió significativamente sus pro¬ gramas locales y en 1963 los canadienses también comenzaron su propia organización denominada MCC (Canadá). Los Hermanos Menonitas fueron los participantes y principales contribuyentes de numerosos esfuerzos del MCC en el ámbito local, provincial, na¬ cional e internacional. Entre ellos se destacaron los ministerios en las prisiones y con los nativos, los servicios de mediación, y otros servicios sociales. El MCC se convirtió en un importante vehículo mediante el cual los menonitas en Canadá abordaron diversas cues¬ tiones de gobierno. En primer lugar, el Servicio Menonita de Desastres (MDS) se relaciona estrechamente con el MCC, aunque con el tiempo se hizo bastante independiente. Su labor se centró principalmente en proporcionar socorro a las comunidades de América del Norte que sufren desastres naturales tales como tomados, huracanes e inunda¬ ciones. Muchos miembros Hermanos Menonitas se ofrecieron vo¬ luntariamente para un servicio de corto plazo en los Estados Unidos y Canadá. La guerra, la paz y el Estado Durante los siglos anteriores y alrededor del mundo los Hermanos Menonitas en Canadá, junto con otros menonitas y con los ana¬ baptistas, han participado en vigorosos debates sobre cuestiones de paz, guerra, y gobierno. En las diversas confesiones de fe se han incluido todas las declaraciones relativas a su propia comprensión teológica de estas cuestiones. En el período inicial, la mayor parte del programa se llevó adelante a partir de experiencias de los Hermanos Menonitas de Rusia y de la Unión Soviética. El gobierno mso había impuesto un programa de servicio alternativo para los menonitas en Rusia du¬ rante la década de 1870. En tiempos de paz en general, este servicio implicaba la participación en un período obligatorio de servicio fo¬ restal, financiado en gran parte por los mismos menonitas. Durante la Primera Guerra Mundial, este servicio se amplió involucrando 68 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" a algunos menonitas en el servicio del cuerpo médico del ejército. Deseaban ser considerados como ciudadanos leales al país, ayudan¬ do a salvar vidas en lugar de destruirlas. Cuando comenzó la era comunista en la Unión Soviética, esos privilegios especiales fueron retirados. Los Menonitas que habían llegado a Canadá durante la década de 1870 recibieron una total exención del servicio militar. Sin em¬ bargo, al grupo que llegó en la década de 1920, que era mucho ma¬ yor, se les dijo que serían cubiertos por la exención de la legislación más general de los miembros de las históricas iglesias pacifistas (incluidos cuáqueros y Hermanos en Cristo), pero que podría serles requerido un servicio alternativo. Con la inminencia de la guerra en 1939, hubo una gran confu¬ sión acerca de la posibilidad y forma en que los menonitas podrían ser eximidos de las diversas formas de servicio. Benjamín B. Janz, el líder de los Hermanos Menonitas reconocido por su trabajo entre los inmigrantes de la década de 1920, se mostró a favor de un ser¬ vicio alternativo que podría incluir también servicio en el cuerpo médico. Trabajó duro para lograr un acuerdo de este tipo con el gobierno. Otros grupos de menonitas tenían opiniones divididas: algunos se opusieron a cualquier forma de servicio, mientras que otros estaban a favor de un servicio alternativo que no implica¬ ra ninguna relación con los militares. Al final, la mayoría de los hombres jóvenes Hermanos Menonitas participaron en un servicio alternativo en el sector forestal, tal como colaborar en campamen¬ tos o en los hospitales, mientras que un número menor sirvió en el cuerpo médico. A pesar de la oposición de sus iglesias, algunos incluso sirvieron en funciones de combate en el ejército, lo cual creó situaciones profundamente conflictivas dentro de las familias y congregaciones. A menudo, esas personas fueron excomulgadas. Después de la guerra, la cuestión del servicio alternativo se desvaneció gradualmente mientras que otros temas llegaron a la palestra. En tiempos de paz el programa del MCC se trasladó a cuestiones más amplias relacionadas con el servicio, de modo que muchos hermanos menonitas se preocuparon por las cuestiones so¬ ciales. El término "nonresistance," se entendió a menudo como si- América del Norte: Canadá 69 nónimo de "pacifismo", y llegó a ser sustituido por otros términos como "paz", "justicia", "resistencia no violenta" y "preocupación social". Algunos Hennanos Menonitas llegaron a asumir una po¬ sición por la cual consideraban la paz como un "distintivo". Así fue que se desarrolló un notorio grado de polarización entre los que consideraron la evangelización como la más alta prioridad para los cristianos, y los que consideraron la participación en la paz y en preocupaciones sociales como parte integrante de discipulado cristiano. Vida Congregacional Hasta mediados del siglo XX la vida en las congregaciones de los Hermanos Menonitas en Canadá fue relativamente uniforme y algo previsible. Los domingos se celebraba periódicamente culto en alemán por la mañana y por la noche. Las reuniones a menudo se completaban con encuentros de oración a mediados de semana. Las clases de escuela dominical generalmente eran sólo para los niños y los jóvenes, mientras que los adultos celebraban encuentros de oración o estudios bíblicos. Con frecuencia había dos sermo¬ nes en los servicios de culto principales. Debido al gran número de originarios de Rusia, no fue hasta finales del decenio de 1950 y a lo largo de la década de 1960 que las congregaciones de los Hermanos menonitas hicieron la transición del empleo del alemán como lengua de la piedad y la práctica religiosa a la utilización de inglés. En la década de 1940 muchos jóvenes hermanos menonitas habían recibido su educación primaria en idioma inglés en las es¬ cuelas públicas, y algunos de ellos completaron su formación en escuelas bíblicas en idioma inglés. La transición lingüística dentro de las congregaciones se produjo poco después, a pesar de la resis¬ tencia por parte de algunos, que trataron de hacer un enlace entre el idioma alemán y la fe cristiana, y que pensaban que la retención de la lengua alemana podía ser una barrera útil contra la intrusión de influencias "mundanas ". A menudo tales cambios pueden generar divisiones, pero a finales del decenio de 1960, el inglés se había convertido en la lengua dominante en la mayoría de las congrega¬ ciones de los Hermanos Menonitas. El cambio simboliza el grado 70 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" en que los hermanos menonitas se habían adaptado a la cultura na¬ cional más grande. La cuestión lingüística había cambiado la forma en que los Hermanos Menonitas organizaron los servicios de adoración de sus congregaciones. Como se estaba llevando a cabo la transición, du¬ rante el decenio de 1960 podía escucharse en un servicio un sermón predicado en alemán y otro en inglés. Finalmente solo los sermones en inglés se convirtieron en la norma, aunque algunas congregacio¬ nes comenzaron a tener un servicio dual. La mayoría de las congre¬ gaciones tenía un ministerio múltiple, conducido por un ministro no asalariado. Con el aumento en los niveles de educación, los pas¬ tores asalariados fueron sustituyendo gradualmente a los ministros anteriores. También se nombró ministros itinerantes para visitar las diversas congregaciones. Esto ayudó a mantener los lazos entre las congregaciones de las diferentes regiones fuertes. Las mujeres desarrollaron sus propios ministerios general¬ mente en forma de círculos de costura o de sociedades de mujeres misioneras, que patrocinaban proyectos de apoyo a los misioneros en el extranjero o proporcionaban ayuda a las congregaciones loca¬ les, como también suministraban alimentos para los comedores de las escuelas bíblicas, y satisfacían otras necesidades locales. Los jóvenes fueron atendidos por programas especiales para ellos. Además, los coros de la iglesia constituían una importante contribución a la adoración en la iglesia. En la mayoría de las pro¬ vincias se iniciaron cada vez más campamentos de verano para niños y jóvenes como una forma de servir a las mismas congregaciones, pero también como una forma de llegar más allá del propio pueblo. En un intento de llegar a la gente de fuera de sus propios lími¬ tes étnicos, en muchas zonas fueron patrocinadas transmisiones de radio, a veces por parte de las congregaciones mismas. Se realizó un esfuerzo especial dirigido a grupos de habla alemana, así como a los que estaban demasiado enfermos como para poder asistir a los servicios regulares. Sin embargo, muchos esfuerzos se dirigieron a la población de habla inglesa. Lamentablemente, debido a que la mayoría de los servicios en las congregaciones menonitas esta¬ ban en alemán hasta aproximadamente 1960, muchos de los nuevos América del Norte: Canadá 71 conversos resultantes de los diversos esfuerzos evangelísticos de los se sentían extraños en las congregaciones de los hermanos me- nonitas y se unieron a otras denominaciones, como la Alianza Cris¬ tiana y Misionera, la Iglesia Evangélica libre, o la iglesia bautista una de las varias opciones. Particularmente útil en traer un sentido de unidad e identidad a las congregaciones Hermanos Menonitas en Canadá fueron va¬ rias publicaciones. En lengua alemana, Mennonitische Rundschau y Zionsbote , tenían sus orígenes en los Estados Unidos, aunque el primero se trasladó a Winnipeg en 1923 y finalmente se convirtió en un documento de Hermanos Menonitas. En 1960 los Hermanos Menonitas canadienses comenzaron su propia publicación en in¬ glés, el Heraldo de los Hermanos Menonitas, se sigue publicando. Esta revista ha sido un importante medio de comunicación y un foro para debatir las preguntas difíciles. Finalmente, también se han comenzado revistas en otros idiomas como el francés y el chino. Iglesia, Sociedad y Cultura La década de la década de 1960 fue una época de enormes cambios en América del Norte en general, y para el oeste de Canadá, en particular. Los avances tecnológicos en transporte y comunicacio¬ nes, junto con un auge económico post-Guerra Mundial II, hizo que la inmensidad de las praderas fuera menos formidable para sus habitantes y ayudó a crear nuevos centros metropolitanos. Como inmigrantes que trataban de construir una nueva vida, los Herma¬ nos Menonitas experimentaron los cambios que se produjeron en la región como la infraestructura de una sociedad moderna que se está construyendo poco a poco. El movimiento de los Hennanos Meno¬ nitas de ser mayoritariamente rural, sub-cultura étnica de habla ale¬ mana dentro de la población étnica más grande de inmigrantes del oeste de Canadá, para convertirse en angloparlante y cada vez más urbana. La comunidad multicultural refleja muchos de los patrones más amplios de cambio que tuvieron lugar en la región. Además de la urbanización, las transiciones de idioma, edu¬ cación, y un ministerio cada vez más profesionalizado, otro ejem¬ plo elocuente de la aculturación experimentada por los Hermanos 72 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años 1 Menonitas a partir de mediados de siglo fue su creciente interés en ejercer influencia en la arena política. Al igual que otros grupos menonitas, los Hermanos Menonitas históricamente han desalenta¬ do la participación en la política. Con el tiempo la actitud general¬ mente negativa hacia la participación en el gobierno fue cambiando paulatinamente. El activismo político de los Hermanos Menonitas se centró al comienzo principalmente en la defensa y conservación del privilegio de exención del servicio militar obligatorio. En la década de 1960, los Hermanos Menonitas comenzaron a considerar "la función profética de la iglesia en relación con el estado", incluso enviaron periódicamente cartas al gobierno sobre temas como los conflictos de Oriente Medio y diferentes esfuerzos de auxilio. Quizás el cambio más notable ha sido el aumento de la par¬ ticipación político-partidista. Un pequeño número de Hermanos Menonitas se postuló para un cargo público durante 1920, pero un aumento dramático tuvo lugar a mediados de siglo, cuando un nú¬ mero creciente de candidatos de las congregaciones de Hermanos Menonitas comenzó a postularse para cargos públicos a nivel muni¬ cipal, provincial y federal, en nombre de una gama de partidos polí¬ ticos. Muchos han sido elegidos, por lo menos dos, el Excmo. Jake Epp (Partido Conservador) y el Excmo. Raymond Chan (Partido Liberal), han servido como ministros del Gabinete Federal, y uno (Brad Wall) se convirtió en el Primer Ministro de Saskatchewan, en las elecciones provinciales de 2007. El protestantismo evangélico La influencia temprana y continua del pietismo entre los Hermanos Menonitas de Rusia, con su énfasis en una experiencia de salva¬ ción personal, junto con un biblicismo completo y fuerte énfasis en las misiones, han creado una compatibilidad natural de prioridades de los protestantes evangélicos de América del Norte. Aunque un poco separada de otras denominaciones evangélicas protestantes en Canadá durante la primera mitad del siglo XX por las diferencias lingüísticas y culturales, no pasó mucho tiempo antes de que esta afinidad resultara en una toma de contacto y un aprecio, como tam- América de! Norte: Canadá 73 bién en préstamo de los recursos durante los años 1940 y 1950. Además de la influencia de la radio y de la literatura cristiana dis¬ tribuida por organizaciones evangélicas, las numerosas escuelas bíblicas Hermanos Menonitas en particular, servían como transmi¬ soras de las ideas teológicas evangélicas protestantes y difundieron las prácticas en toda la denominación. Esta compatibilidad, junto con el importante grado de contacto, de préstamo de recursos y de participación, estableció progresivamente un vínculo muy estrecho con la comunidad evangélica protestante más grande en Canadá a lo largo de la segunda mitad del siglo. La década de 1960 marcó un hito importante no sólo para los Hermanos Menonitas, como se señaló más arriba, sino también para los protestantes evangélicos en Canadá en general. Como los protestantes evangélicos se hicieron más ricos y accedieron a una mejor educación, comenzaron a sentirse menos alejados, no tan foráneos en la cultura canadiense, y a desarrollar un sentido de responsabilidad por la sociedad canadiense. Los diferentes grupos confesionales que componen el mosaico de evangélicos, salieron de sus respectivos enclaves y comenzaron a descubrirse mutuamente, creando una red de instituciones entrelazadas con becas de apoyo mutuo a las organizaciones y a los individuos. La identificación progresiva por parte de los Hermanos Menonitas con la red más grande protestantes evangélicos coincidió con un sentido de madu¬ ración de la auto-confianza. El deseo de ser parte integrante de una gran red de multi-denominacionales evangélicas en Canadá se ha caracterizado de manera más formal mediante su participación en la formación de la Asociación Evangélica de Canadá, una organi¬ zación fundada en 1964 para promover los intereses colectivos de acción social de los protestantes evangélicos. La respuesta y la apertura a las influencias teológicas Herma¬ nos Menonitas y la cooperación con los que están fuera de la tradi¬ ción de la paz ha sido desigual, pero ha contribuido sustancialmente a lo que JB Toews ha llamado, "un efecto de" despertar entre los jóvenes menonitas, y un aumento de la visión y del compromiso misionero en la primera mitad del siglo XX. Por otro lado, tam- 74 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” bién dejó a la denominación un legado permanente con respecto a su identidad como comunidad de fe y su lugar ambivalente en el mundo más grande Menonita. A veces los conflictos se produjeron cuando líderes denominacionales buscaron una respuesta adecuada a la cuestión de cómo relacionarse con las organizaciones e institu¬ ciones interdenominacionales evangélicas. Después de un cambio de liderazgo en 1964, el Seminario Bíblico Menonita de los Her¬ manos dio una respuesta que articula una doble identidad teológica evangélica anabaptista. El mantenimiento de una identidad anabap¬ tista ha ayudado a alimentar una visión de la Iglesia como comu¬ nidad, de la necesidad de servir a los necesitados en el nombre de Cristo, y de conservar una seriedad ética. En comparación con sus homólogos los Hermanos Menonitas de los Estados Unidos, los Hermanos Menonitas en Canadá han jugado un papel mucho más destacado en el desarrollo y la vida de instituciones y organizaciones evangélicas transdenominacionales. Ejemplos de Hermanos Menonitas que han asumido posiciones de liderazgo importantes incluyen a Henry Hildebrand como el primer director de Briercrest Escuelas, a Víctor Adrián como presidente de Tyndale College and Seminary (antes de Ontario Instituto Bíblico y Seminario Teológico), Harold Jantz como editor fundador de Sema¬ na Cristiana , un tabloide quincenal, y John Redekop, participante desde hace mucho tiempo de la Asociación Cristiana de Canadá, incluido un tiempo como presidente durante la década de 1990. Además, los Hermanos Menonitas han apoyado innumerables or¬ ganismos evangélicos en Canadá, como Juventud para Cristo, Vi¬ sión Mundial, Cruzada Estudiantil para Cristo, Atletas en Acción, Centros para crisis por Embarazo, Banco de Cereales de Canadá, Samaritan's Purse, Instituto Canadiense de Lingüística, Asociación Cristiana InterVarsity, Enfoque a la familia Cañada, Universidad Trinity del Oeste, y muchos, muchos otros. La presencia más desta¬ cada de Hermanos Menonitas en el evangelismo en Canadá se debe en parte al hecho de que los menonitas constituyen una proporción mayor dentro de la demografía protestante en Canadá que en los Estados Unidos ( la asistencia a las congregaciones menonitas en América del Norte: Canadá 75 Canadá representa alrededor del 7,5% del total de la asistencia en todas las denominaciones protestantes). También es posible que los menonitas en Canadá hayan encontrado al evangelicalismo cana¬ diense teológicamente más diverso, menos nacionalista y militaris¬ ta, y por tanto más compatible a sus compatriotas. Ampliando horizontes: decidida expansión Debido a las intencionales y agresivas iniciativas de divulgación, y al ambiente de integración creado por la política oficial multicultu- ralista de Canadá, la demografía de la Iglesia Hermanos Menonitas en Canadá es muy diferente hoy que hace cien años. Después de varias décadas de desarrollo de estrategias de evangelización ta¬ les como emisiones radiales, campamentos, Escuelas Bíblicas de vacaciones, etc., la transición de miembros de los Hermanos Me¬ nonitas a las ciudades demanda de nuevos esfuerzos de plantación de iglesias urbanas. Al principio, estos esfuerzos en pro de la nue¬ va iglesia se concentraron hacia dentro de la denominación, como parte de una estrategia para retener a sus propios miembros que se habían trasladado a los centros urbanos, pero finalmente amplia¬ ron los horizontes de las congregaciones, que comenzaron a pensar en nuevas formas de evangelizar. Cuando se celebró el Congreso interdenominacional de Evangelización de Canadá en Ottawa en 1970, los Hermanos Menonitas fueron uno de los grupos mejor re¬ presentados. Un ejemplo destacado de la ampliación de los horizontes es el involucramiento en causas de acontecimientos imprevistos en el extranjero, más que por una estrategia cuidadosamente planificada de difusión en el Canadá. En 1960 la mayoría de los misioneros del Congo belga se vieron obligados a regresar a Norteamérica a causa de la revolución que estaba experimentando el país. Emest y Lydia Dyck se encontraban entre los que tuvieron que ser evacuados del Congo belga. Como habían desarrollado fluidez en el idioma fran¬ cés, parecía natural que miraran a Quebec como un campo poten¬ cial de misiones y se convirtieron en pioneros de los misioneros en Quebec. En el momento en que la provincia estaba experimentando 76 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" la llamada "Revolución Tranquila", se redujo significativamente la influencia de la Iglesia Católica en la cultura de Quebec y en la política. El vacío espiritual creado por el rechazo a gran escala de la iglesia Católica creó nuevas oportunidades para otras denomina¬ ciones. La primera congregación fue organizada en 1964 y en los veinte años siguientes se desarrolló un ministerio muy fructífero. A finales de la década de 1980 se habían iniciado doce congrega¬ ciones Hermanos Menonitas. La Conferencia de iglesias Hermanos Menonitas de Quebec fue fundada en 1983 y en 1984 ingresó a la Conferencia de Canadá. En 1976 fue fundado el Instituto Bíblico Laval, a partir de la Escuela Evangélica de Teología de Montreal. Más tarde, se inició un periódico. Le Lien, y la Conferencia de Que¬ bec organizó también su propio campamento, llamado Campamen¬ to Peniel. Los años 1950 y 1960 marcaron la transición gradual de un grupo étnico ruso-alemán hacia un grupo étnico más bien de Ca¬ nadá. En 1971, el multiculturalismo se declaró política oficial de Canadá, y el gobierno federal comenzó a apoyar la preservación del patrimonio de las lenguas y de las actividades de las comunidades etno-culturales. De pronto los menonitas tuvieron nuevos motivos para recordar y celebrar las tradiciones rusoalemanas. Esto preci¬ pitó nuevas discusiones sobre la naturaleza de la identidad meno- nita: ¿Son los "menonitas" un grupo étnico o religioso o son ambas cosas, o el término es una etiqueta? Algunos alegaron que era una rémora y un obstáculo para el crecimiento de la iglesia, otros con¬ sideraron que era una faceta importante de la identidad teológica de la denominación. Un catalizador de esos debates fue el libro Un pueblo aparte: Etnia y Hermanos Menonitas, escrito por John Redekop en 1987. En él, abogó por cambiar el nombre de la deno¬ minación, sugerencia que nunca se aplicó. Aunque durante la década de 1980 algunos discutieron sobre la naturaleza de la etnicidad de los "menonitas", los líderes de la evangelización de la iglesia empezaron a buscar nuevas estrate¬ gias de difusión. Durante las siguientes dos décadas los Hermanos Menonitas de Canadá se convirtieron cada vez más en un grupo América del Norte: Canadá 77 multicultural. La diversidad étnica y cultural mayor se produjo cuando los líderes se dirigieron a zonas específi¬ cas de Canadá, a un creciente número de comunidades de minorías visibles y a los jóvenes. En 1984, la Junta de Evangelismo comenzó a publicar Evangelización Canadá. Fue fuerte¬ mente influenciada por los métodos "científicos" del movimiento de igle- crecimiento, dirigido por personas como Donald McGavran y C. Peter Wagner. Los Hermanos Menonitas en la Columbia Británica, en particular, asignaron recursos significativos a una agresiva campaña de plantación de iglesias. Durante la última década del siglo XX la Conferencia de Columbia Británica ha duplicado el número de sus congregaciones. Una parte impor¬ tante de este crecimiento vino a través del establecimiento o la adopción de congregaciones compuestas de inmi¬ grantes recientes de una variedad de grupos étnicos incluyendo el chino, vietnamita, punjabi, laosiano, árabe, persa, indonesio y coreano. Rector de la plantación de iglesias Hermanos Menonitas durante este período fue el controvertido "principio de unidad homogénea", que sugería que las per¬ sonas se convierten más fácilmente cuando no necesitan cruzar barreras raciales o lingüísticas. Enoc y Graciela Wong-planta- dores de iglesias El 24 de septiembre de 2000, más de trescientas personas de la iglesia de la Gracia del Pacífi¬ co organizaron una celebración para conmemorar los veinte años de liderazgo de Enoc y Graciela Wong y las seis iglesias de la Gracia del Pacífico que han establecido en la Columbia Británica. Es correcto: seis igle¬ sias todas con el mismo nombre, pero en diferentes lugares: Bur- naby, Port Moody (2), Vancouver, Norte y Sur de Vancouver. La ocasión coincidió con el trigési¬ mo quinto aniversario de bodas de Enoc y Graciela y con el sep¬ tuagésimo quinto cumpleaños del Reverendo Wong. Después de graduarse del Seminario Bíblico de la Alianza en Hong Kong en 1962, Enoc Wong comenzó su ministerio en el Pico Cheung Chau en una iglesia de la Alianza y de la Unión Bíblica de Hong Kong. En 1980 comenzó como pastor de la Iglesia Hermanos Meno¬ nitas de la Gracia del Pacífico en Vancouver, que entonces era una pequeña congregación de treinta miembros. El pastor Wong reorganizó los ministerios de la iglesia, desarrolló nuevas becas, la escuela dominical, campamentos evangelísticos y desafió a la congregación con la visión de la misión y de la plantación de iglesias. Después de siete años, la congregación había crecido a una membresía de 155. Sin embargo, eso fue sólo el comienzo. Wong se retiró 78 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" formalmente en 1987 y fue su¬ cedido por el Rev. David Chan. Pero en realidad, Enoc y Gra¬ ciela son jubilados sólo nomi¬ nalmente. Siguieron prestando asistencia al establecimiento de las iglesias hijas. La perspecti¬ va de la transferencia de Hong Kong del control británico de nuevo a la República Popular de China y de las matanzas de Tiananmen en 1989, dieron lugar a una gran afluencia de inmigrantes chinos en el área de Vancouver. Las posibilida¬ des eran grandes y los Wongs estuvieron más que dispuestos a ayudar en el establecimiento de las otras cinco congregacio¬ nes. Una de las mayores forta¬ lezas de Enoc y Graciela ha sido su énfasis en los estu¬ dios bíblicos. En sus más de veinte años de ministerio con la Gracia del Pacífico, han dirigido numerosos grupos de estudio bíblico. Los Wong también han trabajado duro en tutoría a estudiantes de seminario y a nuevos pastores. Muchos miembros de las seis iglesias de la Gracia del Pacífico fueron enseñados y cuidados por los Wong, entre ellos, por lo menos cinco parejas pastorales que trabajan actualmente en diver¬ sas iglesias y organizaciones cristianas. La celebración de veinte años de Enoc y Graciela Wong en el ministerio terminó con los testimonios de ambos. Grace era una enfermera en Hong Kong antes de venir a Canadá. También enseñó en una escue- Por no mucho, el principal blanco del grupo Hermanos Menonitas es el chino, cuya mayoría se encuentra en el área metropolitana de Vancouver. Des¬ de la organización formal de la prime¬ ra congregación china en 1977, por lo menos se han comenzado una docena más al llegar las sucesivas oleadas de inmigrantes chinos a Canadá durante la última parte del siglo XX. La tarea del liderazgo dentro de estas congre¬ gaciones se complicó cuando las con¬ gregaciones trataron de integrar a más recién llegados, principalmente inmi¬ grantes de habla mandarín, mayores de primera generación, con una mayo¬ ría de inmigrantes de habla cantonesa, de segunda y tercera generación, na¬ cidos en Canadá y de habla inglesa y china. Las dificultades de la transición al inglés en este grupo étnico son no¬ tablemente similares a las experimen¬ tadas por los inmigrantes Hermanos Menonitas de habla alemana proce¬ dentes de Rusia. Las congregaciones chinas han demostrado su compromi¬ so con las misiones mediante el envío de varios pastores para trabajar entre los habitantes de la diáspora china en Venezuela. La comprensión de que la mayor parte del crecimiento de la población de Canadá se llevaba a cabo en los centros urbanos llevó a la Conferencia de de Evangelización de Canadá a lan¬ zar una ambiciosa estrategia de divul- América del Norte: Canadá 79 gación en 1998, llamada “iniciativa de las llaves de las ciudades.” El plan la de enfermería durante varios requería una ciudad nueva que fuera años n Ella comenta Estoy ^ . orgullosa de mi participación en blanco de plantación de iglesias, cada la carrera de enfermería. Sin dos años, por un período de 10 años. embargo, los veinte años de Cada ciudad se quedaría en el progra- ministerio pastoral son mu- 1 ; & cho mas memorables que los ma durante al menos cinco años. La treinta y ocho años de trabajo iniciativa se ponía en marcha en cada de enfermería. La enfermería nueva ciudad por. invitación de una para el alma es definitivamente r un trabajo mucho mas vital que conferencia de la provincia. En 1998 la enfermería para el cuerpo se inició Misión de Calgary, Aman- físico. u do Toronto en 2000, Rendez-vous de Joseph Kwan, Montreal en 2002, Encender, en Van- adaptado de Por i o ~ ja* Todo lo que una temporada, 172. couver en 2004, y el Sueno de Mam- toba y Saskatchewan, en 2006. En su primera década, el programa sirvió como catalizador para el inicio de más de veinte nuevas congregaciones. El compromiso de compartir la buena noticia del Evangelio de Jesucristo con todas las personas ha dado lugar a una considerable diversidad étnica dentro del culto de la denominación Hermanos Menonitas de Canadá, que se realiza en más de veinte idiomas. Sin embargo, nuevos debates sobre la naturaleza del multiculturalismo confesional se llevan a cabo: algunos líderes prefieren congrega¬ ciones en que la homogeneidad étnica se mantiene, mientras que otros sugieren que las congregaciones son el lugar más adecuado para promover una mayor mezcla y cruce de fronteras culturales. Esto ha llevado a algunas congregaciones de los Hermanos Meno¬ nitas en centros urbanos como Vancouver a ser intencionalmente "interculturales". A pesar de la diversidad étnica que existe actual¬ mente dentro de las congregaciones de los Hermanos Menonitas, la misma diversidad étnica todavía no se puede ver dentro de las estructuras de liderazgo de la denominación. Los Hermanos Menonitas celebrarán alrededor de 122 años de existencia en Canadá en el momento del 150 aniversario de la iglesia Hermanos Menonitas. Su número de miembros ha aumen¬ tado a cerca de 35.000, es la tercera Conferencia de los Hermanos 80 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años ” Menonitas más grande del mundo. Hoy en día muchas congrega¬ ciones son irreconocibles como Hermanos Menonitas, ya sea en términos de identidad étnica o de las características culturales de sus adherentes, o en términos de su carácter teológico distintivo. Su nombre oficial y la literatura que distribuyen no ofrecen muchas pistas sobre su identidad confesional. Pero también hay signos de una nueva apreciación de la rica herencia del pasado y una conciencia emergente de que los Her¬ manos Menonitas tienen algo singular con que contribuir a la so¬ ciedad canadiense, a la anabaptista / comunidad menonita, y a la comunidad cristiana evangélica en Canadá. En su mejor expresión, la comprensión de la iglesia Hermanos Menonitas de Canadá está imbuida de una pasión por la misión, por la plenitud espiritual y la piedad individual combinada con una profunda preocupación por el bienestar físico y social de la nación y del mundo entero. La Iglesia de los Hermanos Menonitas en México 1 Hugo Zorrilla y Harold Ens E l interés por comenzar el trabajo misionero en México surgió muy tarde, a pesar de que está cerca de los Estados Unidos y de que muchos mexicanos viven del lado estadounidense de la frontera, y aunque algunos incluso trabajan para menonitas. La posibilidad de enviar misioneros a territorio mexicano no se vis¬ lumbró hasta la primera parte'de la década de 1950. Isaac Goertz, que tenía parientes en las colonias menonitas alemanas que habían emigrado de Canadá entre 1922 y 1927, se interesó en tal aventura. Inició la tarea misionera entre los menonitas pertenecientes a la antigua colonia y los grupos de Sommerfelder que se habían esta¬ blecido en los estados de Chihuahua y Durango. De las colonias menonitas al pueblo de México: 1950-1960 El trabajo en las colonias menonitas no fue fácil. La Junta de Sín¬ dicos Hermanos Menonitas en Nuevo Ideal adquirió una finca en Durango para que David H. Toews pudiera entrar como inmigrante para entablar relaciones con los menonitas alemanes. En 1950 se compró una clínica privada, en la que ejerció su labor evangeliza- dora Edna Thiessen. El ministerio no se desarrolló como se había esperado ya que hubo una considerable oposición a la labor de los misioneros, que eran vistos como una amenaza para los valores me¬ nonitas de la antigua colonia. 82 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" El trabajo entre los indígenas de México no sólo fue difícil porque se realizaba entre los católicos, sino también porque desde la revolución de 1914 el Estado mexicano tenía normas que restrin¬ gían la entrada de extranjeros, incluidos los misioneros. Pronto, sin embargo, los misioneros descubrieron que los mexicanos estaban mejor predispuestos para escuchar el mensaje del Evangelio que la gente de la antigua colonia. Tratar de trabajar con los mexicanos, sin embargo, trajo algunas complicaciones legales a los misioneros, y en 1953 se les ordenó abandonar el territorio mexicano. En 1955 fue fundada la Sociedad de la Amistad con el fin de cumplir con las formalidades legales requeridas para trabajar sin in¬ convenientes entre los mexicanos. Francisco Briones fue nombrado jefe de la organización. El trabajo demostró ser prometedor, porque en muchos pueblos del estado de Durango, se formaron pequeños grupos de creyentes. Se formó un Instituto Bíblico en el que llega¬ ron a participar hasta treinta alumnos. El emprendimiento prometía un futuro brillante para cubrir una gran necesidad. En 1954 y 1955 hubo un crecimiento significativo en el número de pastores sub¬ vencionados por la Junta de Misiones y Servicios (BOMAS), que incluyó a Anatolio Amaya de Nuevo Ideal, IM Alaniz, de Piedras Negras, Coahuila, Contreras Alemán de San Miguel de Camargo, Santiago Galindo, de Pinos Altos, Manuel Soria, de Benito Juárez, y Víctor González, de Esfuerzos Unidos. Sin embargo, el Instituto fue cerrado porque los extranjeros no tenían permitido enseñar. En esta primera década se realizó trabajo de divulgación en las peque¬ ñas ciudades y se proyectó la imagen de una empresa misionera paternalista de estilo americano que venía a comprar propiedades y que pagaba los salarios de los pastores. El liderazgo de las con¬ gregaciones no estaba preparado para asumir esa responsabilidad. Un caso algo diferente era el del Ministerio de IM Alaniz, en Piedras Negras, Coahuila. De origen metodista, adoptó la identidad de Hermanos Menonitas y trabajó agresivamente para evangelizar a la ciudad logrando establecer una iglesia activa, que, sin embargo, continuó siendo subvencionada directamente por BOMAS. Esta situación cambió cuando la agencia misionera decidió abandonar América del Norte: México 83 Piedras Negras en 1962 y dejó al pastor Alaniz en libertad para unirse a otra misión. Entre 1959 y 1960 no hubo misioneros, pero en varias ciuda¬ des el trabajo se desarrolló. Algunos misioneros que vivían cerca de la frontera en los Estados Unidos hicieron el trabajo misionero desde allí, así como lo hacían muchas otras misiones evangélicas. Desde el entusiasmo hasta el abandono: 1961-1970 Las leyes de México exigieron cambios en la manera de operar de los extranjeros, que no siempre sabían cómo desenvolverse en el territorio mexicano. No estaban plenamente conscientes de que los ciudadanos americanos necesitaban un permiso formal para traba¬ jar en México. Tampoco BOMAS sabía cómo proceder en circuns¬ tancias en que el Estado era oficialmente laico, pero en esencia, se identificaba con una cultura católica y mestiza. Otra organización que tuvo que ser creada para que la clínica pudiera seguir funcionando fue la sociedad civil. Pronto los intereses en conflicto y otras cuestio¬ nes crearon problemas entre los miembros de estas sociedades. En 1963 se formó la Conferencia de Iglesias Evangélicas de los Hermanos Menonitas en México, y en 1964 BOMAS cedió las propiedades de la misión a la Conferencia de México. El trabajo se expandió a muchas otras aldeas y a varios estados, sin embargo, la coordinación y el desarrollo normal de la obra fueron difíciles de lograr. Otro cambio estratégico que se produjo en la filosofía misio¬ nera tenía que ver con el comienzo del trabajo en las ciudades. En 1961, Dan y Eleanor Petker comenzaron un trabajo en la ciudad de Durango y cuatro años más tarde otro en Monterrey. En 1968, comenzaron a trabajar en Guadalajara dos parejas de misioneros, Willie y Betty Heinrichs y Richard y Delores Wiens. Como puede verse, las colonias menonitas no respondieron con mucho interés al esfuerzo misionero. Las congregaciones de Méxi¬ co estaban dispersas en una amplia zona que abarcaba un inmenso territorio entre los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y Durango y Jalisco. Sin un liderazgo fuerte y bien entrenado, la 84 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" obra estaba destinada a fracasar. El trabajo no estaba consolidado, ni siquiera había un programa de formación bíblica desarrollado en México. El ministerio de los menonitas no logró contextualizarse ni consolidarse. ¿Por qué se eligió Guadalajara para el trabajo urbano en 1969? Tal vez BOMAS quiso comenzar un trabajo en México con un en¬ foque misionero menos paternalista o, tal vez, fue una respuesta a las frustraciones experimentadas en el norte en los años anteriores. Poco a poco BOMAS parecía perder una dirección clara y los misioneros estaban dispersos en una amplia zona, a la vez que no se disponía del tiempo necesario para la consolidación y la madu¬ ración de las congregaciones. En 1969 se cerró la clínica en Nuevo Ideal, y BOMAS, frente a muchos conflictos y tensiones, decidió retirar los misioneros y salir de México. Un nuevo comienzo: 1970-1983 El trabajo en Guadalajara dio nueva vida a la estrategia misionera. Les lie y Erlene Mark habían estado trabajando en México durante muchos años con un enfoque más sensible, teniendo en cuenta la singularidad de la cultura mexicana. Se convirtieron en misioneros de BOMAS, y sus experiencias alentaron y fortalecieron el minis¬ terio de los Wiens, que se quedaron en México de manera indepen¬ diente. Durante algún tiempo la congregación de La Unida signifi¬ có un tipo diferente de modelo de testimonio de los menonitas en Guadalajara. Más tarde, más misioneros fueron enviados a esa ciu¬ dad pero no permanecieron por mucho tiempo. Juan Arjona, Dale Braun, Heidy Reimer, y Walter y Amelia Preza prestaron sus ta¬ lentos y lograron formar dos congregaciones en Guadalajara: La Unida y El Camino. La continua incertidumbre: 1984-2002 En 1990 había dos congregaciones en Guadalajara y una en Queré- taro. No existía ninguna organización nacional como la Conferen¬ cia de los Hermanos Menonitas. Por lo menos tres estilos de trabajo América del Norte: México 85 continuaban en México: el de BOMAS en Guadalajara, los ministe¬ rios de California dirigidos hacia Baja California, y los esfuerzos de cruzar la frontera en Texas, en cooperación con BOMAS. Aunque había unos 200 Hermanos Menonitas en México en 1990, estaban dispersos en diez congregaciones y en cuatro esta¬ dos diferentes: Baja California, Jalisco, Querétaro y Tamaulipas. Durante la década de 1990 se hicieron esfuerzos para plantar con¬ gregaciones Hermanos Menonitas en otras ciudades. Una pareja mexicana se trasladó de Guadalajara a la ciudad de León y logró plantar una iglesia. Durante un tiempo, una misión Hermanos Me¬ nonitas asociada y una variedad de equipos a corto plazo asistieron a este esfuerzo, pero la iglesia se volvió inestable cuando el pastor se fue. Otra pareja Hermanos Menonitas mexicana de Guadalajara se trasladó a la ciudad de Querétaro por razones de trabajo y co¬ menzó un estudio bíblico que parecía tener potencial para conver¬ tirse en iglesia. Una pareja de MBMSI con experiencia en Colom¬ bia fue designada para hacerse cargo de la obra. Prosperó durante un tiempo, pero finalmente declinó. Tres pequeñas congregaciones surgieron en la frontera de Texas como resultado de la extensión de las congregaciones tejanas. También surgieron tres congregaciones en Baja California, pero diversas dificultades condujeron a su des¬ integración en el año 2000. El extenso territorio, las limitaciones culturales de los misioneros, el reducido número de líderes, y la ausencia de un programa de capacitación para dirigentes, tomó la coordinación del trabajo en México en algo complicado y, con fre¬ cuencia, de corta duración. En 1992, Robert y Anne Thiessen fueron enviados por la Co¬ munidad de St. Ann's Church en Ontario a trabajar entre los pue¬ blos indígenas marginados del sur de México. Los Thiessen pasa¬ ron sus primeros tres años centrándose en el aprendizaje del idioma y la cultura y los años siguientes, en tres áreas en los bordes de las regiones tribales de los indígenas mixtéeos. El aprendizaje siguió siendo una ocupación principal y tuvieron la bendición de compar¬ tir las Buenas Nuevas del Reino en su lengua tonal y discipular a algunos líderes hacia respuestas autónomas a Dios. Algunas becas 86 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años " llegaron a las regiones de Guerrero, el estado en el que vivían los Thiessen. A través de la dispersión de estas personas, que buscaban trabajo, se logró entrar en contacto con la iglesia española. El grupo mixteco seguía esperando el Nuevo Testamento en su propio idio¬ ma, porque hasta ese momento sólo tenían el Evangelio de Lucas. El pequeño grupo de congregaciones entre los cien mil mixtéeos de Guerrero había sido expuesto a la cultura española dominante, y la lucha por la comprensión de la revelación de Dios tal como se transmite en un medio extraño, limitaba su propia respuesta; como resultado, muy pocas de estas congregaciones lograban reproducir¬ se. Este grupo se caracterizó por ser muy tradicional y animista y ha tomado en préstamo una serie de elementos extemos de la Iglesia Católica Romana. En consecuencia, no han sido muy receptivos a la iglesia evangélica. Los Thiessen decidieron permanecer allí para estudiar su forma de vivir y compartir el Evangelio del Reino. El resultado neto es que en un período de más de cincuenta años, se estableció más de una docena de grupos locales de creyen¬ tes Hermanos Menonitas mediante los esfuerzos de la misión. Sin embargo, pocas de estas comunidades indígenas llegaron a tener un liderazgo mexicano con apoyo a nivel local. Incluso aquellas que llegaron a establecerse por un tiempo reducido, declinaron gradual¬ mente hasta que sólo dos o tres podrían considerarse congregacio¬ nes Hermanos Menonitas organizadas. Una nueva visión: 2001-2010 En 2001-2002 los representantes de ICOMB y MBMSI realiza¬ ron una revisión conjunta de la labor de los Hermanos Menonitas en México. La visión de una conferencia más fuerte de Iglesias Hermanos Menonitas en México resultó en el envío de un equipo de misioneros a Guadalajara en el 2003. Sus prioridades estaban enfocadas en la plantación de una iglesia de clase media y en la formación de líderes, en lo cual pusieron gran empeño. En 2005, el equipo estuvo acompañado por Trevor y Joan Godard, misione¬ ros de Canadá con experiencia en Colombia. Más tarde llegaron también Jennifer Schmidt y Sandra Plett. A partir de un centro de América del Norte: México 87 capacitación en Guadalajara deseaban formar una misión, orien¬ tada especialmente a la juventud mexicana y a adultos jóvenes de otros países de América. Hoy en día existe un renovado esfuerzo por plantar congregaciones, discipular a los creyentes, y capacitar a los líderes. El trabajo sigue centrado en Guadalajara, enfatiza la evangelización y la plantación de iglesias y existen varios equipos de trabajo en las áreas circundantes. Hoy la Iglesia Hermanos Menonitas está activa en dos regio¬ nes de México: en el extremo noreste de los estados de Tamaulipas y Coahuila en la frontera de Texas y en el occidental estado de Ja¬ lisco, en la ciudad de Guadalajara. Guadalajara tiene reputación de ser una de las ciudades más importantes de la nación, y MBMSI ha establecido allí tres con¬ gregaciones que siguen desarrollándose. La Iglesia Internacional RETO, antes llamada Reino de Guadalajara, fue la primera iglesia plantada por MBMSI; actualmente está bajo la dirección de Alfredo Beltrán, de Colombia y tiene una asistencia dominical promedio de más de cincuenta personas. La Iglesia del Buen Pastor fue plantada por el misionero Walter Preza, de MBMSI y es pastoreada actualmente por Emilio Iñiguez. Dos servicios se llevan a cabo cada domingo con una asistencia que oscila entre cuarenta y cincuenta personas. La tercera iglesia plantada por MBMSI, la Casa de Dios, se formó bajo el liderazgo del difunto misionero Ben Wedel. La visión de Ben de plantar una iglesia en este barrio continúa fuerte entre la congregación y produce un nuevo despertar en la ciudad. La iglesia Casa de Dios se encuentra actualmente bajo la dirección del Pas¬ tor Ismael Ramírez y cuenta con una congregación de aproximada¬ mente 75 personas. En Tamaulipas existen dos congregaciones, una en la ciudad de Reynosa y otra en un pueblo llamado Maguelles. Estas congre¬ gaciones tienen presencia pastoral y están en proceso de ser reco¬ nocidas como congregaciones establecidas. La formación de estas congregaciones en la década de 1970 fue resultado directo de la inspiración de Dios y del obrar de los Hermanos Menonitas en el La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años ” sur de Texas, en particular, de la misión de Texas, en La Grulla. La iglesia Maguelles está situada en un entorno rural y tiene una pe¬ queña congregación conformada por unas quince o veinte personas. Los esfuerzos misioneros de MBMSI también han resultado en una congregación ubicada en la ciudad de Piedras Negras, en el estado de Coahuila, cerca de la frontera de Eagle Pass, Texas. Debido al permiso de Pastor Alaniz, la iglesia ha pasado por una serie de dilicultades. Actualmente está bajo la dirección de su hija, Esmeralda Alaniz, y su familia, quienes están orando para que la iglesia se afirme y establezca. La Iglesia de los Hermanos Menonitas en México parece en¬ trar en una nueva era, hay un renovado compromiso con el trabajo y una fe firme de que Dios prosperará la obra de modo que la iglesia crezca en número y en madurez. NOTAS ' Tomando del material inédito de Hugo Zorrilla, “Panama and México”, y Harold Ens, "Forty years of Change in MB Mission, 2006”. (usado con permiso). La Iglesia de los Hermanos Menonitas en Panamá 1 Hugo Zorrilla y Harold Ens L a Iglesia Hermanos Menonitas en Panamá comenzó como extensión y como fruto de los primeros trabajos misioneros entre los indios Choco en Colombia. Entre 1955 y 1957, mientras estaban en Colombia, Jacob Loewen y David Wirsche comenzaron un trabajo lingüístico con los indios Wounaan de “El Choco”. La intención era evangelizar unos 20.000 chocoes que co¬ menzaban a emigrar hacia Panamá, donde ya se habían estableci¬ do 4.000. Como la iglesia Católica declaró la región Choco como “territorio misionero”, según el acuerdo con el gobierno colombia¬ no, el trabajo de los misioneros protestantes se dificultó, pero la emigración indígena hacia Darien, en Panamá, abría nuevas posi¬ bilidades de trabajo. Loewen y Wirsche comenzaron un esfuerzo de alcance a lo largo del río Jaque. La historia de los inicios de ese trabajo ha sido descripta como un acercamiento a las misiones por parte de “misioneros no residentes”. Después de considerables deliberaciones por parte de la Junta de Misiones y Servicios (BOMAS por sus siglas en inglés), el tra¬ bajo en Panamá comenzó con preocupación, a causa de la arbitraria división de límites entre los dos países. En 1957 habían comenzado conversaciones con dos organizaciones misioneras: la Iglesia Cua¬ dranglar y la Misión Nuevas Tribus, que ya estaban trabajando en Darien. En 1959, los Loewen y los Wirsche dirigieron un taller 90 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años” de literatura con un grupo de individuos de las tribus Wounaan y Einbera, en sus respectivos idiomas, wounmeu y embera. Esta ex¬ periencia les proporcionó un sentido de dignidad, porque ahora po¬ drían leer en su propio lenguaje, además del español, y aprenderían la Biblia en el proceso. La necesidad de testimonio cristiano entre los panameños de raza negra también era evidente en villas tales como las que estaban junto al río Jaque, de Darien, donde en 1961 se inició una congregación, a consecuencia del esparcimiento del evangelio desde las comunidades Wounaan en los ríos Chitóla y Tuira. Jacob Loewen comenzó a trabajar inmediatamente en la tra¬ ducción del evangelio de San Marcos, mientras David Wirsche inició un programa literario piloto entre los indígenas adultos. Es interesante destacar que, desde el inicio, el trabajo en Panamá tuvo algunas características muy especiales. Por una parte, BOMAS no se acercó al trabajo de una manera paternalista, quizá porque sus estrategias misioneras tenían que relacionarse con el contexto de una población con una cultura casi desconocida. Por otra parte, el gobierno panameño sospechaba de todos los norteamericanos, por¬ que la zona del canal era considerada un símbolo del colonialismo estadounidense y los líderes aborígenes miraban con cautela cual¬ quier decisión que afectara la autonomía cultural de los Darien. Es¬ fuerzos previos instalaron las bases para trabajos misioneros menos paternalistas, donde los indígenas fueran sujetos activos de su pro¬ pia cultura. Además, el programa literario en español, promovido por el gobierno, no había tenido mucho éxito, sino que alienó a los indígenas de su propia cultura, que no era la española. Las primeras experiencias en Colombia habían enseñado va¬ rias lecciones a los misioneros. Se buscó y se obtuvo permiso del gobierno panameño para desarrollar un programa literario que no destruiría las culturas aborígenes. Los programas literarios y de en¬ señanza guiaron a los misioneros a preparar un grupo de líderes que se volverían maestros en sus propias villas. De hecho, los misione¬ ros no permanecían en la región por mucho tiempo, ni se establecía una relación paternalista con la gente del Darien. En este sentido, el trabajo misionero adoptó un acercamiento cultural y antropológico América Central: Panamá 91 más sensible, basado en la presunción de que los propios aboríge¬ nes estaban mejor equipados para trabajar entre su propia gente. Este principio básico y tan elemental había sido dejado de lado en otros países. A causa de las características del trabajo, el ministe¬ rio misionero era especializado y limitado. La presencia misionera en las villas consistía principalmente en consultas e intentos por aprender el lenguaje. El programa para enseñar a leer a los indígenas en su propio lenguaje, comenzó con historias bíblicas. Entre los estudiantes esta¬ ban: David Rano, Amovio Salió, Maurico Panezo, Cornelio Cabre¬ ra, Aureliano Sabugara, Serapio Tacomo, Carpió Dorisaben, Elicio Caisano, Lorenzo Paripari, Daniel Osorio y Jesús Reyes. Ellos re¬ presentaban a las comunidades de Jaque, Yaviza, El Mamey, Lucas e inmigrantes de Noanama desde Choco, Colombia. En 1960 un líder de Jaque, Aureliano Sabugara, fue hasta Hillsboro, Kansas, para ayudar a Jacob Loewen en las correcciones y mejoramiento de la traducción del evangelio de San Marcos y de Hechos 1 al 15. Cuando regresó, se convirtió en líder y organizó una nueva congregación con 33 creyentes. Esta congregación en¬ vió misioneros a Colombia para alcanzar a otros indígenas con el evangelio. Muchas familias habían emigrado desde el Choco hasta Da- rien y ahora podían ser alcanzadas con el evangelio. Este era el caso de 19 familias Wounaan, que se habían establecido a orillas del río Chitota. Otra congregación se desarrolló allí, gracias al testimonio de los creyentes de El Mamey y del misionero Glenn Prunty. En 1962, gracias al ministerio de los Prunty, se desarrolló un notorio interés en la evangelización en español a los latinos y pana¬ meños de color. Bajo liderazgo indígena, la comunidad cristiana se esparció a lugares como Chitota, Lucas y El Mamey, que tenían es¬ cuelas y cuatro maestros. En 1964, los líderes Aureliano Sabugara y Jesús Reyes manifestaron interés en el entrenamiento de líderes, esperando convertirse ellos mismos en traductores. El misionero Jim Harrison llegó para ayudar en el programa de entrenamiento para maestros, en el área de Jaque. Los jóvenes esta¬ ban dejando sus villas para ir a la ciudad de Panamá y obtener edu- 92 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años " Batalla espiritual Dos grupos de indígenas se habían reunido en una casa. El curandero estaba invitando a los espíritus tradicionales para festejar con comida y licor. Al ser apaci¬ guados, ellos debían conceder fa¬ vores a dos jóvenes que viajarían a una comunidad distante. Otro grupo, de creyentes en Cristo, se apiñó alrededor de una anciana del asentamiento. La abuelita sufría increíble¬ mente debido a lo que aparen¬ temente era una obstrucción de los intestinos. Todos los intentos humanos había fallado y la cirugía que se requería no estaba a su alcance. Las prime¬ ras oraciones no habían sido respondidas, así que la rodea¬ mos en intercesión, esperando el final de su viaje. El canto del curande¬ ro hacía que la abuelita se agitara. Mientras sus ruegos se incrementaban en intensi¬ dad y volumen, los espasmos de la abuelita se hacían más frecuentes y terriblemente vio¬ lentos. Nuestras oraciones se hacían más fervientes. Abruptamente, la ceremo¬ nia finalizó. “Los espíritus no desean venir ¿Otra vez?”, dijo el curandero. Inesperadamen¬ te, la abuelita quedó quieta y relajada. ¿Se había ido?. No, tan solo estaba durmiendo. Por años, ella glorificaba a Dios con su testimonio, siempre seguida de un coro de alaban¬ zas de agradecimiento. Hería Voth cación superior. Aquí Jim Harrison su¬ pervisó y ayudó a jóvenes, tales como Chindio Peña, quienes se encontraban enfrentando los desafíos de conocer y adaptarse a otra cultura. Nuevos estu¬ diantes como Jorge Pedroza, Galigo Ismare, Comelio Cabrera, y Gaitán Chamarra, se enrolaron en el programa de entrenamiento para maestros. En 1969 todavía no estaba bien claro cómo debía manejarse el trabajo en Panamá. Había menos misioneros y no tenían mucho poder de decisión, además, sólo hacían visitas ocasiona¬ les. El liderazgo aborigen abría nuevos campos, construía edificios y se movía libremente en su propio ambiente. BO¬ MAS, por consiguiente, no considera¬ ba a Panamá como un campo misio¬ nero regular, sino como una extensión del trabajo comenzado en Colombia. Quizá es por esto que los misioneros de Colombia visitaron el Darien (por ejemplo, V. Reimer y W. Quiring) y se pensó que el trabajo en Panamá podía ser implementado con pastores colombianos. Afortunadamente, esto no prosperó y el trabajo en el Darien continuó bajo la dirección de los líde¬ res wounaan y embera. BOMAS tam¬ poco definía su relacionamiento con el misionero Prunty, quien en muchos aspectos era un pionero del trabajo de evangelización en el Darien, y ahora trabajaba en cooperación con BOMAS como misionero independiente. América Central: Panamá 93 La agenda para Panamá en la década del 70 consistió en un acercamiento holístico a la evangelización, continuando el minis¬ terio de educación para adultos, el entrenamiento de maestros, las traducciones y la enseñanza bíblica, así como el desarrollo de la base socioeconómica. Los extranjeros determinaban lo que debía hacerse. Ellos estaban allí para servir y para brindar asistencia a los líderes nacionales. En este sentido, el Comité de Campo Misionero (Field Missionary Committee, en inglés) actuaba con prudencia. El trabajo de Jacob Loewen y David Wirsche fue suplementado por la llegada de John y Janice Goertz. En 1971, Chindio Peña comenzó a traducir varios libros del Nuevo Testamento y revisó el diccionario Wounaan. Paralelamente, existía un continuo desarrollo del liderazgo en las dos culturas abo¬ rígenes del Darien. Personas y entidades interesadas en la zona del Canal, ayudaban financieramente al desarrollo del proyecto entre los indígenas. En 1970, la Iglesia Evangélica Unida (IEU) fue incorporada a Panamá. Se consolidaron nuevas congregaciones gracias a líderes como Hugo Chamarra, Agustín Membora y Albenico Puchicama en Vuelta Grande; Galigo Ismare y Toño Peña en Arusa; Chindio Peña, Edgart Chamarra, Leustriano Mepaquito, Euntio Cheucara- ma en Chitóla; Leru Peña, Fabio Teucama en Maje; Aureliano Sa- bugara y Alirio Osorio en El Mamey; Maximilo Zarco y Agustín Zarco en Lucas; Abel Ginguimia en Bidoquera. En 1971, la iglesia realizó la primera convención en Chitota, con Chindio Peña como su primer presidente. En esta convención, la iglesia aprobó un plan de diez años para entrenar a maestros indígenas para las escuelas de las comunidades Wounaan y Embera. John y Janice Goertz desarro¬ llaron materiales, realizaron seminarios y promovieron el proceso. La Iglesia Evangélica Unida invitó a la misionera Hería Voth, quien había tenido considerable experiencia en el Choco, Colombia, para ayu¬ darlos en el programa sanitario. Los Goertz, junto con Agustín Membora y Chafil Cheucarama, continuaron preparando historias bíblicas del An¬ tiguo Testamento en el lenguaje wounmeu. Restaba mucho trabajo por hacer en esta cultura, ya que el 75% de los wounaan habían inmigrado desde las junglas de Choco, Colombia hasta el Darien en Panamá. 94 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Dos cosas sobresalen en lo que respecta al avance de las cul¬ tura Wounaan y Embera. Primero, el relacionamiento entre los mi¬ sioneros y los líderes nacionales se caracterizó por la prudencia y el servicio. Evitaron los acercamientos colonialistas o paternalistas, se habían producido en muchas otras culturas. El ministerio que llevaron adelante John y Janice Goertz y Harold y Helen Ens, quie¬ nes llegaron en 1978, se hizo con respeto y diálogo fraternal con los indígenas. Estos misioneros se hicieron accesibles, mientras promovían el desarrollo humano y la integridad cristiana entre la gente del Darien. En segundo lugar, mientras se desarrollaba y so¬ lidificaba el programa de entrenamiento para maestros, en adición al español se utilizaban las traducciones en los dos lenguajes de la región. Como resultado, la comunidad descubrió en el evangelio la identidad perdida y un diseño que los hizo sentir orgullosos en su propia cultura. Esto los impulsó a crear dos institutos para entrenar a su propia gente en los lenguajes wounmeu y embera. La publicación del Nuevo Testamento Wounmeu fue, sin lugar a dudas, un hito fundamental para la vida de la iglesia. A los ojos de los panameños y de los creyentes de Centroamérica, ahora ellos eran admirados y recibían reconocimiento como pueblo que era ca¬ paz de superar sus obstáculos. Pero el laborioso trabajo de traducir materiales e historias bíblicas continuó. Además de la traducción del Nuevo Testamento al wounmeu, también se necesitaba la Biblia en el lenguaje embera. Estos materiales ayudaron grandemente a la extensión del evangelio entre las comunidades indígenas. Los diversos ministerios se extendieron a otras comunidades y la iglesia envió misioneros para evangelizar a los indígenas que todavía estaban en Choco, Colombia. Comenzaron así comunida¬ des de fe en nuevas localidades como Canaán, Sinaí, Copeti, Aruza, Peña, Pena Vijagual, El Salto, La Caleta, Comunidad de los Monos, Puerto Lara, Maje y Platanares. Durante los años en que Harold y Helen Ens trabajaron en Panamá, coordinaron el desarrollo de proyectos que habían sido aprobados por la MBM/S y financiados por el gobierno canadiense. Proveyeron para la construcción del centro estudiantil, y otorgaron becas vocacionales y para la escuela secundaria a jóvenes wounaan América Central: Panamá 95 y embera, Además, proveyeron para programas de extensión, sani¬ tarios y agrícolas en las villas. Su trabajo fue realizado en compa¬ ñerismo con el liderazgo de la Iglesia Evangélica Unida. Reuniones anuales a las que asistían personas de las diversas villas, se convir¬ tieron en el foro primario en el cual los locales se involucraban para dar dirección a las varias fases de los proyectos de desarrollo. Desde el principio, la educación fue un componente principal en los esfuerzos misioneros de los Hermanos Menonitas en Pana¬ má. Se pidió a las diez congregaciones de las villas que seleccio¬ naran a un joven que pudieran enviar a la ciudad de Panamá a una escuela vocacional del gobierno para ser entrenado en el área de la construcción. A finales de 1978, diez hombres estaban viviendo en una vieja casa, propiedad de Juan Díaz y asistiendo a clases. Un contratista panameño, quien también enseñaba en la escuela voca¬ cional, se comprometió para supervisar la construcción del nuevo centro estudiantil. Los diez estudiantes realizaron la mayor parte del trabajo de construcción. Con la habilidad de construir bloques de concreto, que habían aprendido en clase durante ese año, com¬ pletaron los tres departamentos de la primera fase. Un año después, construyeron siete departamentos más en la propiedad de Juan Díaz, lo que completó los planes originales para el centro estudian¬ til. Durante los siguientes veinte años muchos estudiantes de las villas Darien vivieron en esos departamentos mientras terminaban su secundaria, la escuela bíblica o incluso la universidad. Como la educación secundaria estaba disponible en un pue¬ blo Darien llamado Yaviza, las congregaciones pidieron ayuda para construir otro centro estudiantil allí. Cuando se aseguró el financia- miento, se adquirió la propiedad. Jorge Pedroza sirvió como jefe de equipo para la primera fase de la edificación y continuó sirviendo en ese rol durante varias fases de la construcción en Yaviza, no solamente para el centro estudiantil, sino también para un taller de entrenamiento vocacional y una clínica contra la tuberculosis. En una fase posterior también se construyó un edificio adicional para acomodar oficinas, salas de huéspedes y una amplia sala de reunio¬ nes en el centro Juan Díaz. 96 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo. “Celebrando 150 años” Quizás las actividades más satisfactorias en lo que respecta a las becas educacionales que fueron parte del proyecto de desarro¬ llo, fueron las destinadas a entrenar profesores elementales para las villas Wounaan y Embera. El trabajo literario para adultos, original de los misioneros pioneros en Panamá, había guiado a que se hi¬ ciera un pedido al gobierno panameño para que proveyera escuelas para los niños en las villas. En 1978, estas escuelas se habían esta¬ blecido en la mayoría de las villas, pero los resultados eran bastante pobres. Los profesores, panameños “latinos”, eran enviados a estas remotas localidades, con escaso o nulo conocimiento del lenguaje y la cultura indígenas. A menudo eran atacados por la soledad y/o por enfermedades y pasaban gran parte del año escolar fuera de clases. Con esto, los niños tenían gran dificultad incluso para aprender a leer y estaban escasamente preparados para ingresar a la escuela secundaria en Yaviza. Utilizando becas provenientes del financiamiento del proyec¬ to, cada año se seleccionó hombres y mujeres jóvenes de las villas Embera y Wounaan para la convención de la IEU, para recibir pre¬ paración para la enseñanza. La mayoría regresaba a sus villas del Darien como maestros, aunque algunos también se involucraron en negocios, política y otros roles de liderazgo. La educación elemen¬ tal en las villas progresó grandemente gracias a este esfuerzo. Durante los primeros años del proyecto de desarrollo, John Goertz siguió viniendo a Panamá varias veces cada año para dirigir seminarios para líderes de iglesia. Esto ayudó a proveer un buen balance en los ministerios. De todas maneras, cuando sus visitas terminaron, parecía que los aspectos sociales del proyecto de de¬ sarrollo. estaban en peligro de ahogar la pasión espiritual y la vi¬ sión evangelística de las congregaciones en las villas. Harold Ens, por consiguiente, comenzó a pasar una porción de su tiempo en el mentoreo de pastores y la provisión regular de seminarios para los obreros de las iglesias en las villas. Agustín Membora, un pastor wounaan comprometido se con¬ virtió en el primero en acceder a un entrenamiento teológico formal en el Seminario Bautista, cerca de la ciudad de Panamá. Narciso Pacheco, de la rama embera de la iglesia, se unió a él en el semi- América Central: Panamá 97 nario algo después y ambos se graduaron allí. Más tarde, los dos activaron en las “Campañas Unidas” en las villas del Darien. Estas incluían un componente evangelístico, que Agustín y Narciso lide¬ raban; un componente que incluía salud y control de tuberculosis, liderado por uno de los obreros sanitarios de la villa; y un compo¬ nente agrícola. Las mencionadas campañas dieron como resultado el inicio de varias congregaciones nuevas en las villas. El entrenamiento de obreros nuevos y existentes de la IEU continuó por varias corrientes. Al menos una vez al año, Ens pro¬ veía un seminario de una semana acerca de la interpretación de la Biblia, predicación u otro tópico, que se desarrollaba tanto en el centro Yaviza como en el Juan Díaz. Varios de los líderes más jóve¬ nes asistieron al Seminario Bautista. Luego, a comienzos de 1983, un programa anabautista de entrenamiento por extensión, de origen guatemalteco y conocido como SEMILLA, se volvió parte vital de la preparación de los nuevos líderes eclesiales. De esta manera los hermanos comenzaron a relacionarse con el mundo más amplio de la familia menonita. Se abrieron nuevos horizontes con la posibili¬ dad de implementar cursos en los institutos del Darien. En el centro Juan Díaz, en la ciudad de Panamá, había una concentración de estudiantes que estaban adquiriendo conocimientos en desarrollo social, que podrían ser aplicados a las comunidades del Darien. Todas estas oportunidades de capacitación se llevaban a cabo en español. Para 1985, surgió la visión de comenzar escuelas bí¬ blicas en las villas, a un nivel más básico pero utilizando los dos lenguajes indígenas. Estas escuelas proveyeron un entrenamiento básico, que en algunas maneras era más consistente con los prime¬ ros métodos utilizados por los misioneros pioneros de los Herma¬ nos Menonitas en Panamá. Parte del proyecto de desarrollo se relacionaba con la salud pública. La enfermera canadiense Herta Voth desempeñó un impor¬ tante papel en esta área. Herta conocía a Dios como el sanador y veía a la medicina como uno de los tantos instrumentos que El po¬ día usar. Ella siempre oraba antes de aplicar una inyección. Varios jóvenes fueron seleccionados para ser entrenados como coordina¬ dores de programas de salud, en programas del gobierno. 98 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" En adición a lo que respecta al área sanitaria, una meta pri¬ maria del programa era controlar la incidencia y expansión de la tuberculosis, ampliamente difundida en las villas Embera y Wouna- an. En las primeras etapas, Herta y los otros trabajadores sanita¬ rios viajaron a las villas para identificar y tratar a las personas con tuberculosis. De todas maneras, como el tratamiento involucraba medicación a largo plazo y este acercamiento ofrecía una mínima posibilidad de seguimiento, no fue de mucho éxito. Esto llevó al establecimiento de la clínica de tuberculosis en el centro eclesial de Yaviza. Un grupo de casas de estilo indígena también fueron construidas junto a ella. Pacientes con tuberculosis eran llevados a Yaviza y monitoreados en el Centro durante los primeros meses de su tratamiento. Debido a esto aumentó el porcentaje de cura y hubo mayor número de oportunidades para ministrar espiritualmente a los pacientes durante su estadía en el centro. Otras misioneras en¬ fermeras del MBM/S continuaron con este ministerio después de la partida de Voth. El componente agrícola del proyecto logró algunos éxitos limi¬ tados, que no cambiaron fundamentalmente las prácticas agrícolas de subsistencia de los pobladores de las villas. Al inicio, el enfoque estaba en mejorar el potencial de comercialización de la producción de plátanos, un tipo de bananas. Pero la falta de una comunicación adecuada con las villas fue un factor fundamental que causaba la pérdida de mucho de lo que ellos producían, antes de que pudiera llegar al mercado en la ciudad. Luego se introdujeron algunas tecno¬ logías que marcaron una diferencia. Con los nuevos instrumentos de comunicación, tanto el marketing de los productos como la comu¬ nicación para otras necesidades urgentes mejoraron enormemente. Los obreros Angus y Lavem Pratt, de la MBM/S, se unieron al equipo para liderar un programa para introducir nuevos méto¬ dos agrícolas en las villas. Fueron creadas algunas pequeñas gran¬ jas modelo, donde se intentó innovar tipos de semillas, técnicas de siembra y métodos de crianza de animales. Si bien estas granjas tuvieron algún éxito en incrementar la producción e incluso en lo¬ grar ingresos extra, pocos de los métodos intentados se convirtieron en práctica regular de los granjeros en las villas. Un proyecto rela¬ cionado, que Angus introdujo, fue el de pozos de agua con bombas América Central: Panamá 99 manuales para la villa. Esto proveyó agua limpia, como alternativa al agua contaminada que se obtenía del río cercano a las villas. Otros dos aspectos del trabajo fueron particularmente gra¬ tificantes: Helen Ens había comenzado a ejecutar la guitarra en Colombia y trajo su guitarra a Panamá. Pronto, un número de es¬ tudiantes vocacionales le pidió que les enseñara a ejecutar el instru¬ mento. Se adquirieron varias guitarras económicas y ella comenzó a dar clases en el centro Juan Díaz. Para el final de la primera clase, los estudiantes habían aprendido los dos acordes básicos necesa¬ rios para ejecutar un coro muy conocido en español, denominado: “Alabaré”. Como los Embera y Wounaan aprendían mejor “ha¬ ciendo”, practicaban intensamente y en un año muchos de ellos ya ejecutaban bastante bien. Finalmente, el uso de las guitarras en la adoración se expandió ampliamente en las congregaciones Darien. Un joven hombre Wounaan completó un programa musical de nivel universitario y no sólo ejecutó bien la guitarra sino que también compuso música indígena. Otro ministerio nuevo que se inició fue el de un grupo juvenil en Juan Díaz. En la cultura tradicional de las villas, la etapa de ado¬ lescencia era en realidad casi inexistente. Los jóvenes se convertían en adultos poco después de la pubertad, se unían en matrimonio y comenzaban a formar y sostener una familia. El primer grupo de estudiantes vocacionales, a pesar de que tenían 16 o 17 años de edad, en su mayoría ya tenía familia. Pero seis años más tarde había estudiantes en Juan Díaz que tenían esa edad o más y todavía per¬ manecían solteros. El grupo juvenil se convirtió en un medio para enseñarles acercamientos bíblicos y prácticos para la vida como adolescentes solteros. Durante una visita a una villa del Darien realizada por un equipo de misiones a corto plazo proveniente del Tabor Collage en ocasión de una convención anual, un joven Embera, Rigoberto De- gaiza, se interesó en realizar estudios en Norteamérica. Por medio de las conexiones con el Programa de Intercambio de Visitantes de la MCC, Rigoberto fue aceptado para pasar un año en los EE.UU. Más tarde, fue aceptado como estudiante en el Fresno Pacific Colla- ge, en Fresno (California), donde completó la carrera de adminis¬ tración de empresas. A su retomo a Panamá, fue nombrado director 100 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" del proyecto de desarrollo de la IEU, cargo en el que permaneció durante varios años. Por el año 1985, comenzaron en la IEU algunas discusiones para emprender un esfuerzo de plantación de iglesias en la ciudad de Panamá, que incluyesen también a gente de la cultura paname¬ ña mayoritaria, pero no fue sino hasta 1990 que este esfuerzo se concretó, bajo el liderazgo de una pareja hondureña, José y Suyapa Pérez, que vivía en ciudad de Panamá en esa época. Sus esfuerzos llevaron a la formación de un pequeño grupo de creyentes, conoci¬ do como la Comunidad de Fe, que se reunía en su hogar. Diversos factores, incluyendo la invasión de Panamá por parte de militares estadounidenses, afectaron el crecimiento de esta nueva iglesia. Para 1994, se hizo evidente que el esfuerzo no era viable y se deci¬ dió cerrar la obra. Algunos años más tarde, un número de congrega¬ ciones pequeñas de la IEU surgió en los suburbios orientales de la ciudad de Panamá, pero estas servían estrictamente a los Wounaan y a los Embera. Muchos se habían mudado cerca de la ciudad hu¬ yendo del incremento de la violencia en el Darien, que siguió a la invasión norteamericana. Por un lapso aproximado de ocho años luego de la partida de los Pérez, la iglesia panameña nuevamente estuvo sin misioneros residentes de la MBMSI, incluso en la ciudad de Panamá. Los pe¬ didos de la IEU a la oficina de la MBMSI se sucedieron, solicitando presencia misionera en Panamá. Había interés especial por un obre¬ ro que trabajara en el desarrollo de líderes de iglesia entre las gene¬ raciones más jóvenes de Wounaan y Embera, pero varios intentos de reclutar este tipo de trabajadores en Norteamérica fracasaron. En 2004, Einer y Girleza Zuluaga, de Colombia, fueron citados en compañerismo con la Conferencia Colombiana. Ellos están traba¬ jando en Juan Díaz, en un ministerio de entrenamiento en discipu¬ lado y liderazgo con los grupos Embera y Wounaan y la IEU. NOTAS ’ Parte del material de este capítulo corresponde a un manuscrito no publicado de Hugo Zorrilla (Panamá y México) y de Harold Ens “Forty years of change in Mennoni- te Brethen Mission, 2006”. (usado con permiso). La Iglesia de los Hermanos Menonitas en la India I.P. Asheervadam L a misión Hermanos Menonitas comenzó con misioneros Hermanos Menonitas provenientes de Rusia. La Iglesia Hermanos Menonitas de la India se enorgullece de haber sido el primer campo que recibió la atención de los misioneros Her¬ manos Menonitas. Durante la primera mitad del siglo XX casi todo el trabajo del distrito Mahabubnagar quedó bajo la administración misionera. Hoy, la Conferencia India de la Iglesia Hermanos Me¬ nonitas (IMB) es una de las conferencias más grandes de la Comu¬ nidad Menonita Mundial. Los últimos 120 años de misión y de ministerio de la Iglesia Hermanos Menonitas en India han sido testigos de tiempos tan fas¬ cinantes como frustrantes. Este ensayo breve explorará los contex¬ tos históricos y culturales que han servido para dar forma a la vida y la fe de la Iglesia Hermanos Menonitas en la India. En particular, hará hincapié en algunos asuntos socioculturales que la iglesia ha tenido que enfrentar y a los cuales ha respondido. Trasfondo histórico El primer misionero Hermano Menonita a India, Abraham Friesen, llegó a Hyderabad procedente de Rusia en 1889, menos de trein¬ ta años después del nacimiento de los Hermanos Menonitas como denominación nueva en Rusia. Diez años después, misioneros 1 04 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” Hermanos Menonitas estadounidenses, por invitación de Abraham Friesen y de los bautistas con quienes trabajaba, llegaron también para servir al pueblo de habla teluga de Andhra Pradesh. Los mi¬ sioneros estadounidenses Hermanos Menonitas decidieron trabajar independientemente en y alrededor de lo que hoy es el Distrito Ma- habubnagar en Andhra Pradesh. Pronto alcanzaron éxitos notables entre los Dalit de esa área, los cuales conformaban un noventa y nueve por ciento de los que se agregaron a la Iglesia Hermanos Menonitas 1 . Como muchos otros misioneros pioneros en la India, los pri¬ meros misioneros Hermanos Menonitas no entendían los asuntos socio-religiosos y culturales complejos de este país, particular¬ mente los relacionados con las castas y los “intocables”. Siglos de costumbres y creencias bien arraigadas eran parte del sistema re¬ ligioso hindú. Estas costumbres incluían el casamiento de niños, la poligamia, el infanticidio, el sati, la práctica de colgarse de un gancho, la idea de que la educación no necesariamente corresponde a las niñas, la superstición, el sistema de castas, y la práctica de los “intocables”. El sistema indio de castas y la intocabilidad son, tal vez, los rasgos que más necesitan entenderse en relación a la conversión de los Dalit en India. Este grupo constituye entre 70 y 75 por ciento de la población cristiana india, aproximadamente 90 por ciento de la población cristiana en el estado de Andhra Pradesh, y como ya se ha mencionado, cerca del 99 por ciento de la membresía de los Hermanos Menonitas. La palabra “casta”, derivada del portugués, significa especie, raza o clase. Varna (color) y jati son términos indios que a veces se traducen como “casta” y “subcasta”. El sistema indio de castas, uno de los sistemas de jerarquía social más firmes y duraderos del mun¬ do, ha sobrevivido a través de los siglos venciendo mucha oposi¬ ción. Entre otras razones, eso ha sido porque las escrituras hindúes y los brahmanes afirman que las castas son creación de Dios, y por ende un orden divino. La casta abarca un ordenamiento complejo de grupos sociales en base a la pureza ritual. Aunque sistemas de desigualdad social se encuentran en todas partes del mundo, quizá Asia: India 105 en ninguna otra parte la desigualdad ha sido construida tan elabo¬ radamente como en la India. En la sociedad hindú, la casta es el factor más poderoso, tan poderoso que hasta determina la dignidad y la identidad de una persona. El sistema de castas se entiende reli¬ giosamente a través de la interpretación hindú de la reencarnación y del Karma, según los cuales las acciones correctas se premian, las acciones erradas se penalizan, y las acciones buenas y malas se asocian con el estado social del individuo. Una persona es miembro de la casta en la cual nace, y perma¬ nece dentro de ella hasta morir. Es decir, el nacimiento determina la casta. La posición de casta no puede alterarse ni por el talento ni por la riqueza de una persona. Las cuatro vamas, o categorías amplias de castas, de arriba abajo, son: 1) los Brahmins (sacerdotes y maestros), 2) los Ksyatriyas (gobernadores y soldados), 3) los Vaisyas (mercaderes y comerciantes) y 4) los Shudras (trabajadores y artesanos). Dentro de los cuatro vamas principales, hay miles de sub-castas, o jatis, o conjuntos de jatis, que generalmente se casan dentro de sus mismos subgrupos. Tienen también divisiones ocupa- cionales, sectarias y regionales. Los miembros de los cuatro vamas principales generalmente se refieren a sí mismos como los “hindúes de casta”. Son los que se encuentran en el sistema de castas estable¬ cido por los antiguos textos sagrados de los hindúes. Una quinta categoría, que está por debajo del orden de vama, es la categoría antes conocida como los “intocables”, ahora más bien conocidos como “los Dalit”. Se esperaba que los Dalit hicieran todo el trabajo penoso de las aldeas, todo lo que los otros no querían hacer, trabajos como barrer las calles, servir a la gente de la casta (como esclavos), quitar los cadáveres de animales muertos, hacer artículos de cuero y cavar las tumbas. Debido a la naturaleza de su trabajo, los intocables eran en todo momento considerados “inmen- cionables”, “indignos de ser vistos”, “no acercables”, y hasta “no pensables” . En ciertos lugares, se esperaba que los Dalit mantuvieran una distancia de 20 metros de los Brahmins, y 10 metros de la otra gente de casta. Se les negaba acceso a lugares y pozos públicos y no se les permitía entrar a las colonias de la gente de casta. Cuando ca- 106 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" minaban por las calles públicas, a veces se les exigía atar una hoja de palmera a la cintura para borrar sus pisadas y atarse una vasija al cuello para escupir, y así no contaminar la aldea. Las mujeres Dalit no podían usar tela por encima de la cintura ni debajo de la rodilla. El notable teólogo Dalit, A. P. Nirmal, escribió una vez que los Dalit no solamente eran “no gente,” a los ojos de la gente de casta, sino que también eran “no humanos” 2 . Económicamente los Dalit eran pobres porque eran fundamen¬ talmente esclavos sujetos a maestros a quienes servían generación tras generación. La paga que los Dalit recibían era parte de lo cose¬ chado en tiempo de cosecha. En las sequías y hambrunas eran los primeros que sufrían. John E. Clough, misionero pionero bautista en Ongole, Andhra Pradesh, escribió una vez, “Pasar hambre mu¬ chos días al año producía una disposición a comer lo que ningún otro tocaría. La consecuencia fue que los hombres y las mujeres tenían sangre envenenada en sus venas. Los niños estaban repletos de llagas” 3 . En cuanto a la religión, los Dalit tenían prohibido entrar en los templos hindúes. Los brahmanes no les servían como sacerdotes. Mucho ha cambiado con el transcurso de los años. Los estilos de vestimenta en todos los niveles son muy diferentes ahora de lo que eran. Hoy la India exporta comida. A comienzos del siglo XX un movimiento se rebeló contra la discriminación religiosa contra los Dalit. La práctica de la “intocabilidad” está prohibida por ley. El gobierno de India ha introducido programas de cupos obligato¬ rios (affirmative action) para beneficiar a los que habían sido opri¬ midos en tiempos pasados. No obstante, la discriminación sigue. Aunque a los Dalit se les ha permitido entrar en los templos durante los últimos cincuenta años, aún no son importantes en la adminis¬ tración del templo y no les es permitido participar activamente en la mayoría de los ritos religiosos. Los Dalit y la gente tribal todavía son pobres en general y se mantienen en el nivel jerárquico más bajo de clases sociales. Asia: India 107 Los Dalit y los misioneros cristianos Los Dalit no pueden cambiar el estigma de su situación social a través de la economía ni tienen otra posibilidad de movilidad. En el pasado, grupos de Dalit se han convertido a religiones tales como sikhismo, jainismo, budismo, islam y cristianismo en un esfuerzo de escapar a la humillación, la desgracia social y la indignidad que ex¬ perimentaban bajo la jerarquía de las castas y para ganar una identi¬ dad religiosa nueva. Con la venida de los misioneros protestantes y sus enseñanzas sobre la igualdad de todos los seres humanos y como también del derecho a las oportunidades educacionales para todos, se abrieron nuevas puertas para los Dalit. Las buenas nuevas sobre un Dios amoroso encarnado en Jesucristo ofrecieron a los Dalit algo único, que ningún gobierno o religión habían podido proveer. La conversión al cristianismo dio a los Dalit oportunidad de formar parte integral de la adoración y de la comunión de la fe que pro¬ fesaban. También les dio un sentido de dignidad humana, con una identidad religiosa clara y, por cierto, la promesa de la salvación. Cuando John Everrt Clough de la Misión Bautista Americana llegó a Ongole de Andhra Pradesh en marzo de 1866, pronto se convenció de que debía trabajar entre los Dalit (Madigas), aunque había venido con intenciones de concentrar su trabajo entre la gen¬ te de las castas más altas. Después de ver la miseria de los Dalit, escribió: He visto que esto era necesario: si yo seguía recibiendo a los Madiga, tendría que identificarme con ellos. Sus penas caerían sobre mí. Las penurias de su posición serían también las mías, debía cargarlas. Des¬ preciado a causa de ellos, rechazado por las otras castas, tendría que comenzar en el peldaño más bajo de la India, y ver la posibilidad de subir, llevando a los Madiga conmigo 4 . Habiendo conocido la convicción de John Everrt Clough, A. V. Thimpany, un compañero misionero en Nellore, escribió: Sigue bautizando, hermano, a aquellos ‘‘elegidos de Dios. ” Un Madiga convertido es tan bueno—o inclusive mejor si es más piadoso—a los ojos de Dios que un Brahmán convertido. Dios sabe mejor cómo traba¬ jar. El está trabajando de abajo hacia arriba \ 1 08 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" El Dios Verdadero Mi nombre es Malash. La ma¬ yor parte de mi vida he busca¬ do una religión que me satisfi¬ ciera. Visité todos los centros religiosos famosos y venerados por los hindúes, coleccionando muchos ídolos y piedras. “¡Que hombre tan grande es Malash!”, decía la gente. Yo era considerado un líder religioso. Mis seguidores traían presentes cuando venían a mi casa para adorar. Cuatro se convirtieron en mis discí¬ pulos. Yo debería haber sido feliz, pero por alguna razón no podía olvidar un cancionero que el misionero Voth me había dado hacía mucho tiempo. Las canciones eran de una reli¬ gión diferente. Como no pude entenderlas, había guardado el libro. Luego, una tarde en 1955. otros misioneros pasaron por nuestra aldea. Llegaron a mi puerta y preguntaron “¿Pode¬ mos tener una reunión aquí? Tu casa es tan linda..." Complacido por su interés, saqué las sillas a la terraza y pronto se agrupó mucha gente. Cantaban canciones y habla¬ ban de una religión nueva—la religión de Jesucristo, quien decía ser el Hijo de Dios. No había un ídolo de Jesús. ¡De¬ cían que era un Dios vivo! A las cinco, un carro de bueyes vino para buscar al grupo de evangelistas. La¬ menté tanto verlos irse. Lo que habían dicho me interesaba muchísimo. Con el tiempo, la misión en Ongo- le llegó a ser una “Misión Madiga” y Clough un “Madiga Dora”. La estación misionera del Distrito Mahabubnagar de Andhra Pradesh, que llegó a ser el centro de la obra misionera de los Her¬ manos Menonitas en India, fue una es¬ tación anexa a la obra misionera bautis¬ ta. Albert Chute, un misionero pionero bautista en el Distrito Mahabubnagar, compartía la ideología y prácticas de Clough. Los Hermanos Menonitas es¬ tadounidenses en general adoptaron las estrategias de los bautistas estadouni¬ denses, que los habían precedido en el trabajo entre los Telugus. J.B. Toews comenta que durante el comienzo del siglo XX “nuestra teología de estra¬ tegia misionera (en la India), y nues¬ tros métodos y plantación de iglesias, fueron en gran parte adoptados de los bautistas” 6 . D.F. Bergthold, uno de los cuatro misioneros pioneros de los Her¬ manos Menonitas, había concentrado su trabajo entre los Dalit cuando llegó a Nagarkumool la primera misión esta¬ dounidense Hermanos Menonitas en el Distrito Mahabubnager. Los métodos de Albert Chute para alcanzar a los Dalit incluían el evange- lismo, el establecimiento de institucio¬ nes educativas y la obra médica. Los Hermanos Menonitas adoptaron estos métodos para proclamar el Evangelio a través de evangelismo, de escuelas y de labor médica. Asia: India 109 Debido a que los Dalit eran pobres económicamente, a veces se alegaba que se convertían al cristianismo para recibir beneficios materiales. Hasta hubo tiem¬ pos en que se los tachó de ser “cristianos de arroz”, pero no es la verdad. Cuando Clough rehusó bautizar a algunos que venían a él durante los años de intensa necesidad porque pensaba que estaban aceptando al cristianismo por simple be¬ neficio económico, los Madigas protes¬ taban fuertemente diciendo: “No quere¬ mos ayuda. Por las ampollas de nuestras manos te podemos comprobar que he¬ mos trabajado y seguiremos trabajando. Si la próxima cosecha fracasa, morire¬ mos. Queremos morir como cristianos, pues, ¡bautízanos!” 7 “Quisiera haberles pregun¬ tado más”, pensé con tristeza. “¿Es éste de veras el camino? ¿O es simplemente otro dios que tampoco puede satisfa¬ cer?” Pero se habían ido, y me fui a dormir triste, ponderando lo que había escuchado. Me llevé una gran sorpre¬ sa cuando el carro volvió a la aldea la mañana siguiente. “Había un estallido de viruela en la aldea próxima, por lo que tuvimos que volver,” dijeron cuando preguntamos por qué volvieron. Mi esposa deambuló hacía su campamento y escuchó las historias bíblicas. “¿Por qué no vienen a nuestra casa," los invi¬ tó, “para contarme más acerca de este Jesús-Dios?” Los Hermanos Menonitas y los Dalit Los misioneros pioneros de los Hernia- nos Menonitas, Abraham Friesen y su esposa, llegaron a Hyderabad, India, procedentes de Rusia en 1889. El éxi¬ to que había tenido John Everet Clough entre los Madigas (Dalit) en Ongole, Andhra Pradesh, había inclinado al jo¬ ven Friesen a elegir India y la región Telugu. Sin embargo, la joven iglesia de los Hermanos Menonitas no estaba en una posición lo suficientemente fuer¬ te como para comenzar su propia obra debido a la falta de recursos, por lo que Frisen comenzó su trabajo bajo los bau¬ tistas estadounidenses. La iglesia de los Mientras hablaban con mi esposa, yo escuchaba desde la otra pieza. Lo que escuché me hizo temblar y tener escalofríos. Salí de mi escondite y fui junto a ellos. Una de las historias que contaron fue de ídolos que tenían oídos que no podían oír, ojos que no podían ver, y manos que no podían manejar. Yo miraba la fila de dioses por la pared -piedras y objetos de madera que no se podían mo¬ ver. Era la verdad-¡no podían oír, ver, ni sentir! Yo nunca había estado satisfecho con ellos pero no conocía otra cosa. Ese Jesús era un Dios ver¬ dadero -uno que no solamente podía salvar, ¡también podía proteger! La esperanza afloró a mi corazón. De repente, 110 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" saqué la tela de mis hombros y la tiré encima de los ídolos. “Jamás los volveré a adorar" susurré tensamente. Luego me arrodillé y acepté a Jesús como mi Salvador. El gozo llenó mi corazón, y me convertí en una nueva criatura. jConocí al Dios verdadero por mí mismo! Compré una Biblia y busqué el viejo cancionero, el maestro de la Biblia me enseñó can¬ ciones. Abrí mi casa a los mi¬ sioneros, para poder aprender más. Uno de mis discípulos también aceptó esta verdad, pero mi gente decía: “Usted ha rechazado nues¬ tra religión y nuestros dioses. Debería irse.” Entonces cons¬ truí una casa entre un pequeño grupo de árboles cerca de un pozo, en mi propio terreno; un lugar donde los creyentes pu¬ dieran venir para la meditación y la oración. ¡Espero que un día más personas de mi pueblo lleguen a aprender el camino correcto y conocer al Dios verdadero! True Life, 71 Hermanos Menonitas en Rusia mandó seis parejas misioneras para cubrir las necesidades crecientes del trabajo que se había emprendido en la India. Esta¬ blecieron estaciones en Suryapet, Boh- nigir y Janagam. Estas estaciones con¬ tinuaron su labor hasta después de la Primera Guerra Mundial y de la Revo¬ lución rusa, después de la que fue muy difícil recibir apoyo de Rusia. Entonces, la misión bautista estadounidense se hizo cargo de ese campo. Cuando los bautistas se responsa¬ bilizaron de los misioneros rusos Her¬ manos Menonitas, probablemente ya había unos siete u ocho mil miembros en las áreas donde habían estado tra¬ bajando. Varias razones despertaron en la misión de los Hermanos Menonitas de Estados Unidos el deseo de estable¬ cer sus propias estaciones misioneras 8 . Cuando lo hicieron, comenzaron el tra¬ bajo en el distrito Mahabubnagar y no en el lugar en que lo habían hecho sus predecesores rusos. Tampoco tomaron el control de las estaciones misioneras comenzadas por los Hermanos Meno¬ nitas rusos. La contribución importante de Abraham Friesen fue la de motivar a los Hermanos Menonitas estadounidenses (AMB) para ir a la India. Los primeros misioneros AMB, Nicolás N. y Susie Wiebe Hiebert, llegaron a la India en 1899. Los Hiebert eligieron Hughestown, en la ciudad de Hyderabad, para comenzar su trabajo. Pero Hiebert, quien desempeñaría un papel importante en asociar significativamente la misión AMB con la iglesia Hermanos Me¬ nonitas rusa y la Unión Bautista Americana, tuvieron que volver a Asia: India 111 norteamérica dieciocho meses después de su llegada debido a una enfermedad. Aunque la vuelta de los Hiebert desilusionó al comité estadounidense, no destruyó su determinación de continuar la mi¬ sión que había comenzado en India. Más tarde, el hijo de Hiebert, J.N.C Hiebert, y luego su nieto, Paul Hiebert, continuaron la tarea de Hiebert como misioneros en la India. En 1902 llegó a la India J.H. Pankratz, y en 1904 lo hizo D.F. Bergthold. Primero Bergthold se quedó con Pankratz en Malakpet. Luego, en 1906, se mudó a Nagarkumool en el distrito Mahabub- nager para comenzar ahí la misión estadounidense de los Herma¬ nos Menonitas. Los bautistas estadounidenses, quienes habían co¬ menzado el trabajo en el distrito en 1884, vendieron sus estaciones misioneras del distrito a los Hermanos Menonitas estadounidenses en la década de 1930. La misión y el ministerio de los Hermanos Menonitas estadounidenses más tarde se extendieron del distrito Mahabubnager a los distritos cercanos Ranga Reddy Nalgonda y Kurnool, en Andhra Pradesh . En 1953 la misión Telugu Village de Makthal y Narayanpet se agregó a la misión AMB. Con el tiempo, la Iglesia Hermanos Menonitas estadounidense llegó a ser madre de una de las congregaciones más grandes en la región Telangana de Andhra Pradesh. Los Hermanos Menonitas tenían una doble razón para concen¬ trar su trabajo entre los Dalit. Llegaron a la India con un legado anabaptista-menonita que había comenzado como un movimiento nacido entre los pobres, los campesinos, y los marginados. Además, fueron atraídos al trabajo en esa área por los éxitos anteriores que habían obtenido los bautistas entre los Madiga (Dalit) en Ongole. La contribución de los Hermanos Menonitas nacionales El éxito de la obra misionera de los Hermanos Menonitas en la India generalmente se ha atribuido a los misioneros. La contribución y el papel de los nacionales indios no se han destacado adecuadamente. Sin embargo, mientras los misioneros vivían en y trabajaban desde los toldos, de los cuales hacían la mayor parte del trabajo adminis¬ trativo e institucional necesario, los ministros nativos fielmente lle¬ varon a cabo una mayoría significante de trabajo evangelístico. Los 112 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo “Celebrando 150 años ” historiadores indios que lian estudiado las conversiones de los Dalit desde una perspectiva Dalit han argumentado que las conversiones Dalit al cristianismo fueron esencialmente resultado de los esfuer¬ zos de otros Dalit. Escribiendo acerca de movimientos masivos al cristianismo en India, John C. B. Webster propone: “Los movimien¬ tos masivos fueron movimientos Dalit, iniciados y guiados por los Dalit; los misioneros no guiaron a los Dalit, sino respondieron a ellos.” 9 El obispo de la iglesia metodista episcopal, T.M. Thobum, pionero en la obra misionera cristiana en las áreas de Bidar y Rai- chur, escribió que no fue debido a los esfuerzos de los misioneros que los Dalit se unieron a la iglesia, sino debido a la iniciativa de los Dalit; los misioneros solamente respondieron a la situación 10 . Tales conclusiones también se aplican al área de Mahabubnagar en la cual trabajaron los Hermanos Menonitas. El rol y la contribución de los nacionales desde el comienzo y también durante los años de la misión estadounidense de los Her¬ manos Menonitas fueron significantes. Su compromiso con el cre¬ cimiento de la iglesia fue extraordinario. Bergthold dependía de los predicadores locales desde el comienzo. El escribe: “Les impulsába¬ mos (a los predicadores de trasfondo Madiga) al evangelismo entre su propia gente y les pagábamos para hacerlo”". Los evangelistas, las mujeres de la Biblia, y los pastores de las aldeas eran testigos particularmente eficaces de Cristo en las aldeas y en las afueras. En 1921, la estación en Nagarkurnool tenía por sí sola treinta y dos predicadores fuertes y cinco mujeres de la Biblia 12 . Para el año 1929, la misión AMB tenía más de 200 obreros nacionales 13 . La cantidad de trabajadores en esos lugares para el año 1945 fue la siguiente: 11 pastores ordenados, 132 predicadores entrenados, 115 predicadores aldeanos, 100 mujeres de la Biblia y 30 estudiantes en la escuela bíblica. Comparado con los 15 misioneros, la cantidad total de obreros nacionales en 1945 era de más de 300' 4 . Además, varios misioneros enfrentaban dificultades para predicar en Telugu. Y aun si predicaban en Telugu, su acento hacía que fuera difícil que sus oyentes entendieran exactamente qué querían decir. Paul Wiebe, por ejemplo, cita una ocasión cuando un misionero predicaba un mensaje navideño en Telugu acerca de los tres magos, usando sin Asia: India 113 querer la palabra Telugu para “orina”, en vez de la palabra correcta para “camello” 13 . Hay muchas historias similares. Los misioneros que no hablaban con soltura en Telugu eran tardos para predicar en las congregaciones, y aún más en los tours evangelísticos. No es difícil entender por qué muchos misioneros preferían ocuparse de la administración de la institución y de otros asuntos, y dejar el trabajo evangelístico a los nacionales. Por consiguiente, no es de sorpren¬ derse que los nacionales siempre tomaran el liderazgo en la vida y en el crecimiento de la iglesia Hermanos Menonitas en la India. M.B. John, el primer presidente indio del Consejo Directivo de la iglesia Hermanos Menonitas de la India y un pastor que tra¬ bajaba al lado de algunos misioneros pioneros, cree que el número sustancial de conversiones fue resultado del trabajo de los predi¬ cadores aldeanos, que iban de aldea en aldea predicando y testi¬ ficando 16 . Durante la estación de calor, los misioneros iban a las colinas (Ooty or Kodaikanal) por seis u ocho semanas y durante este período, pastores locales, predicadores, maestros, obreros mé¬ dicos y otros líderes formaban grupos para salir en tours evange¬ lísticos y a menudo reportaban grandes campañas evangelísticas y gran cantidad de bautismos 17 . Varios de los primeros misioneros relataron que eran los “nativos” los que hacían la mayor parte del trabajo evangelístico. Pero la labor de estos “nativos” nunca se re¬ gistró adecuadamente. Se los rotuló como “nacionales” o muy de paso, sin especificar su nombre o identidad en los registros de la época. P.B. Amold, presidente de la Iglesia Hermanos Menonitas en India, en su discurso inaugural en la celebración del centena¬ rio del nacimiento de la iglesia Hermanos Menonitas en India en 1989, dio pleno reconocimiento a los obreros nacionales, declaran¬ do que “el sacrificio y abnegado servicio de los nacionales no fue de una importancia menor. Los misioneros dieron apoyo, liderazgo, y orientación, y los nacionales trabajaban en el campo enfrentando muchas tribulaciones. Juntos lograron mucho más que sólo con su propia capacidad.” 18 Los predicadores nacionales pudieron hacer un gran impacto porque tenían acceso fácil a sus propias comunidades y la mayoría de sus oyentes eran Dalit sin educación o posición social, gente que ] |4 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años' hasta tenía prohibida la entrada a los templos. Tales “lepras socia¬ les”, ahora transformados, llegaron a su gente con un mensaje de igualdad, el mensaje de que el Dios que habían encontrado amaba a todos por igual. Esto hizo un impacto extraordinario en sus pares Dalit, ya que no sólo era un mensaje verbal el que traían, sino un mensaje basado en una experiencia personal y en un cambio ver¬ dadero, cambio de ropa (antes negado), cambio de lectura bíblica (educación), cambio de asociación con misioneros (status), y par¬ ticularmente, cambio en referencia al mensaje de igualdad y amor. Transición de misión a iglesia y crecimiento rápido. La transición de misión a iglesia tuvo lugar en 1958, cuando la mi¬ sión AMB transfirió el poder administrativo a la “Conferencia de la Iglesia Hermanos Menonitas de India”. El “Plan Nueva India tue preparado por el Consejo Directivo norteamericano y enviado a los misioneros de la India. Luego fue presentado al consejo gobernador de la Iglesia Hermanos Menonitas India (HMI) para su aprobación. El Consejo Directivo aprobó la primera redacción de la constitu¬ ción. Aunque en los papeles la nueva constitución transfirió el po¬ der a los nacionales indios, en realidad, los misioneros en transición retuvieron el control durante un tiempo. De hecho, los primeros tres presidentes de la conferencia general en el “Plan Nueva India” fue¬ ron los misioneros John A. Wiebe (1956-58), A. A. Unruh (1958- 59) y P. V. Balzer (1959-60). El primer líder nacional, M. B. John, llegó a ser presidente en 1960-1961 y sirvió algunos períodos más en la década de los 70. No obstante, no hubo reuniones del Concilio sin presencia misionera hasta que Dan Níkkel, el último misionero, salió en 1973. Un comité misionero administrativo tuvo autoridad aún después de 1960, cuando M. B. John llegó a la presidencia. Con sus salarios pagados por el Consejo Misionero norteamericano y su lugar en las viviendas de los misioneros, los misioneros seguían teniendo mucha influencia en todos los asuntos relacionados con la nueva conferencia Hermanos Menonitas de India "hasta los años 70; es decir que hasta aquel entonces continuó la ambigüedad en la implementación del “Plan Nueva India”, aunque se introdujo para promocionar un mayor protagonismo indio. Asia: India 115 En la década de 1970, la iglesia India Hermanos Menonitas tenía (HMI) diez hombres y mujeres con una educación formal teo¬ lógica (recibida en el Union Biblical Seminary o en Ramapatnam) y estaba lista para presentar dos más, R. S. Lemuel y M. B. Deva- das, también entrenados y al servicio misionero en el extranjero (en Bangladesh y Vietnam, respectivamente). La cifra oficial de la Iglesia HMI en 1949 era de 12.443 19 D. J. Arthur, presidente, informó en 1966 a la Conferencia General de la Iglesia HMI que había unos 20.000 miembros en nueve campos en 81 congregaciones. Alrededor de 1966, las estadísticas registradas por R. S. Lemuel muestran un crecimiento sustancial continuado. La Iglesia HMI ha crecido fuertemente en cinco distritos de And- hra Pradesh—estos son Hyderabad, Ranga Reddy, Mahabubnager, Nalgonda y Kumool—donde tiene su sede ahora, en el distrito de Gangavathy del estado Kamataka y en la ciudad de Mumbai, en Maharashtra. En los años 80 la conferencia HMI estableció dos campos separados, uno en Mumbai y el otro en el distrito de Gan¬ gavathy. La HMI ha llegado a ser una de las iglesias más grandes de la Conferencia Mundial Menonita. La HMI actualmente está ex¬ tendiendo sus servios al área de Sholapur, y en el norte de la India, particularmente en Delhi y Punjab. Dr. Arnold llegó a ser Presidente de la HMI en 1977, y con la excepción de los años 1979-80, cuando sirvió como vicepresidente, ha sido el presidente del consejo gobernador desde entonces. Du¬ rante su largo período de servicio, el Dr. Amold ha representado a la iglesia HMI en numerosas conferencias nacionales e internacio¬ nales y ha hecho importantes contribuciones. Actualmente (2008) también sirve como presidente del Concilio Cristiano de Andhra Pradesh. El misionero Ted Fast informa que por la visión del Dr. Amold se comenzó una nueva obra entre los inmigrantes. Como resulta¬ do, el consejo gobernador pidió permiso para comenzar el trabajo en Mumbai. K. Nathaniel y Mrs. K. N. Susheela, respondiendo a la visión del Dr. Amold, comenzaron una iglesia en Mud Island, Mumbai, en 1986. El profundo compromiso del Dr. Amold con la conferencia, con el centro médico HM Jadcherla, y con la gente ] 16 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" del distrito Mahabhunager ha sido extraordinario. Es también el tesorero y representante legal de la Asociación de Propiedades HM, que controla todos los terrenos de la iglesia HMI. La AMB trans¬ firió toda propiedad a la Asociación de Propiedades HM de India (MBPA) en 1964. Hoy día, algunas estimaciones de la membresía HMI alcanzan los 200.000 en 35 Asociaciones de Campo HM, aunque en las es¬ tadísticas de ICOMB son bastante inferiores 20 . Mientras algunos de los ministerios de la iglesia han sido reducidos o disueltos, los siguientes ministerios siguen funcionando efectivamente: el Insti¬ tuto Bíblico en Shamshabad; el Hospital Médico y la Facultad de Medicina en Jedcharla; colegios HM en siete de los que fueron los campos misioneros; un programa universitario básico en Mahabub- nagar; una comisión histórica; un centro para educación pacífica; la organización HM para desarrollo (MBDO); la conferencia HM de mujeres; el consejo de evangelismo y ministerios eclesiales. El consejo de evangelismo y ministerios eclesiales coordina una can¬ tidad de ministerios, incluso ministerios de evangelismo (Obreros para la Extensión de la Iglesia), ministerios urbanos y ecuménicos (alcanzando a musulmanes y otros), literatura (Suvarthamani, la re¬ vista en idioma telugu de la conferencia, y la colaboración con el ministerio Internacional Haciendo Discípulos (DMI), como tam¬ bién con el Ministerio Global de la Juventud (GYM). Entre los ministerios o departamentos que han disminuido en importancia o que han discontinuado se encuentran los programas de evangelismo radial, las publicaciones, Kraistava Mahila Vikas, el ministerio con películas, la provisión de albergues para cole¬ giantes y la organización de una convención anual HM. La iglesia HMI mantiene relaciones con el Consejo Cristiano Nacional de India, la Fraternidad Evangélica de la India, el Ser¬ vicio y la Fraternidad de Cristianos Menonitas de India (MCSFI), la Conferencia Menonita de Asia (AMC), el Comité Central Me- nonita y la Conferencia Mundial Menonita (MWC). Contribuyó en varias maneras para la organización y la operación de la Con¬ ferencia Mundial Menonita en Klokatha en 1997, y fue anfitriona de la sexta AMC, en noviembre de 1994, en Shamshabad. La Asia. India 117 iglesia HMI también responde, según sus posibilidades, a los mu¬ chos desafíos socioeconómicos que se presentan en el distrito de Mahabubnagar. Asuntos socioculturales y económicos Los cristianos Dalit como “intocables ” e “inacercables ” La primera y principal agonía de los cristianos Dalit es que siguen siendo intocables inacercables a la vista de mucha gente de las cas¬ tas, especialmente en las aldeas. La mayoría de las atrocidades re¬ cientes en Kannchudu, Neemkanda, Chunduru y otros lugares en Andhra Pradesh fueron sufridas por cristianos Dalit. En un estudio de las condiciones de vida de los cristianos Dalit en las aldeas y Kamataka y Andhra Pradesh, Godwin Shiri afirma que entre el 80 y el 90 por ciento de los cristianos Dalit no se encuentran en mejores condiciones que los otros Dalit 21 . Los cristianos Dalit, tanto como los otros Dalit, alega, tienen prohibido entrar a los hoteles de té y sacar agua de los pozos de las áreas de las castas 22 . Se halló que entre 80 y 90 por ciento de los cristianos Dalit siguen trabajando en ocupaciones tradicionales como rebuscadores, trabajadores de cuero, guardias aldeanos, coolies y tamboreadores 23 . La situación es similar en el distrito de Mahabubnager. Los Hermanos Menonitas en dos distritos de Mahabubnagar y Kumool proceden de trasfondo Dalit. La mayoría de los miembros aun viven en aldeas, pues la mayoría de los Hermanos Menonitas siguen experimentando los problemas socio-culturales asociados con su trasfondo de casta. La gente de casta en las aldeas aún los menosprecia como intocables. A veces, cuando obreros de exten¬ sión eclesial o pastores llegan a nuevas aldeas para vivir y la gente de las altas castas se dan cuenta de que son cristianos, se niegan a alquilarles las casas. A veces, los jefes aldeanos impiden que los cristianos permanezcan en sus aldeas Rechazo de certificados de casta previstos. El gobierno niega ciertos beneficios económicos a los cristianos Dalit. No pueden acceder a certificados de casta previstos para La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años' obtener puestos de trabajo del gobierno, préstamos y becas para sus hijos. Los beneficios del gobierno se dan a los Dalit hindúes y los Dalit convertidos a otras religiones que no son el islam, ni el cristianismo, incluso sikhismo, budismo, y jainismo. Pero inclusi¬ ve después de casi sesenta años de independencia, a los cristianos Dalit se les niegan los beneficios y privilegios asegurados por la constitución. El rechazo continuo de beneficios y privilegios de los cristianos Dalit ha resultado en la perpetuación de sus condiciones socio-culturales miserables bajo las cuales tantos siguen viviendo. Si, debido a sus empobrecidas condiciones económicas, los cris¬ tianos Dalit intentan obtener certificados de casta previstos, sus congregaciones a veces los tratan de no cristianos. Tal situación los pone en un apuro que Kothapalli Wilson, un pensador cristiano Dalit en Andhra Pradesh, llama “tres veces alienados”- 4 . El Consejo Cristiano Nacional de India, en una conferencia sobre el tema “Trazando un nuevo curso para las iglesias en la lucha de los Dalit y Adivasi” (Junio de 2002, Bangalore), analizó asuntos que los cristianos Dalit enfrentan en India hoy día. A la conferencia asistieron obispos, presidentes, secretarios generales y otros líderes prominentes de iglesias y organizaciones eclesiásticas. Los partici¬ pantes concluyeron que “la conversión al cristianismo no ha ayuda¬ do a los Dalit a escapar a la discriminación. Más bien, ha aumenta¬ do su miseria. Además, la conversión descalifica al Dalit de muchas protecciones y privilegios garantizados por la constitución.” Los que tienen buena educación en la iglesia Hermanos Me¬ nonitas llegaron a ser profesores, contables, enfermeros, doctores y otros profesionales. Muchas de estas personas han intentado lograr una posición más alta en la sociedad, particularmente en ambientes urbanos. Estos cristianos Hermanos Menonitas pocas veces buscan ser identificados como cristianos Dalit. Para ellos, la identidad cris¬ tiana es suficiente; sobrepasa toda otra identidad. Pero los Dalit que son pobres, sin tierra y sin educación, a menudo buscan una iden¬ tidad Dalit para los registros del gobierno y una identidad cristiana Dalit para los registros eclesiásticos para aprovechar los beneficios del gobierno. Es importante notar que para los cristianos Dalit la Asia: India 119 identidad cristiana o no cristiana es más importante que la identidad menonita o no menonita. La locación geográfica y los efectos de la globalización El famoso poeta indio Rabindranath Tagore dijo una vez: “Hoy mi última esperanza es que el libertador nazca en este país paupérrimo, y que desde el este, su mensaje divino corra por el vasto mundo y llene el corazón del hombre con una esperanza ilimitada”. Esta declaración, hecha hace casi un siglo, sigue teniendo un significado especial en las aldeas de India, particularmente en Telangana. El estado de Andhra Pradesh está dividido en tres regiones: Telangana, Andhra Costal, y Rayalaseema. Telangana se conoce por su falta de agua y subdesarrollo. Mahabubnagar, un distrito de Telangana, es el distrito más retrasado y propenso a sequías en Andhra Pradesh. El distrito de Mahabubnagar ocasionalmente pasa por hambrunas agudas. La globalización y las ideologías consumistas han obrado en detrimento de muchos indios, agudizando en muchos sectores los problemas de falta de empleo. Especialmente han sufrido los Dalit. Muchos Dalit pasan hambre. Estimaciones recientes son que 50 por ciento de todos los Dalit en India viven por debajo del índice de pobreza. La mayoría de los cristianos HMI, especialmente los que viven en áreas rurales, viven bajo condiciones dificultosas y les es difícil sobrevivir. Los asuntos de castas y subcastas en la iglesia. El asunto de las castas no es un asunto nuevo para la iglesia. Dis¬ tinciones de casta en la iglesia se pueden trazar hasta entre los cris¬ tianos de Santo Tomás, del siglo I. Los así llamados cristianos de Santo Tomás de Malabar, en el sur de India, que decían haberse convertido de las castas mayores, mantenían distinciones de casta. Más tarde, la iglesia romana católica también respetó las divisiones según casta dentro de la iglesia. La primera misión protestante en Tranquear aceptó las distinciones de casta entre sus miembros, y hasta edificó una pared en el medio de la Iglesia Nueva Jerusalén en Tranquear para separar a los convertidos Dalit de los convertidos de castas más altas. 120 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” Las congregaciones cuyos miembros son solamente Dalit, como en gran parte de Andhra Pradesh, también experimentaron problemas de casta, por ejemplo, entre los Madiga y los Mala. No suelen producirse matrimonios entre los dos grupos. Otras barreras sociales también separan a los Madiga y los Mala. Las congrega¬ ciones en las cuales participan los dos grupos a menudo experi¬ mentan tensión, disputas y falta de unidad. Los conflictos llegan a ser particularmente fuertes durante las elecciones al consejo ecle¬ siástico, ya que los candidatos se postulan según líneas de casta. A veces los cristianos de trasfondos Madiga y Mala no se reúnen para celebrar ciertas funciones sociales. Con el nacimiento de la Reservación Madiga Prata Samithi (MRPS) y los agrupamientos Malamahanadu que representan los intereses de los Madiga y de los Mala respectivamente, en los últimos años, la lucha entre las dos sub-castas a menudo se ha intensificado. Debido a que la mayoría de las congregaciones Hermanos Menonitas se compone principal¬ mente de miembros de una sola sub-casta, las tensiones inter-castas no son muy comunes. Mujeres en la iglesia HM de India El rol de las mujeres en la mayoría de las aldeas de India está con¬ finado a realizar las tareas de la casa, a tener hijos y a cuidar de la familia. Las mujeres, independientemente de su trasfondo religio¬ so o lingüístico, o de su lugar geográfico de residencia, por mu¬ cho tiempo han sido oprimidas en sociedades patriarcales como la india. Como lo explica Kancha Ilaiah, la teoría de purushasukta concerniente al rol de las mujeres en la sociedad, fue formulada bajo la patriarquía Brahmínica y llevada a la práctica por el sistema de castas. Cualesquiera fueren sus intenciones, logró efectivamente que la autonomía y la autoridad de las mujeres fueran anuladas, y que ellas hayan sido reducidas a la posición de semi-esclavas 25 . Ilaiah explica que, mientras las mujeres pueden ser veneradas como modelos de diosas (por ejemplo, de Saraswati, fuente de educación, o Lakshmi, fuente de riqueza) por un lado; la contraparte, en la práctica, es que no se les concede ningún derecho a la educación Asia: India 121 ni a la propiedad. 26 M. N. Srinivas describe el pathos de la patriar- quía India así: “El marido no es solamente amo de su esposa, sino su deidad. Su salvación viene por servirle a él. Puede ser un abu¬ sador, borracho, jugador y mujeriego, pero su tarea es servirle y obedecerle.” 27 En un lapso breve de tiempo, bajo la patriarquía y la casta Brahmínica, las mujeres en general han sido subordinadas en la sociedad india y las mujeres Dalit pueden describirse como las Dalit de los Dalit. En el período moderno, los misioneros cristianos y los movi¬ mientos reformadores indios como Pandita Ramabai y Saviteibai Phule, han expuesto las consecuencias de las estructuras patriar¬ cales brahmínicas y han luchado por los derechos de las mujeres. Las mujeres cristianas en la India disfrutan hoy de dignidad y de un sentido de igualdad, participan activamente en el ministerio de la iglesia y constituyen la parte más numerosa de los asistentes en la mayoría de las congregaciones. La iglesia del sur de India (ISI) ha desempeñado un papel pionero en cuestiones de las mujeres en la iglesia. El sínodo ISI en 1970 tomó la decisión de permitir la ordenación de mujeres como diaconisas, pero no fue sino hasta 1976 que las primeras tres mujeres fueron ordenadas. En 1984 la ISI ordenó una presbítera por primera vez. Para el año 1990, había ordenado veinte presbíteras. Otras congregaciones -entre ellas la Iglesia del norte de India, la Iglesia Metodista de India, y la Iglesia Luterana de India- han desarrollado el liderazgo de las mujeres en sus congregaciones y organizaciones en los últimos años. La situación de los Hermanos Menonitas ha sido un tanto ex¬ traordinaria. Las mujeres han desempeñado un papel significante en la Iglesia HMI durante más de cincuenta años. Desde el comienzo, las mujeres participaron en forma activa, comprometida y dedicada en el ministerio. Algunas esposas de pastores conducían reuniones separadas de mujeres o servían como mujeres de la Biblia. Las mu¬ jeres eran responsables de la limpieza de la iglesia y de arreglar los lugares de adoración. Ayudaban a sus maridos con el trabajo de evangelismo y pasaban tiempo en oración cuando eran sus maridos los que realizaban este tipo de trabajo. 122 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” Aunque aún no ha habido conversaciones formales respecto a la ordenación de las mujeres al ministerio pastoral, una cantidad de mujeres han sido elegidas como obreras de extensión eclesiástica (evangelistas para plantar iglesias en aldeas). Más y más mujeres se están entrenando a través de estudios teológicos. Para el año 2007, más de doce ya habían completado cursos de B.Th o B.D. (licenciatura) en el instituto bíblico de la conferencia (MBCBC) en Shamshabad. Aunque anteriormente se les negaba a las mujeres oportunidades para predicar en los cultos de MBCBC, ahora son invitadas para predicar ahí. A pedido de la conferencia de muje¬ res de la HMÍ, la HMI ha introducido un “domingo de mujeres” cada agosto, domingo en que las mujeres dirigen el culto y a veces predican. Algunas sociedades de mujeres recaudan fondos para sus congregaciones y campos. La constitución de la HMI revisada re¬ cientemente (2007) ahora invita oficialmente a las mujeres a parti¬ cipar en la iglesia y en los concilios eclesiásticos. Identidad anabautista- Hermanos Menonitas En India la identidad cristiana claramente supera la identidad deno- minacional debido a que la población cristiana del país constituye menos del tres por ciento de la población total. Otro factor contri¬ buyente aquí es que, cuando los misioneros cristianos llegaron en el siglo XIX, dividieron al país según el principio de comity, para la organización del trabajo misionero. Los cristianos de la región de Mahabubnagar son Hermanos Menonitas porque la misión HM tra¬ bajó allí. Cuando varias denominaciones cristianas se encuentran en organizaciones como la NCCI o APCC, sin embargo, la identi¬ dad denominacional juega un papel destacado. La Iglesia Herma¬ nos Menonitas en la India tiene sus orígenes en una denominación con raíces anabaptistas del siglo XVI, pero la teología anabautista no se enfatiza mucho 28 , pues los líderes no han recibido entrena¬ miento en un ambiente anabautista 29 . Durante sus primeros cincuenta años la Iglesia HMI actual prestaba y recibía mucho de otras denominaciones. Nagarkumool y Devarakonda fueron las primeras estaciones abiertas en tierras Asia: India 123 que previamente estaban bajo influencia bautista. Wanaparthy, otra estación, anteriormente había estado bajo la supervisión de Albert Chute de Mahabubnagar. Shadnager (Janumpat), donde los bautis¬ tas estadounidenses habían recibido 7 hectáreas del gobierno para realizar la obra misionera, fue entregado a los Hermanos Menonitas en la década de 1930 y puesto bajo la supervisión de J. A. Wiebe, en aquel momento misionero en Kalvakurthy 30 . En 1937 las dos grandes estaciones misioneras bautistas, Ma¬ habubnagar y Gadwal, que habían sido abiertas por Chute en 1885 y 1904 respectivamente, se incorporaron a la misión HM estado¬ unidense. Esta compra de las estaciones y los campos misioneros de Mahabubnagar y Gadwal también incluía veintiséis hectáreas de tierra en Jedcherla. La iglesia más antigua de Jedcherla fue iniciada por la Sociedad para la Propagación del Evangelio. Después de or¬ ganizar la iglesia, la SPE la entregó a Chute, de la misión bautista. 31 La misión bautista había usado la tierra en Jedcherla para entrena¬ miento industrial. Ya que la política de la misión de los Hermanos Menonitas era de no entrar en entrenamiento industrial, decidieron más bien comenzar una obra médica allí en 1952, y finalmente de¬ sarrollaron un hospital famoso en el sitio. La otra estación que fue dada a la misión HM estadounidense fue la Misión de la Aldea Telugu en Makthal y Narayanpet en 1953. D. P. Musabaye de Srilanka había comenzado una obra misione¬ ra independiente ahí en alianza con Chute en 1913. Después de servir durante siete años, Musabaye decidió regresar. Al escuchar que Charles Billington de C.M.S. estaba interesado en comenzar un ministerio en India, Musabaye lo invitó a continuar la obra que había comenzado. Billington llegó en 1921, y nombró su misión la Misión de la Aldea Telugu 32 . Esta misión también trabajó en el área cercana a Budur y Adoni, que también llegaron a formar parte de la misión AMB 33 . Los Hermanos Menonitas estadounidenses comenzaron su tra¬ bajo en el área en que la iglesia HMI lo inició a fines del siglo XIX. Sin embargo, fue importante el trabajo de otras organizaciones mi¬ sioneras al lado de y en conjunto con la obra de los misioneros HM 124 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: " Celebrando 150 años” y sus colegas nacionales, incluso con la obra de los bautistas, la SPG, la CMS, y la Misión de la Aldea Telugu. Hasta 1920 la misión AMB envió algunos estudiantes al se¬ minario bautista en Ramayapatnam, Distrito Nellore, Andhra Pra- desh, para realizar estudios teológicos 34 . En 1920 comenzaron su propio instituto bíblico en Nagerkurnol. Desde esa década los es¬ tudiantes se han entrenado en el instituto bíblico de la conferen¬ cia, ahora facultad y, de vez en cuando, en Ramayapatnam, en el Seminario Bíblico Unido, en el Seminario Teológico Unido y en otras instituciones. V. K. Rufus tiene razón al observar que muy pocos líderes HMI se han entrenado en un ambiente anabautis- ta 35 . No obstante, generalmente el liderazgo de la iglesia Hermanos Menonitas ha enfatizado el conocimiento bíblico, la espiritualidad evangélica y una postura pacífica. Desde el comienzo, los Herma¬ nos Menonitas de India se han incomodado al no estar activos en extensión misionera y evangelismo. Siempre han enfatizado la actividad misionera. La iglesia Hermanos Menonitas en India comenzó una “mi¬ sión hogareña” en la aldea de Avurpally del campo Kalwakurthy en 1924, siendo R. Rathnam el primer misionero. Rathnam y su esposa laboraron por muchos años con buenos resultados. K. C. Krupiah de Akuthotapally, producto de la Misión Hogareña de Ka¬ lwakurthy, luego sirvió fielmente en la misma área hasta su muer¬ te. Durante años la Misión Hogareña de Kalwakurthy cumplió su programa misionero en treinta y cuatro aldeas y envió misioneros adicionales a los campos en los que seleccionó estudiantes para el instituto bíblico de la conferencia. La convención Telugu apoyó la Misión Hogareña de Kalwakurthy hasta 1959, tiempo en que se unió al Campo de Kalwakurthy. En 1929, la iglesia en Devarakonda asumió la responsabilidad de recaudar fondos para apoyar a diez evangelistas nacionales. La iglesia de Shamshabad eligió apoyar veinte obreros en Shamsha- bad-Hugustoen en 1934. Hasta hoy Shamshabad, Mahabubnager, y Jedcharla recaudan montos substanciales par apoyar evangelistas y pastores. Muchas congregaciones de la conferencia tienen una ac¬ tividad misionera dinámica y la llevan a cabo independientemente. Asia: India 125 El impulso evangelístico es fuerte en la Iglesia HMI y ha resultado en un crecimiento tremendo en el área. Conclusión En el discurso inaugural de las celebraciones de los primeros cien años de vida de la iglesia Hermanos Menonitas en India, el Dr. Ar- nold declaró: Lo que somos hoy es el resultado del sudor, la sangre y el esfuerzo de los misioneros y de los obreros nacionales juntos. Hoy tenemos al Dios viviente... Muchos somos buenos eruditos de las Escrituras, la Palabra Viva de Dios... Muchos tenemos buena educación y hemos adoptado la cultura moderna. Muchos tenemos trabajos asalariados y propieda¬ des y casas. Para nuestras familias compramos ropas y joyas costosas. Algunos de nuestros hijos van a las mejores escuelas y universidades posibles... Nuestra posición social ha mejorado y muchos somos respe¬ tados como personas importantes en la sociedad... Éste es solamente el resultado del Evangelio y del amor de Dios que nos fue traído a través de los misioneros y del trabajo de nuestros connacionales. “Hemos sido llamados de las tinieblas a su luz admirable. Antes ni siquiera éramos un pueblo, pero ahora somos pueblo de Dios .” 36 Continuó: Ellos, los Dalit, eran “intocables” y eran empleados en los trabajos más penosos por generaciones. Muchos eran esclavos, sus sueldos apenas proveían suficiente comida para mantenerlos vivos a ellos y sus fami¬ lias. Vivían casi en el polvo y en pequeñas chozas de paja. Además de ser extremadamente pobres, eran víctimas del hambre y de enfermedades de toda clase. Se vestían de trapos, estaban medio desnudos. No tenían ac¬ ceso a dioses y diosas en los templos hindúes, ya que eran rechazados. Adoraban a ídolos. Fue a estas personas que los misioneros trajeron un Dios vivo, comida para comer, ropa para vestir. Les enseñaron hábitos de limpieza. La educación y cultura que les fueron impartidas por los misioneros habían transformado totalmente la vida de muchos, tanto de creyentes como también de incrédulos . 37 Tal fue la magnitud del impacto del evangelio en las personas de Telangana en los distritos de Mahabunagar, Kumool, Nalgonda y Hyderabad. La misión e iglesia Hermanos Menonitas en la región han resultado en transformación y jerarquización. El evangelio ha traído cambios a la vida religiosa y socio-económica de los con ver- 126 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años tidos. El evangelio y la educación han dado un sentido de signifi¬ cación, seguridad, posición, dignidad, y propósito a los creyentes en el área. La palabra “Dalit” ha llegado a ser la nueva identidad de las comunidades marginadas y deshumanizadas por el sistema de cas¬ tas. El término “Dalit” también afirma e insiste en el hecho de que su identidad distinta es una noción positiva. La palabra llegó a tener prominencia con el surgimiento del Movimiento Dalit Panther en la década de 1970 como un recuerdo de su opresión antigua, denotan¬ do tanto su estado de privación como también a la gente que vive oprimida. Los Dalit de Andhra Pradesh son los Madigas y Malas. Notas 1 Peter Hamm, India Mennonite Brethren Church Statistical Report, 1970 (Shamshabad: Mennonite Brethren Mission, 1970). De aquí en adelante, Peter Hamm, India Statistical Report. Éste se refiere a la práctica de quemar a las viudas con sus maridos fallecidos.Un hombre que se designó para sacrificio a los dioses se paró es¬ toicamente mientras un gancho de hierro fue clavado en su espalda. Luego se le ató a un palo largo de bambú que se alzó arriba de un carro del templo. Ahí se oscilaba mientras el carro se estiraba por hombres por las calles aldeanas llenas de rodados. Después de horas en el calor, el carro se paró y el hombre, ahora bien aturdido, se bajó y el gancho fue quitado de su espalda. Nota del traductor: en inglés escribe "unspeakables,” “unseeables,” "unappro- chables,” “unmentionables,” and even "unthinkables”, palabras difíciles de traducir al español. 2 A. P. Nirmal, “Towards a Christian Dalit Theology.” Trabajo presentado al UTC, Bangalore, 6. 3 John E. Clough, Social Christianity in the Orient: The Story of a Man, a Mis¬ sion and a Movement (New York: The Macmillan Company, 1914), 64 - De aquí en adelante,Clough, Social Christianity. 4 Clough, Social Christianity, 128. 5 Clough, Social Christianity, 132. 6 Según cita Peter Penner, Russians, North Americans and Telugus: The Men¬ nonite Brethren Mission in India 1885-1975 (Hillsboro: Kindred Publications, 1997 ) : W- De aquí en adelante Peter Penner, The MB Mission in India. 7 Clough, Social Christianity, 279. 8 See Peter Penner, “Baptists in All but Ñame: Molotschna Mennonitie Brethren in India,” Mennonite Life 46 (March ig9i):i7-24. Asia: India 127 9 John C. B. Webster, The Dalit Christians: A History (Delhi: ISPCK, 199), 71. Here- after Webster, A History. 10 T. M. Thoburn, India and Malaya (Caranstron and Corts, 1893), 404-405. 11 Peter Penner, The MB Mission in India, 147. 12 Suvarthamani, I (August 1921): 210. 13 Peter Penner, The MB Mission in India, 94. 14 Suvarthamani, XXV (August 1946): 14 -15. 15 Paul Wiebe, Christiaris in Andhra Pradesh: The Mennonites of Mahabubnaga (Madras, OR: Christian Literature Society, 1988): 143. 16 Interview with M. B. John on 4.12 .1997. 17 See “Mission and Church News,” Suvarthamani XV (May 1935), 104; XVIII (June ■> 939 )» 25; XX (July 1941), 8-9; XX (August 1941), 24. 18P.B. Arnold , Inaugural address, A Festival of 100 years, Souvenir, 1990, 4. 19 A. E. Janzen, The Andra Mennonite Brethren Church in India, 1904-1954. (Hills- boro, KS: Board of Foreign Missions, 1955): 12. 20R.S.Lemue!, “A Brief Report of the Conference of the M.B.Churches,” Thailand Consultation, October 2004. 21 Godwin Shiri, The Plight of Christian Dalits: A South Indian Case Study (Bangalo- re: Asían Trading Corporation, 1997), 62-63. 22 Ibid. 62-63- 23 Ibid. 78-81. 24Kothapalli Wilson. The Twice Alienated: Condition of Dalit Christians (Hydera- bad: The India Institution of Cultural Studies, 1982), i. Hereafter Wilson, Twice Alie¬ nated. 25«ancha llaiah, “Dalitism vs. Brahmanism: The Epistemológica! Conflict in His¬ tory," in Dalit Identity and Politcs,ed. Ghanshyam Shah (Inew Delhi, India: Saga Publi- cations, 2001): 115. 26 Ibid.: 119-120. 27 M.N. Srinivas, The Changing Position of Indian Women (Delhi: Oxford Universi- ty Press, 1978), 18. 28 John Lapp, The Mennonite Church in India (1897-1962). (Scottdale, PA: Herald Press, 1972): 91. 29 V. K. Rufus, “Response,” Theological Education on Five Continents: Anabaptist Perspectives, Nancy R. Heisey and Daniel Schipani, eds. (Strassburg, France: MWC, 1997), 121. 30 Our Mission AmongTelugus, 28. 31 See Profile of Late Rev. Jonnalagadda John, IMB Histoncal Commission, Shams- habad, and B.A.George, The History of M.B. Church, 109. 32 A.R. Jaipal, “Telugu Village Mission”, El-Shaddai: A Spiritual Monthly, I (Sep- Oct,i989): 4-10. ] 28 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años” 33 B. A George, The History of Mennonite Brethren Church (India: Governing Councii of the Conference of the M.B. Church, 1990): 123. 34N. P. James, "The Bible Teaching Programme in our Conference”, Indian M .B. Church at Cross Roads: A Souvenir. (Mennonite Brethren Church of North America, 1972): 41. 35V. K. Rufus, “Response”, 121. 36 B. Arnold, “Inaugural Address,” A Festival Of 100 Years: Souvenir, 1990, 31. 37 Ibid., 4-5- La Iglesia de los Hermanos Menonitas en China 1 Abe Dueck H oy en día muchos Hermanos Menonitas quizás se sor¬ prendan de que un libro sobre la iglesia de los Herma¬ nos Menonitas en el mundo deba incluir un capítulo sobre China. China se ha convertido en foco de atención en años recientes, debido a su floreciente población de más de un billón de habitantes, su tremendo crecimiento económico y poder, su desem¬ peño como país anfitrión de los juegos Olímpicos de verano en el 2008 y su renovada apertura hacia el resto del mundo, todo lo cual ha resultado en viajes extensivos y en una variedad de intercambios y diálogos. Sin embargo, existe relativamente poco conocimiento de la historia de la iglesia en China. Discusiones y reportes sobre la comunidad mundial de los HM no incluyen información sobre este país, ni existe algún conocimiento ni siquiera general sobre las igle¬ sias en China, ni sobre conexiones históricas puedan tener con la iglesia de los HM. La realidad, sin embargo, es un tanto diferente, y es importante para nosotros estar conscientes de la riqueza histórica de la iglesia en China, y de la posibilidad de establecer conexiones renovadas en el futuro. El siglo veinte fue un siglo tumultuoso en China. El último emperador abdicó en 1912. En 1921 fue fundado el Partido Co¬ munista y se inició una prolongada lucha entre el Partido Nacional Chino y el Partido Comunista. En 1931 Japón tomó Manchuria, y 1 30 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" en 1937 inició una guerra a gran escala entre Japón y China. Con el término de la Segunda Guerra Mundial en 1945 y la derrota de Ja¬ pón, la guerra civil continuó hasta que los comunistas salieron vic¬ toriosos en 1949 y establecieron la República Popular China bajo Mao Zedong. Desde ahí, a menudo la iglesia ha vivido bajo severa represión, mientras que en otros tiempos ha gozado un notable gra¬ do de libertad. Varias denominaciones norteamericanas menonitas empezaron tareas misioneras en China poco antes de 1900. El primer misione¬ ro fue William Shantz de Breslau, Ontario, quien fue enviado por la iglesia de los HM de Ontario en 1895. Otros lo siguieron, y pronto todas las principales denominaciones menonitas de Norteamérica estaban activas en China. Algunos misioneros menonitas también fueron a China bajo sociedades misioneras independientes, o bajo el amparo de otras agencias denominacionales. En décadas más re¬ cientes, muchos menonitas han servido en China bajo el Intercam¬ bio Educacional de China, programa del Comité Central Menonita. Los HM y los HM de Crimea (HMK) (quienes se amalgama¬ ron con los HM en 1960) eventualmente establecieron estaciones misioneras en cuatro regiones geográficas ampliamente separadas. Los HMK fueron los primeros que empezaron en 1901, mientras que los HM los siguieron diez anos después, en 1911. También se debe tomar nota de que por un tiempo breve una comunidad me¬ nonita, inclusive HM, existió en la ciudad de Harbin, cerca de la frontera soviética después de la desesperada huida de varios grupos de menonitas de la Unión Soviética comunista, al otro lado del río Amur. Los primeros refugiados encontraron su camino a los Es¬ tados Unidos en 1930, y otros finalmente fueron al Paraguay y a Brasil en 1932. Provincia de Shandong (Frontera Shandong-Henan) En 1901 Henry y Nellie Bartel, miembros de los Hermanos Menoni¬ tas Gnadenau Krimmer congregación de Hillsboro, Kansas, partie¬ ron a China bajo una agencia llamada la “Banda China”. Para 1905, sin embargo, los Bartel y Margaret Warkentin, una HM, decidieron Asia: China 131 empezar un trabajo interdenominacional menonita en Caoxian en la provincia de Shandong, un poco al sur del Río Amarillo. En 1913 Bartel regresó a los EEUU y se incorporó a la Sociedad Menonita de Misión en China. Los miembros del consejo representaban a cuatro denominaciones menonitas, incluyendo HM. Teológicamen¬ te estos grupos tenían mucho en común, sin embargo, el modo de bautismo que fue adoptado fue inmersión hacia atrás, lo cual re¬ sultó en algunas disconformidades para los HMK, que practicaban inmersión para adelante. Varias instituciones fueron rápidamente abiertas, incluyendo una escuela bíblica, un orfanato, un internado y una casa editorial. El malestar civil dificultó el trabajo en varios momentos. En 1927 todas las escuelas fueron cerradas por un tiempo. No obstante, en 1940 una conferencia fue anfitriona de delegados de cincuenta y seis congregaciones, representadas por 1.649 miembros. Cuando EE.UU. y Japón fueron a la guerra en 1.941, los misioneros fue¬ ron tomados en custodia por los japoneses, y todos tuvieron que dejar el área. Henry Bartel fue al sur de China para abrir un nuevo campo, pero la iglesia en Caoxian continuó bajo liderazgo chino. Seis líderes chinos fueron ordenados en la conferencia en 1944 2 . En 1948 la Sociedad Menonita de Misión en China fue disuelta y la iglesia evangélica de los HM asumió la responsabilidad por el campo. Henry Bartel logró visitar las iglesias en 1947 y 1950 3 y en¬ contró que eran notablemente saludables y tenían una fuerte visión misionera. Los miembros de la iglesia eran estimados en alrededor de 5.000. Loyal Bartel, el hijo de Henry, obtuvo la ciudadanía china debido a que había adquirido tierra y permaneció en el país. Su fa¬ milia regresó a los EE.UU. Loyal murió en Caoxian en 1971. La iglesia de Caoxian y áreas aledañas ha sobrevivido a tra¬ vés de décadas, a pesar de severas penurias. Jonathan Bartel, un hermano de Henry que sirvió como misionero en Japón, visitó las iglesias en 1987, y le fue dicho que las iglesias estaban prosperando a pesar de las penurias 4 . Le dijeron que en algunas iglesias la asis¬ tencia era de por lo menos 1.000 personas, y en un caso, de más de 132 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" 2.000. La membresía total estaba por encima de 20.000 personas en más de cuarenta congregaciones. Harold Ens, Secretario ejecutivo de la Sociedad de los HM de misiones internacionales, y Rod Suderman, representante del Intercambio Educacional de China hicieron una visita al área en 1999, en la que incluyeron la vieja misión Bartel 5 . La iglesia había recibido permiso para construir un nuevo santuario, con capaci¬ dad para 1.000 personas. Harold pudo dar saludos a una repleta audiencia. El servicio incluyó un sermón sobre Romanos 19, dado por una hermana de edad. Los lideres de la iglesia reportaron que más de 1.000 nuevos convertidos habían sido bautizados el año anterior. ¡La iglesia está viva, a pesar de que no sea llamada iglesia de los HM! Provincia de Fujian Un testigo de los IIM había comenzado una tarea evangelística en el pueblo de Hakka en la provincia de Fujian no mucho después de los comienzos del trabajo en Shandong. En 1909 Frank J. Wiens y su esposa Agnes, aplicaron al Consejo de las Misiones Extranjeras para empezar a trabajar en China, pero el Consejo declinó su peti¬ ción. Frank y Agnes decidieron ir independientemente. Salieron en 1910, viajando primero a Rusia para buscar apoyo. En 1911 abor¬ daron el ferrocarril transiberiano, y llegaron al sur de China. Luego de evaluar la situación, decidieron empezar a trabajar en Shanghang en la provincia de Fujian. Mientras Wiens buscaba alcanzar rápida¬ mente competencia en el lenguaje empleó un traductor, el Sr. Liu, quien pronto predicó el evangelio por su cuenta y se convirtió en un líder clave. En ese momento un gran programa estaba funcionando, in¬ cluyendo una escuela de niños y una de niñas, una escuela bíblica, y un santuario con capacidad para 600 personas equipado con un órgano. El primer bautismo fue llevado a cabo en 1913, al tiempo que se organizaba una iglesia. En 1915 Wiens pidió a la Conferen¬ cia de los HM que aceptaran el trabajo, y, aunque recibió promesas de apoyo financiero, la aceptación oficial no vino hasta 1919. En Asia: China 133 1920 fue organizada la Conferencia de los HM de Hakka. Aunque al principio era mayormente un cuerpo consultivo para los misione¬ ros, en 1926 se le dio total responsabilidad por las congregaciones y la obra. Para 1920 había 450 miembros en la iglesia y existían quince escuelas con treinta maestros. Nueve misioneros fueron en¬ viados por la Conferencia de los HM en los siguientes años. La guerra civil creó varias dificultades para los misioneros y la iglesia. Wiens estaba convencido de que la salud de la iglesia de¬ pendía del desarrollo del liderazgo chino, y esto era particularmen¬ te útil en estas circunstancias. También tenían un fuerte compromi¬ so con la posición de paz Anabautista/Menonita, la cual probó su efectividad en situaciones difíciles. En 1929 todos los misioneros dejaron China, y subsecuente¬ mente la mayoría de los edificios sobre el complejo misionero fue¬ ron destruidos. En 1934 Wiens regresó y trabajó con el liderazgo chino. Muchas escuelas fueron reestablecidas y en 1939, la Con¬ ferencia de los HM decidió reasumir total responsabilidad sobre el trabajo, pero con el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la pelea entre los japoneses y los americanos, las puertas fueron cerradas nuevamente. Wiens se fue de China en 1940 cuando había aproximadamente 400 cristianos bautizados en Shanghang, y nue¬ ve estaciones misioneras. Luego de la guerra, en 1948, Roland, el hijo de Frank y Agnes, y su esposa Ann Wiens regresaron a Shanghang, y lograron reali¬ zar una conferencia bíblica con cuarenta líderes y un curso bíblico con trece estudiantes. El área fue “liberada” por los comunistas en 1950, lo cual resultó en nuevas dificultades para las iglesias. La Guerra Coreana en 1951 complicó aún más la situación, haciendo que los extranjeros, especialmente los americanos, no fueran que¬ ridos y fueran identificados con el imperialismo. Por consiguiente, Wiens debió partir de China. Según reportes de la década de 1980, la congregación en Fujian había crecido significantemente. En un distrito había cinco congre¬ gaciones, veinte capillas, y cuarenta lugares de encuentro entre los pobladores de Hakka. La Provincia de Fujian como un todo, te- ] 34 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años” Él desfile de victoria Luego de muchos años lejos de China, donde habíamos servido como misioneros, decidimos regresar y buscar a una vieja amiga, Ling Sen Sheu. Luego de pasar por los agentes de aduanas en el aeropuerto de Shanghai, entramos al vestíbu¬ lo. Allí había varias personas paradas. Una mujer miraba y saludaba hacía nuestra direc¬ ción, mientras ella venia hacia mí y parecía estar mirándome directamente, yo aún no sabía qué hacer. Finalmente, vino hasta donde yo estaba, me alcanzó, y me dijo, “¡Soy Ling San Sheu!" Todos juntos la abrazamos y lloramos de alegría. ¡Allí estaba ella - la persona por quien ha¬ bíamos hecho ese viaje- justo frente a nuestros ojos! Luego, cuando estuvimos solos, ella pudo hablar libre¬ mente sobre lo que había suce¬ dido en Shanghai, después de nuestra partida en 1951. Con su marido en prisión, ella había tenido un tiempo difícil soste¬ niendo a su familia. Como ella había recibido educación uni¬ versitaria antes de su matrimo¬ nio, regresó a la escuela para intentar conseguir un trabajo como maestra. Luego de sus estudios, se le asignó un pues¬ to de enseñanza en otra ciudad costera. Pero después de algunos años la Revolución Cultural empezó, y sus problemas con¬ tinuaron. Los jóvenes fueron incitados a rebelarse contra nía estimadamente unos 400.000 cris¬ tianos en 1985 6 . Es imposible saber cuántos de estos tienen sus raíces en el esfuerzo de los HM, o cuántos hay hoy en día. Pero puede afirmarse con con¬ fianza que el trabajo realizado durante el principio del siglo veinte, ha conti¬ nuado para dar fruto en el área hoy. Mongolia interior Como ya ha sido indicado anterior¬ mente, algunos líderes de los IIMK, se preocupaban porque el trabajo en Shandong bajo la Sociedad Menonita de Misión en China, era interdenomi- nacional y no exclusivamente IIMK, en particular les inquietaba la forma de bautismo practicada. En conse¬ cuencia decidieron abrir un campo oficial de los HMK en China, y envia¬ ron a Frank y Agnes Wiebe en 1922. Una vez en China contactaron con Henry Bartel, quien viajó con Wiebe a Mongolia interior (hoy una región semiautónoma dentro de China). De¬ cidieron recomendar a Zhuozi (Chot- zeshan) como campo para los HMK, lo cual fue aceptado por el consejo. Misioneros adicionales fueron desig¬ nados. Pronto se construyeron capi¬ llas, escuelas y una clínica. El trabajo se enfocó en el evangelismo, realizado mayormente por los convertidos chi¬ nos. El primer grupo de diez fue bau¬ tizado en 1924. Asia: China 135 Dos años después los Wiebe se encontraron en medio de la guerra ci¬ vil, y los misioneros fueron forzados a irse por un corto periodo de tiempo. Cuando los Wiebe se reportaron a su distrito americano en 1931, indicaron que los servicios dominicales conta¬ ban con una asistencia aproximada de 150 personas. A mediados de 1930 los japone¬ ses invadieron y destruyeron gran par¬ te de la propiedad de la iglesia. Las iglesias continuaron funcionando bajo el liderazgo nacional. Todos los mi¬ sioneros se fueron de China en 1941, algunos regresaron por poco tiempo entre 1947-48, y fueron testigos de la dispersión de los líderes y del desáni¬ mo de los cristianos. Varios años después, en 1981, el Dr. Harold Wiebe (hijo de Frank y Agnes) y su esposa, visitaron el área, aunque no pudieron ir a Zhuozi. Algu¬ nos reportes indicaron que las iglesias habían crecido, y que muchos jóvenes estaban involucrados. Una iglesia re¬ portó una membresía de 1.700 perso¬ nas, muchos de los cuales eran jóve¬ nes. Oeste de China En 1941 Henry y Nellie Bartel se mu¬ daron al oeste de China porque para ellos ya no era posible trabajar en el área de Shandong 7 . La zona estaba es- cualquier innovación cultural, la educación y la religión eran los enemigos de la gente, y una era de rampante destrucción empezó. Ling Shan Sheu fue arres¬ tada, llevada a una habitación de una casucha, y cuestionada. Si ella no respondía como ellos deseaban, era golpeada. Luego para humillarla y torturarla más, hicieron un letrero en el cual fueron escritas las acusacio¬ nes en su contra: había sido la esposa de un criminal, era cristiana, y había hecho amigos americanos. El letrero fue sujetado con un alambre fino y colgado alrededor de su cuello, el alambre tenía un nudo en su espalda. Un saco que contenía piedras pesadas fue sujeto a la base del letrero, causando que el nudo de alambre cortara su cuello hasta que la sangre cho¬ rreó hasta sus píes, mientras que ella era forzada a marchar a través de las calles. Milagro¬ samente, escapó a la muerte. Cuando la Revolución Cultural finalmente terminó, su posición como maestra fue restablecida, y enseñó por unos años más. Durante esos años de su¬ frimiento, no había dinero para cuidar de sus tres hijos y de su suegra entrada en años. Dios les proveyó, a través del amor y sacrificio de un amigo que había sido miembro del coro de nuestra iglesia. Después de que Ling San Sheu terminó de desahogar sus amargas experiencias, mi espo¬ so Roland leyó porciones de la Escritura y oró con ella. Ling se 1 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años sintió amada y confortada. Lue¬ go tuvimos que decirle adiós, y nuevamente agradecimos al Señor por hacernos encontrar milagrosamente, luego de vein¬ tinueve años. En 1984 a través del sobri¬ no de Ling San Sheu, recibimos la noticia de que ella había muerto. Envió fotos quitadas por la funeraria. En el cajón, ella estaba cubierta con una co¬ bija que yo le había hecho - un símbolo de nuestra amistad. Es tradicional en China tener la procesión del funeral a través de una calle central. La procesión de Ling San Sheu siguió la misma ruta que ella había sido forzada a caminar durante la Revolución Cultural. Por aquel entonces, multitudes alineadas en las calles, la abu¬ cheaban como a una criminal. Esta vez, pancartas honrando su nombre fueron colgadas a lo largo de las calles, y multitudes se alinearon a ambos lados en respeto por su contribución como maestra. ¡Para mí ese fue un desfile de victoria que escoltaba a una hija del Rey hacia la gloria! Adaptado con permiso de China antes y ahora, por Roland y Anna Wiens, ©1993 casamente poblada en un área monta¬ ñosa, haciendo que viajar fuera muy difícil, y a menudo Bartel caminaba largas distancias en senderos monta¬ ñosos a pie. Los Bartel empezaron su misión en Baishui en Sichuan, traba¬ jando solos hasta que Paulina Foote llegó, dejando su trabajo en la Provin¬ cia de Fujian. Ella había adoptado una niña china y también trajo una Biblia en chino para mujeres. Más tarde se mudó a Guangyuan y abrió una escue¬ la bíblica para mujeres. Las agencias norteamericanas de misiones renegociaron la responsabili¬ dad sobre varias áreas, y como resulta¬ do, la mayor parte del oeste de China estuvo bajo la responsabilidad directa de los consejos misioneros de los HM y de los HMK. Ambos consejos envia¬ ron misioneros a la zona, pero debido a las luchas políticas, los misioneros se fueron de China entre 1948 y 1949. Grupos de cristianos chinos se forma¬ ron en varias regiones dispersas, pero nunca se desarrollaron hasta el punto de organizar una conferencia, o esta¬ blecer fuertes relaciones con organi¬ zaciones exteriores. No existen datos confiables referentes al número de cristianos o de iglesias en la zona. Conclusión Los Hermanos Menonitas y los Hermanos Menonitas de Crimea (HMK) tuvieron una presencia significativa y clara en varias regio- Asia: China 137 nes de China en la primera mitad del siglo veinte. De hecho, en el periodo previo a 1950, había probablemente más misioneros norte¬ americanos de los HM y HMK con sede en China que en cualquier otro país 8 . Más recientemente, entre 1980 y 1990, el trabajo de la So¬ ciedad de los Hermanos Menonitas de Misión Internacional se enfocó en enviar equipos de corto plazo a China, para enseñar inglés en entornos universitarios. Varias amistades importantes se formaron a través de estas misiones de ÍSL (Inglés como se¬ gunda lengua) y vidas fueron cambiadas. La labor de la Sociedad de los HM de misión internacional continúa hoy en este país, con una de las iglesias que crece con mayor rapidez en el mundo. Problemas de seguridad limitan el grado de reportes sobre esta historia, al igual que la libertad de las iglesias de los HM para conectarse con la familia mundial de los HM. Pareciera poco probable que cualquiera de las iglesias en China, retenga una identidad como iglesias de los HM hoy. La memoria de la misión de los HM en China, indudablemente se ha desvanecido significantemente, pero existe poca duda de que hay muchos cristianos en China, que pueden trazar sus raíces al trabajo de los misioneros de los HM y HMK, y a los líderes chinos que tuvieron un rol muy importante en el desarrollo de la iglesia desde el principio. Para los HM en Norteamérica y en otros países alrededor del mundo es importante cuidar sus pro¬ pias memorias y estar más informados sobre las iglesias cristia¬ nas en China. Como China se ha convertido en una sociedad más abierta y cuanta más interacción ocurre en negocios, educación, cultura, y turismo, puede que nuevas conexiones se desarrollen y los HM, junto con otros cristianos, podrán una vez más ser capaces de trabajar juntos en un esfuerzo global para traer las buenas nuevas a las multitudes en China. Los cristianos chinos tienen indudablemente mucho que contribuir a los HM del resto del mundo, debido a su propia y única peregrinación. Ellos no deben ser olvidados. 138 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Notas China apéndice por la Sociedad de los HM de misión internacional ’ Este resumen de la iglesia de los Hermanos Mennonitas en China está basa¬ do primordialmente en los últimos materiales publicados en varias secciones del libro escrito por Robert y Alice Pannabecker Ramseyer, Menonitas en China (Winipeg, HM: Intercambio educacional de China, 1988), y es utilizado bajo permiso. Muy poca infor¬ mación adicional está disponible sobre las iglesias en décadas recientes. 2 Mennonitas en China, 75. * ídem., 23; 75- 4 ídem., 75. 5 Harold Ens, "Cuarenta años de cambio en la misión de los HM". Sin publica¬ ción manuscrito, 2006. 6 Mennonitas en China, 81. 7 Mennonitas en China: 87-90. 8 De acuerdo a la lista hecha por Alice y Robert Pannabecker Ramseyer, había casi 50 misioneros que sirvieron por varios períodos de tiempo. ídem.: 103-107. La iglesia de los Hermanos Menonitas en Japón Junichi Fujino, traducido por Hisashi Hattori L a Conferencia Japonesa de Hermanos Menonitas (JMBC por sus siglas en inglés), agradece a Dios por su maravillosa gracia y por su guía. El evangelio de Jesucristo que trae salvación y reconciliación, desconocido para la mayoría de los japoneses, comenzó a ser pro¬ clamado en Japón por misioneros de los Hermanos Menonitas de Norteamérica alrededor del año 1950. Estos misioneros comen¬ zaron su trabajo en el área de Osaka, la segunda ciudad más gran¬ de del Japón. Hoy en día, la JMBC tiene 1.500 miembros activos (1.800 en total), con treinta pastores a tiempo completo trabajan¬ do en treinta y ocho congregaciones y centros evangelísticos. Su trabajo misionero está centrado en el área de Osaka y se extiende hasta Nagoya, Hiroshima y las cercanías de Tokio, capital de Japón. Además del ministerio de plantación de iglesias, han establecido un seminario bíblico y un campamento cristiano. El nacimiento de la Iglesia Hermanos Menonitas En 1949, cuatro años después de la derrota de los japoneses y del final de la Segunda Guerra Mundial, Henry y Lydia Thielman fue¬ ron enviados por el Comité Central Menonita para proveer auxilio en el distrito de Konohana en Osaka, donde las bombas americanas habían infligido los daños más devastadores. Un año más tarde, en 140 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Uno de los tres jóvenes bauti¬ zados en la primera ceremonia de bautismo, en julio de 1951, fue Masaru Arita, quien más tarde sirvió como pastor en la iglesia de Ishibashi. Arita también ocupó otros importan¬ tes puestos de liderazgo: fungió como presidente, tanto de la conferencia eclesial como del Seminario Bíblico de Osaka, que más tarde se convirtió en el Seminario Evangélico. Años más tarde, en 1986, Arita en¬ fermó por exceso de trabajo y en 1991 partió hacia su morada celestial. Según su esposa, Teiko, Arita se dedicó con gran empeño a sus estudios durante la escuela secundaria y la universidad antes de graduarse y conver¬ tirse en profesor de inglés en la Escuela Secundaria Momo- yama Gakuin (de St. Andrew). Mientras era estudiante uni¬ versitario, Arita se desilusionó completamente de la vida y buscó la iglesia cristiana. Más tarde, en un tratado autobio¬ gráfico, Arita escribió:"Cuando escuché las palabras de Cristo, una luz me iluminó desde arriba. Mis ojos fueron abiertos al mundo eternal, y vi la imagen de Jesucristo como el Hijo de Dios y el Salvador... Fue enton¬ ces que decidí creer en Cristo y darle mi vida”. Ruth Wiens, a quien Arita conoció a través de lecciones de conversación en inglés, le guió a las primeras reuniones de los Hermanos Menonitas y luego al bautismo. Después de su bautismo, Arita continuó agosto de 1950, Ruth Wiens fue envia¬ da al Japón por la Junta de Misiones Foráneas. La Junta adquirió la casa de un doctor en Ishibashi Soen, ciudad de Ikeda. Esta amplia casa se convirtió en la residencia de los primeros misione¬ ros de los Hermanos Menonitas. En marzo de 1951, Harry y Mildred Frie¬ sen, junto con Harold y Marianna Gae- de, arribaron al Japón. El 13 de mayo, dirigieron un servicio de adoración por el Día del Señor en una casa club de Ishibashi. En julio del mismo año se llevó a cabo la primera ceremonia de bautismo, donde tres japoneses fueron bautizados. Pronto llegaron al Japón otros misioneros de los Hermanos Me¬ nonitas. Algunos aspectos a destacar En 1955 se realizó un congreso de mi¬ sioneros de los Hermanos Menonitas en el campamento Nosegawa. Allí se decidió seleccionar el área de Osaka como campo misionero e invitar a Kyoichi Kitano como evangelista. Ki- tano ya había servido en campamentos bíblicos de verano de los Hermanos Menonitas y había ganado la confianza de los misioneros. Kitano expresó su acuerdo y apoyo a la Confesión de Fe de los Hermanos Menonitas. En 1956 la actividad evangelística estaba en pleno desarrollo, con reunio¬ nes en Amagasaki, Nagase, Minato, Asia: Japón Tsurugaoka, Ishibahi y Kasugade, to¬ das en el área de Osaka. Muchas per¬ sonas vinieron a la fe, las congrega¬ ciones se volvieron activas, y hombres y mujeres se dedicaron a servir en la iglesia. En setiembre de 1956 se realizó un congreso con representantes de las congregaciones que habían sido esta¬ blecidas en el área de Osaka. La de¬ legación decidió establecer una con¬ ferencia de iglesias con el objetivo de ayudar a que el trabajo de los Hermanos Menonitas lograra con¬ vertirse en autosuficiente. Como recomendación de la organización misionera, en marzo del siguiente año fue creado un concilio inte¬ grado por siete creyentes japoneses, es decir, un órgano de consulta con los misioneros. De este modo, en 1959, se formó la Conferen¬ cia Japonesa de Hermanos Menonitas. Nuevas congregaciones de los Hermanos Menonitas siguieron añadiéndose a la Conferencia en las ciudades claves dentro de Osaka y en la prefectura vecina, Hyogo. En 1954, los misioneros de los Hermanos Menonitas apoya¬ ron un ministerio radial evangélico en los alrededores de Osaka. El programa se llamaba “La luz del mundo”. Era producido por un evangelista radial, Akira Hattori, y salía al aire durante un espacio de 15 minutos los domingos por la mañana. Después de 1961, los Hermanos Menonitas produjeron su propio espacio radial con Ka- zuomi Tsuchiya y Akira Hattori como pastores. El programa que se emitía cada mañana se denominaba “La luz de la mañana” y ofrecía un mensaje evangélico de 5 minutos. Posteriormente, se realizaron reuniones para los oyentes en la ciudad de Osaka. Después de 1963, el evangelista Akira Hattori fue el orador central en las reuniones mensuales denominadas “Noches de Alabanza y Mensaje”, que se desarrollaban en el Auditorio Cívico Nakanoshima, ubicado en el área central de la ciudad de Osaka. Estas reuniones contaban con 141 orando acerca de su deseo de dedicar su vida al ministerio ecle- sial. Seguro de su llamado, dejó su trabajo en 1961 para realizar estudios en el Seminario Bíblico de Osaka. Antes de terminar sus cuatro años de estudio asumió el pastorado de la Iglesia en Ishi- bashi. Fue un hombre de oración que constantemente buscó el amor de Cristo. Hisashi Hattori 142 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” una muy buena asistencia. Aquellos que venían a las reuniones, eran animados a asistir a las iglesias de los Hermanos Menonitas ubicadas cerca de sus lugares de residencia. Otras congregaciones, además de los Hermanos Menonitas, traían sus contactos a estas reuniones. En 1969, acabó el programa evangelístico “La luz de la mañana” y los misioneros de los Hermanos Menonitas cooperaron una vez más para apoyar las emisiones de “La luz del mundo”. En 1971, sin embargo, la política de alcance de los Hermanos Meno¬ nitas cambió y el apoyo a este programa se suspendió. A causa de esta decisión, el programa “La luz del mundo” fue forzado tempo¬ ralmente a detener sus emisiones en el área de Osaka. Poco después, un grupo de congregaciones cercanas a Osaka, incluyendo los Hermanos Menonitas, se reunieron para discutir la posibilidad de reiniciar un ministerio radial en el área. En 1973, se organizó la Asociación de Cooperación Eclesial para Radiodifusión Evangélica de Kinki (Osaka y las prefecturas vecinas). Esta organi¬ zación continúa sirviendo a las necesidades espirituales en el área. Su trabajo principal incluye la realización de programas evangéli¬ cos de radio y televisión. Asimismo, ha guiado varios otros esfuer¬ zos interdenominacionales tales como programas evangelísticos y seminarios. Una cruzada evangelística con Billy Graham se realizó en Osaka en 1980 bajo el liderazgo de esta organización. Hoy día, cerca de 500 congregaciones apoyan el trabajo de la Asociación de Cooperación Eclesial para Radiodifusión Evangélica de Kinki. En 1959 cerca de 5.000 vidas se perdieron cuando el tifón Ise- Bay golpeó las costas del área cercana a Nagoya. Durante cinco semanas misioneros de los Hermanos Menonitas, estudiantes del seminario y creyentes en general, formaron un equipo de resca¬ te y se unieron a las actividades de auxilio en el área devastada. Después de este trabajo de auxilio, se inició un proyecto de alcan¬ ce evangelístico en la ciudad de Kuwana, un suburbio de Nagoya. Como resultado, nació la Iglesia Hermanos Menonitas de Kuwana, la primera congregación de los Hermanos Menonitas fuera del área de Osaka. Asia: Japón 143 Desafíos teológicos en relación con el anabautismo El movimiento Anabautista/Menonita del siglo XVI tomaba muy seriamente las palabras de la Biblia y esperaba que los cristianos vivieran de acuerdo a la enseñanza de Jesús. Los anabautistas en¬ tendían que las palabras de Jesús en el Sermón del Monte necesi¬ taban ser vividas por sus discípulos. Esto implicaba, por ejemplo, que los cristianos debían ser pacificadores y no odiar, ni matar a sus enemigos. La JMBC se identifica con esta tradición y, por consi¬ guiente, eligió destacar tres temas como parte de las celebraciones de su 50° aniversario, en el 2000. Estos tres temas incluían: Biblia, paz y evangelismo. El entendimiento, tanto histórico como actual, de estos temas fue explorado y afirmado. El énfasis en la interpretación bíblica sirvió como recordato¬ rio de que los cristianos no sólo creen que lo que la Biblia dice es verdad, sino que también deben vivir de acuerdo a sus enseñanzas. En primer lugar, varios énfasis específicos surgieron dentro de la JMBC en nombre de la interpretación bíblica, incluyendo el dis- pensacionalismo y la educación cristiana. A causa de la exposición a la enseñanza dispensacionalista, los Hermanos Menonitas del Ja¬ pón han creído por mucho tiempo que Dios tiene un programa para la iglesia y otro para Israel. La JMBC hizo de esta enseñanza un punto de referencia que se convirtió en la prueba para determinar si un individuo interpretaba la Biblia apropiadamente. Por momentos, la adhesión al dispensacionalismo sirvió como base para decidir con qué cristianos cooperar. En varias ocasiones la JMBC sintió que era más importante mantener un entendimiento teológico co¬ mún acerca del fin de los tiempos que insistir en el acuerdo en otros asuntos. La JMBC necesita examinar abiertamente sus acciones du¬ rante los años en los cuales prevaleció este tipo de actitudes. La educación cristiana es un método fundamental mediante el cual los cristianos son guiados a experimentar la verdad de la Bi¬ blia y a aplicar sus enseñanzas en la vida diaria. La misionera Ruth Wiens tuvo un interés especial en el área de educación cristiana y fue una fuerte defensora de la utilización de materiales de Escuela Dominical apropiados para los diferentes grupos de edades. Poco j 44 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” después de que se formaron las primeras congregaciones de los Hermanos Menonitas ella desarrolló materiales para Escuela Domi¬ nical con la ayuda de algunos pastores y estudiantes del seminario. Cuando los materiales se publicaron fueron utilizados por todas las congregaciones de la JMBC. En 1980 esta misionera organizó los Ministerios de Educación de la Iglesia, con el apoyo de los pastores Hermanos Menonitas, así como de aquellos pertenecientes a otras denominaciones que estaban de acuerdo con su enfoque. A través de este ministerio interdenominacional, la única organización en el Japón que publica materiales con currículos específicos para cada grupo etéreo, basado en las etapas del desarrollo del ser humano, ella promovió la causa de la educación cristiana en Japón. En 1986 también estuvieron disponibles los materiales para clases de adul¬ tos. Sin embargo, estos no se vendieron tan bien como se esperaba. Se requiere llevar a cabo esfuerzos para reconocer la necesidad de depender del Espíritu Santo y para desarrollar un afán profundo de aprender la Biblia y de aplicar sus enseñanzas. En segundo lugar, tanto menonitas europeos como america¬ nos. tienen una fuerte tradición pacifista que ha incluido, no sólo el rechazo al servicio militar, sino también un mayor rango de temas. La situación en Japón ha sido bastante diferente. Después de la Se¬ gunda Guerra Mundial, Japón renunció a la guerra (artículo 9 de la Constitución). El Japón tiene actualmente fuerzas de auto-defensa, que el gobierno sostiene que no son fuerzas militares. No hay re¬ clutamiento militar en el Japón. Por consiguiente, no parece ser necesario un enlace entre el pacifismo y el rechazo al servicio mili¬ tar. Sumado a esto, los misioneros de los Hermanos Menonitas no enfatizaban el pacifismo en sus enseñanzas. Aunque, la JMBC ha proclamado un compromiso con el pacifismo este ha sido esencial¬ mente teórico. Los Hermanos Menonitas del Japón han tenido una tendencia a entender la paz bíblica sólo como una oposición gene¬ ral a la guerra. Hasta hace poco, cada creyente había tenido escasas oportunidades de aprender acerca de la práctica de la paz como se enseña en la Biblia, en otra manera que no fuera objetando la gue¬ rra. En 2003, Dalton Reimer, profesor de la Fresno Pacific Univer- Asia: Japón 145 sity, dictó clases en el Seminario Bíblico Evangélico en Ishibashi y ayudó a los Hermanos Menonitas del Japón a ser más conscientes del amplio significado de la pacificación. Los Hermanos Menonitas y otros creyentes en Japón necesitan aprender mucho más acerca de lo que significa ser pacificadores dentro de la sociedad, de la iglesia y del hogar. En tercer lugar, desde el comienzo la política de la JMBC fue plantar congregaciones en áreas urbanas y suburbanas donde las congregaciones debían volverse financieramente independientes en un periodo de tiempo relativamente corto. Después de haber plan¬ tado congregaciones, mayormente a lo largo de las vías del servicio ferroviario privado en el área de Osaka, en 1968 los misioneros de los Hermanos Menonitas comenzaron la iglesia de Fujigaoka, la segunda congregación en el área de Nagoya. A inicios de 1975, los misioneros comenzaron la iglesia Seboku, en la parte sur de Osaka; la iglesia Wago en un suburbio de Nagoya, y una iglesia en la parte occidental de Japón. Los misioneros Hermanos Menonitas plantaron la iglesia Shunan en Tokuyana y la iglesia Hiroshima-kita en Hiroshima. Actualmente la JMBC tiene veinticuatro congregaciones y cuatro centros evangelísticos. Veintidós de estas congregaciones fueron iniciadas por misioneros Hermanos Menonitas y fueron transferidas a pastores japoneses luego de unos pocos años. La JMBC debe su actual estado de desarrollo, principalmente a los esfuerzos y dones evangelísticos de estos misioneros. Por ejemplo, Sam Krause plantó cuatro congregaciones y guió hacia Cristo a cientos de japoneses a través de su ministerio de evangelismo per¬ sonal. El también discípulo a muchos nuevos creyentes y los ayudó a hacer evangelismo personal según su propia iniciativa. Roland Wiens y Jonathan Bartel también plantaron cuatro congregaciones cada uno. Desde 1974 la JMBC ha desarrollado tres planes de alcance evangelístico, de diez años de duración cada uno. Sus metas y re¬ sultados se despliegan en el siguiente cuadro: ] 46 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo “Celebrando 150 años " Proyectos de 10 años Periodo Número de miembros activos Inicio Metas Resultados (membresía) 1° Proyectos 74-83 600 1.300 1.200 (1.368) 2 o Proyectos 85-94 1.200 2.400 1.560 (1.889) 3 o Proyectos 95-04 1.560 2.200 1.538 (1.886) El primer proyecto evangelístico a diez años logró un con¬ siderable aumento de convertidos. La membresía de la JMBC se duplicó. El segundo proyecto evangelístico de diez años vio un in¬ cremento de 360 miembros activos, resultado de los esfuerzos de plantación de nuevas iglesias. Las congregaciones establecidas no crecieron en número durante el segundo y tercer periodo de diez años. De hecho, durante el tercer periodo de diez años, el número de miembros activos, así como la membresía de la iglesia, no solo fracasó en su crecimiento sino que incluso decreció ligeramente. Las tendencias de crecimiento de la membresía de la iglesia están desplegadas en el siguiente gráfico: - Membresía de las Iglesias de la JMBC - Membresía de la Iglesia Los tres planes evangelísticos de diez años fueron propuestos por varios Comités de Evangelismo de la JMBC. Cada plan hizo énfasis en la plantación de nuevas congregaciones como centro de su filosofía de crecimiento eclesial. Un rango de factores, tanto ex¬ ternos como internos, ofrece una explicación para la falta de cre¬ cimiento reciente. Primero, el desgarrador incidente de ataque con gas sarín, realizado por el guipo Aum, que tuvo lugar en el subte¬ rráneo de Tokio en 1995, incrementó los sentimientos negativos de muchos ciudadanos japoneses hacia todas las religiones foráneas. Segundo, la reciente güeña en Irak, liderada por los Estados Uni¬ dos, así como los ataques terroristas por parte de fundamentalistas Asia: Japón 147 islámicos, ha aumentado los sentimientos de incomodidad hacia la religión en general, y hacia las religiones monoteístas en particular. Tercero, parece que la vida para la mayoría de los japoneses ha alcanzado los límites de ajetreo y estrés. La máxima prioridad para la mayoría de la gente es su lugar de trabajo, más que su vida espi¬ ritual y las actividades de la iglesia. Los miembros de las iglesias también se están volviendo cada vez más prósperos, lo que parece resultar en una falta de interés hacia los temas espirituales. Durante las últimas décadas casi todas las iglesias evangélicas protestantes en Japón han experimentado estabilidad en su número de miembros. Unas pocas congregaciones han crecido sustancialmente, pero en la mayoría de las congregaciones las condiciones son muy difíciles. Varios factores internos dentro de la JMBC han contribuido también a la falta de crecimiento numérico. Primero, a pesar de la falta de efectividad del segundo plan de diez años, las congregacio¬ nes Hermanos Menonitas del Japón no investigaron seriamente las causas del problema, de manera a elaborar un plan alternativo efec¬ tivo. Prevalecía la suposición de que si se plantaban nuevas congre¬ gaciones, y estas recibían el apoyo financiero adecuado, entonces crecería la membresía en la Conferencia. Segundo, parece ser que los pastores estaban demasiado ocupados encargándose de los pro¬ blemas de sus propias congregaciones y de los de la JMBC, como para poder encontrar el tiempo y la energía para desarrollar meca¬ nismos más efectivos de evangelismo. Antes que ponerse a buscar nuevas estrategias, los líderes parecían conformarse con decir: “El evangelismo es muy difícil en Japón”. Tercero, los miembros de las iglesias están muy ocupados con sus trabajos. Muchas personas no pueden hacer más que asistir a la iglesia los domingos por las mañanas. Los miembros tienen la tendencia a pensar que todo lo que ellos pueden hacer es dar sus diezmos fielmente y que aque¬ llos que tienen el don del evangelismo deben hacer todo el trabajo para alcanzar a otros. Cuarto, la JMBC no ha podido desarrollar un liderazgo espiritual saludable. Muchos líderes han tenido una fuerte tendencia hacia el legalismo. Otros han tratado de manejar y controlar los asuntos de sus iglesias utilizando técnicas seculares de administración. La búsqueda de un acercamiento más efectivo al 148 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “ Celebrando 150 años n evangelismo es un buen recordatorio de que, en definitiva, es Dios y su Santo Espíritu, y no las personas, quien puede dar la salvación. La JMBC ha formado sistemas de apoyo para aquellos a quie¬ nes Dios ha llamado a las misiones. Varios misioneros que sirven en ambientes transculturales han sido sostenidos por la JMBC. Esto incluye a Takashi y Kazue Manabe, quienes trabajaron con los traductores bíblicos Wycliffe en Papua Nueva Guinea desde 1978 hasta 1989. Durante este tiempo completaron una traducción del Nuevo Testamento Kwanza. Después de que los Manabe recibie¬ ron el llamado divino para ser misioneros, el Comité de Misiones Transculturales fue creado por la JMBC. Luego de que los Manabe regresaron al Japón, asumieron el pastorado de la Iglesia Herma¬ nos Menonitas en Ishibashi. Otros misioneros también fueron sos¬ tenidos por la JMBC. En 1988, Keiko Hamano fue enviada por la MBMSI como misionera a Pakistán. Más tarde se casó con H. L. Wyatt y ahora sirve con la organización Frontier Missions. Hiromi Takeda fue enviado por la MBMSI como misionero a la tribu Khmu en Tailandia, de 1997 a 2003. Después de 2006, la JMBC ya no sostuvo directamente a nin¬ gún misionero transcultural. No obstante, el Comité de Misiones continúa publicando boletines informativos acerca de las misiones en otras culturas y ha realizado reuniones con énfasis en las mi¬ siones transculturales, a fin de educar a las congregaciones de los Hermanos Menonitas acerca de las misiones mundiales. A pesar de la decisión tomada por la JMBC, las congregacio¬ nes locales han enviado misioneros que han recibido el llamado de Dios y han tomado la responsabilidad de sostenerlos. Hasta el momento, al menos tres iglesias de los Hermanos Menonitas han enviado misioneros. Takao Nakamura, quien era pastor en la Igle¬ sia Hermanos Menonitas en Neyagawa, y su esposa Kayoko, ac¬ tualmente sirven en San Diego, California, como misioneros a los inmigrantes japoneses que viven en esta área. Shigeyuki y Sachiko Yokoi están sirviendo en Raleig, Carolina del Norte, como misio¬ neros a los japoneses que viven en esa región. Hajimu y Kayoko Fujii, de la Iglesia de los Hermanos Menonitas en Tsuchiyama, es¬ tán sirviendo como misioneros entre los japoneses que viven en Asia: Japón 149 Fresno y Sacramento, California. Motohiro y Mariya Hamana están sirviendo como misioneros con la organización internacional Fun¬ dación para el Fíambriento (Food for the Hungry Internacional) en Camboya. Miho Inoue, de la Iglesia HM en Kawachi-Nagano, sirve como misionero con la Misión Antioquia (Antioch Mission) a los indios Cutchi en Tanzania. Qué puede aportar la JMBC a otras conferencias de Her¬ manos Menonitas La iglesia japonesa está en una situación en la cual puede probar el verdadero poder del evangelio. Cerca de 150 años han pasado desde que los misioneros protestantes vinieron por primera vez a Japón trayendo el evangelio, pero la membresía en las iglesias cris¬ tianas, incluyendo a católicas y protestantes, representa todavía un 1% de la población del país. Y se ha mantenido en este nivel por muchos años. Por una parte, el número de protestantes representa solamente un 0,44% de la población, siendo el número de creyen¬ tes que asisten regularmente a los servicios de adoración incluso menor al 0,22%. Por otra parte, el país está inundado de religiones y el número de afiliados, según el reporte de los diversos grupos religiosos, ¡dobla a la población actual del país! Japón se mantiene bajo fuertes influencias religiosas que están bien alejadas de la Bi¬ blia y de la verdad cristiana, pero los países de la iglesia primitiva en los cuales el evangelio fue predicado por primera vez alrededor de 2.000 años atrás, estaban en una situación similar. La JMBC mira al futuro para ver cómo cambiará Dios la situación, mientras los cristianos continúan orando por el Japón. Los cristianos japoneses se han enriquecido al salir al exterior y experimentar compañerismo con otros creyentes de las iglesias Hermanos Menonitas. Desafortunadamente, solo unos pocos pue¬ den comunicar sus pensamientos y creencias en otros lenguajes. Si bien los japoneses enfrentan la barrera del lenguaje al intentar relacionarse con individuos de otros países, viajar al exterior ayuda a la adquisición de un mejor entendimiento de las iglesias en otros países y los problemas que ellas enfrentan. De esta manera son ca- 150 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” paces de orar por aquello que ven y sienten. Con la ayuda de intér¬ pretes, pueden compartir los problemas de las congregaciones en su país y pedir oración a la familia de Dios en otras conferencias de Hermanos Menonitas. Al compartir su fe y las bendiciones de Dios en un contexto intercultural, ayudan a sostener la familia global de los Hermanos Menonitas. El Seminario Bíblico Evangélico de la JMBC puede ser un instrumento para enriquecer a otros. Entre las iglesias Hermanos Menonitas alrededor del mundo, están aquellas que tienen necesi¬ dad de educación teológica. Algunas conferencias tienen una seria escasez de teólogos y maestros, y carecen de fondos que posibiliten a sus líderes el estudio. Con el apoyo de la conferencia japonesa, sería maravilloso enviar maestros a corto plazo, desde el Seminario Bíblico Evangélico a otras conferencias. Los estudiantes que han aprendido el idioma japonés pueden estudiar en el Seminario Bíbli¬ co Evangélico. Las congregaciones japonesas quieren cooperar con otros en el estudio de la teología y la ética anabautista. La conferencia japonesa se unió con la MBMS para trabajar por la pequeña tribu de los Khurn en el norte de Tailandia. Este apoyo ha continuado, especialmente para el evangelismo y la edu¬ cación de los jóvenes. Hiromi Takeda, quien fue misionero entre los Khum y presidente del Comité de Misiones Transculturales de la JMBC (2006) ha organizado un equipo ministerial para visitar a los Khum una vez por año. Esperamos que los miembros del equipo alienten a los Khum a través de su ministerio y que al mismo tiem¬ po sean desafiados a comprometerse con las misiones mundiales a través de su valiosa experiencia de primera mano. Este tipo de experiencias misioneras siempre son útiles para los participantes, y pueden ayudar a incrementar el interés en las misiones locales, así como en las misiones mundiales. Dones provenientes de otras conferencias de Hermanos Menonitas La Conferencia Japonesa de Hermanos Menonitas está agradecida por las numerosas bendiciones que ha recibido de parte de los pro- Asia: Japón 151 gramas misioneros de las conferencias de los Hermanos Menonitas en Norteamérica. Hasta el presente, un total de catorce matrimonios y cuatro mujeres han trabajado como misioneros a largo plazo en Japón. De las veintiocho congregaciones y centros evangelísticos que son parte de la JMBC, veintidós fueron iniciados por los mi¬ sioneros de los Hermanos Menonitas de Estados Unidos y Canadá. Es bien conocido el hecho de que la tierra en Japón es muy costosa. Más del 70% del país corresponde a regiones montañosas. La mayoría de la gente vive y trabaja en un área que representa menos del 30% de la extensión total del país. El precio de una pe¬ queña parcela de tierra en la cual construir una iglesia, con un espa¬ cio muy limitado para estacionamiento, muy bien puede exceder el precio de la edificación misma. En los primeros años, las congregaciones japonesas recibían un considerable apoyo financiero por parte de las iglesias en Nor¬ teamérica para adquirir propiedades donde construir templos. Hoy, cada iglesia local en Japón tiene que financiar y sostener cada uno de sus ministerios, incluyendo la adquisición de terreno y cons¬ trucción del templo. Por lo tanto, las finanzas se han convertido en un gran obstáculo para muchas de las congregaciones pequeñas. Las congregaciones desean proveer suficiente espacio de estacio¬ namiento para acomodar al creciente número de personas que po¬ seen automóviles, pero esto es sólo un sueño para la mayoría de las iglesias. Una reciente excepción al requerimiento de que cada iglesia local sea responsable de sus propios gastos es la East Toyota Christ Church, que fue dedicada en 2006. La construcción del templo fue posible a través de generosas contribuciones, la mayoría provenien¬ tes de iglesias Hermanos Menonitas en Canadá. En 1957 el Instituto Bíblico de los Hermanos Menonitas se fundó en una casa prefabricada en Kasugade, del distrito Konohana en la ciudad de Osaka. El edificio había sido usado previamente por la MCC. El propósito de la institución era entrenar líderes. En 1959 el instituto bíblico fue reubicado en la Iglesia Cristiana Ishibashi de Tenjin, en la ciudad de Ikeda. Dos años después, en 1961, los Her- | 52 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años” manos Menonitas se asociaron con dos juntas misioneras bautistas y formaron el Seminario Bíblico Osaka. En un principio, las clases se llevaban a cabo en la Iglesias Hermanos Menonitas en Ishibashi. En 1967 cada una de las juntas misioneras recibió ofrendas de sus iglesias en Norteamérica y construyeron un magnífico edificio para las clases y un complejo de alojamiento para estudiantes, ubicados en las cercanías de Soen, en la ciudad de Ikeda. Sin embargo, sur¬ gieron desavenencias entre la JMBC y los grupos bautistas, con res¬ pecto a la interpretación bíblica y a las políticas educativas, y con el propósito de mantener la unidad en la fe y la práctica dentro de la Conferencia, la JMBC disolvió la sociedad con las otras dos misio¬ nes en 1971 y comenzó a ofrecer su propio entrenamiento teológico en una institución que se hizo conocida como el Seminario Bíblico Evangélico. Conforme al acuerdo en el que se había establecido que debían dividir la propiedad construida, los Hermanos Menoni¬ tas recibieron el edificio destinado al alojamiento de estudiantes. El mismo fue remodelado y en 1980 la propiedad fue transferida de la MBMS a la Conferencia de los Hermanos Menonitas en Japón. Harry Friesen se convirtió en el primer presidente del Semina¬ rio Bíblico Evangélico. Durante muchos años él enseñó Teología Sistemática y de ese modo instaló un fundamento dispensaciona- lista dentro de la JMBC. Ruth Wiens enseñó Educación Cristiana durante varios años y entrenó sucesores en este campo. Esto esta¬ bleció el fundamento para el ministerio de Escuela Dominical. En 1991, Takashi Manabe, pastor de la Iglesia Ishibashi, fue designado como el segundo presidente del seminario. Harry Friesen y Ruth Wiens sirvieron como profesores a tiempo completo en el Seminario Bíblico Evangélico, con el apoyo de la junta misionera en Norteamérica. En el presente, el seminario no tiene empleados de tiempo completo. Los pastores Hermanos Menonitas enseñan Biblia, Teología y habilidades ministeriales. Los miembros de igle¬ sias que tienen talentos enseñan materias como música y lenguajes bíblicos. Luego de la partida de los misioneros que enseñaban mu¬ chas de las materias en el seminario, los pastores han asumido la responsabilidad por todas las clases. Esto ha significado una carga adicional para aquellos pastores que también tienen ministerios de Asia: Japón 153 tiempo completo en sus congregaciones locales. El seminario sola¬ mente acepta estudiantes de tiempo completo, cada dos años. Esto ayuda a reducir la carga académica para los pastores que enseñan en el seminario. El promedio de estudiantes de tiempo completo que ingresan al seminario cada dos años es de tres personas. Unos pocos líderes laicos y auditores también se enrolan en un curso de entrenamiento de liderazgo laico. El propósito del seminario es entrenar pastores que estén equi¬ pados para hacer el trabajo del ministerio en sus congregaciones lo¬ cales, y no educar teólogos para investigaciones académicas. El se¬ minario ha hecho bien esto. Aunque la JMBC es una denominación pequeña, ha entrenado sus propios líderes en su propio seminario. Esto ha permitido que la conferencia mantenga su propia identidad y un sentido de unidad. En 1953, BOMAS adquirió una propiedad con un viejo ma¬ tadero que fue remodelado para su uso como campamento bíblico. El Campamento Bíblico Nosegawa está localizado cerca de Osaka, en un angosto valle junto al hermoso río Nosegawa. Cada verano, los campamentistas, en un rango de edades que va desde niños de la escuela elemental hasta jóvenes adultos, asisten al campamento. Muchos miembros de las congregaciones de Hermanos Menonitas han tomado su decisión de seguir a Cristo cuando eran jóvenes y mientras participaban de algún campamento en este lugar. En 1973 los derechos de propiedad de este predio fueron transferidos a la JMBC. En el pasado, el campamento tenía un equipo de tiempo completo que trabajaba en el mantenimiento del lugar, pero hoy en día, el Comité del Campamento Nosegawa, de la JMBC, se encar¬ ga de la operación completa. El campamento tiene un gerente que trabaja a tiempo parcial y varios voluntarios de congregaciones de la zona. Esto mantiene en un monto razonable los costos para los campamentistas. El campamento está convenientemente localizado a una hora del centro de Osaka, y frecuentemente se realizan en su predio conferencias, seminarios y conciertos al aire libre. Es un lugar muy apreciado y frecuentemente utilizado por los miembros de las iglesias Hermanos Menonitas. 154 . La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años En 2006, seis individuos de la Iglesia Hermanos Menonitas de Norteamérica estaban sirviendo en la JMBC como profesores a corto plazo de inglés conversacional. Este programa de alcance fue posible gracias a la generosidad de las iglesias norteamericanas. Estos individuos ayudaron a desarrollar programas de alcance en inglés en nueve congregaciones de los Hermanos Menonitas en las áreas de Osaka y Nagoya. Recibían solo un moderado apoyo financiero por parte de las congregaciones japonesas. La mayor parte de sus gastos eran cubiertos por la modesta matrícula que pagaban los estudiantes. Apoyo adicional fue solicitado por parte de sus congregaciones locales en Norteamérica. Algunos de estos profesores de inglés se habían inscripto en el seminario con el ob¬ jetivo de prepararse para otros ministerios. Los japoneses son, generalmente, receptivos a la cultura occi¬ dental y muchos están deseosos de aprender inglés conversacional. Por lo tanto el ministerio del inglés conversacional es una manera efectiva de invitar a las personas al local de la iglesia. Aquí ellas son introducidas al evangelio durante los momentos de devocional, al finalizar cada clase. Pero los japoneses pocas veces hacen un compromiso con Cristo en un corto periodo de tiempo. Los primeros misioneros Hermanos Menonitas provenientes de Norteamérica trajeron una gran cuota de entusiasmo evangelís- tico con ellos. Pero también entrenaron afanosamente a los líderes nacionales, lo cual hizo posible un traspaso del liderazgo. Luego de establecer el liderazgo nacional y una JMBC autónoma, los misio¬ neros se dedicaron a apoyarlos. Ha sido una gran bendición ver el ejemplo de Cristo en sus vidas. Sólo una familia misionera a largo plazo sirve actualmente en Japón (2006). Prioridades para el futuro Al inicio, las congregaciones japonesas de los Hermanos Menoni¬ tas eran bastante dependientes de los misioneros norteamericanos en su comprensión de lo que era la iglesia. Los misioneros enseña¬ ron sus mejores habilidades, pero sus enseñanzas estaban, inevi¬ tablemente, modeladas e influenciadas por su propia cultura. Los Asia: Japón 155 creyentes japoneses, en general, aceptaron lo que los misioneros enseñaban y trataron de mantenerlo sin cambios. A medida que las circunstancias cambiaban en Norteamérica, también cambiaba la vida de la iglesia. En general, las iglesias japonesas de los Herma¬ nos Menonitas no eran muy flexibles y estaban renuentes a aceptar los cambios. Por ejemplo, teológicamente, el dispensacionalismo estaba profundamente arraigado y se consideraba completamen¬ te bíblico. Muchos Hermanos Menonitas japoneses pensaban que mientras se mantuvieran alineados con el dispensacionalismo, eran bíblicos. El seminario también enfatizó la educación cristiana y publicó materiales de Escuela Dominical dirigidos a los diferentes grupos de edades, comenzando por los párvulos y llegando a los adultos. Los Hermanos Menonitas japoneses en ocasiones pensa¬ ban que eran superiores a otras iglesias en Japón, por causa de su teología dispensacionalista y de sus programas educativos. Pero no fueron demasiado buenos evaluando las vidas de sus propias igle¬ sias según los estándares bíblicos. Trataron de aprender principios de crecimiento para la iglesia, observando a las iglesias que crecían. Muchas veces trataron de imitar a tales iglesias, sin examinar ni aplicar con creatividad los principios bíblicos a su propia situación. En 1997 la JMBC invitó a Vem Heidebrecht, un pastor cana¬ diense, para ser orador en un retiro. Muchos japoneses quedaron choqueados al darse cuenta de lo abierta que era la congregación de la Northview Community Church (Abbosford, British Columbia) sin dejar de ser bíblica en su vida y ministerio. Los japoneses se asombraron cuando escucharon acerca de su entendimiento y apli¬ cación de lo que significa ser una iglesia bíblica. Luego de esta con¬ ferencia, las congregaciones de Hermanos Menonitas comenzaron a buscar la Biblia para ver lo que significaba ser una iglesia bíblica. Muchos sentían que tenían que discernir con mayor cuidado qué tradiciones debían ser cambiadas y cuáles debían mantenerse. En 1999 una consulta global del Comité Internacional de Her¬ manos Menonitas (ICOMB por sus siglas en inglés) se realizó en Buhler, Kansas. Cuarenta y un líderes japoneses asistieron a esta reunión. Los líderes japoneses estaban agradecidos de ser parte de 1 56 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" la familia global de las iglesias Hermanos Menonitas y se dieron cuenta de que su propio crecimiento podría ser facilitado a través del espíritu misionero y los dones de la amplia familia de los Her¬ manos Menonitas en todo el mundo. Un Comité de Renovación fue conformado durante la conven¬ ción de la JMBC en marzo de 2003. Usando como lema la frase: ‘"Libertad y Unidad en el Señor”, el propósito del Comité de Reno¬ vación era “reconstruir el esquema de los ministerios eclesiales que darán vitalidad y progreso a nuestras iglesias”. Durante un periodo de dos años el comité trató de identificar las prácticas y actitudes que afectaban el sano desarrollo de la vida eclesial. En 2005 el comité presentó un reporte de sus hallazgos a la convención de la JMBC. Este sugería varios cambios básicos en la estructura organizacional y el gerenciamiento de la JMBC. La conciencia de la necesidad de cambio en cada área de la vida de la Conferencia existía ya mucho antes de la celebración de su 50° aniversario en el año 2.000. Todo esto era parte de un movimiento en pro del logro de una identidad verdaderamente bíblica para los Hermanos Menonitas. El reporte del Comité de Renovación discutía cuatro áreas, mencionando en primer término el relacionamiento entre las con¬ gregaciones locales y la Conferencia. En el pasado, cuando ocu¬ rrían problemas serios en una iglesia local, la Conferencia tomaba la iniciativa de resolverlos. Este sistema funcionó bien durante los años subsiguientes a la Segunda Guerra Mundial, cuando la econo¬ mía del país, así como la membresía de las congregaciones, crecían en forma constante. Las congregaciones jóvenes necesitaban un li¬ derazgo fuerte de parte de la Conferencia para asegurar la unidad y para guiar la expansión. Muchos Hermanos Menonitas japoneses ahora creen que las congregaciones locales deben ser más respon¬ sables por los asuntos de su propia iglesia, tomando sus propias iniciativas para resolver los problemas y para desarrollar progra¬ mas. Las iglesias necesitan aceptar la diversidad entre las congre¬ gaciones locales. Pastores, líderes y miembros tienen, cada uno, su propia personalidad y sus responsabilidades. Al mismo tiempo, son compañeros en el trabajo en pro de la misma fe. Basada en la Asia: Japón 157 Confesión de Fe de los Hermanos Menonitas, la Conferencia debe ayudar a las congregaciones locales a ser un grupo unido de creyen¬ tes a través del servicio libre a Dios, enseñando y animándose unos a otros y esparciendo el Evangelio. Segundo, las congregaciones japonesas de Hermanos Meno¬ nitas necesitan una nueva Confesión de Fe. Mientras que la Con¬ fesión debe basarse en la Confesión de Fe de la ICOMB, también debe reflejar el énfasis singular de la conferencia japonesa. La Conferencia necesita un entendimiento más holístico del concepto bíblico de paz (el shalom que capacitará a los miembros a ser ver¬ daderos pacificadores). Tercero, en los primeros años, la Junta de Referencia y el Co¬ mité de Consejo de la JMBC asumieron el poder de contratar, des¬ tituir y transferir pastores. Ahora las prácticas han cambiado. Cada iglesia local tiene la libertad de seleccionar a su propio pastor y de determinar la naturaleza de una designación, sea esta de tiempo parcial o completo. El rol de la Conferencia es el de apoyar las de¬ cisiones de las congregaciones locales. El Comité, no obstante, se mantiene responsable por las políticas relativas a la ordenación y a la habilitación de pastores. Cuarto, las mujeres japonesas de las iglesias Hermanos Me¬ nonitas pueden servir como miembros de comités en las congre¬ gaciones locales y están invitadas a servir como representantes en reuniones de la JMBC. La esposa de un pastor puede servir en su iglesia con la aprobación de la membresía local, o puede trabajar fuera de su iglesia de acuerdo a sus dones. Discusiones futuras tra¬ tarán la posibilidad de que las mujeres asuman el pastorado, según sus dones. Los líderes de la JMBC anticipan que la próxima etapa de desarrollo en la vida de la Conferencia involucrará un número de cuestionamientos teológicos. Primero, ¿qué significa ser “bíbli¬ co’^ Cómo deberían aplicar los creyentes en Cristo el modelo bí¬ blico en su vida diaria?. Históricamente, la JMBC ha enfatizado el dispensacionalismo. Como resultado, la iglesia no dio suficiente atención a un acercamiento más holístico a la manera de vivir la 158 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” vida cristiana, así como a una sana teología en la iglesia. ¿Cómo de¬ bería la iglesia expresar, en la práctica, la vida en Cristo de la cual es poseedora? Los cristianos japoneses necesitan esforzarse para llevar una vida cristiana, que esté llena del Espíritu Santo. Deben establecer un estilo de vida bíblico que se exprese en la vida diaria, no sólo una teología que sea bíblica. Segundo, ¿qué significa ser “evangelístico”? Una revisión del índice promedio de crecimiento eclesial de las congregaciones es¬ tablecidas durante los últimos veinte años revela que no ha habido crecimiento. Muchas congregaciones tienen pocos adolescentes que asisten a los servicios de adoración. Los pastores han discutido el problema y han determinado que “una creciente y radical refor¬ ma espiritual en nuestras congregaciones establecidas es la clave para el futuro alcance de nuestra Conferencia’? La responsabilidad por el ministerio evangelístico no debe estar a cargo del Comité de Evangelismo, sino de cada creyente. La Conferencia puede crecer naturalmente en número si nuestras congregaciones establecidas ofrecen adoración viva al Señor y fortalecen el espíritu evangelísti¬ co en cada miembro. Tercero, ¿qué significa ser pacifista? El Cristo que establece la verdadera paz en la tierra debe vivir dentro de la gente, si ha de realizarse la verdadera paz. Esta paz debe expresarse dentro del hogar de cada miembro, dentro de cada congregación, en el lugar de trabajo de cada miembro, y en cada una de las otras instituciones de nuestra sociedad en las que nuestros miembros participan. Esta es la imagen del ministerio de reconciliación que el pueblo de Dios está llamado a cumplir. Conclusión El lema escritural de la JMBC se expresa en forma prominente en el título de cada edición del boletín mensual de noticias de la JMBC, el Yoki-Otozure (Buenas Nuevas): “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1.8). La iglesia ha gastado mucha energía en sus Asia: Japón 159 intentos de lograr crecimiento en la Conferencia. De todas maneras, parece que la JMBC no ha experimentado, en las recientes déca¬ das, el ser llenos del poder de Dios. Quizás ha olvidado buscar lo fundamental en el camino bíblico hacia el progreso espiritual. Los cristianos japoneses rara vez escuchan testimonios acerca de lo que ha hecho el Espíritu. Los cristianos deben testificar de la maravillo¬ sa obra del poder de Dios cuando este se desata en sus vidas. Deben buscar maneras de hacer que el poder del Espíritu Santo esté más fácilmente disponible, y no enfocarse solamente en las maneras de lograr sus propias metas por medio de sus propios planes. El Nuevo Testamento está lleno muchas de estas historias. Los cristianos que siguen estos ejemplos serán verdaderos discípulos de Cristo. La Iglesia de los Hermanos Menonitas en el Congo Jean-Claude Kikweta A Mawa Wabala y Maurice Matsitsa - N'Singa L a historia de la Conferencia de Iglesias Hermanos Meno¬ nitas del Congo (CEFMC) comienza con la historia de un hombre de América del Norte que obedeció al llamado a servir a Dios en ese país. Su historia pronto se entremezcló con la de muchos congoleños que sirvieron a su Señor en ambientes plagados de luchas políticas, sociales y económicas. En las últimas décadas, la República Democrática del Congo (RDC) ha sido esce¬ nario de numerosos conflictos políticos y güeñas. Se estima que más de cinco millones de personas han perdido la vida durante los últimos diez años a causa de las guerras. Mientras tanto, el mundo ha tomado conocimiento de esa situación pero ha contribuido poco a resolverla. A pesar de las difíciles condiciones en que viven los congoleños, el CEFMC se ha convertido en una de las conferencias nacionales más importantes dentro de la familia anabaptista global de la fe en la actualidad. Los factores que han contribuido a este crecimiento rápido son la Biblia, la traducción de literatura cristia¬ na, la formación de los evangelistas del pueblo, el trabajo médico, y el establecimiento de escuelas primarias y secundarias con ense¬ ñanzas bíblicas. La historia de la CEFMC comenzó a través del compromiso y de la determinación de los misioneros de América del Norte para predicar el Evangelio a los aún no alcanzados. En el siglo XX sur- 1 64 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo “Celebrando 150 años” gió entre los Hermanos Menonitas de América del Norte el deseo de viajar a Africa para proclamar el Evangelio. Estos misioneros se enfrentaron a muchas dificultades. En algunos casos, las organiza¬ ciones misioneras y las asociaciones se mostraron reacias a apoyar¬ los. Las enfermedades y un ambiente hostil, son sólo algunos de los factores que dificultaron a las organizaciones misioneras el envío de los candidatos a Africa. En vista de esta renuencia, algunos mi¬ sioneros Hermanos Menonitas decidieron trabajar para otras agen¬ cias que estuvieran dispuestas a enfrentar las realidades de Africa. Los primeros misioneros menonitas que llegaron al Congo fueron los hermanos Aarón y Ernestina Janzen. El período pionero (1913-1942): Aarón y Ernestina Janzen Los Janzen vinieron de las iglesias Mountain Lake y Carson de los Hermanos Menonitas en Minnesota. Sintieron el llamado a llevar el Evangelio y vieron la necesidad de las personas marginadas de Africa. La Junta de Misiones Extranjeras de los Hermanos Menoni¬ tas no estaba dispuesta a participar en esta parte del continente afri¬ cano, especialmente en Camerún, donde algunos misioneros ya ha¬ bían muerto. De modo que los Janzen aceptaron un nombramiento en una nueva asociación misionera menonita: la Misión al Interior del Congo (CIM). La CIM los envió a la provincia de Kasai Orien¬ tal, donde se unieron a otros misioneros que ya estaban trabajando allí. Salieron de los Estados Unidos en noviembre de 1912 y llega¬ ron a Kasai en enero de 1913*. Sirvieron con fidelidad en la CIM y obtuvieron valiosas experiencias en el trabajo misionero en Africa. Durante su servicio misionero en el Congo desde 1913 hasta 1922, los Janzen mantuvieron un estrecho contacto con las iglesias de los Hermanos Menonitas en los Estados Unidos, especialmen¬ te con Mountain Lake y Carson. Tenían la esperanza de salir de la CIM, para iniciar un trabajo con la Iglesia Hermanos Menoni¬ tas. En 1920, los Janzen pidieron permiso a la Conferencia Gene¬ ral de Iglesias de los Hermanos Menonitas de América del Norte para abandonar la CIM y crear una nueva estación misionera de los Hermanos Menonitas. Lamentablemente, la Conferencia no dio su África: Congo 165 consentimiento a la propuesta de la Janzen, a pesar de los diversos informes y recursos que mostraban a las iglesias de Estados Unidos la necesidad urgente de llevar el Evangelio al Congo. Sin embargo, los Janzen no se dieron por vencido y al final de su misión con la CIM, Aaron Janzen fue a otras partes del Congo buscando un lugar para llevar el Evangelio y abrir un campo misionero independiente. Los Janzen escogieron la parte occidental de la provincia de Kasai. Ayudados por la gente de Luba, llegaron a Kikandji en 1922 y comenzaron la primera estación misionera de los Hermanos Me- nonitas en el Congo. Algunos pobladores locales comenzaron a participar activamente en la labor de plantación de iglesias. Entre ellos, Ndjimbo Kubala Timothée, Kayembe, Nzelenga Philippe, Nganga Paul, Jacques Kapumba, Senzele, y otros que se unieron al misionero, primero como estudiantes y luego como colegas. Kikandji resultó no ser un lugar adecuado para la labor mi¬ sionera en el Congo, por lo que se tuvo que encontrar otro lugar. Se eligió Kafumba, a diez kilómetros de Kikandji. Varios factores determinaron la selección de este nuevo sitio como sede, incluidos la rica vegetación y el suelo, el potencial para llevar a cabo activi¬ dades de alto rendimiento agrícola, y la navegabilidad del río Kwilu para transportar los productos agrícolas y comerciales. La cons¬ trucción de la estación de Kafumba comenzó en 1923 y terminó en 1924, cuando Janzen y todos los trabajadores congoleños salieron de la estación de Kikandji para establecerse en la nueva 2 . Numerosas tribus ocupaban la zona Kafumba, incluidas Pen¬ de, Mbala, Songo, y Kwese. Debido a los esfuerzos de los Janzen la nueva estación se convirtió en un importante centro misionero y atrajo a mucha gente de la región. Las personas se beneficiaron de los numerosos servicios sociales y religiosos provistos por los misioneros. Construyeron aulas para una escuela primaria y una es¬ cuela bíblica para formar a los futuros líderes con el fin de llevar el evangelio a los pueblos cercanos. También construyeron un centro de salud, una clínica de maternidad, y una imprenta para la produc¬ ción de literatura bíblica. Hicieron todo lo necesario para promover el bienestar del pueblo y el desarrollo en la estación de Kafumba. ] 56 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años Como se indicó anteriormente, la Conferencia General de Igle¬ sias de los Hermanos Menonitas en América del Norte no estaba dispuesta a proporcionar ningún apoyo financiero, material, ni ad¬ ministrativo a los Janzen, por lo cual se vieron obligados a buscar su propio apoyo financiero. Cierto apoyo provino de los amigos de Mountain Lake, Carson, y algunos otros lugares. Además, se iniciaron programas agrícolas y se vendieron los productos para ayudar a pagar el trabajo misionero aprovechando el suelo fértil de Kafumba, apto para la agricultura 3 . La escuela primaria y la escuela bíblica fueron parte muy im¬ portante del programa de los Janzen. El objetivo de la escuela era capacitar a la población local en la lectura y la escritura. Los que fueron elegidos para estudiar en el Instituto Bíblico se convirtieron en ayudantes en la proclamación del evangelio, aunque tenían una formación muy limitada. El idioma en que se proveía la educación era kikongo ya leta. El trabajo de la misión de los Hermanos Menonitas en el Con¬ go se inició funcionando en el contexto del sistema colonial belga. Las potencias colonialistas del Congo Belga habían dividido al país en distintas regiones de una manera similar a la forma en que el continente africano fue dividido, aunque la división del Congo se hizo según criterios religiosos y no políticos, pues querían evitar conflictos entre los diversos grupos protestantes. A la Iglesia Ca¬ tólica se le permitió funcionar libremente en todo el país, pero a cada denominación protestante se le asignó un área específica para evangelizar. Después de que el Congo obtuvo su independencia en 1960, cada denominación tuvo la libertad de establecerse donde quería. La nueva división también significó una nueva estrategia para la prestación de servicios sociales para la población congoleña. Fue establecido un sistema de cogestión de las escuelas, dispensarios y hospitales, estrategia que resultó fundamental porque la población del Congo en gran parte era rural y los misioneros estaban muy dis¬ puestos a ir a lugares remotos del país para evangelizar. En el sistema de cogestión, a las iglesias se les permitió cons¬ truir escuelas, dispensarios y hospitales. El gobierno proporcionó África: Congo 167 subsidios para la infraestructura, la medicina, y los programas es¬ colares, y pagó los salarios de los maestros, médicos y enfermeras. Por otra parte, a las iglesias se les permitió impartir clases de reli¬ gión según la confesión de fe de la denominación a la cual pertene¬ cían las escuelas. En el Congo los cursos de religión son obligato¬ rios por lo que el gobierno paga el sueldo del capellán de la escuela. La Biblia y la traducción de literatura cristiana constituyeron un medio eficaz que permitió a la población local tomar la evange- lización en sus propias manos. Los misioneros controlaron la agen¬ da de la evangelización a través de cursos bíblicos y sesiones de formación de discipulado, sin embargo, tan pronto como la Biblia y la literatura cristiana se tradujeron a los idiomas y dialectos lo¬ cales, los misioneros perdieron el control de la situación. La gente podía estudiar la Biblia a su manera y entenderla desde su propio contexto. Pronto se abrió en Kafumba un servicio de traducción de lite¬ ratura. La población local fue entrenada para ayudar a los misio¬ neros a traducir la Biblia, sobre todo el Nuevo Testamento, pero también algunas porciones del Antiguo Testamento. Además, se tradujeron libros de educación cristiana y los manuales escolares que se utilizarían en las escuelas primarias y en las escuelas bíblicas de Kafumba, todo esto se hizo con el fin de evangelizar a las perso¬ nas que sólo podían comprender o comunicarse en los dialectos lo¬ cales. Varios congoleños, como Nganga Pablo y Ndjimbo Timoteo, aportaron su experiencia a este servicio colaborando con Martha Hiebert, quien había llegado en 1928, y Kathryn Willems, llegada en 1936. En 1936 Ernestina Janzen inició la traducción del Nuevo Testamento, que se imprimió en Estados Unidos en 1943. A fines de ese año fue publicada y distribuida en Kafumba la traducción al kikongo ya leta. Un centro de salud y una clínica de maternidad proveyeron una atención médica muy necesaria y ayudaron a erradicar algunas de las enfermedades endémicas de la región. Los Janzen crearon también un orfanato para niños en situación de riesgo. Algunos lí¬ deres prominentes, como Nganga Pablo y Yongo Antoine, se for¬ maron en este orfanato 4 . 1 68 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Aaron Janzen era conocedor de la agricultura, que había aprendido de sus padres, oriundos de Ucrania. Limitado por la falta de apoyo financiero adecuado, inició programas agrícolas y hortícolas para producir cafe, nueces y aceite de palma, y tam¬ bién para criar cabras. Además abrió una mueblería, un taller de costura, una fábrica de ladrillos, y estableció un aserradero, que creó puestos de trabajo y productos para mejorar las condiciones de vida diaria. Misioneros y personal congoleño en el trabajo en Kafumba Un proverbio del Congo expresa que "un solo dedo no puede lavar la cara entera". Los Janzen reconocieron esta verdad y, a pesar de que no recibían ningún apoyo de la Conferencia General de Iglesias de los Hermanos Menonitas de América, se habían ganado la con¬ fianza de los hermanos y hermanas en sus iglesias. Se mantuvieron en estrecho contacto con las iglesias en Mountain Lake y Carson, como también con otras personas que se interesaban por su trabajo. Durante sus visitas a los Estados Unidos los Janzen informaban sobre su labor misionera en el Congo y pedían personal y apoyo financiero para su campo misionero. Algunos miembros de la iglesia de los Estados Unidos res¬ pondieron positivamente a este llamamiento y apoyaron su trabajo. Otros aceptaron el llamado a trabajar como misioneros en el Congo acompañando a los Janzen. Cerca de diez misioneros, especialmen¬ te mujeres jóvenes, se unieron a los Janzen en Kafumba. De este modo hubo tres categorías de trabajadores en Kafumba: misione¬ ros, congoleños entrenados por los misioneros y servidores que ac¬ tuaban como personal de apoyo (profesores, catequistas, pastores, trabajadores especializados, enfermeras, carpinteros, etc.), y traba¬ jadores no calificados. En Kafumba, los puestos de dirección en todos los servicios estaban a cargo de los misioneros, los congoleños simplemente eran el personal asignado para ayudarles a cumplir sus tareas. Los misioneros que ayudaron a los Janzen a ampliar su trabajo desde 1924 hasta 1943 fueron los Bendicson, Elmer Hutchinson, África: Congo 169 AF y María Kroeker, Miss Lemaire (belga), Kathryn Willems, Anna Goertzen, Martha Hiebert, y Martha Manz 5 . Hubo algunas parejas de misioneros que nunca permanecieron en Kafumba durante largos períodos de tiempo. Ese fue el caso de Abe, F. y María Kroeker, que pasaron un corto tiempo y luego regresa¬ ron a Europa. Bendicson falleció en Kikandji mientras Hutchin- son reemplazaba a los Janzen que habían vuelto a América en 1927 por un permiso. La esposa de Hutchison murió mientras Hutchinson cubría a los Janzen en Kafumba. Por lo tanto, los Janzen tuvieron que regresar apresuradamente a Kafumba. Los Hutchinson habían trabajado para la Misión a las Tribu no al¬ canzadas (siglas del ingés UTM), en Panzi y en algunas regio¬ nes Kajiji. Cuando Janzen regresó, Elmer Flutchinson volvió a su estación de Panzi. Aaron Janzen trabajó intensamente con las jóvenes mujeres misioneras hasta 1943. Ernestina Janzen murió en Kafumba en septiembre de 1937. Entre los congoleños que ayudaron a Aaron Janzen se destacaron Ndjimbo Kubala Timoteo, que fue el primer congoleño ordenado pastor por los Hermanos Menonitas, Nganga Pablo, Senzele Luc, Jean Kufikisa, David Kalama, Katuala Jona- than, Jonathan Mabaya, Kikweta Manasse, Bulamatadi Elie, Lu- meya Nzash Gedeon, Kiwoma Jean, Manzumbu Stephan, Muzeba Nkieleb, Malwano Mwemo James, y muchos otros. Las principales características de la iglesia desde 1922 hasta 1943 Los Janzen desarrollaron un plan para llevar el Evangelio a las per¬ sonas aún no alcanzadas. Dieron forma a la obra en Kafumba te¬ niendo en cuenta a la población local y sus necesidades. Durante veintiún años de duro trabajo la reputación de la estación de Ka¬ fumba se extendió a otras regiones, incluso mucho más allá de las fronteras. La iglesia, establecida principalmente en las zonas rurales, creció por la visión, el ingenio, la experiencia, el trabajo sacrificado, y la determinación de los Janzen. Durante los primeros esfuerzos evangelísticos se evitó las ciudades y los centros comer- 1 70 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" dales, que se consideraban más expuestos a los malos espíritus y, por lo tanto, no tan abiertos a la evangelización. La iglesia estaba, en gran medida, aislada del resto del mundo. El plan de estudios de las escuelas primarias y de la escuela bíblica de Kafumba fue controlado cuidadosamente. La iglesia también cuidaba celosamente los valores bíblicos evangélicos y anabaptistas / menonitas. Los misioneros enseñaban los principios menonitas, a pesar de que los congoleños no enten¬ dían todas sus implicaciones. Incluso hoy, muchos miembros no saben lo que significa ser anabaptista o menonita, y la historia de la CEFMC y su patrimonio misionero es desconocido para la mayoría de los congoleños El espíritu misionero paternalista también dominó la iglesia congoleña. El misionero "padre" tomaba todas las decisiones por sus "hijos", que eran incapaces de asumir cualquier responsabili¬ dad por su propia cuenta. Los nativos de Kafumba aceptaron la autoridad de los misioneros sin desafiarla. Las limitaciones de la administración colonial belga, también fueron aceptadas. La iglesia no toleraba costumbres y tradiciones indígenas por¬ que las consideraba satánicas. En la estación misionera se practi¬ caba la separación entre los negros y los blancos. Había un barrio para los blancos y otro para los negros. Sin embargo, la iglesia es¬ taba llena de energía y dinamismo porque el entrenamiento dado al liderazgo congoleño les dio reconocimiento por los aspectos inte¬ lectuales, psicológicos, religiosos y por los valores culturales pro¬ porcionados por los misioneros. Aaron Janzen y su equipo enfrentaron dificultades financie¬ ras graves y cada vez más frecuentes entre 1938 y 1943 y solici¬ taron reiteradamente a la Conferencia General de Iglesias de los Hermanos Menonitas de América del Norte que asumiera la plena responsabilidad por el trabajo misionero a fin de evitar que se ce¬ rrara. Así, en una carta firmada el 29 de diciembre de 1938, todos los misioneros en Kafumba expresaron su disposición a entregar la obra misionera a la conferencia. 6 En 1943 Aaron Janzen informó de los resultados de los traba¬ jos en Kafumba como sigue: África: Congo 171 “...un centenar de escuelas establecidas en un centenar de pueblos y dirigidas por más de un centenar de profesores, una escuela bíblica establecida en Kafumba, un centro de salud, una clínica de maternidad, un servicio de literatura para la traducción y la producción de libros cristianos, dos mil estudiantes que asisten a las escuelas primarias en Kafumba y las aldeas circundantes, y mil seiscientos miembros activos en Kafumba y las aldeas circundantes ”. 7 Janzen contribuyó a la formación de maestros y evangelistas en esta región, y a la mejora de la infraestructura. Logró vincular el evangelio con el desarrollo del bienestar humano mediante el es¬ tablecimiento de la autosuficiencia alimentaria y mostró a la gente que podían mantenerse a sí mismos mediante el uso apropiado de sus recursos. Un segundo inicio En 1933, una pareja de misioneros de Canadá, Enrique y Ana Bartsch, comenzaron una segunda estación en la región Bololo del Congo, a unos 450 kilómetros al noreste del lugar donde estaban trabajando los Janzen. Comenzaron su trabajo con la Sociedad Mi¬ sionera de África, una organización que se originó a través de un grupo relacionado con la Escuela Bíblica de Winkler en Manitoba, donde los Bartsches habían sido estudiantes. A pesar de que pasa¬ ron un año en Kafumba con los Janzen, decidieron embarcarse en una empresa separada, junto con varios otros misioneros. A pesar de las extremas dificultades que encontraron, otros misioneros se unieron a ellos y lograron cierto éxito en la evangelización, educa¬ ción, salud, y en la obra literaria. Pero cuando estalló la Segunda Guerra Mundial la mayoría de los misioneros regresaron a América del Norte y el trabajo quedó en un paréntesis. Se hicieron nuevos esfuerzos en los años inmediatamente posteriores a la guerra, des¬ pués de que el trabajo de la Sociedad Misionera de África hubiera sido trasladado a la Junta de Misiones Extranjeras de los Hermanos Menonitas. La estación de Bololo fue trasladada a Djongo Sanga en 1946 y luego a otra misión en 1949. 1 72 La iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" La transferencia de responsabilidad a la Conferencia de los Hermanos Menonitas de América del Norte En 1943 la Conferencia General de las Iglesias de los Hermanos Menonitas de América del Norte aceptó finalmente la plena res¬ ponsabilidad por la labor en el Congo, sucumbiendo a las presiones de los miembros de las iglesias de los Hermanos Menonitas en los Estados Unidos y Canadá. Aaron Janzen entregó su trabajo a la Junta de Misiones Extranjeras de los Hermanos Menonitas, a fin de continuar con el establecimiento y la expansión de las iglesias de los Hermanos Menonitas en el Congo. La transferencia del trabajo de Janzen trajo algunos cambios importantes a la gestión adminis¬ trativa y a la financiación. En primer lugar, el estado de la misma iglesia cambió. Ya no pertenecía a Janzen y no se adaptaba a sus deseos personales, es decir, hubo un cambio de liderazgo. La Misión Americana de los Hermanos Menonitas (AMBM), nombrada por la Conferencia Ge¬ neral de Iglesias de los Hermanos Menonitas de América del Norte, se convirtió en responsable de la iglesia del Congo. Los métodos de trabajo, las estrategias y la filosofía cambiaron. La AMBM fijó una nueva dirección y su prioridad fue la evangelización, los otros servicios se consideraron sólo como un apoyo a ese objetivo pri¬ mordial. Janzen fue designado representante legal de la iglesia del Congo y fue contratado y pagado por AMBM, al igual que otros misioneros que trabajan allí. Todos los fondos para este trabajo provenían de América del Norte. El AMBM asumía la responsabilidad total por el equipo, las finanzas y los recursos humanos para el trabajo. Fueron asignados más misioneros para reforzar al equipo en el campo y se estable¬ cieron otras congregaciones fuera de Kafumba. El objetivo era am¬ pliar el trabajo misionero más allá de esta localidad, a regiones que antes no habían sido alcanzadas por los Hermanos Menonitas. La estación de Kafumba fue la sede de la Iglesia de los Hermanos Me- nonitas en el Congo y se convirtió en el centro neurálgico de todas las congregaciones de los Hermanos Menonitas. Toda la actividad de evangelización en la provincia de Bandundu fue desarrollada y realizada desde Kafumba. África: Congo 173 Expansión (1944 - 1960) La Conferencia General de Iglesias de los Hermanos Menonitas revisaba continuamente su labor en el Congo. Con el tiempo la AMBM se dedicó a continuar y ampliar el trabajo misionero más allá de Kafumba. Para lograr este objetivo, AMBM contrató más personal y lo envió al Congo. Una primera ola de misioneros empe¬ zó con la llegada de Susie Brucks, en 1944. Entre 1945 y 1948 otros misioneros reforzaron el trabajo de evangelización. Una segunda ola de misioneros fue enviada entre 1951 y 1959 para reforzar la expansión y el establecimiento de otras congregaciones en Ban- dundu 8 . Nuevas estaciones se crearon en Matende (1945), Kilembe (1947) y Kipungu (1948) en el Distrito Kwilu. Además de estas estaciones, AMBM heredó estaciones de otras asociaciones misio¬ neras que experimentaron dificultades financieras, como fue el caso de Lusemvu (1951), Gungu (1951), Kajiji (1953) y Panzi (1952). La zona cubierta por la influencia misionera de los Hermanos Menonitas se amplió de 150 a 450 kilómetros alrededor de Ka¬ fumba, y llegó a la frontera con Angola. En 1958 había cuarenta y nueve misioneros, once pastores congoleños, 276 catequistas, una escuela bíblica, un PAE (Ecoles d'apprentissage Pedagógic) de la escuela, más de doscientas escuelas primarias con un total de ocho mil estudiantes y más de seis mil miembros de iglesia 9 . Es importante señalar que la labor misionera de la AMBM fue ampliada de nuevo para incluir la educación. El peso de esta responsabilidad adicional se hizo sentir y la AMBM solicitó sub¬ venciones al gobierno colonial. Para cumplir con los requisitos del estado para recibir esas subvenciones necesarias para el pago de maestros, se estableció en Matende, en 1953, una escuela de for¬ mación de maestros con la ayuda de otros menonitas. Este nuevo centro de formación ayudó a satisfacer la necesidad de capacitar congoleños que fueran capaces de enseñar en las escuelas primarias de las iglesias. Estas escuelas primarias, junto con las secundarias y con instituciones de salud funcionaron como herramientas para el evangelismo. Cada año, varios cientos de estudiantes y pacientes se convertían al cristianismo como consecuencia del testimonio de los 1 74 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" capellanes de la escuela, de los maestros, de las enfermeras y de los médicos. Más recientemente, muchos de los pacientes del hospital Kajiji establecieron iglesias en Angola, luego de regresar allí. Estos pacientes tenían la ventaja de hablar el mismo idioma que la gente de la región Kajiji. La apertura de las escuelas bíblicas, primero en Kafumba y luego en Kikwit, Panzi, Nzashi Mwadi, y Kajiji, también propor¬ cionó herramientas para el evangelismo. Con el tiempo, la Iglesia de los Hermanos Menonitas se unió a la Iglesia Menonita para esta¬ blecer una escuela de teología en Kajiji, que más tarde fue traslada¬ da a Kinshasa y hoy se ha convertido en la Universidad Cristiana de Kinshasa. Las escuelas bíblicas se convirtieron en un método eficaz de promover la evangelización. Los graduados de esas escuelas bí¬ blicas por lo general estaban dispuestos a servir en cualquier lugar, mientras que los graduados de las escuelas y seminarios de teología a menudo eran reacios a prestar servicios en lugares donde las con¬ diciones sociales y económicas son más difíciles. Como resultado, los graduados de las escuelas y seminarios de teología tendían a servir en las ciudades, en las que también fueron asignados a ense¬ ñar en las escuelas secundarias. Por su trabajo recibieron ingresos adicionales que el gobierno pagó a los maestros y al personal de las escuelas parroquiales. Independencia El Congo (también conocido como Zaire o República Democrática del Congo) se independizó el 30 de junio de 1960. Este evento llegó repentinamente y tuvo consecuencias drásticas en las esferas políti¬ ca, económica, religiosa y social del país. Por un lado, se produjo la africanización de todos los puestos anteriormente ocupados por los blancos, lamentablemente los belgas no habían entrenado a los congoleños para administrar el país, y la llegada repentina de la independencia creó inestabilidad política e inseguridad en todo el país. Los misioneros de los Hermanos Menonitas fueron presa del miedo y la inseguridad. AMBM ordenó a los misioneros abandonar el Congo a través de Angola en junio y julio de 1960. En ausencia de los misioneros, África: Congo 175 los pastores congoleños debían hacerse cargo de la obra, pero no estaban preparados para la responsabilidad de administrar la ges¬ tión de las estaciones y los activos. En 1961, algunos misioneros, bajo la dirección de Juan Kliewer, por razones de seguridad, trasla¬ daron la sede que había estado en Kafumba desde 1924, a la ciudad de Kikwit. Los misioneros de los Hermanos Menonitas de América ya no estaban dispuestos a permanecer en el campo porque era me¬ nos seguro. Así, los misioneros Hermanos Menonitas americanos comenzaron a asentarse en las zonas urbanas y se construyeron edi¬ ficios para la sede de la AMBM y para el centro administrativo en Kikwit. Una Iglesia con dos jefes Siguiendo el ejemplo de otras iglesias, alrededor de 1962, las igle¬ sias de los Hermanos Menonitas proclamaron la "congolización" o "africanización" de sus iglesias. AMBM decidió hacer participar en la gestión a los miembros congoleños de la iglesia de los Hermanos Menonitas, por lo cual se creó la Asociación de Iglesias Hermanos Menonitas del Congo (AEFMC). De esta manera, los misioneros estaban dispuestos a compartir la responsabilidad del trabajo con las congregaciones locales. La congolización de cargos políticos, posiciones económicas, sociales y religiosas tuvo un impacto significativo en el país. Los congoleños debían asumir la gestión de los partidos u organizacio¬ nes que antes habían ejercido personas de raza blanca, pero esto no era tarea fácil porque faltaba personal calificado en muchos secto¬ res. Esta situación también se aplicó al campo religioso. Nadie ha¬ bía considerado la necesidad de formación de una élite intelectual en las congregaciones menonitas congoleñas. Los Hermanos Menonitas congoleños estaban en contacto con otras iglesias en las que congoleños ya se habían hecho cargo de la gestión de las congregaciones locales y se negaron a permanecer completamente bajo la supervisión de los misioneros blancos. Ale¬ garon que debían participar en la gestión de su iglesia. Los misio¬ neros sólo accedieron a regañadientes a la creación de la AEFMC, con la que trabajarían. Esto no era una verdadera asociación, por- 1 76 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo “Celebrando 150 años" que AMBM contribuía con finanzas, equipo y personal. Por tanto AMBM llevaba la iglesia y tenía el poder y los Hermanos Meno¬ nitas congoleños contribuían con las congregaciones y los recursos humanos. En la práctica, los congoleños aceptaban las decisiones adoptadas por los misioneros de acuerdo con el principio de que "la persona que proporciona el dinero tiene el poder." La verdadera unidad entre AMBM y AEFMC no existía. Parece que en la iglesia había dos jefes, uno conformado pol¬ los misioneros, y el otro, por los congoleños. Debería haber ha¬ bido una estrecha cooperación entre los misioneros y los pueblos nativos; muchos misioneros insistían en que la iglesia no debía es¬ tar dividida. Los misioneros tenían el poder real porque tenían los recursos financieros y el equipo, mientras que los congoleños no tenían ninguno. La unidad se rompía a menudo porque el modo de compartir no parecía ser justo. Clarence Hiebert, escribiendo en Le Lien años más tarde, declaró que los norteamericanos a menudo se referían a los "cristianos extranjeros", como los hijos (niños) de los esfuerzos misioneros de América del Norte. Estas cuestiones están todavía en la agenda de la misión. 10 La asociación siguió funcionando de esta manera hasta 1971, año en que tuvo lugar la fusión real entre la misión, representada por la AMBM, y la AEFMC. La estructura recién creada se llama la Communauté des Eglises des Freres Menonites au Zaire (CEFMZ, más tarde, el CEFMC). El AMBM entregó su trabajo misionero a la CEFMZ en la Asamblea General celebrada en agosto de 1971, en Kwenge. Como resultado de este acto, el CEFMZ se convirtió en el organismo oficial de la iglesia de los Hermanos Menonitas de Zaire y fue dirigido por congoleños. El lenguaje utilizado para des¬ cribir este cambio varía según quién habla. Los misioneros hablan de entregar la administración de la iglesia a los nacionales, mientras que los congoleños hablan de conseguir su independencia de los misioneros. Ese tipo de lenguaje utilizado por los Hermanos Me¬ nonitas del Congo es similar al lenguaje utilizado por los políticos cuando el Congo logró su independencia de Bélgica en 1960. Los representantes legales de la CEFMC desde 1971 hasta el presen¬ te (2009) fueron los siguientes: (1971-1974) Paul Nganga Diyoyo, África: Congo 177 Isaac Kilabi Bululu (1974-1984), Jean-Pierre Kusangila Kitondo (1984-1991), Norbert Masolo Mununga (1991-1998), (1998-2004 Gilbert Ndunda Ngelego), y Damien Pelende Tshinyam (2004 -). El estado de la iglesia en el momento de la fusión La Iglesia de los Hermanos Menonitas en el Congo tuvo sus puntos fuertes y débiles en el momento de la fusión entre la misión y la CEFMZ. Era una iglesia con muchos servicios en áreas tales como la evangelización, la salud, la educación, el desarrollo comunitario, la literatura, la evangelización por radio, la traducción de la Biblia, y sus correspondientes escuelas bíblicas, ubicadas en zonas rurales, y en centros urbanos como Kikwit. CEFMC fue considerada como la primera iglesia protestante bien estructurada y bien organizada del país. En Kinshasa, fue la primera iglesia protestante en tener un estudio de grabaciones y una emisora de radio que transmitía en el Congo y más allá. La iglesia estaba abierta al mundo y tenía co¬ nexiones con otras iglesias protestantes y con organizaciones como el Programa Agrícola Protestante, La Casa de Huéspedes Protestan¬ tes (protestante Guesthouse), el Centro de distribución de literatura, la Escuela Superior de Teología de Kinshasa (ISTK) y el Comité Central Menonita. Se había iniciado la formación del personal eje¬ cutivo de la iglesia en el nivel de licenciatura y de posgrado, a fin de satisfacer las necesidades de la comunidad y para difundir el evangelio en las zonas urbanas. La iglesia tenía un futuro prome¬ tedor, con muchos jóvenes intelectuales y laicos. Había una nueva generación con una nueva mentalidad. La iglesia Hermanos Menonitas se caracterizaba también por diversas deficiencias en la época de la fusión. Era una iglesia de las masas que no estaban involucradas en el apoyo financiero e ins¬ titucional, resultado de la política establecida, cuando el AMBM asumió la responsabilidad de la iglesia entre 1943 y 1971. Todos los recursos financieros provenían de América del Norte. La iglesia no pudo elevar el nivel de vida ni fue efectiva en su lucha contra la miseria y la pobreza de sus miembros. Los misioneros no distribu¬ yeron el apoyo que recibieron de la misión, y los magros salarios 1 78 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" de sus empleados no mejoraron el nivel de vida. Los misioneros también desalentaron las iniciativas tomadas por sus trabajadores para ganar dinero extra, a veces describían los intentos de los traba¬ jadores de ganar más dinero como algo satánico. La iglesia también carecía de personal ejecutivo calificado en teología, medicina, y administración eclesiástica. Había pocos líderes con experiencia en administración y gestión financiera. Congoleños conducen sus propias iglesias (1971 - 2008) Las personas formadas en el Instituto Bíblico y Pastoral de la es¬ cuela fueron los primeros en ocupar los puestos ejecutivos en la nueva iglesia con el fin de continuar el trabajo misionero. Tam¬ bién tenían que alimentar la relación fraterna entre los misioneros y los congoleños. El equipo congoleño primero fue dirigido por Paul Nganga Diyoyo, estaba compuesto en su totalidad por laicos. Diyoyo fue una de las personas capacitadas por Aaron Janzen en la Escuela Bíblica Kafumba. Era un hombre talentoso que nunca había trabajado como pastor. Los primeros estatutos de la CEFMZ nunca especificaron la calidad de las personas que debían dirigir las congregaciones de los Hermanos Menonitas. Los laicos podían tener altas posiciones administrativas en la iglesia. Muchos miem¬ bros de la iglesia Hermanos Menonitas del Congo tuvieron en alta estima ese primer equipo. Fue capaz de preservar la unidad entre los congoleños y los misioneros y entre los propios congoleños, manteniendo el equilibrio entre las diferentes regiones. Este equipo también redujo las amenazas que planteaba el tribalismo para el bienestar de la iglesia nacional. Además fue capaz de hacer frente al desafío de la evangeliza- ción mediante la fundación de más congregaciones en las áreas de Kinshasa y del sur de Kwango y de ampliar las instituciones edu¬ cativas. Las escuelas primarias y secundarias se habían creado para la educación de los hijos de los miembros de la iglesia de los Her¬ manos Menonitas del Congo. Kikwete Mawa Wabala se refieren a un triunvirato "de la Nganga Pablo, Matsitsa Charles-Andrew, y Mukoso Mateo”, quienes realizaron una excelente labor en el ámbi- África: Congo 179 to administrativo de la iglesia. Kikwete también indica que, a pesar de que sólo los laicos habían sido formados en las escuelas misio¬ neras, el equipo hizo una contribución significativa a la iglesia de los Hermanos Menonitas del Congo. Además, Kikweta manifestó que era un equipo creativo que, atendió con habilidad la iglesia y evitó que la CEFMZ se hundiera en el caos. El segundo equipo encabezó dos mandatos de la iglesia de los Hermanos Menonitas del Congo. Por primera vez, la iglesia fue dirigida por una persona que tenía una licenciatura en teología: el reverendo Isaac Kilabi Bululu, un teólogo formado en Francia con el apoyo de la Junta de Misiones. Los estatutos fueron revisados para definir las cualificaciones de las personas que podrían ocupar puestos de liderazgo en la iglesia. El primer término de este segun¬ do equipo fue dirigido en colaboración con un Secretario General, Arnold Prieb, que representó a Misiones y Servicios de los Her¬ manos Menonitas. Más tarde, la estructura comenzó a cambiar. El representante legal era, a la vez, el Secretario General. Por diversas razones, los misioneros comenzaron a abandonar las posiciones de liderazgo. El aumento del tribalismo, la mala gestión de la iglesia, la falta de una visión clara y de objetivos de los diversos repre¬ sentantes legales, a veces crearon graves conflictos. El más serio ocurrió entre 2002 y 2004. La evangelización siguió siendo la piedra angular y el trabajo más importante de las congregaciones, que estaban creciendo en número y en composición. La formación de líderes era una pre¬ ocupación importante. Los teólogos se formaron en buenas univer¬ sidades, con el apoyo de MBMS Internacional. Las mujeres parti¬ ciparon en el desarrollo de estas congregaciones de los Hermanos Menonitas. Evangelización y crecimiento de la iglesia La proclamación del evangelio a los no alcanzados continuó me¬ diante diferentes estrategias. La fonnación de líderes fue la primera preocupación; CEFMC tenía gente con doctorados, maestrías, li¬ cenciaturas y títulos de grado en teología. 11 1 g() La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años La segunda preocupación fue el establecimiento de congrega¬ ciones en lugares donde no llegaban los misioneros. En los grandes centros urbanos la iglesia estaba trabajando para encontrar maneras de llegar a todos los sectores de cada ciudad con el fin de llevar el evangelio y enseñar teología menonita. Según JB Toews, en 1973 había congregaciones de sesenta años, y en 1977 había un total de 18.086 miembros. El reverendo Mandono Biansi, evangelista actual de la comunidad, informó acerca de un fuerte aumento en el número de congregaciones entre 2007 y 2008. Había 285 igle¬ sias en 2007 y 387 en 2008. 12 El total de miembros de la CEFMC en 2008 era de 99.376, y es probable que la iglesia tenga más de 100.000 miembros en 2010. Esto significa que CEFMC es una de las mayores conferencias de las iglesias de los Hermanos Menoni¬ tas en el mundo. El aumento en número requiere un número creciente de pas¬ tores. Cada región de la iglesia nombra candidatos para la forma¬ ción teológica. Las mujeres son también comprometidas al servicio pastoral, algunas han sido ordenadas como pastoras. En 2008 había un total de 427 pastores, veinte de los cuales eran mujeres. Esta es una excepción a la práctica de la mayoría de las iglesias Menonitas de los Hermanos de todo el mundo. En 2000, el Representante Le¬ gal y el Secretario General, Gilbert Ndunda Ngelego, plantearon la cuestión de la ordenación de las mujeres por las congregaciones de los Hermanos Menonitas en el Congo. La primera mujer ordenada como ministro fue Charly Lukala. Más tarde también fueron orde¬ nadas Beatriz Kadi, Pombo Narri, Gislaine Tshitshi Tomisa, Marie Fumana, y Alfonsina Munganga. Además, en 1995 se creó un Departamento de Misiones bajo la iniciativa del Dr. Nzash U. Lumeya con la aceptación de la Asam¬ blea General de la CEFMC, que estaba dispuesta a ir más allá de sus fronteras nacionales con el apoyo financiero de su socio prin¬ cipal, MBMSI. Las dos organizaciones han firmado acuerdos cuyo resultado fue la presencia de la CEFMC en Angola, con el reve¬ rendo Masolo Norbert Mununga. También tiene un representante en Sudáfrica, el N'Sulunka Rev. Baudouin. MBMST proporciona recursos financieros y materiales y CEFMC ofrece personal. África: Congo 181 El CEFMC está estableciendo varias congregaciones en el Bajo-Congo y en las provincias de Kasai Occidental en el Congo. El CEFMC reconoció a la iglesia Hermanos Menonitas de Kivu del Sur como noveno miembro de su Conferencia Distrital en la duo¬ décima sesión de la Asamblea General, celebrada en Kahemba del 10 al 12 de octubre de 2008. La formación de líderes La política relativa a la formación de los dirigentes ha cambiado. La principal preocupación de la CEFMC fue la capacitación de líderes porque las congregaciones son cada vez más modernas y urbanas. En las grandes ciudades hay gente con muchos dones diferentes que la iglesia ha logrado evangelizar. A partir de 1971, algunos can¬ didatos fueron enviados a recibir formación en teología, empleando recursos financieros disponibles para este propósito, sobre la base de un acuerdo firmado entre la Junta de Misiones y la CEFMC. Pro¬ gramas con becarios también se establecieron en la Escuela Supe¬ rior Mbandu (Kikwit), la Escuela de Enfermería Kajiji, y la escuela Batela profesional. Además de la formación teológica, la CEFMC también se in¬ volucró en la formación de los niños del Congo mediante el estable¬ cimiento de escuelas primarias y secundarias. Fueron construidas grandes escuelas, tales como la de Kinshasa. El gobierno congoleño también construyó y financió escuelas en las estaciones misioneras. Muchas personas condenaron las divisiones tribales que se desarrollaron en la iglesia de los Hermanos Menonitas del Congo. En 1979 la conferencia se dividió en tres regiones (Kikwit en el Norte, Kinshasa, en el oeste, y Panzi en el sur) mientras comen¬ zaba a emerger una lucha por el poder y cuestiones tribales que posteriormente se agravaron. El poder en la iglesia estaba a menu¬ do vinculado a la pertenencia tribal. En la región norte, los Pende y las tribus Mbala eran mayoría y, a toda costa, querían mantener posiciones de liderazgo en la iglesia. En la región meridional lu¬ charon por el poder, los Yaka y la gente de Tshokwe. Esta tenden¬ cia continúa hasta hoy. La elección de un nuevo Representante 1 g2 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Legal y del Secretario General al final de un término a menudo está marcada por la aparición de tribalismo. El mejor candidato no recibe apoyo porque la gente quiere apoyar al candidato pertene¬ ciente a su propia tribu. En 1984, dos personas que trabajaban en la región norte de la CEFMC fueron devueltas a sus respectivas regiones para ser ordenadas y luego regresaron a continuar su tra¬ bajo en el Norte. De 1984 a 2004 en la sede central el liderazgo ha sido rotati¬ vo entre las tres regiones mencionadas anteriormente, sin embargo, desde 2000, muchas veces se ha pedido una modificación de los es¬ tatutos y de los reglamentos de la iglesia. El sistema de las regiones ha sido suprimido y sustituido por las conferencias de la iglesia. En 2003 las tres regiones se dividieron en ocho conferencias: Kafum- ba, Kajiji, Kikwit, Kinshasa, Kipungu, Gungu, Panzi, y Wamba. La novena Conferencia aprobó nuevas divisiones en la duodécima sesión de la Asamblea General celebrada en 2008. Es probable que la Conferencia Kajiji se divida en dos (Kajiji y Kahemba). Otras, como Panzi, también pueden ser divididas. Se necesitan más teólogos con formación en gestión adminis¬ trativa, liderazgo y gobemabilidad. Muchos líderes no tienen expe¬ riencia administrativa cuando completan su formación teológica y, a menudo, sólo tienen experiencia en la conducción de congrega¬ ciones pequeñas. El CEFMC todavía utiliza kikongo ya leta como lengua de la administración. El idioma kikongo se utiliza incluso en los perío¬ dos de sesiones de la Asamblea General. Entender las actas y los informes de las reuniones de CEFMC es difícil para las personas que no hablan kikongo. Los estatutos y reglamentos estuvieron en ese idioma hasta 2000, cuando un equipo dirigido por el reverendo Ndunda Gilbert Ngelego los tradujo al francés, trabajo realizado por una comisión encabezada por Maurice Matsitsa - Singa N '. La reunión del Comité Ejecutivo Central, celebrada en 2005 aprobó el uso del francés. Los registros históricos de la iglesia de los Hermanos Meno¬ nitas del Congo no han sido bien conservados, por lo que es difícil hacer una investigación sobre la historia de la iglesia en el Congo. África: Congo 183 Los documentos oficiales y religiosos se encuentran dispersos en muchos lugares y no hay ningún plan para organizar un archivo. La mayoría de los miembros de la iglesia no están interesados en su historia; probablemente la organización y preservación de los informes históricos sea una tarea que deban llevar a cabo los mi¬ sioneros. Desarrollo, Salud y Literatura El CEFMC ha trabajado con otras iglesias y ha recibido ayuda de misioneros para crear unidades de producción tales como el Progra¬ ma Agrícola Protestante o, en la década de 1990, el Departamento de Salud y Desarrollo de la Comunidad (DESADEC)creado bajo la dirección del Congo. El DESADEC, sin embargo, no duró mucho. Maweshi Mbenza manifiesta que muchos proyectos de la CEFMC han cesado, en parte debido a la burocracia, que es una de las razo¬ nes principales por las que varios proyectos no se han financiado. Ningún otro servicio ha sustituido DESADEC. El CEFMC ya no es capaz de crear este tipo de servicios, que son muy caros y las igle¬ sias no están en condiciones de apoyarlos. Después de varias con¬ sultas MBMSI, ha decidido no apoyar DESADEC. Algunos sostie¬ nen que CEFMC ha alcanzado la madurez y que puede asumir la responsabilidad por sí misma. El apoyo financiero de MBMSI casi ha desaparecido y hay poco apoyo de América del Norte. Aunque la CEFMC ha alcanzado la madurez y es una de las mayores iglesias de los Hermanos Menonitas en el mundo en tér¬ minos de membresía, sus recursos financieros son muy limitados. La mayoría de los miembros de las iglesias de los Hermanos Me¬ nonitas del Congo están desempleados y sólo un tercio de ellos ganan entre 40 y 50 dólares EE.UU. por mes. Esto significa que el CEFMC todavía es incapaz de tomar plena responsabilidad por su trabajo. En el marco del AMBM, se cambió la filosofía de trabajo defendida por Aaron Janzen. El desarrollo agrícola ha contribuido en gran medida el bienestar económico de los miembros CEFMC, y si el AMBM hubiera continuado con la visión de Aaron Janzen, la CEFMC tendría más oportunidades de llegar a ser autosuficiente, 1 84 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" sin embargo, la AMBM imita las políticas del estado colonial bel¬ ga. Actualmente los miembros de la iglesia no dan generosamente y creen que MBMSI continúa enviando ayuda financiera. Esta fal¬ ta de compromiso real de los miembros CEFMC es un problema grave que dificulta el éxito de la obra. La iglesia es cada vez más pobre, porque carece de recursos financieros y de equipos. En el ámbito de la salud, han emergido como líderes algunos miembros de la CEFMC, como el Dr. Pakisa Tshimika y el Dr. De- nis Matshif. Sin embargo, el Hospital General Kajiji, establecido por los misioneros, está desapareciendo. El hospital ya no funciona, y aunque la CEFMC tiene sus propios médicos, no los admite. El gobierno congoleño es incapaz de pagar los sueldos del personal de salud. Además, muchos centros de salud se han creado en las antiguas estaciones misioneras, pero han tenido que ser cerrados debido a la mala gestión y a la falta de medicamentos. El CEFMC ya tampoco tiene recursos para la producción de li¬ teratura ni para su centro de distribución. El equipo que dejaron los misioneros ha caído en desuso o ha quedado obsoleto. Actualmente hay una pequeña librería cuya financiación se suspendió alrededor del año 2000. La asociación con MBMSI Ha llegado el momento para hacer una revisión de la relación entre el CEFMC y su socio principal, MBMSI. Cuando la Junta de Mi¬ siones asumió la responsabilidad por el trabajo del misionero Aa- ron Janzen, en 1943, desempeñó un papel destacado en los ámbitos financiero, institucional, y en el progreso humano de las iglesias de los Hermanos Menonitas del Congo. El dinero puesto a dispo¬ sición de los misioneros que trabajaron en el Congo, sin embargo, no fue compartido en forma equitativa. Los misioneros fueron los principales beneficiarios de todo lo que vino de América del Norte. Los empleados que trabajaban para los misioneros no fueron pa¬ gados de manera adecuada; a menudo recibían salarios de hambre. Muchos misioneros pensaban que era normal que estas personas fueran tratadas de esta manera, a pesar de que todos ellos pertene- África: Congo 185 cían a la misma iglesia. John Redekop ha declarado que MBMS1 ha adoptado la misma política que muchas otras agencias misioneras, que estipulan que los trabajadores nacionales deben ser pagados de acuerdo a las normas locales. Debido a esta política de perpetuar la pobreza de muchos, a menudo fueron criticados. "Mi corazón me dice que debería recibir mejor sueldo y mi espíritu reconoce que esto podría causar otros problemas". 13 Este espíritu misionero ha creado mala voluntad entre el liderazgo y los estamentos de obreros laicos. El AMBM promovió la creación de estaciones misioneras. Los congoleños que asumieron la responsabilidad de la iglesia conti¬ nuaron su relación con América del Norte, sin embargo, su filosofía de trabajo ha cambiado y ahora es una iglesia congoleña con una administración congoleña. La agencia misionera de América del Norte, MBMSI, ya no está a cargo de la CEFMC. El importante apoyo financiero proporcionado a CEFMC antes de 1997 se redujo significativamente tras la consulta entre las dos organizaciones. Por ejemplo, alrededor de 1994, el Instituto Bíblico de Kikwit recibía más de 2.000 dólares americanos, hoy sólo recibe 200 dólares ame¬ ricanos. El Instituto Bíblico Nzash Mwadi recibe sólo 50 dólares. Como consecuencia, el celo y el entusiasmo de los congoleños por realizar estudios teológicos ha desaparecido por completo. Al¬ rededor de 1984, los malentendidos entre los dos socios dirigieron al equipo de gestión de la CEFMC a rechazar la ayuda financiera proporcionada por MBMSI y devolverla. Aunque CEFMC desea mantenerse por sí misma, es imposible para un país donde la mayo¬ ría de los miembros de la iglesia están desempleados. La relación entre los dos socios sigue sin resolverse y es necesario establecer relaciones más estrechas. Conclusión y perspectivas para el futuro CEFMC es una iglesia que tiene un gran potencial espiritual, fi¬ nanciero, y desarrollo institucional. Aparte de la falta de recursos financieros y de equipo, el CEFMC ha demostrado claramente su capacidad administrativa y la de sus líderes entrenados, que han 1 86 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" logrado establecer congregaciones en todo el país. La iglesia debe permanecer abierta a sus socios. Las personas que tienen medios económicos pueden aportar su experiencia para complementar los recursos congoleños. El CEFMC tiene que revisar la falta de equipo y el compromiso financiero débil de sus miembros. Debe revisar sus métodos, su filosofía de la riqueza, de los negocios y la política. CEFMC debe alentar a sus miembros a tomar parte activa en la gestión política, económica y social del país. La iglesia debe alentar a sus miembros a ganar dinero honra¬ damente con el fin de mejorar su nivel de vida y salir de la miseria y la pobreza. En este sentido, CEFMC puede funcionar mejor que otras iglesias protestantes del Congo, ya que fue fundada por bue¬ nos agricultores, artesanos y empresarios. La iglesia puede utilizar su legado de experiencia en la agricultura y la economía para hacer frente a la miseria y la pobreza de sus miembros de manera eficien¬ te. Aquí es donde la contribución y la experiencia de los misioneros o de otros expertos extranjeros Hermanos Menonitas pueden ser muy valiosas y esenciales para ayudar a enseñar buenas prácticas de gestión en el Congo. En este sentido, el CEFMC debe aprender de las iglesias evangélicas que son capaces de aumentar el apoyo financiero consistente sin ayuda exterior. Mediante la sensibiliza¬ ción, la CEFMC puede llevar a sus miembros a contribuir a un presupuesto anual que refleje su tamaño. Los problemas de tribalismo y la mala gestión siguen afec¬ tando a la CEFMC e impiden su desarrollo. La existencia de esos conflictos crea problemas dentro de la iglesia, y los líderes deben tomar medidas para eliminarlos. La Iglesia Hermanos Menonitas en el Congo tiene ochenta y siete años de vida. Por tanto, es tiempo de evaluar todas sus activi¬ dades. No debemos dudar en admitir sus errores y faltas. No debe¬ mos ocultar nuestra realidad pasada y presente. No debemos limi¬ tamos a criticar a los demás y a ver sus errores, sino que también necesitamos extraer lecciones de ellos para poder trabajar mejor. Esta es la responsabilidad de una iglesia que se respeta a sí misma y sus deseos de ser evangélica. Mediante la cooperación sincera la iglesia continuará respondiendo al llamado de Cristo para recon- África: Congo 187 ciliar a los seres humanos con Dios y establecer congregaciones vivas y maduras con el poder y la ayuda del Espíritu Santo. Notas 1 Foreign Missions Africa. (Hillsboro, KS: The Board of Foreign Missions of the Conference of the Mennonite Brethren Church of North America, 1947): 9. 2 Ibid., 13. 3 Kikweta Mawa Wabala : “Histoire de la Communauté des Eglises des Fréres Mennonites du Zai're (CEFMZ)." Mémoíre de maítrise en Théologie, Faculté de Théo- logie Protestante de Montpellier France, Juin 1977: 39. 4 Ibid., 114. 5 Janzen, 33. 6 J. B. Toews : The Mennonite Brethren Church in Zai’re (Fresno, CA: Board of Christian Literature, 1977): 77. 7 Janzen, 25. 8 A complete list is given by Toews, 225-235. 9 Kikweta, 97-106. 10 Clarence Hiebert, "Un coeur pour ceux qui n’ont pas entendu: histoire de la mission des Fréres mennonites." Le Lien des Fréres Mennonites, 19, 6 (December 2000): 1-3. 11 For example: Dr. Nzash-U-Lumeya, Dr. Matungulu Guvule, Dr. Nzuzi Mukawa. 12 Renseignement fourni par le Révérend Damien PELENDE Représentant Le¬ gal et Secrétaire General de la CEFMC, Kikwit, Février, 2009. 13 John Redekop, "Les grandes questions de la mission d’aujour'hui." Le lien des Fréres Mennonites, 19, 6 (December 2000): 4. La Iglesia de los Hermanos Menonitas en Angola Lutiniko Landu Pedro Miguel A ngola no es un país muy conocido, algunos se refieren a él como el “país olvidado”. Sin embargo, ha trascendido a causa del conflicto civil que, en el año 1975, desembocó en su independencia. En muchos aspectos, el mundo anhela ver la participación de Angola en asuntos globales, pero con frecuencia el país permanece ausente o es representado por los países vecinos. Angola es uno de los países de mayor valor estratégico de Áfri¬ ca. Henderson W. Lawrence escribe: “Angola ocupa una posición estratégica no sólo en cuanto al cambio del sur de África, sino tam¬ bién como centro de coordinación de las interacciones oeste-este”. Se encuentra en la parte meridional de África, con una extensa costa sobre el Océano Atlántico. Limita con la República Democrᬠtica del Congo (RDC) al norte, con Zambia, al este, y con Namibia, al sur. En el norte, la provincia de Cabinda se encuentra aislada del resto del territorio, al oeste sus costas son bañadas por el Océano Atlántico pero la frontera restante la separa del Congo Brazzaville. Luanda, la capital, está situada sobre la costa del Océano. Con una población estimada de 15.490.000, Angola es uno de los países más grandes de África. El Ovimbundu es el grupo étnico más grande seguido del urbano, y de los grupos kimbundu bakongo. Durante 450 años Angola fue una colonia portuguesa que sólo obtuvo su independencia en 1975, después de quince años de gue- j 90 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años rra. El Movimiento Popular de Liberación de Angola -MPLA- de orientación marxista, obtuvo el control del gobierno con la asis¬ tencia militar cubana. Mientras tanto, otro movimiento indepen- dentista rival, la Unión Nacional para la Liberación Total de An¬ gola -UNITA-, inicialmente apoyado por Occidente y Sudáfrica, se convirtió en opositor del nuevo gobierno, sumiendo al país en una guerra civil que se prolongó por veintisiete años. La derrota de la UNITA en 2002, después de la muerte de su líder Joñas Savimbi, condujo a la firma del Memorando de Luena, el 4 de abril de 2002. Esto abrió las posibilidades para una política de paz y despertó la esperanza generalizada de que el país tuviera la oportunidad de re¬ cuperarse. Los Hermanos Menonitas en Angola realizan la tarea misione¬ ra junto con otras dos integrantes de la familia mundial menonita: la Iglesia Evangélica Menonita en Angola, dirigida por el Rev. Maka- ni Mpovi, y la Iglesia Menonita Comunidade em Angola (Iglesia Menonita de la Comunidad), dirigida por el Rev. Gomes de Mi¬ randa. En 2003 estas tres iglesias menonitas crearon la Conferen¬ cia Interamericana de Menonitas en Angola, llamada Conferencia Intermenonita en Angola (CIMA). Comienzos Nativos angoleños que regresaron a su país de origen desde Kins- hasa, Congo (RDC), dieron nacimiento a la Iglesia de los Herma¬ nos Menonitas (IEIMA) en 1983. En 1981 el Rev. Makani Mpovi Sebastiao Sikonda encabezó un equipo de la Iglesia de los Hermanos Menonitas de Makungu, conformado por angoleños que regresaban a su país de origen. Via¬ jaron desde Kinshasa a Angola en coche motivados por el misio¬ nero Amold Prieb, que había delegado al Rev. Makani Mpovi la responsabilidad de regresar a Angola para plantar una iglesia de los Hermanos Menonitas. Cuando el equipo llegó a la ciudad de Maquela-do-Zombo, en la provincia de Uige se puso en contacto con muchas personas y miembros de la Iglesia de Cristo en Angola (ICA). Este paso fue África: Angola 191 sencillo, ya que siempre había existido una estrecha relación entre las cuatro iglesias Hermanos Menonitas de la conferencia (CE- FMC) en Kinshasa, República Democrática del Congo y la ICA. La existencia de la Asociación de Cristianos de Angola en el Congo (Associaqao dos Cristáos Angolanos no Congo) lo evidencia. Su contacto con la ICA sería un buen punto de partida, pero se convir¬ tió en un escollo para la ICA. Dos años más tarde, después de observar y conocer la política del país, el equipo salió de Uige con una autorización para entrar en la capital, Luanda. El Rev. Makani Mpovi, ahora pastor de la ICA, se convirtió en líder de la iglesia de Cazenga donde ministró y ado¬ ró con otros creyentes, ocultando su intención de iniciar una Iglesia de los Hermanos Menonitas. Esta intención salió a luz cuando su cuñado, Sanda Samuel, le preguntó un día: “¿Cuándo va a iniciar la plantación de la iglesia a la cual sirvió como pastor en Kinshasa?” Esta pregunta causó que el equipo y, sobre todo el Rev. Makani Mpovi se pusiera a traducir la Constitución de los Hermanos Meno¬ nitas al portugués. Sanda Samuel era un soldado de las Fuerzas Ar¬ madas de Angola (FAA) y, como tal, conocía bien las políticas y la burocracia de Angola en aquel momento. El trabajo de traducción de la Constitución fue arduo, pero permitió iniciar el proceso para el reconocimiento legal ante el Ministerio de Justicia, lo cual abrió el camino para iniciar la plantación de iglesias en Rocha Pinto, don¬ de vivía Samuel Sanda, quien ofreció su patio para comenzar la plantación de una Iglesia Hermanos Menonitas en 1983. Si bien el punto de partida se había dado en 1981, fue en oc¬ tubre de 1983 que la Iglesia de los Hennanos Menonitas fue re¬ conocida como una denominación de Angola. Una nueva iglesia se inició en Rocha Pinto y se hicieron esfuerzos para plantar otras más: entre 1983 y 1984 se plantó las iglesias de Cazenga, Hoje a Henda, y Mabor. Debido a la gran necesidad de pastores y a la falta de ministros entrenados, líderes laicos fueron nombrados pas¬ tores. Sanda Samuel fue pastor asociado en Rocha Pinto, Mbozo David Mabeia en Hoje a Henda, Bonifacio Ndombaxi Makila fue pastor en Cazenga y Andre Ngombo lo fue en Mabor. Como esas 1 92 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" cuatro iglesias estaban bien establecidas, es decir, profundamente arraigadas, el Rev. Makani Mpovi comenzó a recorrer la zona esta¬ bleciendo nuevas obras siempre que era posible. Fue en medio de ese dinámico periodo de IEIMA que el Rev. Makani Mpovi volvió a Uíge para nombrar otros pastores, algunos de los cuales habían sido pastores de la ICA. Como puede observarse, una serie de personas fueron instru¬ mentales en los comienzos de IEIMA. Además del Rev. Makani Mpovi, el pastor Sanda Samuel ofreció sus habilidades para tra¬ ducir al portugués y el pastor Bonifacio Ndombaxi su habilidad para mecanografiar. En diciembre de 1983 Samuel Sanda realizó un viaje a Brasil para establecer contacto con otros creyentes Herma¬ nos Menonitas de habla portuguesa. Desde allí se vinculó con los Hermanos Menonitas de Estados Unidos y de Canadá. El 1 de febrero de 1984 una delegación de Estados Unidos y Canadá, visitó a sus hermanos en Angola. Su visita fue similar a la relatada en Hechos 8:14, ya que los angoleños habían aceptado la Palabra de Dios y había necesidad de alguien que testificara acerca de lo que habían oído para dar la bienvenida de esta nueva confe¬ rencia a la familia global. El objetivo de esa visita fue fortalecer la fe de los hermanos en Angola. El Rev. David Mbozo dio testimonio de esto diciendo que los hermanos de los EE.UU. y Canadá se go¬ zaron al ver el trabajo iniciado. Esta fue la mejor época para la iglesia de Angola, pero un buen comienzo no garantiza la salud continua. Pronto se inició la segun¬ da ola de plantación de iglesias, que vio nacer las obras de Golf II, en Luanda, y de Induve en Petr'Angola, donde sirvió como pastor el hermano Manteca. Fue un período de muchas iniciativas. Se des¬ tacó la célula de oración que comenzó Songo, así como la Asocia¬ ción Menonita de Beneficencia, que posteriormente se convirtió en la Asociación de Solidaridad Mutua (SCAM). Este período fue bendecido por las oraciones y los esfuerzos de muchos hermanos de dentro y de fuera de Angola, pero no se prolongó mucho. Los tiempos de bendición se fueron transforman¬ do en una serie de experiencias difíciles. África: Angola 193 Conflicto, división y proceso de transición: 1986-1991 Los representantes de América del Norte se habían alegrado por lo que vieron en la visita a su iglesia hermana y decidieron enviar regalos para apoyar el trabajo de Dios en Angola. Como se trataba de una conferencia joven carecía de disposiciones y de experiencia relativa al manejo de los bienes materiales. Los regalos enviados incluían un vehículo Toyota, vestidos, y 700 chapas de metal para cubrir el techo de iglesias. Durante este tiempo las conferencias de IEIMAy MBMSI colaboraron hombro a hombro. En 1986 surgió un grave conflicto cuando el líder de la confe¬ rencia (Rev. Makani Mpovi), que había recibido los dones de los hermanos, fue acusado por el Rev. David Mbozo de no hacer nin¬ gún esfuerzo para incorporar a otros a la toma de decisiones sobre qué debía hacerse, ni dar participación en cuanto a la forma en que el trabajo debía continuar. Otras denuncias giraron en tomo a una falta de rendición de cuentas y al abuso de autoridad. Con ambos dirigentes intentando mantener la disciplina y el respeto ante sus colegas, la comunicación se rompió. De esta manera, los Hermanos Menonitas cayeron en una serie de interminables conflictos. Se nota que no hicieron uso de la ética de la no violencia menonita al tratar de resolver los conflictos, muy por el contrario. Se denunció a los hermanos ante las autoridades estatales acusándolos de ser miembros del partido político opositor denominado UNITA (denuncias que fácilmente podían conducir a la muerte). El Rev. Mbozo era conocido por liderar el equipo contrario. Las autoridades lo llamaron a declarar y fue detenido y amenazado de muerte, pero finalmente puesto en libertad el 14 de octubre de 1988. Algunos vieron en su liberación algo muy similar a lo registrado en Hechos 12, en la liberación de Pedro. La división se convirtió en una ruptura permanente en 1988. El Rev. Mbozo dirigió cuatro iglesias: Hoje a un Henda, Mabor, Cazenga y Petr’Angola. La iglesia original de Rocha Pinto se di¬ vidió entre los dos dirigentes, conservando el Rev. Makani Mpovi el control de los bienes de la iglesia, así como la nueva iglesia de Golf II. J 94 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Ese mismo año, el Gobierno aprobó la inscripción legal del documento IEIMA. Una delegación de CEFMC y MBMSl, inte¬ grada por Masolo Mununga y por Robert Neufeld fue nombrada para mediar en el conflicto, pero tuvieron poco éxito. En 1990 ambas partes acordaron superar sus diferencias y re¬ conciliarse, en parte debido a la presión aplicada por el Estado. Sin esa reconciliación las iglesias menonitas hubieran sido barridas de Angola. Este importante paso dio oportunidad para celebrar la primera asamblea general el 15 de noviembre de 1990. Un comité con representantes de ambas partes fue designado para la transición hasta la próxima asamblea general, que elegiría a un nuevo lide¬ razgo para IEIMA. Esa segunda asamblea tuvo lugar en 1991, en presencia del Consejo de Iglesias Cristianas de Angola (CICA), de Robert Neufeld y de David Dyck, representantes de MBMSl y de Harry Janzen, de la Conferencia Hermanos Menonitas brasileña. Como resultado del encuentro se renovó el liderazgo quedando Pe¬ dro Mauricio Nsiangangu como representante legal del IEIMA, el pastor Antonio Panzu como evangelista nacional, el pastor Samuel Sanda como Secretario de Finanzas, y el pastor Francisco Manteca como secretario administrativo. Los líderes de la división fueron retirados de la actividad y quedó establecido este nuevo equipo. Asociaciones, plantación de iglesias y capacitación (1992- 1999) La capacitación de los ministros llegó a ser muy importante para todos los pastores, que se vieron obligados a registrarse en algu¬ no de los seminarios de Luanda. El pastor Joao Diviokele fue en¬ viado a Kikwit en el Congo, el pastor Manuel Alfonso al Institu¬ to Bíblico Pentecostal, y otros, como los pastores Pedro Mauricio Nsiangangu, y Antonio Panzu, a Brasil. Sanda Samuel y Josefina Sona Alexander recibieron su formación a través del liderazgo de la Sociedad Bíblica y de un ministerio sudafricano llamado Timoteo Internacional. En 1995 se firmó un tratado tripartita entre CEFMC, IEIMA y MBMSl con la asistencia de pastores angoleños residentes en el África: Angola 195 Congo. IEIMA fue representada por los pastores Pedro Mauricio Nsiangangu y Antonio Panzu. Los representantes de Congo fueron el reverendo Lopes, el reverendo Kiala Ntemo Timoty, Lutiniko Landu Pedro Miguel, Segueira Luzembo y Luvvawa. Ellos fueron invitados por los dirigentes de IEIMA Pedro Mauricio Nsiangangu y Antonio Panzu a trabajar en Angola para IEIMA mientras seguían viviendo en el Congo. Esa reunión motivó a algunos, mientras que otros consideraron que era una trampa y pusieron en duda la inte¬ gridad de la reunión. En septiembre de 1995 el pastor Lutiniko viajó de Cabinda a Luanda por el lapso de un mes para investigar la situación. Perci¬ bió que la necesidad real de IEIMA era la falta de ministros capa¬ citados. Esto reconfirmaba las observaciones que había realizado acerca de Angola el pastor Luzembo en 1992, después de una larga estadía en Luanda. IEIMA enfrentaba una crisis de liderazgo y la necesidad de formación era urgente. Como resultado surgió el Ins¬ tituto Bíblico de Misionología en Angola (IBMA). Nuevos patrones para la expansión: 2000-2007 El año 2000 trajo muchos cambios a IEIMA. El Dr. Pakisa Tsimika (MBMSI) y Robert Neufcld (MCC) llevaron a cabo una misión conjunta que tenía el objetivo de decir la verdad sobre Angola. La tarea realizada llevó a IEIMA a convocar una asamblea general electiva donde Luzembo Segueira, anteriormente marginado, fue elegido como secretario general del IEIMA para ocupar el lugar del Rev. Pedro Mauricio Nsiangangu. Con este evento debería haber terminado el conflicto. Con demasiada frecuencia se observa que un arreglo en que falta una verdadera resolución de fondo, aunque aparente ser una salida, no es sino el comienzo de un conflicto nuevo y fue así que otro surgió en 2002. Esta vez fue porque el liderazgo del Rev. Lu¬ zembo fue impugnado por los reverendos José Ngola Mwenga y Antonio Panzu. Después de un largo período de conflicto ambas partes comenzaron a reflexionar seriamente sobre la división. Am¬ bos reverendos, Luzembo y José debían enfrentar la realidad de la 1 96 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" disminución y del debilitamiento de sus liderazgos dentro de sus equipos. Ninguna de las partes estaba dispuesta a iniciar la confron¬ tación o la reconciliación. Observadores de IEIMA advirtieron que la denominación corría un alto riesgo de perder el reconocimiento legal del estado. En diciembre de 2006, cuando IEIMA celebró su quinta Asam¬ blea General, los delegados preguntaron si los miembros desapare¬ cidos de IEIMA habían sido invitados, porque el pastor José Ngola deseaba buscar la reconciliación. La Asamblea General encargó a algunos miembros que ayudaran a lograr la anhelada reconcilia¬ ción. Un servicio de reconciliación tuvo lugar en Getsemaní el 17 de diciembre de 2006. Los reverendos José Ngola Muenga y Antoni Panzu expresaron sus sentimientos de agradecimiento a Dios por la reconciliación. Confesaron que el conflicto y la división habían reducido a la iglesia a la nada y destruido sus propios ministerios, los cuales ahora debían superar muchos desafíos. El Rev. Luzembo Segueira estuvo de acuerdo con esa evaluación. Estado actual de la iglesia Por lo general cada congregación de Angola es dirigida por un pas¬ tor capacitado, pero en las zonas rurales, ministros laicos siguen sirviendo a causa de la falta de ministros. El pastor es apoyado por un asistente de ministro que por lo general es considerado como evangelista, que debe ser un pastor de formación. Ambos reciben la colaboración de los diáconos. Los departamentos juveniles, así como los ministerios de la mujer, están ayudando a sostener las iglesias. Cada año, la iglesia tiene una Asamblea General en la que el pastor y sus colaboradores dan un informe, al igual que cada de¬ partamento. Cualquier cuestión que requiere una asamblea general es manejada por el consejo de la iglesia. Las estadísticas de IEIMA del año 2006 registran 5800 miem¬ bros, según datos aportados por el Rev. Segueira Luzembo. La composición de cada una de las provincias es la siguiente: 250 Uíge, Luanda 500, Lunda Norte 2200 y Malange 2850 miembros. África: Angola 197 Este total no incluye la provincia de Cunene, con unos 150 miem¬ bros, ya que su pastor no está presente. El mayor crecimiento en la actualidad tiene lugar en el interior de las provincias de Lunda Norte y Malange. (ICOMB, datos para 2007,4.559 miembros en 81 congregaciones con 68 pastores) IEIMA ha desarrollado un ala social para complementar el Evangelio con la acción social. Escuelas asociadas con iglesias en Luanda, la capital, son una expresión común de acción social de los Hermanos Menonitas en Angola. Más de 2.000 estudiantes están matriculados en diversas instituciones de nivel preescolar y prima¬ rio. En las zonas rurales, las iglesias tienen preescolares, donde los niños son enseñados por el ministro o por jóvenes maestros capa¬ citados. Después de su graduación en el Centro de Misionología en el Congo, en 1996 el Rev. Miguel Lutiniko Landu Pedro regresó con su familia enviado por las Naciones Unidas como Comisionado para trabajar por los Refugiados en Luanda, Angola. En octubre de ese año, comenzó un centro de entrenamiento en la oficina de IEIMA, con tres estudiantes. Fue asistido en la enseñanza por el Pr. Pedro Mauricio Mukoso y Rufino. El Instituto de la Biblia (IBMA) ofrece dos programas: Estudios Bíblicos (tres años) se ofrece a aquellos que no tienen un certificado de escuela secundaria, y Mi¬ sionología, que se ofrece a aquellos que han terminado la escuela secundaria y la intención de hacer estudios académicos. Cuestiones y desafíos Durante la época colonial y aún durante el período post-colonial, los angoleños han sufrido muchas experiencias traumáticas y han heredado costumbres que han dado rienda suelta a la violencia ex¬ trema. En el período post-colonial se introdujo un tipo leninista de marxismo que condujo a una guerra civil que se prolongó por dé¬ cadas. Las iglesias no quedaron exentas, sino que se contagiaron de tales políticas. Algunas iglesias adoptaron una ideología marxista como método y modelo de liderazgo. Fue durante este período que el Rev. Makani Mpovi comenzó el trabajo de los Hermanos Meno- 198 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" nitas en Angola. El odio imperaba incluso entre los cristianos. Los angoleños que vivían en el Congo no tuvieron un fácil retomo a su propio país. A menudo la recepción de sus compatriotas estaba do¬ minada por el odio. El término peyorativo “Langa” es ilustrativo de que el odio era común y formaba parte de la experiencia cotidiana. Se empleaba para referirse a los angoleños que regresaban del Con¬ go para dejarles en claro que no eran bienvenidos. El largo período de guerra civil no permitió el desarrollo de una educación adecuada para la mayoría de los angoleños lo cual creó un complejo de infe¬ rioridad en algunos y un sentimiento de superioridad en otros. Este tipo de heridas de los angoleños requieren tiempo para sanar, con la ayuda de los demás. La falta de educación mencionada se extiende también al área de la formación teológica. Algunos dirigentes con influencia nacio¬ nal han entendido la importancia de la formación de los ministros de Angola. Algunos angoleños han ido al Congo a estudiar, pero han recibido poco apoyo tanto en el Congo como en Angola. En algunos casos, la indiferencia hacia la educación teológica se ha convertido en el rechazo de aquellos que tienen formación superior. Otros factores culturales también son importantes. Aquellos que iniciaron la plantación de la iglesia en Angola, eran de la tribu del Congo que privilegia el parentesco matriarcal, pero el padre tie¬ ne un importante papel divino dentro de las creencias tradicionales de Angola La historia bíblica también refleja fuertes tradiciones patriarcales. Algunos de los líderes nacionales de Angola han ex¬ perimentado grandes dificultades, incluso dolor, cuando se los im¬ pugnó y sustituyó por jóvenes dirigentes que eran sus propios hijos espirituales. Esto fue humillante para ellos. IEIMA tiene un problema pendiente con la Iglesia de Cris¬ to en Angola. Cuando se plantó IEIMA, sacó muchos miembros de la ICA. Se necesita diálogo, arrepentimiento, y una petición de perdón por parte de los dirigentes para con la ICA. El autor tiene la sensación de que no todos los pastores de la ICA dan crédito al ministerio de los Hermanos Menonitas dentro de Angola. Un tiem¬ po para la oración y el arrepentimiento verdadero es una necesidad. África: Angola 199 IEIMA necesita fortalecer lazos con las asociaciones exis¬ tentes, corno con CFEMC y MBMSI. Si bien ha habido aspectos positivos en estas asociaciones, se han producido muchos errores en ambos lados. IEIMA desea tomar el lugar que le corresponde y hacer contribuciones dentro de la familia mundial de los Hermanos Menonitas. Visión para el Futuro ¿Cómo puede IEIMA ser eficaz en su misión en Angola y llegar a otros países? Sus pastores creen que es necesario corregir y trans¬ formar muchas cosas de esta conferencia. La pobreza es una de las cuestiones más preocupantes, y es una de las principales razones por las cuales IEIMA repetidamente ha experimentado conflictos. El consejo de pastores en Luanda ha debatido las cuestiones muchas veces, llamando a todas las iglesias a que paguen a sus pastores. Afortunadamente, algunas iglesias son diligentes en hacerlo. La iglesia también tiene que pensar más en la tierra y en nuevas instalaciones para la plantación de iglesias. Hay iglesias que están creciendo bien, pero todavía no tienen lugar de encuentro. Incluso la conferencia nacional no tiene oficina propia. La pobreza es, por tanto, un obstáculo para el desarrollo saludable del liderazgo de los Hermanos Menonitas en Angola. La iglesia en Angola necesita nuevas iglesias para transformar las más antiguas y algunos líderes maduros que capaciten a otros. La formación es muy importante para un futuro esperanzador de los Hermanos Menonitas en Angola. Según su misión y visión, IEIMA debe llegar con el Evangelio a las dieciocho provincias de Angola y a los países africanos de habla portuguesa. Para llevar a cabo este gran proyecto IEIMA busca la cooperación con otras conferencias dentro de los Hermanos Menonitas de ICOMB. Notas 1 Lawrence W. Henderson, Angola: Five Centuries of Conflict. (London: Cornell University Press, 1979), 7. 2 Lutiniko Landu Miguel Pedro. “Structure Redemptive in Actes 13:1-3. Une In- terpellation Missiologique Anabaptiste Africaine.” (Master's thesis, CUM, 1996), 32. La Iglesia de los Hermanos Menonitas en Rusia y en la Unión Soviética Johannes Dyck L a historia de los comienzos de los Hermanos Menonitas hasta la primera parte del siglo XXI ha sido relatada en un capítulo anterior. La Primera Guerra Mundial, iniciada en 1914, y la Revolución Bolchevique de octubre de 1917, cambia¬ ron dramáticamente las circunstancias religiosas y políticas. La Unión Soviética surgió como un estado comunista que se expandió y acrecentó su poder, hasta que finalmente colapso unos setenta años después. Aunque Ucrania había tenido un breve periodo de independencia, junto con el resto de Rusia, estuvo bajo el mando de Vladimir Lenin hasta su muerte en 1924. Sólo cuando la Unión Soviética colapso, Ucrania fue nuevamente independiente. Un ciclo oscureciéndose (1917-1929) Con la estabilización gradual del gobierno soviético, las políticas gubernamentales hacia los evangélicos protestantes fueron toman¬ do forma. La brutal destrucción de la Iglesia Ortodoxa Rusa que se inició con la Revolución Bolchevique, al inicio produjo cierto alivio para los llamados sectarios, perseguidos severamente duran¬ te los tiempos del Zar. En particular Rieron beneficiados los rusos bautistas y los cristianos evangélicos, y experimentaron un creci¬ miento sin precedentes. Su número creció casi diez veces, especial¬ mente por su estructura eclesiástica y por el trabajo misionero de Johann Wieler (1839-1889), un destacado evangelista de los Her¬ manos Menonitas que había ayudado a formar tres generaciones anteriores. 204 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Sin embargo, muy pronto, los Hermanos Menonitas perdieron su estatus de religión privilegiada y fueron considerados nueva¬ mente como una secta, junto con todas las demás “iglesias libres”. Previamente, se había considerado ”secta” a un cuerpo religioso hostil a la Iglesia Ortodoxa Rusa; ahora una “secta” era un grupo declarado hostil al primer eslabón del estado: el de los obreros y campesinos. Luego de mediados de 1920, el poder político se concentró en las manos de Joseph Stalin (1878-1953), cuyo nombre se asocia con cruel persecución y millones de muertes. La implementación de nuevas políticas religiosas se convirtió en la tarea de la Unión Ateísta, que fue oficialmente instituida en 1925. Uno de sus prime¬ ros objetivos fueron las escuelas. Poco después, todos los maestros de las escuelas menonitas fueron obligados a firmar una declara¬ ción por la que se manifestaban antireligiosos. Los que no estaban de acuerdo debían abandonar las escuelas. De este modo, los meno¬ nitas fueron privados de una de sus instituciones importantes para la educación religiosa. En 1925-26 las principales iglesias libres obtuvieron permiso para reunirse en conferencias a escala nacional. Los nuevos gober¬ nantes espectaban señales de lealtad de parte de ellos a través de la aceptación del servicio militar. Bautistas, cristianos evangélicos y pentecostales, adoptaron resoluciones afirmativas sobre este tema, a pesar de serias tensiones internas, a veces, incluso en contradic¬ ción a decisiones adoptadas previamente. Los menonitas tuvieron permiso para reunirse en una confe¬ rencia a escala nacional en Moscú en enero de 1925. Obtener el permiso era una tarea difícil; la determinación de las autoridades de pelear contra la religión era evidente. Un representante de las autoridades estuvo presente en la conferencia de 1925. Los delega¬ dos elaboraron una resolución demandando el derecho de reunio¬ nes religiosas sin interrupciones para adultos y niños en templos y hogares privados, de reuniones especiales para educación religiosa para niños y jóvenes, permiso para llevar adelante orfanatos meno¬ nitas, exoneración de trabajos especiales para líderes de iglesias y Europa: Rusia 205 templos, distribución libre de Biblias y otras literaturas cristianas, educación teológica a corto plazo para trabajadores eclesiásticos, y la mantención de la neutralidad de las escuelas en términos de edu¬ cación religiosa o antirreligiosa. La lista concluyó con una petición de honrar su creencia de no a la resistencia, de asegurar un servicio militar alternativo, y de reemplazar el juramento por una simple promesa. Los delegados declararon esta lista como un requerimiento mí¬ nimo para la supervivencia de una comunidad confesional. Inten¬ taban recuperar el estado que habían tenido antes de la Revolución y de la Primera Guerra Mundial, pero el gobierno consideró sus demandas como un acto de abierto desafío. Como resultado, los menonitas fueron considerados, hasta la década del año 1960, como una secta dañina, similar a los Testigos de Jehová No resistirse significaba no conformarse, y la mayoría de los setenta y tres dele¬ gados de la conferencia de Moscú, murieron en exilio en el periodo subsiguiente. No menos de veintiséis delegados en la conferencia de 1925 eran Hermanos Menonitas, que habían tomado parte activa en la conferencia, reportando sobre su participación en un proyecto de misión fascinante entre pequeñas tribus en el norte de Siberia. Ade¬ más, apoyaban la propuesta de publicación de una revista común de noticias llamada Unser Blatt (Nuestra Hoja), que comenzó en no¬ viembre de 1925. Seriamente debilitado por la emigración de mu¬ chos a Canadá en los tempranos años de 1920, el remanente de los Hermanos Menonitas tenía que encontrar su propio camino durante las próximas décadas. El trabajo misionero en el delta del Río Siberiano Ob fue re¬ saltante en la vida de los Hermanos Menonitas en los años 1920. En 1918, durante la Revolución, Johann Peters y su esposa Sara, graduados de la Escuela Bíblica de la Alianza de Berlín dejaron el establecimiento menonita de Orenburgo para ir al norte de Sibe¬ ria, donde vivían los Ostyaks (Khants), Voguls (Mans) y Samoyeds (Nents). Otros se unieron a ellos, de modo que en 1924 su trabajo cubría un área que se éxtendía aproximadamente 1200 kilómetros 206 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" de norte a sur. La obra fue conocida ampliamente, especialmente por los reportes en Unser Blatt. La tarea misionera en el norte tuvo un fin abrupto en 1930, debido a la intervención de las autoridades. El año 1926 marcó el fin de la educación teológica organizada de los Hermanos Menonitas. Su primera escuela bíblica, abierta en 1918 en Tchongrav, Crimea, fue cerrada en 1924. En ese tiempo había ofrecido un curso de tres años, y tenía cincuenta estudiantes. Entre 1923 y 1926 existió una pequeña Escuela Bíblica Menonita con trece estudiantes en Davlekanovo, cerca de Ufa. En la Colonia Menonita de Nueva Samara, también existió por dos años, entre 1923 y 1925 una escuela bíblica, pero la más grande se había esta¬ blecido en la colonia de Orenburgo y fue cenada en 1926 cuando tenía 67 estudiantes, procedentes de áreas dispersas a lo largo de Crimea y Siberia. David Rempel, uno de los maestros, sobrevivió a las persecuciones de Stalin, como lo hizo al menos un estudiante, Peter Bcrgmann. Ambos jugaron un rol significativo en la restaura¬ ción de las iglesias en la década de 1950. Frente al peligro creciente, los Menonitas y los Hermanos Me¬ nonitas descubrieron cada vez más lo que tenían en común. Durante la Conferencia Menonita de los ucranianos en Melitopol, Ucrania, en octubre de 1926, un anciano ministro de los Hennanos Menoni¬ tas exclamó: “¡Si hubiéramos tenido esta conferencia 65 años atrás, ninguna secesión de la antigua iglesia hubiera ocurrido!”. Las úl¬ timas estadísticas oficiales publicadas en documentos de conferen¬ cia reportaron 46.829 Menonitas en Ucrania, 7.242 de ellos perte¬ necientes a la iglesia de los Hennanos Menonitas. En ese tiempo ninguno de los delegados podía imaginarse que iba a ser la última Conferencia Menonita en la Unión Soviética. Todas las señales apuntaban en dirección al sufrimiento. Mi¬ rando atrás, uno podría preguntarse cómo los ministros y las per¬ sonas ordinarias en las congregaciones fueron preparados para afrontar las dificultades que traerían las siguientes décadas. Ellos simplemente asistían a la iglesia cada domingo, escuchaban los sermones de ministros no profesionales, cantaban canciones tra¬ dicionales y nuevas en coros, y participaban en estudios bíblicos. Europa: Rusia 207 Los ministros itinerantes hacían sus viajes y los jóvenes asistían a reuniones especiales. El Señor puso su fe a prueba: ¿Serían ellos lo suficientemente fuertes para soportar la persecución? El camino de la muerte (1929-38) La lucha ideológica en la Unión Soviética fue cada vez más y más intensa. La religión, considerada un remanente del pasado, era vista como un obstáculo en el camino hacia un futuro exitoso. En 1929 la batalla en contra de la religión fue considerada como el escenario principal de la lucha de clases, había que combatirla con todos los métodos posibles, incluyendo el exilio masivo y el encarcelamiento. El 8 de abril de 1929 el gobierno publicó una nueva ley so¬ bre la religión. La mayoría de los requerimientos de la conferencia menonita de 1925 fueron prohibidos específicamente. Los modos de trabajo y las estructuras de las iglesias libres atrajeron especial atención. La ley prescribió un registro obligatorio para asociaciones religiosas y prohibió todo tipo de asistencia material para miembros de iglesia, reuniones especiales para niños, jóvenes, y mujeres, al igual que sesiones especiales de estudios bíblicos, literatura, traba¬ jo de costura, y otras actividades. La vida religiosa fue limitada a ejercicios religiosos dentro de los templos. Los miedos expresados en la conferencia de 1925 acerca de la posibilidad de perder los requerimientos mínimos y absolutos para sobrevivir, de pronto se volvieron una realidad. El Partido Comunista tomó el rol del liderazgo en la lucha con¬ tra la religión. Con una fuerza y brutalidad sin precedentes, las congregaciones fueron disueltas y las iglesias cemadas. Luego de unos pocos años todas las iglesias menonitas fueron cerradas. Algu¬ nas fueron transformadas en clubes para promover la nueva cultura soviética con danzas y películas. Los templos menonitas no fueron los únicos en ser expropiados. No más de diez congregaciones bau¬ tistas y cristianas evangélicas retuvieron sus templos, la mayoría de ellas en ciudades grandes como Moscú. Las señales visibles de la presencia de la iglesia desaparecieron casi por completo. Fe y vida de iglesia se volvieron posibles sólo de manera ilegal. 208 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" David Pátkau David Pátkau nació en 1822 en ei pueblo de Alexand rodar, Kuban. En 1904 se casó con Maria Abrams en el pueblo de Kamenka, Orenburgo. El Señor los bendijo con trece hijos. En 1911 David fue ordenado como diácono en la Iglesia de los Hermanos Menonitas de Kamenka. En el tumultuoso año de 1918 era ministro en la iglesia y en 1921 era anciano. Junto con otros tres hombre?, representó a los Menonitas de Orenburgo en la Conferencia Menonita de 1925 en Moscú. En 1926 tuvo que defender los intereses de la Escuela Bíblica de Orenburgo ante las autori¬ dades locales. En el otoño de 1929, predicó uno de sus últi¬ mos sermones en el pueblo de Klubnikovo, predicando sobre Juan 15: 1-8 el cual habla de la vid verdadera. Con el comienzo de la colectivización, David Pátkau fue ubicado entre los prime¬ ros de la lista de los kulakos, aunque él no era adinerado. Los derechos civiles ordinarios le fueron negados. El 27 de marzo de 1930, junto con dos otros hombres de la lista de los kulakos, fue encarcelado y luego sentenciado a cinco años en prisión. Tuvo que cumplir su condena bajo duras circunstan¬ cias en el norte de Rusia. En el otoño de 1930, cuando ya estaba en un campo de tra¬ bajo, su propiedad familiar fue confiscada. Se permitió a cada miembro de la familia guardar un bol, una cuchara, un tenedor, El año 1929 se convirtió en el punto de cambio en la colectivización de la industria agrícola de todo el país. La gente pobre y los campesinos de un nivel promedio de bienes, fueron invitados u obligados a unirse a gran¬ jas colectivas. Los campesinos ricos, llamados kulakos , fueron enviados al exilio, a veces a los bosques primave¬ rales del norte de Rusia. La decisión sobre quién era un kulak fue hecha sobre la base de criterios políticos y no económicos. Un gran número de ancianos, ministros, y diácono.? fue¬ ron exiliados entre los kulakos. Los ministros no poseían derechos políti¬ cos y eran forzados a pagar impuestos especiales. Con la colectivización, las bases de la economía de los menonitas en la URSS recibieron un golpe final y mortífero. En todos lados aparecieron las señales del nuevo régimen comunis¬ ta. La semana de siete días fue aban¬ donada; cada seis días había un día de descanso y los domingos ya no eran distinguidos de los demás días de se¬ mana. Los niños y jóvenes enfrenta¬ ron fuertes presiones. Los estudiantes del primer grado fueron obligados a convertirse en los “niños de octubre”, usando estrellas rojas de cinco puntas con la imagen de Lenin, el líder de la Revolución. En el tercer grado se con¬ vertían en “pioneros”, miembros de la organización comunista de niños Europa: Rusia 209 de todo el país. A la edad de catorce, los chicos eran presionados a hacerse miembros de la organización de jóve¬ nes comunistas Komsomol, los verda¬ deros participantes del Partido Comu¬ nista. Inclusive algunos ex menonitas se volvieron miembros del partido. Todo apuntaba directamente con¬ tra Dios y la fe, por lo que comenzó a establecerse una terrible sequía espi¬ ritual. La Biblia y otras literaturas re¬ ligiosas fueron prohibidas, los padres tenían temor de orar con sus hijos y contarles acerca de su fe. Las bodas eran llevadas a cabo sin la Biblia o sin una bendición religiosa y en los funera¬ les no había sermones y, a menudo, ni siquiera himnos. Las personas tenían miedo de hablar de Dios. La religión, considerada como el opio del pueblo, desapareció de la vista pública. Pero el pico del sufrimiento aún estaba por llegar. En 1936, el país adoptó una nueva constitución que in¬ trodujo elecciones directas y el voto a través de urnas secretas. Una elec¬ ción fue dispuesta para diciembre de 1937. En preparación, el Poliburó del Partido Comunista adoptó una resolu¬ ción “sobre elementos antisoviéticos” la cual se convirtió en la base para la Orden NKVD 00447 “Concerniente al método de represión de antiguos kulakos, criminales y otros elemen¬ tos antisoviéticos”. La orden hizo que un cuchillo, una taza, un almo¬ hadón, una frazada y una sába¬ na, al igual que las ropas que llevaban puestas. Las demás posesiones fueron vendidas en la tienda local; los víveres y herramientas fueron transferidos a una granja colectiva. En septiembre de 1933 Maria Pátkau recibió una sen¬ tencia de la corte declarando que su familia era enemiga pública y debía ser exiliada. La siguiente mañana, un domingo, María, de 47 años de edad y sus seis hijos de entre seis y dieciocho años de edad, fueron transportados a las colinas cercanas del pueblo de Abramovka y abandonados a su suerte. Allí, en un barranco con un manantial, encontraron otras treinta y cinco familias exiliadas de Alemania y Rusia. Los Pátkau cavaron un hoyo en una colina e hicieron murallas de arena y hasta se arreglaron para construir una estufa. El pueblo nativo apoyó secreta¬ mente a las familias alemanas. Maria Pátkau a menudo oraba intensamente en los bosques cercanos; gracias a ella, su familia no desfalleció. En 1934, David Pátkau obtuvo una liberación tempra¬ na de su condena a prisión. Cuando regresó a su familia su cabello se había vuelto gris, su demacrado rostro tenía profundas arrugas y una mirada cansada. Su hijo menor no lo reconoció, pero él comenzó a preocuparse nuevamente por su familia. 210 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” En 1934 comenzó una nueva era de persecución. Las cárceles se llenaron de nuevos presidiarios, las sentencias se tornaron más duras, y los plazos impuestos eran de más de diez años de prisión. David Pátkau fue encarcelado por segunda vez. En una gran cel¬ da en la prisión de Orenburgo encontró aproximadamente a treinta menonitas recientemen¬ te arrestados. David alentó a sus compañeros a llevar la cruz con dignidad. Estaba profun¬ damente convencido de que el Señor honró a su generación en el camino del sufrimiento. Pátkau falleció en febrero de 1942, luego de ser atacado por perros durante el transporte de prisioneros. Johannes Dyck muchas personas fueran ejecutadas y otras encarceladas por un lapso de ocho a diez años. La operación debía empezar el 5 de agosto de 1937 y con¬ tinuar por cuatro meses. De hecho, los arrestos empezaron antes de lo estable¬ cido y no terminaron antes de noviem¬ bre de 1938. A menudo las sentencias incluían un párrafo que prohibía la correspondencia personal. Muchos de los individuos acusados simplemente desaparecieron. Años después, por un requerimiento, los familiares recibie¬ ron certificados de muerte con datos y acusaciones falsas. Los años 1937 y 1938 se convir¬ tieron en los más sangrientos en la me¬ moria de las personas. Las estadísticas confiables sobre los menonitas y otros cuerpos confesionales desaparecie¬ ron. Las estadísticas relativas al asentamiento menonita en Nueva Samara indican que en catorce pueblos, fueron fusiladas o puestas en la lista de desaparecidos 177 personas, de las cuales 176 eran hombres. El dolor infinito (1941-1945) Con el estallido de la guerra contra Alemania el 22 de junio de 1941, las tropas alemanas avanzaron rápidamente hacia el sur de la URSS. El gobierno Soviético, sospechando que los colonos alema¬ nes eran una “quinta columna” del enemigo, decidieron mudarlos de los territorios que podrían ser ocupados por el enemigo a regio¬ nes más seguras. El 28 de agosto de 1941, comenzó la deportación de alemanes de la parte europea de la Unión Soviética a las regio¬ nes asiáticas. Sin embargo, muchas mujeres, ancianos y niños, aún permanecían en las colonias cuando llegaron los alemanes. Cuando los alemanes llegaron algunos menonitas fueron agrupados en la Europa: Rusia 211 estación de tren, listos para ir hacia el este. Cuando la guerra ter¬ minó, 1.209.430 alemanes habían sido reubicados, entre ellos la mayoría de los menonitas. En menos de dos meses, las tropas alemanas alcanzaron las primeras colonias menonitas en Ucrania, y pronto ocuparon la ma¬ yor parte de los asentamientos antiguos. La vida de iglesia fue re¬ establecida en estas áreas. Sin embargo, con el retiro del ejército alemán en el otoño de 1943 estas condiciones volvieron a cambiar. Muchas familias que tenían parientes en las áreas no ocupadas por la URSS fueron separadas, y esto duró por años y a veces inclusive por décadas. Al final de la guerra casi todos los menonitas habían desaparecido de las antiguas colonias menonitas ubicadas en el sur de Ucrania. El valle de las sombras tomó otro rumbo. Muy pronto las per¬ sonas deportadas se encontraron a sí mismas a miles de kilómetros de distancia de sus lugares nativos, casi sin posesiones, distribuidos sobre un vasto territorio desde Kazajstán al este de Siberia, en pe¬ queños grupos en pueblos en que debían ganarse la vida. La lucha por la sobrevivencia comenzó. Los únicos que no fueron afectados fueron los menonitas en Orenburgo, Siberia y las regiones de Altai. El 10 de enero de 1942 el gobierno ordenó la movilización de todos los hombres alemanes de entre 17 y 50 años de edad al Ejér¬ cito de Trabajo (TrudArmee). Algunos fueron enviados a la región industrial de los Urales para construir nuevas empresas metalúr¬ gicas; algunos muchachos de 17 años tuvieron que trabajar en las minas de carbón de Karaganda en Kazajstán. Todos se encontraron en cuarteles rodeados de alambre de púas bajo la vigilante super¬ visión de soldados. Todos eran forzados a cumplir la cuota diaria para recibir una ración de comida cada día. La realidad se había convertido en una amarga lucha por la sobrevivencia. En octubre de 1942, la experiencia positiva con los hombres en el Ejército de Trabajo motivó al gobierno a movilizar a mujeres de entre 16 y 45 años, que no tuvieran hijos menores de 3 años de edad, a un ejército similar femenino. Los chicos que quedaron sin padres estaban forzados a luchar por su cuenta contra el hambre. 212 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años " El precio que los menonitas pagaron fue muy alto. Las esta¬ dísticas exactas no están disponibles, pero la colonia menonita de Nueva Samara sufrió la pérdida de 146 personas en el Ejército de Trabajo, de las cuales 6 eran mujeres. Pero Dios se acordó fielmente de su gente. Las fuertes medidas contra la religión se calmaron de alguna manera con el estallido de la guerra. Una nueva estrategia de patriotismo fue el medio de sobrevivencia para los creyentes de Rusia y Ucrania. Entre 1943 y 1944 el gobierno inclusive empezó a permitir un poco de vida de iglesia organizada, aunque bajo estricta supervisión. Los bautistas y cristianos evangélicos recibieron algunos derechos legales. Al¬ gunos de los líderes sobrevivientes formaron el Consejo de Todas las Uniones de Cristianos Evangélicos y Bautistas (CTUCEB) en octubre de 1944. Los tiempos difíciles mostraron que, a pesar de la sangrienta persecución, la fe no había sido erradicada enteramente, sino que había sido cultivada especialmente dentro de las familias. Las viu¬ das y mujeres cuyos maridos estaban muy lejos, en el Ejército de Trabajo, fueron las verdaderas heroínas de la fe, que enseñaron a sus hijos cómo orar. Entre 1943 y 1944 muchas mujeres se arriesgaron iniciando un pequeño círculo secreto de oración. Gertrud Derksen de Omsk, quien fue introducida al Ejército de Trabajo en la región de Sverdlovsk, inició un avivamiento espiritual entre otras mujeres menonitas deportadas. María Martens, se arriesgó organizando ce¬ lebraciones navideñas con niños recitando poesías y cantando can¬ ciones navideñas en el pueblo de Nikolaipol, del establecimiento menonita de Omsk. En el pueblo vecino de Mirolyubovka, Kathari- na Ketler, Katharina Hamm, Anna Patkau, Helene Schellenberg, y Natalie Schmidt realizaron reuniones secretas de niños en diversas casas. En el Ejército de Trabajo ocurrieron milagros. El 1 de enero de 1942 en el campo de trabajo de Kimpersai al sur de Kazajstán durante una terrible tormenta de nieve, Gerhard Gótz (1892-1970) de 55 años de edad, de pronto se levantó en su cuartel en el pequeño espacio entre las camas de tablas y gritó: “Todos estamos al final de Europa: Rusia 213 nuestro camino. Si no nos arrepentimos, pereceremos por siempre”. Empezó a orar en voz alta, y de repente muchos se unieron a él. Na¬ die pudo detenerlos; los guardias no estaban. Desde ese momento las personas empezaron a hablar sobre temas de fe; a pesar de que Gerhard Gótz no era un ministro, inclusive trató de explicar el libro de Apocalipsis. El 27 de agosto de 1942 se llevó a cabo un bautis¬ mo — Peter Neumann bautizó a Heinrich Fransen y Jakob Regehr. El 18 de noviembre de 1944 se fundó la Iglesia de los Hermanos Menonitas de Kimpersai, con reuniones regulares dentro del campo de trabajo. Inclusive se formó un coro. Treinta y cinco personas asistieron al servicio de Navidad en 1944. En 1945, Franz Voth fue ordenado como sacerdote por Gerhard Gótz. El campo de trabajo en Kimpersai fue una excepción. Después de mayo de 1944, los je- íes de campamento permitieron las reuniones familiares. Los jefes de familia tuvieron permiso para construir pequeñas excavaciones cerca de los cuarteles y servicios espirituales se llevaron a cabo en las mismas. En el otoño de 1946, el campamento fue disuelto, pero a sus habitantes no se les permitió abandonar el lugar. En los pocos lugares en que se reunían los bautistas de Ru¬ sia, los Hermanos Menonitas disfrutaban de comunión con ellos. Karaganda, en Kazajstán central, fue uno de esos lugares. En el comienzo de la década de 1930 el gobierno decidió desarrollar los yacimientos de carbón en este lugar inhóspito, caracterizado por fuertes vientos secos y heladas intensas. La primera congregación fue fundada en 1931 por los menonitas exiliados del asentamiento de Am Trakt, en la región del Volga. Después de la detención de tres líderes de la congregación en 1934, se detuvieron los servicios. En 1931, los bautistas exiliados también llegaron y comenzaron reuniones irregulares. En 1934 las reuniones se hicieron regulares, a pesar del peligro y los arrestos, y continuaron con una pequeña pausa en 1945. Casi cada año la congregación llevaba a cabo bau¬ tismos. En el otoño de 1944, Peter Bergmann (1898-1979), un mi¬ nistro y antiguo alumno de la Escuela Bíblica de Orenburgo envia¬ do al Ejército de Trabajo en Karaganda, se unió a la congregación. A pesar de que no conocía muy bien el idioma ruso, se las arregló 214 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" para contar su historia de arrepentimiento. Luego se le dio un Nue¬ vo Testamento en ruso y después de aprender de memoria el Salmo 32, predicó sobre este texto el siguiente domingo. Seguidamente, se le preguntó si podía predicar cada domingo. Fue así que se convir¬ tió en el padre espiritual de muchos hombres jóvenes menonitas de Alemania en el Ejército de Trabajo, que fueron enviados a trabajar en las minas de carbón. Así fue como Dios abrió fuentes de bendi¬ ción, inclusive en el desierto. Exilio (1945-1955) Cuando terminó la guerra muchos alemanes se mantuvieron en sus ubicaciones anteriores, pero ahora las familias podían reunirse. El número de lugares de exilio creció debido al flujo de repatria¬ dos que fueron enviados de vuelta de Europa a la URSS, según el acuerdo de Yalta de 1944. Los repatriados no fueron enviados de vuelta a sus lugares de nacimiento como se les había prometido, sino a diferentes lugares, tales como Kostroma en el norte de Rusia y de Tayikistán en la frontera afgano-soviética. En 1948 a los exiliados alemanes se les prohibió salir de sus lugares de residencia bajo la amenaza de veinte años de prisión. El 1 de julio de 1951, el número de estas personas era de 1.155.815, incluidos 396.047 menores de dieciséis años. Mientras tanto, la vida religiosa en la URSS siguió su curso fluctuante. Todo estaba más o menos bajo el control de las autorida¬ des, pero incluso en estas condiciones, restringidas congregaciones bautistas en todo el país podían ser registradas. Congregaciones y grupos ilegales llegaron a existir bajo la sombra bautista. La política hacia la religión en el país cambió de la persecución a la tolerancia oficial. Esto significaba que los intentos cautelosos para restaurar la vida espiritual ya no eran brutalmente reprimidos, como habían sido una década antes. En Kazajstán, donde la mitad de la población alemana de la URSS ahora vive, 25 congregaciones bautistas se registraron, prin¬ cipalmente en las grandes ciudades. La congregación bautista de Karaganda fue registrada en 1946. Alrededor del veinte por ciento Europa: Rusia 215 de los 250 miembros tenían ascendencia alemana y muchos de ellos eran de origen menonita. En 1948 fueron bautizadas 112 personas en una gran celebración. Muchos de los menonitas bautizados eran jóvenes. En 1946 Heinrich Wedel inició un avivamiento entre los jóve¬ nes del pueblo de la aldea de Lugovsk, Nueva Samara. En el otoño de 1948 Wilhelm Sawadski organizó el primer servicio de acción de gracias. Pronto comenzó a predicar en los funerales y bodas. En 1948 llegó un profesor ateo de origen menonita, Peter Engbrecht. Debido a la tuberculosis, fue expulsado de la escuela. Su esposa, sin embargo, creía en Dios y oró por su marido hasta que se arrepintió. Con el mismo celo con que había actuado en contra de Dios ahora trabajaba para él. Trabajó como guardia en el campo de sandía de Kolkhoz, reunió a jóvenes de Lugovsk y la vecina aldea de Kaltan a su alrededor y les contó sobre su experiencia con Dios. En invierno, las reuniones con los jóvenes siguieron en su casa. Gradualmente los jóvenes fueron acompañados por más y más adultos. En 1948 la política religiosa del Estado volvió a cambiar y hubo nuevamente una mayor represión. Entre 1950-52 se llevó a cabo una serie de procedimientos judiciales, en los cuales Wilhelm Sawadski y otras nueve personas fueron condenadas a 25 años de encarcelamiento. El 28 de enero de 1953, un grupo de veinte meno¬ nitas de Orenburgo, entre ellos una mujer, fueron condenados bajo el mismo término. En el área de Omsk, doce hombres recibieron la misma sentencia. Stalin murió el 5 de marzo de 1953. Este día marcó el inicio de grandes cambios para el país, pero para los alemanes exiliados todo seguía como siempre. El camino de vuelta a sus aldeas natales y la restauración de la comunidad no fueron posibles. La mayoría de los menonitas con su propia cultura etno-religiosa, se extendieron sobre un vasto territorio. Incluso aquellos que tenían a alemanes como vecinos a menudo hablaban un dialecto alemán diferente, venían de un trasfondo distinto de iglesia, y tenían una identidad distinta. La geografía menonita de la URSS había cambiado por com¬ pleto. La forma de vida de colonias como Chortitza y Molochna 216 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" definitivamente había quedado en el pasado. La fuerte base econó¬ mica se había ido, la bien conocida cualificación profesional agrí¬ cola - incluso en Oenburgo, Omsk, y las regiones de Altai- dieron paso a nuevos métodos de producción socialista. La pérdida de la élite espiritual y cultural, primeramente, a través de la emigración y luego a través de las purgas, tuvo un impacto dramático en las comunidades menonitas. La pérdida de libros - Biblias, al igual que literatura educacional, devocional e histórica- privó a la comunidad de importantes medios de mantención de una identidad menonita. Los nuevos centros menonitas estaban ahora en Kazajstán y Asia central. Durante las décadas de gobierno de Stalin, la demografía me¬ nonita cambió significativamente. Familias amputadas, con miem¬ bros perdidos o desaparecidos, eran la regla general. Las mujeres sin esposos, niños sin padres, nietos sin abuelos eran comunes. Las décadas de sequía espiritual trajeron una nueva compren¬ sión de la fe a muchos menonitas. La fe se hizo más personal, y el mantenimiento de las tradiciones culturales se hizo más secundario. La comunión de los creyentes se convirtió en la búsqueda primor¬ dial. La mayoría de los principales puntos de referencia para la anti¬ gua comprensión de la identidad menonita habían desaparecido. El único lugar donde los aspectos de la tradición antigua podían man¬ tenerse era la familia, donde la combinación de la lengua alemana y de la fe menonita se habían podido preservar en cierta medida. Avivamiento (1955-1959) Con la muerte de Stalin, comenzó una época de lucha por el poder. En un primer momento las autoridades no se preocuparon por la suerte de los deportados alemanes. A nivel general, en el país, sin embargo, se produjeron cambios masivos. El 13 de diciembre de 1955 el gobierno abolió las restricciones a la circulación. Después de 1956, a los alemanes, incluidos los menonitas, se les concedió los mismos derechos y obligaciones que a los ciudadanos soviéticos ordinarios, incluyendo la obligación de prestar el servicio militar, a pesar de que la oportunidad para una educación superior a menudo Europa: Rusia 217 estaba bloqueada. A pesar de que no se les permitía regresar a sus lugares de origen, ya no se les limitaba a los lugares de exilio. Ade¬ más, entre 1955 y 1958, las autoridades no parecían preocuparse por los acontecimientos religiosos entre ellos. La preparación para el avivamiento comenzó en el más oscuro tiempo de post-guerra. En el otoño de 1950 Johann Friesen, en su exilio en el lejano oriente, convocó a un día de arrepentimiento, de oración por la fe y de purificación, día que se celebraría el 15 de junio de 1950. La convocatoria fue distribuida por correo. El go¬ bierno investigó, pero no pudo encontrar el origen de la invitación. Uno de los que ayudaron a propagarla era Johannes Fast (1886- 1981), quien había vivido a treinta y cinco kilómetros de Friesen en exilio. Friesen era un líder teológicamente capacitado, que había sido ministro itinerante y director de coro en la congregación de los Hermanos Menonitas de Alexanderthal. Cuando el ministro, fue liberado de su exilio en 1954, a la edad de 68 años, lloró lágrimas de alegría. Él y su familia se muda¬ ron a una importante ciudad industrial de Temirtau, cerca de Kara- ganda, Kazajstán, donde existía una pequeña congregación. A partir de allí continuó su labor de pastor y evangelista itinerante. La mitad de los alemanes liberados vivían aquí y un poderoso avivamiento estaba en marcha. La descongelación post-Stalin puso de manifiesto la magnitud de la recuperación de los alemanes en general, y de los menoni¬ tas, en particular. La reactivación ya había comenzado en muchos lugares, en reuniones secretas durante la guerra. La necesidad de comunión era una importante fuerza motriz. La oración común, el canto, y los actos de arrepentimiento se destacaron en el aspecto espiritual. En 1954, Peter Díick volvió de la prisión a la alaea de Komso- molets en el norte de Kazajstán y comenzó reuniones de oración, que inicialmente contaron con la asistencia de unas cuantas viudas. Con el tiempo, este grupo creció para incluir a luteranos, bautistas y menonitas. Entre 1955 y 1956 el avivamiento fue testigo de innumera¬ bles nuevos bautismos. Los numerosos bautismos en los pueblos 218 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años " de los alrededores de la ciudad de Schuchinsk, en el norte de Ka- zajstán, fueron típicos: Andreas Pankratz bautizó a ocho personas en Kotyrkol; Jakob Fedrau bautizó a doce personas en la Rai-Go- rodok; Abram Koop bautizó alrededor de veinticinco personas en Zlatopolye; Gerhard Unruh bautizó a una persona en Urumkai; Jakob Konrad bautizó a algunos en Kovalevka y Franz Klassen en Obaly. El avivamiento se tomó más confesional. En Komsomolets, los que asistieron a las reuniones decidieron mantener la unidad y fundaron una congregación integrada por los tres grupos con¬ fesionales. Los nuevos conversos fueron bautizados por inmer¬ sión a partir de la confesión de su fe, aunque los fundadores no se rebautizaron. Muchas de las personas bautizadas comenzaron a formar congregaciones sobre la base del mandato del bautismo por inmersión. Estos eran generalmente Hermanos Menonitas o congregaciones bautistas, que tenían mucho en común. Cuando el presidente de la Conferencia Mundial Menonita, Harold S. Bender, y un representante de los Hermanos Menonitas, David B. Wiens, visitó la URSS en 1956 y se reunió con algunos de los menonitas en Alma-Ata, Kazajstán, recomendaron que los menonitas trabajaran estrechamente con los bautistas. Pronto se instauró un periodo de organización de la iglesia, con la ordenación de los ancianos, la introducción de la Cena del Señor y la práctica de la disciplina eclesiástica. La vieja tradición de los Hermanos Menonitas de la predicación itinerante recibió un renovado énfasis. Hombres como Johannes Fast, sobreviviente a décadas de sufrimiento, se convirtieron en un puente hacia el pasado y establecieron congregaciones acordes con los antiguos patrones de los Hermanos Menonitas. Muchas congregaciones del pueblo se establecieron en Kazajstán y en otros lugares. También los repatriados de Alemania establecieron congregaciones de Her¬ manos Menonitas en la región de Kostroma, en el norte de Rusia, así como en Chelyabinsk, el principal centro industrial en la región de los Urales, y destino importante para la zona de los deportados. En las colonias menonitas restantes, el año 1955 también se convirtió en un año de renovación de la iglesia. La primera iglesia Europa: Rusia 219 alemana restaurada en la región de Omsk se encontraba en la al¬ dea de Isilkul. En primer lugar, Johann Heide, de 80 años de edad, bautizó a Pedro y Anna Harder y Abram y María Derksen. Pronto otras cuatro mujeres y tres hombres fueron bautizados. En el otoño de 1955, fue organizada una congregación alemana compuesta por treinta miembros. Al mismo tiempo, llegó a existir una iglesia rusa en Isilkul con Valdemar Heine. Johann Heide fue elegido como an¬ ciano de una iglesia bautista de Rusia en la década de 1930. A causa de su detención en 1938, no pudo ser ordenado. En 1948, fue muy activo en una iglesia que se volvió a abrir hasta que fue cerrada por las autoridades. En 1956 Johannes Fast ordenó a Johann Heide. Después de su ordenación, Johann Heide comenzó a bauti¬ zar y organizó congregaciones en las aldeas vecinas de Petrovka, Apollonovka, Mirolyubovka, y Solntsevka. En 1957 se formó la Asociación de los Hermanos Menonitas de Omsk e Iglesias Bau¬ tistas Alemanas. Ambas denominaciones se habían establecido en el asentamiento de Omsk en los primeros años y tenían buenas rela¬ ciones. La Asociación de Omsk, mejor conocida como la Herman¬ dad Independiente de Omsk, aprobó su propia orden eclesiástica. Las congregaciones de aquí más tarde rechazaron el registro y no se sumaron a las grandes uniones bautistas del país, por lo que se las consideró como "independientes". La auto-identificación era o Brodajemeinde (Iglesia de los Hermanos) o la Iglesia Bautista. En el año 2006, se adoptó como la designación oficial "Cristianos Evangélicos Bautistas". En el asentamiento menonita de Nueva Samara, Peter Eng- brecht reanudó su trabajo en 1953. Utilizando una vieja bicicleta, visitó las congregaciones vecinas y alentó a los creyentes a que se reunieran para los servicios, pero tuvo dificultades para encontrar un lugar adecuado para las reuniones. En la aldea de Donskoi, Ger- hard y Lena Lówen, una pareja con ocho hijos, ofreció su casa para ello. Gerhard y el mayor de los niños trabajan en el Kolkhoz, mien¬ tras que Lena mantenía la casa y criaba a los niños. Antes de cada servicio se arreglaban los bancos y las habitaciones se preparaban; después, los bancos eran nuevamente removidos. La casa quedaba 220 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" cubierta de nieve durante los gélidos inviernos de Orenburgo. por¬ que tenía techo plano. A veces era necesario excavar un túnel en la nieve y las ventanas tenían que ser liberadas de nieve, con el fin de permitir que la luz entrara en las habitaciones. La congregación de Donskoi no tenía ministros o líderes ofi¬ ciales. Los primeros fueron Gerhard Lóvven como ministro princi¬ pal. Kornelius Diick. Jakob Dück, Jakob Klassen y Daniel Janzen. Todos predicaron en dialecto alemán, porque ninguno de los jóve¬ nes sabía el alemán. LIn viejo y frágil hombre de la vecina aldea de Bogomazovo, Heinrich Friesen, administraba la Cena del Señor mensualmente. Cuatro veces al año. se practicaba el lavado de pies. Tres hermanas ancianas organizaron un coro, y un joven integrante se encargaba de dar el tono inicial utilizando un diapasón. Los ser¬ vicios de bautismo se celebraron en secreto por la noche. De manera similar, después de 1953, el misionero Johann Pe- ters restableció Susanovo en la región de Orenburgo. Los primeros esfuerzos se hicieron en 1947 protagonizados por el ministro Hein¬ rich Voth, pero las reuniones regulares con muchas conversiones sólo se iniciaron en 1954. El 15 de junio de 1955, setenta y cin¬ co personas fueron bautizadas, dos meses después, ocho personas más. Una congregación regular fue organizada con Abram Neufcld y Jakob Kehler como ministros. En Susanovo, casi todo el pueblo se convirtió en miembro de la iglesia. Una nueva sensación de libertad surgió entre los miembros de las congregaciones menonitas y bautistas existentes. La congrega¬ ción bautista de Karaganda sobrevivió los difíciles comienzos de la década de 1950, incluso logró crecer de 289 miembros en 1947 a 805 en 1953, a través de la migración y del bautismo de 352 personas, debido principalmente a una recuperación entre los ex miembros alemanes del Ejército de Trabajo. En 1955, el gobierno incluso permitió los sermones alemanes. En 1956 la congregación logró obtener permiso para construir un nuevo templo de dos pisos. Sin embargo, algunos de los miembros de los Hermanos Menonitas se sintieron incómodos debido a la falta de sermones evangelísti- cos. El 15 de diciembre de 1956 un grupo de 21 personas fundó una nueva congregación llamada Iglesia Alemana de los Hermanos Europa: Rusia 221 Menonitas. El primer anciano provisional fue Jakob Klassen, con Abram Friesen, Gerhard Harder, y Franz Ediger como asistentes. El ministro Dietrich Pauls, pronto se unió a la iglesia y administró la Cena del Señor. En mayo de 1957, David Klassen (1899-1990), un ex trabajador del Hospital Psiquiátrico Menonita de Bethania, un talentoso ministro, se unió a la iglesia. Había pasado diecisiete años en campos de trabajo y fue elegido anciano de la iglesia el 12 de septiembre de 1957. La Iglesia de los Hermanos Menonitas de Karaganda siguió los patrones tradicionales de vida de iglesia, desde la admisión has¬ ta la organización del liderazgo. Las reuniones se llevaban a cabo en varias partes de la gran ciudad. A pesar de que muchos cantantes jóvenes no sabían leer ni escribir en alemán se organizó un coro, cuyo ensayo se convirtió en una clase de introducción a la ense¬ ñanza de la lengua alemana. Semanalmente se celebraban cuatro servicios - dos los domingos, y dos durante la semana. En marzo de 1957 la congregación hizo su primer intento de obtener un estatus legal. Las autoridades no se apresuraron por aceptar esta petición. Querían que todas las congregaciones de las iglesias libres se unie¬ ran al CTUCEB con el fin de obtener un estatus legal. Después de que los alemanes de las distintas regiones a las que habían sido deportados, pudieron elegir su lugar de asentamiento, comenzó un éxodo de alemanes de esos lugares. Las congregacio¬ nes alemanas, que sólo se habían organizado unos años antes, co¬ menzaron a morir, mientras que las congregaciones en otros lugares crecieron. La congregación en Jurga, en la región de Kemerovo, Siberia, perdió la mayor parte de sus 200 miembros. Las congrega¬ ciones del norte de Rusia, en la región de Kostroma, fueron disuel¬ tas. Nuevas congregaciones se iniciaron en Asia Central, particular¬ mente en Kirgisia donde se registraron diecinueve congregaciones. En un corto período de tiempo se desarrolló una nueva geografía de las iglesias alemanas y menonitas, con los principales centros y la mitad de los miembros de la iglesia en Asia central. Karaganda se convirtió en un imán especial para los migran¬ tes. Al principio Karaganda tenía muchos combatientes del Ejército 222 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" de Trabajo, quienes lograron atraer a sus familiares luego de 1945. Por otra parte, Karaganda, no experimentó el hambre de la misma manera - una barra de pan costaba sólo 40 rublos, una quinta par¬ te de lo que costaba en Chelyabinsk, otro gran centro industrial. Sin embargo, la razón principal para la elección de Karaganda era la vida vigorosa de la iglesia alemana menonita. En 1957 la con¬ gregación de los Hermanos Menonitas creció a 430 personas (251 bautismos), y en 1958 unas 340 personas (128 bautismos). En 1959 alcanzó una membresía de casi 1.000 personas. La congregación bautista también creció y llegó a una membresía de 1.136 personas en 1959, de los cuales más de la mitad eran alemanes o menonitas. Nubes de tormenta se asoman (1959-1965) A pesar del deshielo, el Estado soviético se mantuvo ateo. El nue¬ vo dictador, Nikita Jruschov, renovó la intención de exterminar a los cristianos y prometió que el último creyente iba a ser visto en televisión. En octubre de 1958, una decisión secreta del Comité Central del Partido Comunista, inició una nueva ola de persecución religiosa en el país. El nuevo ataque a la religión abordó todos los aspectos de la vida de la iglesia y su organización. Los esfuerzos del Estado con¬ taron con el apoyo de los maestros de escuela. Los hijos de los creyentes en edad escolar fueron el hazmerreír frente a sus compa¬ ñeros; sus padres fueron amenazados con la retirada de sus dere¬ chos de paternidad. Las congregaciones a las cuales asistían con sus padres fueron amenazadas con la retirada del registro a fin de evitar la asistencia de los niños. Los empleados que ocupaban altos cargos fueron despedidos a causa de su fe. La prensa, gobernada por el Es¬ tado, estaba llena de artículos que condenaban a los sectarios. Lina tercera parte de las congregaciones ortodoxas fueron cerradas, el Consejo de Administración de los Adventistas del Séptimo Día fue privado de su condición jurídica. Muchas congregaciones bautis¬ tas perdieron su estatus legal. 300 congregaciones bautistas fueron cemadas solamente durante la primera mitad de 1961. La labor de las congregaciones registradas, así como la de las no registradas, se hizo extremadamente difícil. Europa: Rusia 223 En esta situación, el CTUCEB como principal órgano de go¬ bierno de los Cristianos Evangélicos Bautistas cedió a la presión y aprobó los nuevos estatutos en diciembre de 1959. Estos estatutos limitaban de manera significativa la obra de la iglesia. En agosto de 1961, un movimiento de protesta se levantó entre los bautistas, dando lugar a la fundación del Consejo de Iglesias de Cristianos Evangélicos Bautistas (CICEB) en septiembre de 1965. Como con¬ secuencia se produjo una profunda división dentro de la comunidad bautista. Menonitas y los alemanes bautistas se vieron afectados por este conflicto. En la región de Orenburgo, Peter Engbrecht fue condenado a cinco años de prisión en 1957. En 1958 las reuniones se interrum¬ pieron, pero en 1962-63 se reanudaron en secreto. Cuando Pedro Engbrecht regresó a casa, continuó siendo anciano de la congrega¬ ción de Lugovsk. En 1963, se acordó que todos los creyentes tenían que asistir a una reunión de la población de la colonia. En esta re¬ unión, Peter Engbrecht así como también Hermann Górzen, Anna Penner de la aldea de Kuterlya, y Anna Bergman y Jakob Reimer de Donskoi, fueron condenados a varios años de exilio. En la región de Omsk, la situación también era crítica. En al¬ gunas congregaciones las reuniones se suspendieron o fueron lle¬ vadas a cabo en secreto, pero los creyentes no eran condenados. En esta área el objetivo principal eran los creyentes de Rusia. En Karaganda, las autoridades comenzaron a presionar a los que asistían a las reuniones de la Iglesia de los Hermanos Meno¬ nitas. Las comisiones de vigilancia establecieron normas sobre las reuniones ilegales. Se compiló listas de los asistentes, incluidos sus domicilios y lugares de trabajo, y fueron amenazados. Debido a que a menudo las congregaciones eran muy grandes, comenzaron a reunirse en varias localidades en las casas de oración, pero las autoridades pronto las cerraron. Las reuniones fueron trasladadas a casas privadas, pero las autoridades amenazaron a los propietarios. Algunas personas fueron obligadas a convertirse en informantes de la KGB (Komitet Gosudárstvennov Bezopásnosti, Comité para la Seguridad del Estado). Las oficinas fiscales establecieron dona- 224 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años ciones periódicas de los miembros de la iglesia como del ingreso privado de los ministros responsables de las reuniones, que fueron sancionados en consecuencia. En agosto de 1962 tres ministros fueron detenidos, entre ellos el anciano David Klassen. En diciembre, el anciano de sesenta y tres años de edad, fue condenado a tres años en una prisión de máxima seguridad. Durante el proceso, se abrió un nuevo proceso penal contra el ministro Otto Wiebe, responsable de las reuniones en una de las partes de la ciudad. El 26 de marzo de 1963, Wiebe fue condenado a cuatro años de prisión. El 29 de enero 1964, murió en el campo de trabajo. Las persecuciones tuvieron un efecto muy negativo en la iglesia. La ausencia de los líderes causó desorganización e incer¬ tidumbre. Algunas personas activas se retiraron, otras mantuvieron la calma. El coraje de los jóvenes fue tomado con cautela por la generación mayor. Para eliminar los problemas de falta de espacio, a partir de agosto de 1964 la congregación de los Hermanos Menonitas aceptó la propuesta de reunirse en el amplio edificio de la congregación bautista registrada. A esto le siguieron una serie de acciones de los bautistas, que trataron de incorporar a la Iglesia de los Hermanos Menonitas como miembros de su propia congregación. Los malen¬ tendidos culminaron en una reunión conjunta de los miembros de ambas congregaciones en marzo de 1965. Estas experiencias tuvieron varias consecuencias para la Iglesia de los Hermanos Menonitas. En primer lugar, se tomó la decisión de permitir que los Hermanos Menonitas tuvieran una identidad separada. En segundo lugar, se agudizó el perfil de los Hermanos Menonitas. En tercer lugar, las relaciones con los bau¬ tistas se tomaron más reservadas. La dirección general fue revisada y el equipo de liderazgo fue reestructurado. David Klassen, libe¬ rado de la cárcel, renunció a su posición de anciano de la iglesia. Heinrich Wólk (1906-2001) se convirtió en el siguiente anciano y Wilhelm Matthies (1903-1995) en su ayudante. Ambos habían sido previamente maestros de escuela. Europa: Rusia 225 Estabilidad (1965-85) En octubre de 1964, Jrushchov fue obligado a retirarse. Al mismo tiempo, la represión de la religión empezó a disminuir. Con el nuevo líder del país, Leonid Breshnev, comenzó un nuevo capítulo en las relaciones Iglesia y Estado. Incluso antes de la remoción de Jrus- chov, el CTUCEB obtuvo permiso del gobierno para realizar una conferencia de todo el país, la primera en 28 años. Lo más probable era que el gobierno estuviera reaccionando al fuerte movimiento de protesta dentro del movimiento bautista. La conferencia de tres días, identificada como congreso, en octubre de 1963, abordó los temas de la división y la unidad. Uno de los cuatro participantes, Heinrich Allert de la iglesia bautista de Karaganda, dio un breve discurso y pidió al Congreso aceptar a las congregaciones meno- nitas en la Unión de Cristianos Evangélicos Bautistas. Con esto, la presencia Menonita quedó a la vista en todo el país. Tres años más tarde, en octubre de 1966 en el siguiente Con¬ greso del CTUCEB, Jakob Fast de Novosibirsk hizo una petición similar. Ambas solicitudes fueron aprobadas, y desde entonces el CTUCEB fue asimismo reconocido como representante de los Her¬ manos Menonitas, e incluyó a sus delegados en sus órganos recto¬ res. Viktor Krieger, Jakob Fast, y Emil Baumbach fueron delegados frecuentemente. El giro en la política religiosa se hizo evidente para las con¬ gregaciones locales cuando las autoridades atendieron y concedie¬ ron sus solicitudes de registro. A partir de 1965, el registro fue po¬ sible en relación con la pertenencia al CTUCEB. Con el registro, el permiso de poseer un templo también se concedió normalmen¬ te. Un número considerable de congregaciones alemanas, entre ellas Hermanos Menonitas, tomaron ventaja de esta posibilidad. Como resultado, la congregación de los Hermanos Menonitas en Kimpersai fue registrada como una Iglesia Cristiana Evangélica Bautista. El CTUCEB propuso cuatro modelos de integración de los Hermanos Menonitas: (1) la concesión de la adhesión en las con¬ gregaciones bautistas para distintos individuos, (2) la co-existencia 226 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" separada de la congregación bautista y de la de los Hermanos Me¬ nonitas, con servicios separados en dos idiomas y órganos de go¬ bierno de la iglesia separados bajo un mismo techo (3) un modelo mixto con servicios comunes que incluía un sermón en alemán o un servicio separado en alemán y un liderazgo común; (4) una con¬ gregación entera de los Hermanos Menonitas bajo la protección del CTUCEB. El CTUCEB incluso estuvo dispuesto a aceptar menonitas convertidos que no habían sido bautizados por inmersión como miembros de la iglesia. Sin embargo, las congregaciones locales bautistas de Rusia se opusieron a esta práctica. En realidad, el primer modelo fue practicado siempre, sin la aprobación de las asociaciones de las iglesias, simplemente debido a puntos de vista similares sobre la conversión y el bautismo por inmersión. El segundo modelo fue preferido por un número consi¬ derable de congregaciones como en Frunse y Novosibirsk. El tercer modelo fue seguido por la mayoría de las congregaciones que te¬ nían una membresía mixta: dos o tres miembros rusos en una igle¬ sia en gran parte alemana, eran suficientes para llevar a cabo gran parte de los servicios en ruso, estimulando una rápida transición a la lengua rusa. La responsabilidad de testificar el Evangelio a otras personas de los alrededores estimuló en mayor medida ese cambio. Un número considerable de congregaciones no confiaban ni en las autoridades ni en el CTUCEB y decidieron no registrarse. Al¬ gunas de ellas simpatizaban con el CICEB e inclusive lo apoyaron o se unieron a él, como la hermandad de Omsk. El rechazo de la inscripción al registro fue severamente castigado por el gobierno. Sólo en la región de Omsk, 16 hombres y 7 mujeres fueron conde¬ nados a un total de setenta y seis años de prisión entre 1967 y 1986. Nikolai Dückmann lideró la hermandad de Omsk después de 1976. En la región de Orenburgo, las autoridades locales se negaron a registrar a las congregaciones menonitas. Aquí continuó la fuerte presión sobre las congregaciones e individuos. En 1972, varias per¬ sonas, incluyendo a Peter Engbrecht fueron condenadas a prisión, mientras que otras recibieron condenas condicionales. En Nueva Europa: Rusia 227 Samara, hasta 1976 se celebraron bautismos en secreto. En Karaganda, la Congregación de los Hermanos Menonitas obtuvo el registro en abril de 1967 sin ninguna conexión con el CTUCEB y se convirtió en la primera congregación autónoma re¬ conocida. En diciembre de 1968, se abrió un templo para 500 per¬ sonas. De esta manera se fue abriendo la posibilidad para el trabajo y la vida normal. La congregación prosperó y moldeó su perfil de Hermanos Menonitas. En 1976 Heinrich Górzen se convirtió en anciano de esta iglesia. En 1967, Abram Friesen y Gerhard Harder regresaron a la iglesia Evangélica Bautista de Karaganda, tras 11 años de servicio en la Iglesia de los Hermanos Menonitas, y reasumieron sus po¬ siciones de liderazgo en la parte alemana de la iglesia. A ellos les siguieron cinco hermanos, que también fueron ordenados. La vida se estructuró de acuerdo al segundo modelo de cooperación y se fue fortaleciendo. Además, los líderes ganaron influencia en la parte rusa de la congregación e introdujeron varios principios y prác¬ ticas importantes de los Hermanos Menonitas en ambos grupos. En 1975, cuando Emil Baumbach fue elegido como anciano de la iglesia, se produjo un cambio hacia el tercer modelo y los alemanes se convirtieron en el núcleo del equipo de liderazgo de la iglesia. En 1975 se produjo un acontecimiento político con consecuen¬ cias de largo alcance: la Conferencia de Helsinki sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa. La URSS firmó los acuerdos de Hel¬ sinki e importantes cambios se llevaron a cabo. La persecución y la opresión se redujeron aún más, incluso los Hermanos Menonitas y las congregaciones menonitas en la región de Orenburgo pudie¬ ron registrarse sin dificultad. Asimismo, templos se erigían dando a estas congregaciones nuevas oportunidades de organizar sus servi¬ cios y vida espiritual. Luego de mediados de la década de 1970, rechazar el juramen¬ to y el servicio militar se hizo más y más común entre los jóvenes menonitas creyentes y étnicos. Esta creencia tradicional menonita fue promovida por hombres jóvenes de la Reforma Bautista, sim¬ plemente porque la consideraban bíblica. 228 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” La fase más reciente de la historia de los menonitas en la LJRSS coincidió con la época de Mikhail Gorbachev como líder del país. En 1987 una nueva legislación relativa a la reagrupación familiar se dictó como resultado de una emigración en gran escala a Alemania Occidental. En pocos años, casi todos los Hermanos Menonitas y los Menonitas se trasladaron a Alemania. El valle de sombra de muerte llegó a su fin. Dios verdaderamente había sido fiel. En 1986, el número total de alemanes en el CTUCEB. en CI- CEB, independientes y diferentes Hermanos Menonitas e Iglesias Bautistas era aproximadamente de 40.000 miembros bautizados, cincuenta por ciento de los cuales eran parte del CTUCEB, mien¬ tras que de treinta y cinco a cuarenta por ciento pertenecían o apo¬ yaban al CICEB. El diez o quince por ciento restante era miembro de diferentes congregaciones autónomas. Sin embargo, el porcen¬ taje menonita es incierto. En Alemania, un número considerable de congregaciones de hermanos menonitas fue fundado por antiguos miembros de iglesias bautistas en la URSS. Nueva libertad para el Evangelio Los cambios políticos introducidos por Mikhail Gorbachev tuvie¬ ron un impacto enorme sobre la vida religiosa y las iglesias pronto se beneficiaron por ellos. Después de 1985 disminuyó la persecu¬ ción y los presos de conciencia fueron liberados. La disminución de la presión ideológica hizo que la iglesia ya no fuera represen¬ tada negativamente en la prensa. Las celebraciones del Milenio en 1988, en conmemoración del bautismo de la Rus, promovieron un mayor grado de apertura hacia la iglesia y las iglesias evangélicas decidieron celebrarlo con servicios evangelísticos y bautismos en masa al aire libre. En algunos lugares las autoridades locales toda¬ vía trataron de detener estas actividades, pero no tuvieron éxito. Por otra parte, sucedió un milagro: los edificios de la comunidad como palacios y casas de la cultura locales permitieron a los cristianos mantener servicios abiertos en sus instalaciones. En el verano de 1989 los menonitas llevaron a cabo el primer evento a gran escala de las últimas décadas - la celebración del 200 aniversario de la primera colonia menonita en Rusia. Fue organiza- Europa: Rusia 229 do por Viktor Fast, de la congregación de los Hermanos Menoni- tas en Karaganda. El evento tuvo lugar en Zaporozhye, Ucrania y atrajo la atención del resto de los menonitas en la URSS, así como también de muchos de fuera del país. Todo parecía como un mi¬ lagro. Por primera vez las principales celebraciones se llevaron a cabo en el estadio de la ciudad. Gerhard Hamm, el conocido evan¬ gelista que había abandonado la Unión Soviética en la década de 1970, pronunció un sermón evangelístico. La distribución gratuita de Biblias a los asistentes de Rusia se hizo posible. Muchas oraciones persistentes fueron contestadas por Dios y los más grandes sueños se hicieron realidad. Las restricciones a la predicación del Evangelio desaparecieron de pronto. Siguió una verdadera explosión de actividad misionera. Las actividades de evangelización en los lugares públicos atrajeron la atención de personas hambrientas del mensaje de la Palabra. Revivió la anti¬ gua tradición misionera de los Hermanos Menonitas. Las escuelas públicas se abrieron a la educación cristiana y bibliotecas móviles trajeron libros evangélicos a la gente. Las Biblias para niños se con¬ virtieron en el libro más buscado porque explicaba la historia de Jesús de una manera que la gente podía entender. En algunos lugares las congregaciones locales de diversas confesiones trabajaron juntas en la difusión del Evangelio. En Ka¬ raganda, el núcleo evangélico principal en el centro de Kazajstán, los cristianos evangélicos - las iglesias bautistas, la iglesia Herma¬ nos Menonitas, y la iglesia Menonita, que eran las mayores congre¬ gaciones de la ciudad- asignaron una zona geográfica a cada una y se apoyaron mutuamente en el trabajo. La congregación Hermanos Menonitas en ese momento se había debilitado gravemente por la fuerte emigración a Alemania. Entonces se cambió el lenguaje del culto y del testimonio del alemán al ruso. En pocos años la mem- bresía de la congregación fue restaurada casi enteramente: llegaba a doscientos miembros, incluidos los de los anexos en las aldeas vecinas, y mantenían una fuerte identidad Hermanos Menonitas. Las reformas de Gorbachov no pudieron detener la desarticu¬ lación económica y la desintegración política del país. En 1991, 70 años después de su fundación, la Unión Soviética se disolvió, y las 230 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" ex repúblicas se convirtieron en estados independientes. La mayo¬ ría de los Estados recién creados, así como la Federación Rusa, adoptaron políticas religiosas liberales de no interferencia en los asuntos de las iglesias. La catastrófica situación económica hizo que la población solicitara ayuda básica a otros países. La hora de los organismos de ayuda había llegado y las iglesias también se convirtieron en centros de distribución de ayuda humanitaria. Los organismos de solidaridad y las organizaciones misioneras funda¬ das por los menonitas y bautistas emigrados recientemente canali¬ zaron muchas Biblias, libros cristianos, médicos y otros bienes que recogían en el oeste. La apertura de la gente creó nuevos programas de trabajo so¬ cial en las iglesias. En 1990, Johann Koop, de la mayor congrega¬ ción bautista de los cristianos evangélicos de Karaganda, abordó el problema de las viudas en la congregación y puso en marcha un hogar para los miembros de la iglesia con discapacidad y de edad avanzada. La congregación del cercano Saran abrió un orfanato. Como resultado, los cristianos tomaron conciencia de su responsa¬ bilidad por sus vecinos. Décadas de oración por la población nativa de Asia central dieron fruto. Ya en la década de 1970 varios hermanos sostenidos por menonitas y dirigidos por Heinrich Voth, iniciaron un esfuerzo encubierto para traducir el Nuevo Testamento al idioma local en Kirguistán. En la década de 1990 su trabajo se expandió significa¬ tivamente. Fundaron la sociedad de la misión de Hoffnungsstrahl (Rayo de Esperanza) y establecieron una escuela teológica de tiem¬ po completo. El primer convertido de Kirguistán decidió seguir a Jesús. Más tarde, el número llegó a varios miles que se convirtieron en una parte sustancial de las iglesias bautistas. Con el tiempo llegó a ser normal para gente que había sido musulmana verse en las iglesias de otras repúblicas de Asia central. Con la incesante emi¬ gración de la población europea, el papel de la iglesia en la vida se hizo más y más importante. La hermandad de Omsk experimentó probablemente el perío¬ do más emocionante de su historia. Los primeros intentos cautelo¬ sos para llegar a sus vecinos se transformaron en un amplio progra- Europa: Rusia 231 nía que apuntaba a lugares distantes del extremo norte, a pesar de la fuerte emigración. Nuevas congregaciones y estaciones se abrieron en cincuenta y cuatro aldeas, 565 personas fueron bautizadas. Se construyeron nuevos edificios para la iglesia. Entre 1988 y 2007, cincuenta y un edificios de iglesias fueron construidos o renovados. El trabajo con jóvenes recibió un nuevo impulso. En 1990 se puso en marcha una revista llamada "Mensajero de la Paz’’. En 2007, la hermandad celebró su centenario. Un número notable de treinta y dos congregaciones y cuarenta y dos estaciones fueron establecidas. A pesar de las persistentes dificultades, las iglesias en la ex Unión Soviética han experimentado una notable recuperación y pueden esperar un crecimiento continuado en número y una in¬ fluencia creciente en una sociedad que todavía tiene gran necesidad de un testimonio cristiano. Las iglesias en otros países tienen mu¬ cho que aprender del testimonio fiel de los cristianos que vivieron y superaron muchos años de dificultades y persecuciones. Regreso a Ucrania Cuando Ucrania se independizó en 1989 se inició una nueva era en el país. Muchos Hermanos Menonitas estaban ansiosos por re¬ gresar a la tierra de sus antepasados para continuar el legado de fe que había sido tan trágicamente interrumpido setenta años antes. Algunos Hermanos Menonitas querían ver el lugar en que, en 1860, había nacido la iglesia Hermanos Menonitas. Otros, sin embargo, regresaron a Crimea, donde una vez había existido una floreciente escuela bíblica y una iglesia Hermanos Menonitas en el pueblo de Tschongrav (ahora Kolodiazne). Desde la liberación de Ucrania, centenares de congregaciones han sido establecidas por muchos or¬ ganismos misioneros. El regreso a Ucrania comenzó a mediados de la década de 1990, cuando individuos tales como Frank Dyck, George Schroeder, y Anna Jantz plantaron congregaciones de los Hermanos Menoni¬ tas. La estrategia de estos hermanos los llevó de vuelta a los lugares donde habían existido grandes comunidades menonitas. El primero fue Kutuzovka, donde la antigua iglesia de cien años fue renovada 232 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años " y Frank Dyck y George Schroeder establecieron una congregación. Frank también ministró en la antigua región Chortiza ahora llamada Zaporozhye y Nikolaipol. A finales de la década de 1990 MBMSI aceptó a Ucrania como campo de misión y envió una delegación, para evaluar el futuro de la plantación de iglesias Menonitas en Ucrania. La delegación incluía representantes de Logos International (Alemania) y de la iglesia Menonita de Canadá. En 2003 James Nikkel fue designado por MBMSI para diri¬ gir un programa de plantación de iglesias Hermanos Menonitas en Ucrania. Se elaboró una estrategia de plantación según regiones: la iglesia Molotschna plantaría un racimo de iglesias en Kutusovka (1999), Rtickenau (2003) y Tokmak (2006), la iglesia Chortiza ini¬ ciaría otro compuesto por Nikolaipol (2005), Morosowka (2006) y Zaporozhye (2008), mientras que el racimo de Crimea incluiría las iglesias de Tschongrav (2006), ahora Kolodiazne, y Feodosia (2007). La organización Flaciendo Discípulos Internacional (DMI) tuvo un importante papel en el inicio de las congregaciones en Mo¬ rosowka, Nikolaipol, Tokmak, Rückenau y Kolodiazne, con Nick Dyck como líder de DMI de Ucrania y Fiódor Fedorenko como organizador. En 2008 James Nikkel, Coordinador de DMI, dio la orden oficial a Johann Matthies, director de desarrollo MBMSI, para que equipos de plantadores de iglesias de la conferencia en Feodosia iniciara la misión europea de plantación dq iglesias en Ucrania. Desde 2007 John y Evelyn Wiens han sido misioneros en la plantación de la iglesia en Zaporozhye. La historia de los Menonitas y de la Iglesia Flermanos Meno¬ nitas en Rusia, en la Unión Soviética, y en Ucrania ha cerrado un círculo completo en 150 años. El sesquicentenario de las celebra¬ ciones del aniversario de los Hermanos Menonitas en el 2010 será un momento importante en la historia mundial Hermanos Menoni¬ tas. Hoy la iglesia en Ucrania está integrada por personas con una amplia variedad de antecedentes, pero que han compartido muchas de las experiencias de persecución y sufrimiento que marcaron a Europa: Rusia 233 los menonitas en la época soviética. Un nuevo vínculo de fe está surgiendo entre las personas que a menudo fueron separadas por realidades étnicas y culturales, así como por un peregrinaje religio¬ so diferente. La Iglesia de los Hermanos Menonitas en la Alemania John N. Klassen L a historia de las congregaciones de los Hermanos Menonitas (MB) en Alemania es la historia de dos grupos de congre¬ gaciones con orígenes separados: la AMBD, Asociación de Iglesias Hermanos Menonitas de Alemania, en 1950, y las congre¬ gaciones de Hermanos Menonitas Repatriados (Aussiedler), que pertenecen a varias asociaciones y que surgieron en 1974. Estas congregaciones han tenido relaciones de amistad con las demás, pero crecieron y trabajaron bajo la bendición de Dios como organi¬ zaciones paralelas. La historia no incluye a unos 10.000 repatriados que han encontrado su lugar dentro de las congregaciones y deno¬ minaciones alemanas existentes. La Iglesia Hermanos Menonitas en Alemania se inició como resultado de circunstancias posteriores a la Segunda Guerra Mun¬ dial y a acontecimientos que tuvieron lugar en la URSS. La Segunda Guerra Mundial y la invasión de la Unión Soviética por Alemania en junio de 1941, generaron una tensa relación entre Moscú y las colonias de inmigrantes alemanes establecidas en el país. Cuando las fuerzas alemanas avanzaron sobre Ucrania, el gobierno soviéti¬ co trató de deportar hacia el este a los colonos alemanes, incluidos los menonitas. Sin embargo, el avance de los alemanes fue tan rᬠpido, que dejó atrás a muchos, de modo que la zona de las colo¬ nias quedó ocupada por Alemania durante más de dos años. Todos 236 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" los alemanes residentes procedentes de estas zonas que no fueron deportados quedaron bajo el gobierno civil creado por las fuerzas de ocupación. Fueron designados como Volksdeutsche (de origen alemán), o más específicamente, identificados como “alemanes del Mar Negro’’. Junto con muchos ucranianos, se regocijaron cuando frieron liberados. El retiro de las fuerzas alemanas en el otoño de 1943 dio lugar a la destrucción de puentes, ciudades y asentamientos. Los alema¬ nes residentes fueron obligados a hacer una larga caminata hacia el oeste. A principios de 1944 unas 350.000 personas de origen alemán se movieron hacia el oeste. Durante la parada en Warthegau (ahora en Polonia) se les dio la ciudadanía alemana. Su suerte cambió, sin embargo, cuando el ejército alemán se vio obligado a replegarse hacia el oeste. Antes de que la guerra hubiera terminado, cerca de 200.000 de ellos fueron capturados por el avance del Ejército Rojo y obligados a regresar a la Unión Soviética. Fueron ubicados en asentamientos especiales en Siberia o en campos de concentración controlados por la milicia. Al final de la guerra los restantes 150.000 refugiados, junto con otros pueblos desplazados, se encontraron en Alemania Occiden¬ tal. Por desgracia, de conformidad con los términos acordados por la Conferencia de Yalta en enero de 1945, los aliados occidentales entregaron la mitad de esos refugiados a los soviéticos. Contraria¬ mente a lo prometido, no fueron devueltos a sus antiguos lugares de residencia, más bien se los acusó de haber traicionado a su patria socialista y fueron condenados a una pena de hasta veinticinco años de destierro. Además, fueron obligados a trabajar en asentamientos junto con aquellos que habían sido capturados y repatriados antes. Gran número de ellos perdió la vida. Se estima que alrededor de 70.000 - 80.000 murieron en el camino o al llegar a los desiertos y bosques. Durante ei siguiente medio siglo, sin embargo, muchos de los sobrevivientes emigraron a Alemania, donde se los identificó con los términos Umsiedler (trasladados), o Aussiedler (repatriados). De los 350.000 refugiados que se señaló anteriormente, entre 35.000 y 37.000 se identificaban como menonitas. Alrededor de 21.000 ó 22.000 de ellos fueron devueltos a la Unión Soviética. Europa: Alemania 237 De los 15.500 restantes cerca de la mitad emigró a América del Sur y la otra mitad a Canadá, y un poco más de 1.000 permanecieron en Alemania Occidental. A través del trabajo del Comité Central Menonita (MCC), los menonitas de América del Norte ayudaron a reunir a los refugiados menonitas en Alemania, pues estaban alar¬ mados por la destrucción reinante en Alemania y por la desespera¬ ción de su gente. La suerte de los refugiados sin hogar que vivían en los campamentos en circunstancias extremadamente difíciles los conmovía especialmente. El MCC y las misiones de los hermanos menonitas enviaron ayuda material sustancial mediante programas de bienestar y de trabajadores comprometidos con Alemania. Uno de los primeros trabajadores fue CF Klassen, un líder menonita que se hizo conocido por su lema desinteresado: "Estoy buscando a mis hermanos". Transmitía confianza en un Dios que podía realizar lo imposible y con frecuencia citaba a Pablo, que a menudo había de¬ clarado que "Dios es poderoso". En las ciudades afectadas el MCC y la Organización Interna¬ cional de Refugiados hicieron que los alimentos estuvieran disponi¬ bles para los niños en las escuelas. En muchos lugares se distribuyó alimentos y prendas de vestir. Las familias dispersas se reencon¬ traban en los campamentos en lugares como Berlín, Backnang y Gronau / Westfalen y también se ofrecía alimento espiritual. Ya en 1945 fueron enviados a Alemania trabajadores que brin¬ daron ayuda humanitaria y predicadores y maestros que dieron dirección espiritual y contención en cuestiones relacionadas con la iglesia. Estos hombres y mujeres, con la asistencia de organismos de las Naciones Unidas, también facilitaron la emigración de los refugiados menonitas, que comenzó ya en febrero de 1947. Un nú¬ mero de trabajadores y ministros del MCC permanecieron en Ale¬ mania hasta después de que estos refugiados emigraron, alrededor de 1955. Ellos asistieron al remanente en la búsqueda de vivienda y en la organización de las congregaciones. Ocho congregaciones de refugiados menonitas fueron fundadas en Alemania Occidental an¬ tes de que se formara la primera Congregación de Repatriados Me¬ nonitas Ruso-alemanes, a mediados de 1960. Ellos fueron el punto de contacto para los recién llegados. La primera sección de este ar- 238 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" Alemania - La mano de la Compasión En el año 1947, cuando yo (Gerhard Lutero) tenía nueve años, escuché por primera vez el nombre “menonitas". En esa época mi padre aún era un prisionero de guerra. Mi madre estaba muy ocupada tratando de alimentar a sus tres hijos y si misma. Durante este tiempo, el Comité Central Menonita distribuía ropa y alimentos a los necesitados en Neustadt / Weinstrasse, Alemania. Los menonitas también dieron trabajo a mi madre en la casa del MCC. Con estos ingresos y los paquetes de alimentos que recibía, fue capaz de mantener¬ nos a flote. Observé la consigna de MCC, “En Nombre de Cristo", en las cajas y latas de comida, pero no podía darle sentido porque en toda mi vida no ha¬ bía oído hablar de Jesucristo. Mis padres habían abandona¬ do la iglesia cuando mi papá entendió que sus conviccio¬ nes políticas y la enseñanza religiosa eran contradictorias. ¡Ciertamente estábamos agradecidos por la ayuda que recibíamos en esos días poste¬ riores a la guerra! La envoltura de la ayuda era secundaria. Mi padre volvió a casa desde el campo de prisione¬ ros de guerra en 1948, pero unas semanas más tarde fue detenido a causa de sus convicciones políticas. Esto dio como resultado el aislamiento social de nuestra familia. Nadie quería tener nada que ver con tículo contará la historia del inicio de estas congregaciones en Alemania y en Baviera. La siguiente sección dará una visión general de las muchas con¬ gregaciones de emigrantes menonitas que se organizaron a partir de 1974. Las Congregaciones AMBD en Alemania Los refugiados menonitas de la URSS, de Polonia y de Prusia Occidental que permanecieron en Alemania Occiden¬ tal habían fundado sus propias con¬ gregaciones. Los refugiados alemanes bautistas se integraron en la Unión Alemana Bautista. En 1965 se habían fundado cinco iglesias menonitas de los refugiados y tres congregaciones de refugiados hermanos menonitas. Para el año 2007 se habían plantado veintitrés congregaciones e iglesias, quince de las cuales todavía existen y pertenecen a la AMBD. La siguiente sección describe algunas de esas con¬ gregaciones y las de la VMBB (Aso¬ ciación de Iglesias Hermanos Menoni¬ tas de Baviera). Neuwied am Rhein es una de las muchas ciudades que recibieron ayu¬ da humanitaria después de la Segunda Guerra Mundial. Los menonitas tam¬ bién proporcionaron ayuda. Los traba¬ jadores de América del Norte se dieron cuenta de que las necesidades espiri¬ tuales eran tan grandes como las nece- Europa: Alemania 239 sidades materiales. Estaban convenci¬ dos de que los refugiados procedentes de Polonia y de la Unión Soviética que habían sido miembros de los Herma¬ nos Menonitas necesitaban organizar una congregación y adquirir un lugar de encuentro para vivir su fe y crecer en el amor y la obediencia a Jesucristo. En julio de 1950 los refugiados herma¬ nos menonitas de la Unión Soviética y Polonia, que no se habían congregado en ninguna iglesia existente, se unie¬ ron para crear la primera congregación de los Hermanos Menonitas en Europa occidental en Neuwied am Rhein, di¬ rigidos por Comelius C. y Ana Wall. Contaban con veintitrés miembros. Como resultado de la labor con niños y mujeres y a través de los servicios públicos, nuevas personas vinieron a Cristo y se añadieron a la iglesia. Los servicios de evangelización de HH Janzen también dieron lugar a la adición de alemanes nativos. Algunos de los menonitas alemanes no podían apreciar la importancia de esta acción. Los organizadores no lo dijeron, sin embargo, consideraban que estaban creando una nueva denominación. Se veían a sí mismos como miembros de la Iglesia Hermanos Menonitas que se había dispersado y que ahora se volvía a reconstruir. En 1990 la congregación conta¬ ba con alrededor de 330 miembros, procedentes de cinco grupos diferen- nosotros- nadie excepto los trabajadores del MCC. Todavía cuidaban de nuestra familia. Se dirigieron a las autoridades militares francesas y les pidie¬ ron permiso para que mi madre pudiera visitar a mi padre en la cárcel. La declaración de uno de los trabajadores del MCC se grabó en mi memoria para toda la vida: “No estamos intere¬ sados en lo que este hombre alguna vez fue. Sabemos que su familia necesita ayuda, y esa es nuestra preocupación". Este cristianismo práctico impactó profundamente a nuestra fami¬ lia. Luego de que mi padre salió de la cárcel, encontró una rela¬ ción personal con Cristo. Murió poco después, a los cuarenta y siete años de edad.” Además de ser un punto de distribución de ropa y alimen¬ tos, la casa del MCC fue sitio de estudios bíblicos y clubes de niños. Estas actividades llevaron a la formación de la congregación de los Herma¬ nos Menonitas de Neustadt en 1960. Mi madre fue uno de los nueve miembros fundadores. Cuando yo tenia diecisiete años de edad también comen¬ cé a considerar seriamente las demandas de Cristo y me convertí en creyente. Durante los años de estudios univer¬ sitarios fui bautizado. Ver de cerca y conocer la historia de los anabaptistas y el contacto con los menonitas de distintos países me impulsó a hacer de esta iglesia mi hogar espiritual. Aqui tengo mis raíces. Y por esto, estoy profundamente 240 La iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" tes: refugiados de la II Guerra Mun- agradecido a nuestro Señor dial, repatriados de América del Sur, Jesucristo. trabajadores temporales, inmigrantes Gerhard Lutero (Aussiedler) de la Unión Soviética, y La Verdadera Vida, 73 alemanes nativos. A pesar de esta mez¬ cla, por la gracia de Dios y un sabio liderazgo, reinó armonía en la congregación. En 1989, sin embargo, veinte miembros decidieron formar una congregación bautista. Aunque la congregación Neuwied no ha fundado congrega¬ ciones hijas, ha comisionado y apoyado financieramente a algunos de sus propios miembros para que sirvieran en una serie de mi¬ siones. Por ejemplo, Dorli Schnitzler, que ha trabajado en Brasil desde hace años. Diez pastores han servido a la congregación; los primeros, provenientes de América, los siguientes, de Alemania. La congregación Neuwied es la más grande en la AMBD. A finales de 2007 contaba con 395 miembros. Dos congregaciones Hermanos Menonitas se fundaron entre 1960 y 1965: Neustadt/Weinstrasse en 1960, y Lage / Lippe, en 1965. El primer bautismo en Neustadt y la fundación oficial de la iglesia tuvieron lugar en julio de 1960, bajo la dirección de George H. Jantzen. George y Marianne Jantzen llegaron en 1958 con el ob¬ jetivo de establecer una congregación Hermanos Menonitas. John N. y María Klassen, de Canadá siguieron a los Jantzen en agosto de 1960. En los años siguientes el trabajo se enfocó principalmente en niños y jóvenes, y en la escuela dominical. Cuando los Klassen y sus tres hijos retomaron para realizar estudios en Fresno en 1966, la congregación había crecido a unos treinta miembros. Una eficiente voluntaria del MCC fue Elisabeth VViebe de Hillsboro, KS, EE.UU. Llegó a Neustadt en 1947 y más tarde se desempeñó con la misión de los Hermanos Menonitas en el exterior y fue responsable de la obra en Neustadt durante diez años. Poste¬ riormente se quedó en la ciudad y sirvió con sus diversos dones. Se ganó el amor y el respeto de los que la conocían, juntamente con el cariñoso apodo “tía Elisabeth”. La mayoría de los miembros de la congregación no provenían de un trasfondo menonita. A finales de 2007 la congregación estaba integrada por treinta y seis creyentes, incluido un grupo de repatriados. Europa: Alemania 241 Una tercera congregación fue fundada en Lage, distrito de Li- ppe en 1965. La reforma monetaria de 1948Junto con la asistencia prestada por el Plan Marshall, llevó a una mejora en la situación económica alemana que superaba todas las expectativas. En com¬ paración, la vida en América del Sur en ese momento era difícil y las oportunidades educativas eran limitadas. A partir de 1954 los inmigrantes procedentes de América del Sur, conocidos como Riic- kkehrer (retomados), comenzaron a instalarse en Alemania. Este movimiento alcanzó su punto culminante en la década de 1970. Varias de las familias que regresaron se establecieron en la zona de Lage. Otras, que en principio habían ido a Neuwied luego se trasla¬ daron a la zona de Lage. A comienzos de 1962 George H. Jantzen, entonces profesor en una escuela cercana y Hugo W. Jantz (Neu¬ wied), visitaron a estas familias, y las invitaron a celebrar estudios bíblicos semanales. A partir de esas reuniones se organizó una con¬ gregación de Hermanos Menonitas en 1965. Al año siguiente, bajo el liderazgo de Jacob y Martha Vogt, esta congregación de treinta y cuatro miembros fue recibida en la AMBD. Cuando John y Mary N. Klassen regresaron de Fresno, en 1968 se les pidió que suce¬ dieran a los Vogt. Los catorce años posteriores fueron un período de gracia sustentadora de Dios. Cada año, tres o cuatro personas asistieron a una escuela bíblica, por lo general, la Escuela Bíblica Interdenominacional Brake y en mayo de 1973 iniciaron el primer proyecto de evangelización y plantación de iglesias. En octubre de 1975 se inauguró un nuevo lugar de reuniones, con 350 asientos. En los años sucesivos, la congregación participó en varios proyec¬ tos de plantación de iglesias. Aunque no todos sobrevivieron, algu¬ nos se convirtieron en las iglesias actuales. Antes de que los Klassen salieran para estudiar en Pasadena, entre 1982 y 1983, la congregación llamó a dos de sus miembros, Johann y Valentina Wiebe, al liderazgo. Wiebe hizo hincapié en el evangelismo y en las misiones. Durante su mandato la congrega¬ ción comenzó una obra en conjunto con el ministerio de plantación de iglesias de MBMS entre los tamiles de Pakistán, dirigida por John F. y Karla Das. Por un corto tiempo una parte del apoyo pro¬ vino de MBMS y de algunos miembros de la congregación Lage. 242 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Posteriormente, la congregación fue dirigida por Jacob y Elfriede Thielmann, y recientemente por Walter y Anne Fast. En los últimos quince años la congregación ha experimentado muchas conversiones y bautismos. En 1983 el número de miem¬ bros había crecido a alrededor de 300. principalmente a través de la incorporación de los retomados de América del Sur y de los repa¬ triados. Sin embargo, muchos residentes locales también llegaron a la fe y a finales del 2007 había 357 miembros. La congregación extendió su alcance orando por los misioneros y contribuyendo a su apoyo, tanto dentro como fuera del país. La congregación Lage experimentó un aumento de tensión du¬ rante la década de 1970 debido a los diferentes antecedentes reli¬ giosos y culturales de sus miembros. Esto dio lugar a la formación de una nueva congregación en Bielcfcld (Stieghorst / Osning). Uno de los problemas se debía a que los repatriados creen que las Es¬ crituras expresan indicaciones en cuanto a la vestimenta, entre las que figuran cubrir la cabeza de la mujer. Cuando estas perspectivas diferentes no se pudieron resolver, cincuenta y seis miembros de¬ cidieron retirarse para formar una Iglesia Hermanos Menonitas en Bielefeld, en enero de 1980. Durante un tiempo la relación entre las dos congregaciones fue difícil, sin embargo, los dirigentes y otros miembros de ambos grupos lograron buscar el perdón y por la gracia de Dios, las heridas comenzaron a sanar. Por lo general la congregación fue dirigida por hombres capaces no asalariados. En 1997 se inició una obra misionera que a fines de 2007 contaba con 172 miembros. Desde sus inicios la congregación de Lage tuvo muchos miembros que vivían en Bielefeld. una ciudad de unos 320.000 ha¬ bitantes. Cuando los nuevos conversos de Bielefeld se agregaron a la congregación de Lage, se esperaba que trabajaran en algunos programas misioneros en su hogar espiritual. Pronto se hizo evi¬ dente, sin embargo, que esa no era una buena estrategia para una congregación misionera. Después de mucha reflexión y oración, bajo la dirección de Johann Wiebe, la congregación decidió plantar otra congregación Hermanos Menonitas en Bielefeld. No todos los líderes de los Hermanos Menonitas estuvieron de acuerdo con esta decisión. Antes de finales de 1984 se inició el trabajo con jóvenes, Europa: Alemania 243 con grupos de estudio bíblico, e incluso, con servicios de adoración dominicales. La familia Klassen se trasladó a Bielefeld para pro¬ mover este emprendimiento. En la víspera de Año Nuevo de 1984 la Iglesia Hermanos Me- nonitas de Lage encargó a sesenta y cinco miembros, incluidos John y Mary N. Klassen, comenzar una congregación independien¬ te en Bielefeld (Oldentrup / Emmanuel). La fundación oficial se celebró en enero de 1985. En septiembre de 1987, la joven iglesia había crecido a 110 miembros. Alexander y Káthe Neufeld, gradua¬ dos de Fresno, aceptaron el liderazgo de la congregación. Klassen aceptó un puesto de profesor en la Hochschule für Freie Misión en Korntal, Stuttgart. Los creyentes continuaron empleando locales alquilados hasta que construyeron su propio gran santuario en la zona de Steighorst en 1995. La congregación, que ahora se llama Iglesia Emmanuel, mostró un crecimiento continuo y alcanzó 219 miembros en 1997. En los quince años siguientes se unieron a la congregación madre en un proyecto para formar una nueva congregación en Steinhagen. Algunos creyentes dejaron la congregación. Después de 2003, el crecimiento de la iglesia se hizo evidente de nuevo y a finales de 2007 había 345 miembros. Cuarenta y ocho de ellos eran creyen¬ tes alemanes nativos. Cuando los Neufeld se trasladaron a Dresde en 2001 para trabajar con la primera Iglesia Hermanos Menonitas plantada en el este de Alemania, Ina y Paul Warkentin llegaron a Emmanuel. Empezaron un curso Alpha y una serie de estudios bí¬ blicos caseros. Helmut Matis fue nombrado pastor de jóvenes. Misioneros inician la plantación de iglesias En la década de 1970 comenzó un debate serio sobre la necesidad de plantar nuevas congregaciones. En 1975, la cuestión se debatió por primera vez en una convención de AMBD, pero la mayoría de las iglesias se iniciaron como obras misioneras por la iniciativa de las congregaciones individuales. La siguiente es una lista de em¬ prendimientos que se llevaron a cabo entre 1974 y 2000. Todos ellos están situados en el noroeste de Alemania. Seis de los catorce pertenecían a la AMBD en 2007. La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años • Bielefeld-Brackwede fue iniciado en 1974 por la congre¬ gación de Lage - no forman parte de AMBD. • Beckum se inició en 1977 por obra de la congregación de Lage - ahora es parte de la labor de los repatriados (Aussiedler). • Pioteam Münsterland en 1985, en Warendorf por AMBD, - es parte de Aussiedler • Pioteam Münsterland en 1981, 1982 y 1987, en Bor- kenwirthe, apoyado por Lage • Emanuel, en 1985 en Bielefeld -(Oldentrup)-por la con¬ gregación Lage. Véase más arriba. • En Mutterstadt, en 1980/87 por la AMBD y la congrega¬ ción Neuwied • En Pioteam Münsterland en Dülmen ,1985/198° junto con Lage - no en AMBD • Holte-Stukenbrock en Schloss , en 1990 por Brackwede • En Bad Salzuflen, en 1988/1991 por la congregación Lage - interrumpida • En 1991, en Leopoldshohe, resultado de una reunión ca¬ sera - no forman parte de AMBD • En 1991 /1993 en Vreden, por el Münsterland Pioteam y un equipo local • En 1993 en Münster Pioteam Münsterland, junto con MBMS - interrumpida • En 1997 en Bielefeld- Brake por la Bl-Sieker congrega¬ ción Hermanos Menonitas - interrumpida • En 1990/1998 en Steinhagen por BI-Emmanuel Una división dentro de la congregación de Brackwede Biele¬ feld dio origen a Bielefeld-Mitte Bleichstrcisse. Se formó en 1993 con treinta y tres miembros. Afínales de 2007 había cuarenta y siete miembros. Europa: Alemania 245 La primera incursión en la antigua Alemania Oriental se pro¬ dujo en la Pascua de 1990, cuando Lawrence y Selma Warkentin visitaron por primera vez Sajonia. En medio de mucha oración y consulta con la VMBB, la AMBD, y MBMSI llevaron a cabo una tarea de plantación de iglesias en la ciudad de Dresden. La congre¬ gación fue organizada en 1993 con nueve miembros, producto de dos servicios bautismales. Se componía de nativos de Dresde y de familias de jóvenes repatriados. La congregación llegó a sesenta y ocho miembros en 2007, cincuenta y cinco de los cuales eran originarios de Alemania. En 2007, la congregación de Dresde fue acogida por la Convención Pentecostal. En 1999, tras un tiempo en Dresde, Lawrence y Selma War¬ kentin hicieron el primer contacto en Berlín, la recién reconocida capital de la Alemania unida. Se comenzó con estudios hogareños y servicios de adoración. Andró y Olga Pritzkau se han convertido en los plantadores de iglesias del este de Berlín. En 2007 había veintisiete miembros y numerosos asistentes a los servicios de la mañana del domingo. En julio de 2002 llegaron a Leipzig Reinhold y Ruthild Plo- cher con sus cuatro hijos. Eran plantadores de iglesias que venían con la AMBD y el apoyo de MBMSI. En 2003 llegó también la familia misionera de Reinhard y Erika Kurz. La congregación de la Chopinstrasse tiene ahora catorce miembros y más de treinta asistentes. Una congregación con veintidós miembros ha existido en Lugde, cerca de Blomberg, desde 2005 y es la más nueva dentro de la conferencia AMBD. En resumen, en 2007 había 1.631 miembros en las quince con¬ gregaciones ya existentes, pertenecientes a la AMBD. Una cuar¬ ta parte de estas congregaciones no tienen su origen en la antigua Unión Soviética. Esfuerzos conjuntos Desde los inicios del trabajo de la misión en Alemania hubo un sentimiento de unidad entre los trabajadores y las congregaciones Hermanos Menonitas, pero no había ninguna estructura que uniera 246 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" a los alemanes y las otras congregaciones de los Hermanos Meno¬ nitas de Europa con las grandes conferencias Hermanos Menonitas en América del Norte, o con cualquier otra asociación de congrega¬ ciones Hermanos Menonitas. El sentido de unidad provenía de su identificación con los misioneros pioneros, maestros, y plantadores de iglesias en el extranjero. Pronto se hizo evidente que las congregaciones necesitaban una estructura. En 1968 tres congregaciones alemanas de hermanos menonitas, con un total de 275 miembros, se unieron para crear la AMBD ( Arbeitsgemeinschqft Mennonitischer Brüdergeme inden in Deutschland-Asociación de Iglesias Hermanos Menonitas de Ale¬ mania). El objetivo era fomentar la comunión con congregaciones con ideas afines, proporcionar oportunidades para la inspiración y el aliento mutuo y emprender proyectos demasiado grandes para las congregaciones individuales, manteniendo la autonomía de las congregaciones locales. Las congregaciones en Austria se asocia¬ ron para formar la Arbeitsgemeinschaft Mennonitischer Brüderge- meinden in Ósterreich (AMBO). Hoy en día se llama Mennonitis- che Freikirche Ósterreichs (MFO). Cuando nacieron las congregaciones de los hermanos menoni¬ tas en Baviera, se convirtieron en parte de la conferencia de Austria. Más tarde, crearon su propio sindicato, la VMBB ( Verband Men¬ nonitischer Briidergemeinden en el Bavern-Asociación de Iglesias Hermanos Menonitas de Baviera). La distancia geográfica que las separa de las congregaciones de Alemania impidió que los bávaros se unieran al AMBD. Alrededor de 1970 se creó a nivel europeo internacional el Bund Europdischer Mennonitischer Briidergemeinden (BEMB- Unión Europea de Iglesias Hermanos Menonitas). Se compone de tres conferenciasda AMBD, VMBD, y la MFÓ. La tarea más im¬ portante de la BEMB es organizar los retiros anuales de los pastores y ancianos y convocar las conferencias de fe ( Glaubenskonferen - zen), que se celebran cada dos años. La primera de estas conferen¬ cias tuvo lugar en 1960 en Neuwied y fue dirigida por HH Jan- zen. Hasta 1980 la conferencia se reunió anualmente (salvo 1974) Europa: Alemania 247 durante el día de Pentecostés, en forma alternada en Alemania y Austria. Desde 1982 se han celebrado cada dos años. El programa consiste en oración, exposición de temas bíblicos, musicales, pro¬ gramas juveniles, informes y testimonios. Esta organización resultó útil porque poco personal de MBM- SI permaneció en Alemania. Sólo tres parejas enviadas por MBMSI permanecieron después de 1991, a saber, Walter y Ann Fast, Paul e Ina Warkentin, y Juan N. y María Klassen. El vínculo con la igle¬ sia en América se reforzó de nuevo cuando MBMSI y la iglesia se comprometieron con AMBD para la plantación conjunta de igle¬ sias en Berlín (2000) y Leipzig (2002). En 1993, el AMBD y las iglesias de Miinsterland tenían 1.274 miembros en trece congregaciones. Cinco años más tarde, en 1998, había 1.397 miembros en dieciséis congregaciones. En 2007 el número de miembros había aumentado a 1.602 en quince congre¬ gaciones. El AMBD tiene un ejecutivo que se compone de un represen¬ tante electo de cada iglesia y se reúne tres veces por año. La reunión de delegados, como su nombre lo indica, está compuesta por dele¬ gados elegidos de cada congregación y se reúne anualmente para escuchar las preocupaciones de las congregaciones y para hacer frente a proyectos conjuntos. La agenda incluye cuestiones relati¬ vas a la escolarización, a la construcción de lugares de reunión, a la fundación de congregaciones, a cuestiones relacionadas con el cuidado de las personas, a cuestiones bíblico-teológicas presenta¬ das por las congregaciones y a asuntos financieros. Radio y publicaciones En 1957 HH Janzen emitió por primera vez el programa de radio semanal Fuente de la Vida (Quelle des Lebens), por Radio Luxem- burgo. Este programa estuvo al aire hasta 1990 con una variedad de oradores, primero por Radio Luxemburgo, y más tarde también por HCJB en Quito, Ecuador. Los programas fueron grabados en la Co¬ munidad Europea de la Escuela Bíblica Menonita de Bienenberg, Suiza y frieron pagados por las congregaciones y los amigos. 248 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" El periódico Quede des Lebens se convirtió en la publicación bimensual de las congregaciones europeas Hermanos Menonitas, a cargo de un número de editores no remunerados. A pesar de mu¬ chos intentos por mantenerlo vigente y atractivo, el periódico tuvo que interrumpir su publicación en 1995. En 1980 se publicó una traducción de la Confesión de Fe de los Hermanos Menonitas de América del Norte, con algunas mo¬ dificaciones. En 2007, la congregación realizó una revisión impor¬ tante de la confesión. Además, fueron publicados Der Dienst der Versohnung in einer zerbrochenen Welt (El Ministerio de la recon¬ ciliación en un mundo roto) por JA Toews, y Die Mennonitische Briidergemeinde - eine kurze Selbstdarstellung (La Iglesia Herma¬ nos Menonitas - una breve presentación) por HH Janzen. Escuelas y educación Los jóvenes y los líderes de los Hermanos Menonitas recibían edu¬ cación en una serie de institutos bíblicos y seminarios que incluyen las escuelas de Basilea, de Brake, Bienenberg, Seeheim, Giessen, Walzenhausen, Wiedenest, Fresno, Winnipeg, y más tarde, Ampfe- lwang. En 1993, se creó el Bibelseminar de Bonn en la ciudad del mismo nombre, apoyado principalmente por unas cuarenta congre¬ gaciones de repatriados. Aquí también el número de estudiantes de las congregaciones de los Hermanos Menonitas es pequeño. Las congregaciones no se identifican plenamente con ninguna de es¬ tas instituciones y no ven la necesidad de desarrollar una escuela propia. Durante casi veinte años la BEMB organizó una semana de formación teológica para sus pastores y otras personas en puestos de responsabilidad. Evangelismo y misiones Los Hermanos Menonitas europeos se han comprometido a enviar misioneros. Dorli Schnitzler, un graduado de la Escuela Bíblica de Brake fue enviado a Brasil ya en 1968 para trabajar entre los indios Tambira. Más tarde, el AMBD asumió la responsabilidad de apo¬ yarlo. Además, BEMB junto con MBMSI, apoyó a los Scharberl Europa: Alemania 249 y los Dtirksen en España en la década de 1970. Desde el año 2007 los misioneros extranjeros no son patrocinados por AMBD, a pe¬ sar de que las congregaciones individuales son compatibles con un número de misioneros destinados a misiones de fe y con MBMSI. Durante las primeras décadas el crecimiento de la iglesia en Alemania por vía de la evangelización fue muy lento. Las dos con¬ gregaciones más grandes, Lage y Neuwied, crecieron principal¬ mente a través de la llegada de los retomados de América del Sur y de los repatriados procedentes de la Unión Soviética. Aunque la congregación de Lage puso en marcha su primer proyecto misio¬ nero consistente en la plantación de una iglesia en 1974, no fue dis¬ cutido por la AMBD hasta 1975. Tomó otros nueve años antes de que se pusiera en marcha el primer proyecto conjunto. En la actua¬ lidad estas congregaciones son aún pequeñas, pero están creciendo. Durante la década de 1990 Bl-Oldentrup (más tarde Emmanuel) y Bl-Stieghorst (más tarde Sieker) participaron de la plantación de su propia iglesia. La ciudad de Münster, con sus 270.000 habitantes, fue vista como un proyecto potencial, pero las dificultades persis¬ tieron. Las preocupaciones sociales y de socorro Menonitas y hermanos menonitas repatriados a menudo se han es¬ tablecido unos al lado de los otros en diversas comunidades. Por re¬ gla general no ha habido una relación positiva entre ellos. La mayo¬ ría de los grupos de menonitas del oeste de Europa forman parte de la Organización Menonita Internacional (OMI), el equivalente de la MCC de América del Norte, y se involucran en acciones sociales y de socorro. En general, los hermanos menonitas también tienen una buena relación con otras congregaciones protestantes. A nivel local, por ejemplo, a menudo trabajan con la Evangelische Al/ianz, par¬ ticipando en la semana de oración conjunta al inicio de cada año, y realizan estudios conjuntos de la Biblia y de los alcances de la evangelización en la comunidad. A veces estos esfuerzos son dirigi¬ dos por los Hermanos Menonitas, que también han respondido a los desastres naturales, ya sea como congregaciones, a nivel individual 250 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" o en cooperación solidaria con otros. Ejemplos de estos esfuerzos incluyen las inundaciones del río Elba y los desastres en el Congo y Moldavia. Como los anabaptistas, los hermanos menonitas y los otros menonitas, creen que satisfacer las necesidades materiales del mundo es una respuesta a la enseñanza del Nuevo Testamento Las Congregaciones bávaras de los Hermanos Menonitas de la VMBB Los esfuerzos misioneros en Austria crearon una obra muy eficaz en la vecina Baviera, en Alemania. A partir de Traunreut en 1969, la obra de evangelización se realizó en distintos lugares. Al princi¬ pio, las congregaciones emergentes y los misioneros estaban plena¬ mente integrados en la Conferencia de Austria, pero con el tiempo, consideraciones de tipo práctico dieron lugar a la creación de una entidad independiente en Baviera. Entre los años 1970 y 1993 se crearon ocho congregaciones: Bad Rcichenhall, Burghausen / Sal- zach, München, Simbach / Inn, Traunreut, Traunstein, Trostberg, y Wasserburg / Inn. Un residente de Traunreut que había llegado a la fe en una congregación Hermanos Menonitas en Uruguay fue bautizado en Wels, Austria, en 1966. Esto llevó a los Warkentin, que entonces eran pastores de la congregación en Wels, a establecer contacto con Traunreut, una ciudad típica de Baviera que había recibido a muchos luteranos de Berlín. Estas personas eran más receptivas al evangelio que los bávaros nativos. En poco tiempo celebraban dos servicios de adoración semanales. El pastor luterano no se oponía en absoluto a esta labor y deseó la bendición de Dios a los herma¬ nos menonitas. En marzo de 1970 la nueva congregación se consti¬ tuyó con veinticinco creyentes que tomaron juntos la comunión por primera vez. El buen relacionamiento hizo posible que esta congre¬ gación cada vez mayor adquiriera una propiedad y construyera un lugar de reunión en 1973. Traunreut se convirtió en centro de la actividad evangelística en el área de Chierpgau. La gente venía a la fe y a los estudios case¬ ros. Los Warkentin tuvieron la visión de comenzar una nueva obra Europa: Alemania 251 cada año y la congregación Traunreut dio libertad a algunos de sus miembros para ayudar en la nueva iglesia de Traunstein, colaboran¬ do con los Warkentin. Un patrón similar se siguió unos años más tarde en Trostberg. Traunreut era la única congregación en el VMBB y tuvo una experiencia de crecimiento considerable a través de la adición de repatriados. Aunque culturalmente diferenciados, los recién llega¬ dos formaron una mano de obra significativa dentro de la congre¬ gación. En Traunstein, se inició una congregación a partir de un estu¬ dio hogareño en 1971 y en 1983 comenzó a tener reuniones con dieciséis miembros en un local alquilado. A finales de 2006 la Con¬ gregación contaba con treinta y nueve miembros. El número total de miembros de las congregaciones de Baviera en 2006 era de 392. Los cambios que culminaron con la reunificación de Alemania no han dado lugar a un despertar espiritual pero las oportunidades misioneras dirigidas a la plantación de iglesias abundan. En gene¬ ral, hoy hay una apertura mucho menor para el Evangelio de modo que las congregaciones Hermanos Menonitas de Baviera necesitan aprovechar las nuevas oportunidades que se presentan. Las Congregaciones de repatriados Hermanos Menonitas Desde la Segunda Guerra Mundial hasta finales de 1950 los inmigran¬ tes a Alemania Occidental fueron llamados “refugiados” y “desplaza¬ dos”. A partir de enero de 1951 todos los recién llegados de los países del bloque soviético fueron designados oficialmente como Aussiedler (repatriados). Durante los primeros cinco a ocho años la mayoría de los Aussiedler procedían de los países bálticos y de los países del este y su¬ reste de Alemania. Sólo después del acuerdo de Adenauer con la Unión Soviética en 1955 fue posible que los alemanes de Rusia abandonaran la Unión Soviética. El acuerdo original era sólo para unir a las familias que habían sido separadas durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque se ha regulado el proceso de inmigración, en los prime¬ ros años el proceso tardaba a menudo diez o más años de esforzadas gestiones. Las dificultades extremas vinculadas a los intentos de reuni- 252 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años ficación familiar llegaron a su fin en enero de 1987, con la entrada en vigencia de una nueva ley soviética de entrada y de salida al país. Des¬ de la década de 1990, el gobierno alemán por lo general logró procesar el gran número de solicitudes dentro de un lapso de cuatro o cinco años. Una prueba de idioma se ha convertido en el estándar por el que se procesan dichas solicitudes. En 1951 el gobierno comenzó a llevar un registro estadístico de las llegadas de alemanes de Rusia. Más de 2.300.000 recién llegados se registraban oficialmente a finales de 2006. Unos 400.000 adicionales llegaron, al parecer, sin ser registrados, lo que hace un total de aproxi¬ madamente 2.700.000. Durante los primeros años, los inmigrantes consideraron su retorno como un regreso a su madre patria. Alrededor de la mitad de los recién llegados eran luteranos, aunque casi la cuarta parte fue clasificada como católica. Un 20% (alrededor de 540.000) fue oficialmente agrupado bajo el epígrafe "otras confesiones." Entre ellos había cerca de 300.000 bautistas y menonitas pertenecientes a las Evangelische Freikirchen (iglesias evangélicas libres) en Alemania. Los primeros en llegar tienen buenos recuerdos de su arribo. A media¬ dos de la década de 1960 llegó a Alemania el primer ruso-alemán repa¬ triado de confesión Bautista- Menonita. Al comienzo fue realmente un programa de reunificación familiar, pero más tarde ya no fue necesario que los Aussiedler tuvieran familiares en Alemania. La familia Ewert y la Sra. Helene Lówen fueron probablemente los primeros menonitas en llegar. Peter Ewert, originario de Chortitza, logró ponerse en contacto con su familia en 1955. En 1963, después de dieciocho años de separación, pudo reunirse en Alemania con Olga, su esposa. El caso de Helene Lówen que, después de años de búsqueda, se reunió con su marido, Wilhelm Lówen, es más conocido. En aquel momento esto fue considerado como un acontecimiento notable-un mi¬ lagro de Dios. La pareja vivió junta casi un año antes de que Wilhelm falleciera. Desde entonces la señora Lówen sigue siendo un miembro valioso de la congregación Lage / Lippe. Poco después de su llegada, un número de familias menonitas llegó a Karlsruhe. Cuando el autor llegó a Lage / Lippe, en 1968-69, varias familias de Umsiedler / Aus¬ siedler ya formaban parte de esa congregación. Europa: Alemania 253 Basado en información suministrada por el Umsiedlerbetremmg Mennonitischen (MUB), hábilmente dirigido por Hans von Niessen, y por el Betreuungsdienst Aussiedler (ABD), a partir de 1965 cada año llegaban algunos bautistas / menonitas. Durante la década de 1980 el número de bautistas recién llegados aumentó en un 15% y el de los menonitas hasta un 10%. Después de 1990 el porcentaje de los meno¬ nitas se redujo constantemente. Las congregaciones de hermanos menonitas repatriados no pue¬ den considerarse totalmente separadas de las congregaciones anterio¬ res (AMBD), porque la mayoría de los primeros miembros de esas congregaciones también proceden de países de Europa del Este. Algu¬ nos vivieron en América del Sur durante un tiempo antes de regresar a Alemania Occidental. Los primeros repatriados de la URSS fueron patrocinados por otros parientes que habían llegado como refugiados menonitas de Prusia Occidental y de la Unión Soviética durante la Se¬ gunda Guerra Mundial y se habían establecido en lugares como Lage, Bielefeld, Espelkamp, y Neuwied / Rhein. Era natural que los recién llegados se unieran a los Hermanos Menonitas existentes o a otras con¬ gregaciones Menonitas. Cuando después de 1970 llegaron más y más repatriados la situa¬ ción cambió. Entre los muchos recién llegados había ministros orde¬ nados y ancianos y se trató de establecer congregaciones de acuerdo al modelo de las congregaciones que habían establecido en la Unión Soviética. La primera congregación organizada de los repatriados fue una Iglesia Bautista-Hermanos Menonitas, en Paderbom. La primera congregación de los Hermanos Menonitas repatriados se organizó en Espelkamp en 1974. La Iglesia Menonita fue creada en 1977, cuando una treintena de creyentes se reunió para organizar la gran congrega¬ ción menonita alemana en Neuwied, que existía desde 1681. Este he¬ cho fue de importancia histórica porque Neuwied se convirtió en la primera ciudad de Alemania Occidental con dos congregaciones me¬ nonitas. Se consideraba como un desarrollo sectario de cierto grupo, similar al ocurrido con la creación de la congregación de los Hermanos Menonitas Neuwied en 1950 por refugiados de la II Guerra Mundial en una ciudad en que ya había una congregación Menonita de larga data. 254 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" Las primeras congregaciones de Hermanos Menonitas Repa¬ triados El número de congregaciones de repatriados ha aumentado constan¬ temente a través de la inmigración, y como resultado de la actividad evangclizadora se han producido conversiones y bautismos. Como se ha indicado, también hay un número de congregaciones Hermanos Me¬ nonitas que se han formado. Poco después del final de la Segunda Guerra Mundial al norte de Bielefeld, fue reconstruido Espelkamp, como un albergue para los re¬ fugiados de todos los credos. Se construyeron casas y una iglesia para los sobrevivientes de los menonitas de Prusia Occidental con la ayuda de los estadounidenses. Más tarde, los repatriados de América del Sur se sumaron a esta congregación. Algunos de los Aussiedle r también se unieron a ellos, pero la mayoría, incluyendo la primera congregación Hermanos Menonitas Repatriados en 1974, creó sus propias congre¬ gaciones. Otras congregaciones se organizaron en Espelkamp, pero la mayoría se denomina a sí misma como Iglesia "Evangélica Libre", a pesar de tener raíces menonitas. A finales de 2006 la congregación 1ler- manos Menonita Espelkamp tenía aproximadamente 2.200 miembros. Se trata de un miembro de la BCD ( Bruderschaft der Christengemein- den en Alemania). En la década de 1970 un pequeño número de cristianos repatria¬ dos se estableció en Bielefeld (Bielefeld-Heepen/Oldentmp). Algunos de ellos se reunieron por primera vez el 15 de junio de 1974 y organi¬ zaron la primera congregación de repatriados en la ciudad. Proceden de congregaciones menonitas y bautistas de la Unión Soviética. Esta con¬ gregación, que se considera Hermanos Menonitas y pertenece al Bund Taufgesinnter Gemeinden (Unión de Congregaciones de Bautismo consciente BTG), comenzó un ministerio de radio de Rusia en 1975 y envió a sus primeros misioneros a Brasil en 1977. Las congregaciones adicionales han surgido en Oerlinghausen, Brackwede, y Níimberg a través de la asistencia prestada por esta congregación, y algunos de sus miembros se han transferido a las nuevas congregaciones. A finales de 2006 esta congregación contaba con 926 afiliados. Después de 1974 los menonitas repatriados comenzaron a establecerse en Frankenthal. Desde el principio, un grupo de mujeres oraba pidiendo que existiera Europa: Alemania 255 una congregación suscrita a la Confesión de Fe de los Hermanos Me- nonitas de 1902. Finalmente, nueve personas se unieron para crear la Iglesia Hermanos Menonitas de Frankenthal, en junio de 1977. Frankenthal fue la tercera congregación Hermanos Menoni¬ tas Repatriados en Alemania Occidental. Hoy en día la congregación Frankenthal es líder de quince congregaciones Hermanos Menonitas afiliadas. Entre los diversos grupos de cristianos Hermanos Menoni¬ tas repatriados ninguno es tan diligente para descubrir y conservar el patrimonio anabaptista como este. En 1979 Frankenthal abrió el cami¬ no para la negociación de la autorización de enseñanza bíblica en las escuelas públicas para los niños de las familias de la iglesia. En 1982 se creó una escuela bíblica adjunta a la iglesia. A finales de 2006 la congregación contaba con unos 600 miembros. Un número creciente de repatriados en Neuwied no encontró la casa espiritual que buscaba dentro de las tres congregaciones menonitas lo¬ cales. Por lo tanto, creó en 1978 la Congregación Neuwied-Tomey de los Hermanos Menonitas. Los miembros de esta congregación plantaron cuatro congregaciones Hermanos Menonitas adicionales. Se han distin¬ guido por su empeño misionero, por la plantación de iglesias y la asis¬ tencia humanitaria. Sumaban alrededor de 800 creyentes al final de 2006. Muchos menonitas y otros repatriados procedentes de Polonia y de la Unión Soviética fueron enviados a una sede provisional en Wal- dbról, donde se les enseñaba idiomas y se los hospedaba hasta encon¬ trarles una colocación permanente. En la década de 1970 la mayoría de los recién llegados se trasladó a otras partes del país. Sin embargo, un número de familias de Hermanos Menonitas de la región de Orenburg, en la Unión Soviética, decidió quedarse en esta parte del país y fundó, en enero de 1979. una congregación con veinticuatro miembros que actualmente pertenece a la BTG. A pesar de las diferencias internas y de la salida de algunos, a finales de 2006 el número de miembros había aumentado a 265. Los jóvenes asistieron a la Escuela Bíblica de Brake y al Bibelseminar de Bonn. El interés por la misión ha sido alto y los misioneros han sido enviados a Chad, Kirguistán, y Monaco. En la década de 1970 muchos repatriados que llegaron a Lemgo fueron recibidos en la vivienda pública. La ciudad tenía aproximada- 256 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” mente 40.000 habitantes, de los cuales 6% asistió a los cultos domini¬ cales. Esta es una oportunidad más para desarrollar otra congregación y relacionar personas con la iglesia. En abril de 1988 la Iglesia Herma¬ nos Menonitas de Lemgo se organizó formalmente con treinta miem¬ bros. En menos de dos años alcanzó los 288 y a finales de 1998 los 847 miembros. Además de los recién llegados, se añadía unos cuarenta creyentes bautizados cada año para llegar a los 1.007 en el año 2007. La congregación pertenece a la BTG. Treinta y cinco miembros que se sentían incomprendidos decidieron iniciar una nueva congregación en el verano de 2005. Dos características de la Iglesia Hermanos Menonitas de Lemgo merecen una mención especial. La primera es que, desde sus inicios se ha preocupado por la evangelización de la ciudad, incluso ha contado con la participación del conocido evangelista Wilhelm Pahls para los servicios. En segundo lugar, en el momento de su fundación, junto con Christen Evangeliums-Brüdergemeinde de Detmold (Iglesia Cristiana Evangélica de los Hermanos) la congregación puso en marcha una am¬ plia escuela privada cristiana, acreditada por el gobierno y con más de 1.000 alumnos matriculados. El crecimiento de las Congregaciones de Hermanos Menoni- tas Repatriados El origen y la propagación de las congregaciones de los repatriados han sido legendarios, pero también a menudo marcados por tensiones y di¬ ficultades. La primera Iglesia Menonita comenzó a funcionar en 1974. 1989 fue el año en que se establecieron más congregaciones: cuarenta y siete en un solo año. Alrededor de una quinta parte de estas congrega¬ ciones son Hermanos Menonitas. En 2007 se había establecido un total de 105 congregaciones de Hermanos Menonitas Repatriados. Además de estos, se establecieron treinta y cinco congregaciones de repatria¬ dos menonitas, que son los descendientes de los menonitas en Rusia, donde surgieron los Hermanos Menonitas. Algunos de los líderes de las iglesias de los Hermanos Menonitas en Alemania están trabajando para mejorar la relación entre la iglesia de los Hermanos Menonitas y la Iglesia Menonita de MC (Mennoniten Kikchengeineinde). En el año Europa: Alemania 257 2007 había veintiuna congregaciones AMBD y VMBD de los Herma¬ nos Menonitas. Existían aproximadamente 450 otras congregaciones de iglesias libres de repatriados en 2007, la mayoría de las cuales se identificó como bautistas, cristianos del Evangelio, o como congrega¬ ción Evangélica Libre. Durante los primeros años los miembros fundadores de estas con¬ gregaciones, en general, fueron repatriados. Además, varias congre¬ gaciones se formaron como resultado de la actividad misionera de algunos de los mayores y / o de congregaciones más grandes. El estudio cuidadoso de los repatriados ha determinado que casi dos tercios de los conversos pertenecían a hogares creyentes, aproxi¬ madamente un tercio a hogares repatriados incrédulos, y una pequeña parte a la población alemana de los alrededores. El número de cre¬ yentes bautizados en las congregaciones de repatriados ha crecido a más de 86.000 personas en 2007. Alrededor de 46.000 de ellos fueron bautizados en Alemania. Aproximadamente un tercio de todos los re¬ patriados mencionados se han unido a Iglesias Hermanos Menonitas o congregaciones MC. Mejoras en la organización Las congregaciones de repatriados siempre tomaron la iniciativa en cuanto a organización. Inicialmente, los recién llegados fueron adver¬ tidos y desalentados por los menonitas de Canadá y por los dirigentes alemanes en cuanto a la creación de congregaciones propias. Sin em¬ bargo, la mayoría de los cristianos alemanes de Rusia creyeron que tenían que dar forma a sus congregaciones en función a su propia com¬ prensión de la Biblia. Más tarde, las críticas por lo general resultaron ser de apoyo, especialmente en relación a los proyectos de construc¬ ción de iglesias. En la URSS los cristianos repatriados, incluidos los bautistas, me¬ nonitas y otros, estaban afiliados a asociaciones registradas, indepen¬ dientes o no registradas. En Alemania no sólo formaron sus propias congregaciones, sino que también organizaron asociaciones. La pri¬ mera asociación (1977) estuvo compuesta en su mayoría por iglesias no registradas en la Unión Soviética. Los de las iglesias registradas 258 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “ Celebrando 150 años" formaron su propio sindicato. Finalmente, alrededor de 320 congre¬ gaciones de repatriados menonitas / bautistas con unos 60.000 creyen¬ tes, organizaron una decena de asociaciones, que incluyen AMBD y VMBB. Dos grupos que representan aproximadamente 25.000-30.000 creyentes en 240-260 congregaciones, trabajan en forma relativamente independiente. Pocas de estas congregaciones independientes son Her¬ manos Menonitas. la mayoría de ellas son bautistas. La BTG tiene el mayor porcentaje de creyentes hermanos meno¬ nitas y es uno de los sindicatos típicos más estables de las congregacio¬ nes de repatriados. Como es el caso de otros grupos, algunas congrega¬ ciones han abandonado a la BTG y se han unido a otras asociaciones o se han mantenido independientes. Todas las congregaciones han creci¬ do desde su fundación. Algunas han plantado nuevas congregaciones. Están involucradas en la evangelización, en las misiones y en labores humanitarias. En un primer momento varios grupos de congregaciones discutieron la posibilidad de crear una institución educativa unida, pero entonces la BTG fundó el Seminario Bíblico de Bonn. Hoy en día. tan¬ to la BTG como la AEG (Asociación de Congregaciones Evangélicas) son responsables del Seminario. BTG es parte de ICOMB y participa en la Conferencia Mundial Menonita. Heinrich Klassen (Bielefeld, que representa ICOMB) y Johann Richert (Oerlinghausen) han sido algu¬ nos de los líderes de la BTG desde hace mucho tiempo. Distintivos de las Congregaciones de repatriados Las congregaciones de repatriados se han distinguido por su música. Hay muchos cantos congregacionales en los servicios, muchos coros y grupos musicales. En general, los himnos no son los sustanciosos himnos tradicio¬ nales, y rara vez son los coros alegres y modernos. La mayoría de ellos son himnos gospel muy personales, y a menudo son traducciones de canciones gospel americanas que ya eran cantadas en Rusia. Los nue¬ vos himnos a veces son proyectados en las pantallas, pero usualmente se utilizan libros de himnos. Como regla general, los instrumentos acompañan el canto y las congregaciones tratan de organizar una orquesta. En los primeros años tuvieron lugar festivales anuales de la canción, en los cuales participa- Europa: Alemania 259 ban los coros de varias congregaciones. A partir de la década de 1990 los festivales de la canción se hicieron populares, incluso la participa¬ ción de la población circundante. Los servicios del domingo por la mañana son el punto focal en la vida de los creyentes. El domingo marca un tiempo de adoración de la familia. En ge¬ neral, el número de asistentes es casi un tercio superior a la afiliación. A partir de 1998, las 360 congregaciones contaban con alrededor de 62.000 miembros y unos 100.000 asistentes, sin incluir los repatriados que se congregaban en iglesias de las comunidades alemanas nativas. Como regla general, dos o tres servicios adicionales, de poca concu¬ rrencia, se celebran durante la semana. De acuerdo con las enseñanzas del Nuevo Testamento y los prin¬ cipios anabaptistas las congregaciones de repatriados creen y enseñan que todos deben tener una experiencia de conversión para lograr la salvación eterna, por lo tanto, además de los servicios de evangeliza¬ ron específicamente designados, la mayoría de los sermones exigen también una decisión. Los repatriados no suelen realizar estudios bí¬ blicos en los hogares, y el "evangelismo por amistad" es generalmente desconocido para ellos. A pesar de eso, desde el final de la década de 1990 las congregaciones han aumentado cada vez más a través de con¬ versiones en Alemania, y ya no tanto por la adición de los recién lle¬ gados de la antigua Unión Soviética. Más del 80% de los niños llegan a la fe en sus familias. Más del 25% de los candidatos bautismales de las congregaciones examinadas por el autor provenían de familias sin antecedentes religiosos o eclesiales. Esto demuestra que las congrega¬ ciones de repatriados también están llegando a las personas más allá de sus familias. Poco después de su llegada los repatriados comenzaron sus re¬ uniones formales en casi todas las instalaciones disponibles, incluidos los salones, sótanos, capillas funerarias, y centros cívicos, pero procu¬ raron adquirir un edificio lo más rápidamente posible para convertirlo en lugar de encuentro. O compraron un terreno y construyeron un mo¬ derno santuario atractivo. La población de los alrededores a menudo queda muy impresionada por la unidad y el trabajo voluntario incansa¬ ble invertido en la construcción de edificios de culto. En el período ini- 260 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" cial el lugar de reunión consistía principalmente en un gran auditorio y en instalaciones de comedor para las muchas ocasiones festivas. Hoy en día, los edificios también están diseñados para adecuarse al trabajo con niños y jóvenes. Los repatriados aprecian mucho las escuelas y la educación. Si bien consideran importante y necesaria la educación primaria, algu¬ nos se oponen a la educación sexual como parte del plan de estudios. Por lo general, favorecen la formación en oficios, aunque un número cada vez mayor opta por carreras académicas. Muchos jóvenes asisten a escuelas bíblicas, aunque no siempre con la aprobación de sus con¬ gregaciones. Los repatriados tienen un gran número de jóvenes. En 2004, las aproximadamente 340.000 familias repatriadas de las iglesias libres tenían al menos 100.000 asistentes de entre seis y veinte años de edad. Se trata de una presencia visible en el servicio y en los coros de los do¬ mingos, y también en las reuniones que se realizan durante la semana. Su participación en apoyo de los diversos esfuerzos de la iglesia tam¬ bién es notoria. Si bien se alega con frecuencia que constituyen la ma¬ yoría de los reclusos en las instituciones para delincuentes juveniles, esto no ha sido confirmado oficialmente. Los delincuentes repatriados no suelen provenir de familias que tengan una orientación hacia la fe y la iglesia. Contrariamente a lo que a veces se reclama, las congregaciones bautistas/menonitas tienen una visión y un interés cada vez mayor por las misiones. Esta visión se promueve en sus congregaciones, escuelas y publicaciones periódicas (por ejemplo, Hoffnungsbote y Jüngev und Meister). Han enviado ayuda humanitaria y evangelistas a predicar el evangelio en la antigua Unión Soviética. Durante años colabora¬ ron en la construcción de iglesias y han ayudado en los campamentos de niños. Las congregaciones también han enviado misioneros a largo plazo, asumiendo plenamente la responsabilidad financiera de su sos¬ tenimiento. Varias congregaciones han enviado misioneros al Tercer Mundo, por lo general en cooperación con las sociedades de la misión alemana. Probablemente no exista ningún organismo de la misión en Alemania que no haya enviado algún cristiano repatriado. Los repatriados han Europa: Alemania 261 establecido también sociedades como LOGOS International, que a su vez, fue co-fundadora de la Universidad Cristiana de San Petersburgo. Ambos LOGOS y la ICW se dedican a la plantación integral y pues¬ ta en marcha de iglesias, a brindar apoyo a misioneros, al envío de profesores, y a dar ayuda humanitaria. Otras agencias de la misión de los repatriados como Aquila, Friedensbote, Friedensstimme, y Tabea, apoyan a las congregaciones cristianas y a las misiones a corto plazo mediante el suministro de literatura, de comida y ropa, y ayudando en el trabajo de campo. Desde la caída del Muro de Berlín en 1989 y después de la reunifi¬ cación en 1990, el gobierno ha puesto más y más repatriados en la anti¬ gua Alemania Oriental. Trabajadores del AussiedlerBetreuungsDienst (ABD - una organización menonita que sucede a la MUB y ayuda a los repatriados), junto con muchos voluntarios de las congregaciones occidentales de repatriados, ayudan a los recién llegados a encontrar vivienda y trabajo. También les ayudan a convertirse en miembros de una de las congregaciones existentes o a organizar nuevas congrega¬ ciones de repatriados. En 2007 había por lo menos veinte congregacio¬ nes en crecimiento, grupos afiliados, y estudios bíblicos hogareños con un total de 400-500 miembros. También hay Hermanos Menonitas en lugares como Bemburg, Greifswald, Rostock, Salzwedel, y Stendal. En este punto, casi todos los conversos provienen de los inmigrantes repatriados, aunque hay algunos alemanes nativos entre ellos. Los repatriados cristianos se caracterizan por el respeto a Dios y a las Escrituras. Esta es la base para las promesas de salud y para la futura bendición de Dios a las congregaciones. Muy a menudo, veri¬ fican sus enseñanzas para evitar desviarse de una visión bíblica de Dios. Además de esto, los creyentes repatriados desconfían de todo lo relacionado con eí ecumenismo. El hecho de que la Iglesia Ortodoxa y la Unión Bautista en la Unión Soviética se hicieran miembros del Con¬ sejo Mundial de Iglesias ha sembrado desconfianza en los sindicatos de la iglesia y en empresas cooperativas. Como herederos de la Reforma radical, una profunda conciencia ética es fundamental para los repatriados. En la realidad, sin embargo, sus prácticas éticas a menudo se basan en la cultura y en la tradición 262 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" más que en principios bíblicos. Además, las cuestiones éticas son vis¬ tas por muchos como la base de su salvación, y no como aspectos de una vida cristiana santificada, lo cual, a su vez, contribuye a la incer¬ tidumbre sobre la seguridad de la salvación. Sin embargo, los cristia¬ nos repatriados tienen fama de ser empleados diligentes y dignos de confianza, y por eso se demandan sus servicios. Su integridad ayuda a detener la decadencia moral de la sociedad. Están llevando a cabo el mandato de Jesús a ser la sal de la tierra y la luz del mundo. La reputación de los Hermanos Menonitas repatriados es similar a la de los repatriados en general. Como ya se indicó, la población ale¬ mana no distingue entre bautistas y menonitas y en muchos aspectos, de hecho, no hay diferencia. Los Hermanos Menonitas son vistos de diversas maneras, dependiendo de dónde se encuentren. En Espelkamp son vistos como tradicionalistas estrictos, pero en Paderbom, se con¬ sidera que los bautistas están en conflicto con la sociedad alemana. La evaluación de los Hermanos Menonitas varía de muy positiva a muy negativa por los diversos grupos de la sociedad alemana. A la hora de determinar esa evaluación, para el público su conducta es más impor¬ tante que su posición teológica. Los Hermanos Menonitas repatriados se han comprometido con la literatura escrita poco después de su llegada a Alemania, aunque pocos tenían un dominio suficiente de la lengua para expresarse con soltura. Por regla general sus escritos han sido de carácter religioso o histórico. Una de las publicaciones periódicas más antiguas de los Her¬ manos Menonitas que aparece regularmente es Jünger uncí Mcister. Desde la fundación de la BTG en 1989, esta revista publica cuatro nú¬ meros anuales. La misión LOGOS International libera cada año otras cuatro publicaciones enfocadas en la misión. Las diferentes asociacio¬ nes también publican himnarios como por ejemplo, Unser Glaube , con notaciones musicales para cantar a cuatro voces. Ocasionalmente se han impreso tratados teológicos, biografías, monografías y muchas congregaciones producen boletines mensuales. Además, se distribuyen confesiones de fe y folletos con directrices prácticas para la vida cris¬ tiana. También han aparecido algunas obras de defensa escritas por particulares que tratan de justificar su posición después de abandonar las congregaciones de los repatriados. Europa: Alemania 263 Esperanza y el futuro El futuro de las congregaciones Hermanos Menonitas alemanas no se puede predecir con certeza. Basándose en las observaciones y las pro¬ mesas de Dios para su Iglesia, no se puede aventurar un pronóstico cauteloso. Las siguientes observaciones se aplican tanto a las primeras congregaciones Hermanos Menonitas (AMBD / VMBB) como a las constituidas por los repatriados más tarde. Los cristianos y las congre¬ gaciones que deseen perdurar, crecer, y ser útiles, tendrán que vivir en el temor de Dios y en humildad ante Dios y los hombres. Una iglesia con futuro requiere una renovación constante de su amor hacia Dios y la humanidad para no sucumbir a la mina espiritual. La iglesia y su liderazgo tendrán que fomentar la amabilidad y el trato amistoso en sus relaciones entre viejos y jóvenes, y con las personas que están a su cuidado, en su proclamación del mensaje del Evangelio, en su misión y en los esfuerzos de asistencia humanitaria, como también en su intento de preservar su patrimonio mientras que se aventura en nuevas formas que demuestran la fidelidad a Dios en diferentes situaciones. La misión está en el centro de la iglesia y consiste en la evan- gelización, y en un llamado al compromiso, a la vida santa, y a una preocupación por las necesidades de los demás. Se inicia en la familia, pasa al vecino, y luego a todo el mundo. Las distintas congregaciones han de discernir sus prioridades misioneras de acuerdo a sus recursos y oportunidades. El AMBD y las congregaciones VMBB están en la mejor posición para llegar en una manera significativa a la población local alemana que no pertenece a ninguna iglesia. Al mismo tiempo, necesitan llamar a sus propias familias al compromiso, sin descuidar las oportunidades de servir a los repatriados y a los extranjeros en Ale¬ mania. Los Hermanos Menonitas repatriados están en la mejor posición para atender a sus compañeros repatriados. También pueden participar eficazmente ministrando a alemanes y a sus anteriores vecinos que han permanecido en la antigua Unión Soviética. Aunque estas personas no son tan receptivas actualmente como lo eran hace cinco o diez años, el llamado para ir y ayudar aún debe ser escuchado y los Hermanos Me¬ nonitas no deben ignorarlo. Mientras tanto, tampoco pueden eludir su 264 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" responsabilidad para con sus vecinos alemanes que no han sido muy sensibles a los esfuerzos misioneros de los repatriados. Por el poder del Espíritu Santo, los cristianos Hermanos Menonitas pueden llevar una vida ejemplar y pueden dedicarse a la oración por los demás. Hay muchas personas mayores dotadas y un gran número de jóvenes cuali¬ ficados. Los recursos materiales son también abundantes. En el umbral del 150 aniversario de la Iglesia Hermanos Menoni¬ tas, las congregaciones alemanas de los Hermanos Menonitas están en una encrucijada. Pueden alabar a Dios por su fidelidad en su historia. Pueden identificarse y conservar lo mejor de su pasado al tiempo que están capacitados para añadir nuevas perspectivas de las Escrituras. En cooperación con el resto del movimiento bíblico-evangélico y con la dirección de Dios se puede lograr mucho. Sobre esta base, el pro¬ nóstico para las iglesias alemanas de los Hermanos Menonitas es po¬ sitivo y aportará una fuerza espiritual que contribuirá a la renovación y al crecimiento de la Iglesia de Jesucristo de todo el mundo. Tabla de la AMBD / VMBB y de las Congregaciones de Hermanos Menonitas repatriados El siguiente cuadro se basa en un estudio amplio realizado en 1998, junto con estudios de seguimiento en 2003 y 2006. Las Igle¬ sias Hermanos Menonitas Repatriados se encuentran en cinco de los ocho grupos, mientras que las congregaciones anteriores se en¬ cuentran en dos conferencias. Las congregaciones se agrupan de acuerdo a las Asociaciones a las que pertenecían en 1998. Algunas congregaciones han aban¬ donado su asociación de 1998 y se han unido a otros grupos o se mantuvieron independientes. De las aproximadamente 570 nuevas congregaciones creadas por los refugiados (AMBD / VMBB) y los repatriados, entre 28 y 32% se identifican como Hermanos Menonitas (unos 26.000 miem¬ bros en aproximadamente 125 congregaciones). Alrededor de 15.000 hermanos menonitas emigraion a Alema¬ nia entre 1963 y 2007. 266 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor de! mundo: “Celebrando 150 años" Abreviaturas AMBD: (Asociación de Iglesias Hermanos Menonitas en Alemania) BCD: (Hermandad de Iglesias Cristianas en Alemania) BTC: (Asociación / Unión de Iglesias de los anabaptistas) BEChB: (Hermandad de Evangelio Cristianos Bautistas) IndepMB: (Iglesias Hermanos Menonitas no afiliadas) IndepOther: (congregaciones no afiliadas con una variedad de designaciones) VMBD: (Asociación de Iglesias Hermanos Menonitas de Baviera) La Iglesia de los Hermanos Menonitas en la Austria Franz Rathmaier L as iglesias menonitas comenzaron en Austria a medidos de los años 50. Fueron conocidas como iglesias de los Her¬ manos Menonitas hasta el año 1992, año en que pasaron a integrar la Iglesia Menonita Libre, más precisamente, la Iglesia Menonita Libre de Austria (MFÓ). Junto a otras iglesias evangéli¬ cas libres, existen como una minoría en un país mayoritariamente católico. De los ocho millones de ciudadanos de Austria, el 73,6% es católico romano y el 4,7% protestante. De acuerdo con las esta¬ dísticas, esto equivale a unos 29.000 miembros que participan de los servicios de culto en forma regular o esporádica. Las iglesias menonitas involucran a un 0.3% de la población. Las iglesias más grandes de Austria son las pentecostales, con 5.500 miembros bautizados. Le siguen las iglesias cristianas darbistas con 2.300, miembros bautizados, y las iglesias bautistas, con aproximadamen¬ te unos 1.400 miembros. Después de 50 años de actividad misio¬ nera los menonitas tienen seis congregaciones con un total de 450 miembros bautizados. ¿Cómo explicarse el hecho de que haya tan pocas iglesias li¬ bres en un país democrático occidental? En la historia de Austria puede encontrarse la respuesta a esta pregunta. Durante la Reforma Protestante del siglo XVI, más del 80 % de la población siguió las enseñanzas de los reformistas. La mayoría fue seguidora de Lutero. 268 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Sin embargo, incluso bajo presión y amenazas de muerte, los ana¬ baptistas fundaron una iglesia alrededor del 1525. Los reformistas tuvieron un brutal crecimiento, que afectó al catolicismo. El empe¬ rador Ferdinando II juró que prefería gobernar en dominios desér¬ ticos antes que tolerar la herejía y comenzó una cruel persecución, y miles de protestantes y anabaptistas emigraron a otros países o se volvieron al catolicismo. Por más de 200 años los pocos pro¬ testantes que quedaron se reunían en secreto y ninguna congrega¬ ción de la iglesia libre sobrevivió en Austria. Hasta hoy se recuerda a miembros de la iglesia libre protestante con escepticismo. Aun recientemente, se ha recordado la Biblia como el libro del hereje y su publicación general y lectura fueron prohibidas. A pesar de que todavía hay un prejuicio contra las iglesias libres protestantes que aún no reciben total reconocimiento, la situación ha mejorado en los últimos 50 años. En 1998 fueron reconocidas por el Estado como Comunidades Confesionales, lo cual permite a estas iglesias conducir sus servicios religiosos y tener su propia locación. Mayores cambios se han realizado en Austria en los últimos 60 años. El número de iglesias libres protestantes en el país ha au¬ mentado de menos de 16 en 1945, a varios cientos en la actualidad. Tanto las iglesias libres como las iglesias Evangélicas Luteranas tienen un promedio de dos servicios dominicales. Comienzos La Iglesia de los Hermanos Menonitas nace ministrando alivio, du¬ rante el masivo despliegue de personas que siguió a la Segunda Guerra Mundial en Europa. En ese momento, las iglesias de los Hermanos Menonitas Canadienses y la Estadounidense, a través de MBMS internacional, se destacó llevando ayuda humanitaria espi¬ ritual y consuelo personal a los refugiados de la posguerra. Había aproximadamente 20 campos de refugiados con aproxi¬ madamente 30.000 personas en los alrededores de la ciudad de Linz, y a lo largo del Danubio. A comienzos de 1950 La Henry K Warketins, productora de películas evangelísticas de Reedly-Ca- nadá visitó varias ciudades mostrando sus películas. Muchos refu¬ giados fueron atraídos por estos misioneros y se volvieron a Jesús encontrando la salvación. Europa: Austria 269 La primera iglesia de Linz En 1951 un grupo de misioneros decidió comenzar una iglesia en Europa. Dos años más tarde John y Paulina Gossen y John y Martha Vogt fueron a Europa y escogieron Linz como lugar para dar co¬ mienzo a sus trabajos misioneros entre los refugiados. Al principio los refugiados recibieron ayuda material, pero pronto los misione¬ ros comenzaron a predicar el mensaje del evangelio y a construir iglesias. A pesar de algunos conflictos que se produjeron entre los refugiados y los ministerios de las dos parejas en los primeros años, emergió una pequeña congregación. Cinco personas fueron bauti¬ zadas y otras cuatro obtuvieron la membresía sobre la base de su testimonio personal. Con la llegada de la pareja de Abe e Irene Neu- feld, ellos formaron la primera Iglesia en Austria a fines de 1955. Los comienzos de la iglesia de Linz fueron difíciles. Las igle¬ sias católicas y protestantes vecinas fueron antagónicas con la igle¬ sia recién fundada. Incluso las otras iglesias libres se mostraron escépticas. Inicialmente la congregación se reunió en casa de los Neufeld y luego se mudó a un restaurante. En 1.958 se emprendió la construcción del templo, de ahí en adelante la evolución de la obra fue bastante destacable, pese a las crisis que tuvo que superar. El frecuente cambio de parejas de misioneros produjo serios problemas. En 1.959 los Neufeld retomaron a Canadá por razo¬ nes de salud de sus familiares. La familia que los sucedió, Jacob y Elfriede Thielmann, tuvo que terminar sus servicios en 1962 por diversas razones. Desde 1968 a 1972 sirvieron en Linz Gehrard y Anny Jantz. La asignación de líderes permanentes en Europa era lenta. Du¬ rante los años 1972 y 1987 hubo un total de ocho diferentes parejas misioneras, ministerios locales y predicadores que sirvieron a la congregación. El frecuente cambio tuvo un efecto negativo en el crecimiento de la congregación. Desde 1987 hasta 1995 Reinald y Uli Leichte sirvieron como pastores. En 1991 la congregación llegó a tener 66 miembros y pudo comenzar a operar como una iglesia financieramente inde¬ pendiente. La membresía creció en forma lenta pero constante y se 270 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “ Celebrando 150 años Linda Schrattenecker La conversión de Linda Schrattenecker es una historia de pérdida y encuentro. En 1.970 perdió un hijo, seis años más tarde, encontró un padre. Linda nació en la ciudad de Salzburgo, Austria, de padres católicos devotos. De niña asistía regularmente a misa y cumplía fielmente con las obliga¬ ciones de la iglesia, Durante su matrimonio, linda había orado fervientemente para que su hijo fuera educado bajo la protección de Dios. Se sintió una madre exitosa cuando con el correr del tiempo él se convirtió en un joven estudiante universitario. Sin embargo, su hijo entró en contacto con un grupo de la Secta Moon, segui¬ dor de Sun Myung Moon, de Corea del Sur. Se unió a la secta y después de unos meses dejó la universidad y también Austria para integrar una Comunidad Moon en los Estados Unidos. El mundo de Linda se de¬ rrumbó. Desesperada, se puso a orar, rezaba el rosario todos los dias una y otra vez, pero no recibía ninguna respuesta. Sintió que Dios estaba muerto. Su des¬ esperación creció, de modo que hizo planes para peregrinar al Sepulcro de San Antonio en Ita¬ lia, esperando asi que el patrono de las cosas perdidas, Interce¬ diera a Dios en su nombre. Tan pronto llegó al santua¬ rio se encontró con cientos de personas que habían llegado antes que ella, todos esperando en fila tocar un cofre de mármol. consolidó en los años recientes. A fi¬ nales de 2007 el número de miembros era 76. La congregación de Linz fun¬ cionó 10 años con un pastor ad hono- rem. En 2005 Johann Schoor, un an¬ tiguo miembro de la congregación, se convirtió en pastor de medio tiempo. La iglesia de Linz emprendió de¬ safíos de mayor alcance. Misioneros norteamericanos, junto con un gru¬ po de alrededor de 10 personas de la iglesia Hermanos Menonitas de Linz, Domach se unieron a MFÓ en 1994, pero la volvieron a dejar en 2002.- Otras congregaciones En 1955, mientras servían en Linz, Abe e Irene Neufeld abrieron estudios bíblicos en una casa prefabricada en Stella. En 1958, el ministerio dirigi¬ do por H. K Warkentin compró una vieja casa para remodelarla a fin de convertirla en un lugar de encuentro. A comienzos de 1959 los Ruschoffs de Alemania comenzaron una tarea laboriosa de entrenamiento a la con¬ gregación. Aunque hubo muchos que parecían estar interesados, pocos de¬ cidieron seguir a Jesús. Otra vez la iglesia católica opuso gran resistencia a la expansión del trabajo. El número de bautizados creció a 18 después de años de intensivo trabajo de evangeli- zación. Debido a un conflicto interno y a la salida de 7 de los miembros, sólo quedaron 6 en 1964. Europa: Austria 271 Aunque el ministerio en Steyr fue el más difícil de los ministerios en Austria, Dios dio su bendición como recompensa a la ferviente evangeliza- ción y en los siguientes años resurgió el interés. Gradualmente algunas fa¬ milias y miembros del nuevo grupo encontraron al Señor y se unieron a la iglesia, uno de ellos es el autor de este artículo Franz Rathmaier, conver¬ tido en 1972, como resultado de la ta¬ rea con las películas evangelísticas de las tardes. Asistió a un curso Bíblico en Alemania y, junto con su esposa, desarrollaron un ministerio de tiempo completo. Otros líderes también sir¬ vieron a la iglesia, lamentablemente en un ambiente de desunión y dificul¬ tades. A finales de 2007 la iglesia tenía 75 miembros. En el área de Wels, en 1.958, Abe y Irene Neufeld comenzaron estudios bíblicos regulares y culto con los refu¬ giados. Dos años más tarde Lavvrence y Selma Warketin fueron enviados a Wels por MMSI. Hubo gran interés en el trabajo y el número de participantes creció considerablemente. Un año más tarde se compró una casa y se remode¬ ló para servir a la congregación, hasta que en 1.990 fue construido un nuevo edificio. Muchos miembros sirvieron activamente como voluntarios y como resultado la congregación aumentó lenta pero considerablemente en nú¬ mero. Tenía más de 100 miembros a Golpeaban la tumba llorando y lamentándose, suplicando inter¬ cesión. La escena la desanimó y enfermó. Supo que ese no podía ser el camino correcto a Dios. Con desesperación gritó con todas sus fuerzas: "Por favor Señor, muéstrame el camino co¬ rrecto para encontrar a mi hijo” - pero no obtuvo respuesta. Volvió a Austria descorazonada. Un día después de haber regresado a su casa salió a dar una vuelta. Al pasar frente a una tienda cercana le llamó la aten¬ ción una calcomanía pegada en el parabrisas trasero del único auto del estacionamiento. Decía: SI TU DIOS ESTÁ MUERTO- TRATA CON EL MlO, JESÚS VIVE Emocionada, Linda entró a la tienda, y preguntó abiertamente quién era el dueño del auto. Nadie pudo decirle, entonces volvió al auto y esperó. Unos mi¬ nutos después un hombre joven, cargado con bolsas de compras salió de la tienda y se dirigió al auto. “¿Puede usted explicarme qué significa esto?", preguntó apuntando a la calcomanía. “Esto significa que JESÚS VIVE", le respondió el joven. Ella le compartió la historia de su hijo y de su búsqueda por respues¬ tas. Acordaron encontrarse una mañana de esa semana para seguir conversando. Después de esperar ansio¬ samente por tres días, final¬ mente, al cuarto día, el timbre sonó. Cuando ella formuló sus preguntas, el joven tomó un libro, era una Biblia, y le leyó varios versículos. Linda quedó 272 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" decepcionada. Había esperado alguna fórmula como “Haz esto y esto, y pronto tendrás a tu hijo de regreso”. No obstante, estuvo intrigada por la apertura y la amistad de su visitante. El hombre era miembro de una Iglesia de los Hermanos Menonitas, su nom¬ bre era Reynold Bauxbaum, y la invitó a asistir a estudios bíblicos y a cultos de la Iglesia Menonita en Salzburgo. Linda asistió y lo disfrutó. Fue emo¬ cionante para ella. Una tarde Linda fue invitada a la casa de Bauxbaum. donde estaba de visita un grupo de otra iglesia de Norteamérica. Durante el curso de la conver¬ sación preguntaron a Linda si ella era una hija de Dios, a lo que respondió “no sé”. Entonces todos comenza¬ ron a orar, uno a uno alrededor de la mesa. Linda tuvo miedo, nunca había orado fuerte en grupo antes. De repente sucedió un cambio en ella y comenzó a orar, desahogando su corazón y su alma. Los otros alrededor de la mesa lloraron, como también Linda, y ella entregó su corazón a Dios. A pesar de que no todos sus deseos fueron cumplidos en los últimos años, Linda explicó “Mi vida es suficiente ahora. He encontrado un Padre viviente, y a través de Él tengo esperanza y paz”. (Adaptado de They Shall See His Glory, 169-171) comienzos del 2008 y se enfrenta con la necesidad de reubicarse o formar una congregación hermana. Hacia fines de 1.950 se hicie¬ ron contactos con gente interesada en Salzburgo, los cuales eran atendidos desde Viena. En 1.966 Helmut Funk de Viena, y Lawrcnce y Sema en Salz¬ burgo lograron establecer un grupo de 20 personas que participaban de los cultos. En 1.969 Don y Francés Enns vinieron de Salzburgo y prácticamente tuvieron que hacer un nuevo comien¬ zo. Gcrhard y Anny Jantz reemplaza¬ ron a los Enns hasta que Gerhard mu¬ rió a comienzos de 1.985. La pequeña congregación cuenta ahora con 30 miembros. Desde 1.996 los servicios de la congregación de Salzburgo - Agen se han realizado en la capilla de un hos¬ pital protestante. Los miembros eran 43 en 2004, pero luego disminuyeron debido a un problema interno. La igle¬ sia sufrió una división pero otra igle¬ sia de la MFÓ le brindó apoyo en este tiempo, y con la ayuda de Dios pudo continuar su ministerio y reconstruir la congregación. La Iglesia Menonita en Viena co¬ menzó en 1.945, cuando menonitas polacos vinieron a la ciudad. El MCC comenzó su trabajo en ese tiempo y un grupo de menonitas suizos con una pareja a la cabeza, trabajó por cuatro años logrando establecer precozmente Europa: Austria 273 una iglesia menonita un año más tarde. En 1.960, Helmut y Doris Funck, en nombre del Comité Evangelístico Suizo, continuaron la labor y dirigieron la pequeña congregación durante 11 años, hasta que los miembros llegaron a ser alrededor de 20. Cuando este gru¬ po menonita se unió a la Iglesia Hermanos Menonitas en 1.969 se dio un importante paso en el camino del desarrollo. Después de un buen periodo de éxito y crecimiento, la iglesia también experimen¬ tó una serie de crisis y finalmente se desvaneció en 1.979. La mayo¬ ría de los participantes de esta iglesia se unieron a la congregación de Tulpengasse, formada por el ministerio de Abe e Irene Neufeld. Durante los siguientes 10 años no hubo iglesia Hermanos Me¬ nonitas en Viena. En 1988 la congregación Hietzne, hermana de Tulpengasse, se unió a la conferencia de los Hermanos Menonitas. En el año 2.006 la Iglesia Menonita Libre de Viena con sus 70 miembros, estuvo abocada a la tarea de comprar y remodelar un edificio, con la ayuda de un préstamo de MFÓ. La construcción fue hecha en 2.007. La iglesia Gmunden comenzó como resultado de una inicia¬ tiva tomada por Helmut Funck durante el tiempo de su pastorado en la iglesia de Steyr. Actividades evangelísticas en 1.970 lograron la adhesión de varios creyentes que conformaron un círculo de estudio bíblico que finalmente hizo contacto con la Asociación de los Hermanos Menonitas con el propósito de constituirse en iglesia. La congregación de Wels tomó la responsabilidad de los cultos en Gmuden. Desde 1987 hasta 1999 una pareja canadiense, Richard y Hazle Funk, ayudó con el trabajo en Gmunden. Con el traba¬ jo de los participantes de los cultos dominicales el grupo creció a 41 miembros. El grupo de Gmunden está aún experimentando respuestas a sus oraciones, particularmente en lo que se refiere a la conversión de algunos esposos de las mujeres integrantes. A fines de 2.007 sus miembros eran más de 70. Expansión y retroceso Durante estos 50 años ha habido varias otras iniciativas en Austria, tareas evangelísticas y trabajos en pequeños grupos de creyentes. 274 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Pequeñas congregaciones emergieron en varios lugares, pero vol¬ vieron a disolverse por diversas dificultades. En Liezen la iglesia comenzó a través de un programa cono¬ cido como pro-Cristo, a través del esfuerzo de Operación Movili¬ zación. También Helmut Funck en Steyr y Albert y Diane Friesen trabajaron con Pro- Cristo y sirvieron como pastores al grupo hasta 1.987. La iglesia tuvo que ser disuelta en 2.001. Los primeros trabajos para formar una iglesia en Amstetten, ubicada a 40 Km. de Steyr, se hicieron en 1.973, a través de los es¬ tudios bíblicos que condujo Helmut Funck. Dos años más tarde una pareja de misioneros alemanes se mudó a Amstetten y fortaleció a los miembros. Servicios regulares de culto con obreros adicionales fueron añadidos. La iglesia creció mediante el ingreso de unos 15 ó 20 miembros, que fueron aceptados como miembros de la Confe¬ rencia local. No obstante, dificultades internas hicieron que la igle¬ sia se disolviera en 1.987, aunque otras iglesias libres continuaron independientemente de la Conferencia de los Hermanos Menonitas. La actividad Misionera en Austria tuvo auge bajo el liderazgo visionario de Laren Warketin, quien había dejado un muy exitoso trabajo en Bavaria, Alemania. Comenzando en Traunreut los cultos se realizaron en varios lugares. A partir de la iglesia inicial se formaron 8 nuevas igle¬ sias. Al principio nuevas iglesias y misioneros fueron integrados a la Conferencia Austríaca y con el tiempo tuvieron su particular evolución trabajando en Bavaria con un carácter propio y único. Este grupo se organizó como la Unión de Iglesias Menonitas de Bavaria. La historia de estas iglesias se encuentra en el capítulo de Alemania. Desarrollo Organizacional Después del nacimiento de las iglesias en los años 50 otras congre¬ gaciones de otros lugares se unieron a las anteriores. En los comien¬ zos la sociedad misionera se reunía regularmente esperando formar una Conferencia Austriaca de iglesias que pudieran reunirse como un cuerpo nacional. Así se formó una unión en 1962, tendiente a Europa: Austria 275 cuidar los derechos legales y privilegios del cuerpo extendido. Seis años más tarde, en 1968, las iglesias de Linz, Welz y Steyr se unie¬ ron para formar una conferencia conocida como Conferencia de los Hermanos Menonitas de Austria. Los misioneros de tiempo com¬ pleto y los delegados de las iglesias discutieron sus planes comunes, delineando los proyectos futuros y la promoción del trabajo. Desde 1975 hasta 1980 la Asociación de Iglesias Hermanos Menonitas de Austria (AMBO) condujo una escuela bíblica que comenzó en Linz y luego se mudó a Traun. Debido a los pocos estudiantes, y a la falta, entre otras, de un cuerpo de profesores, la escuela tuvo que ser cerrada. Unos pocos miembros se sintieron con fuerzas para iniciar una escuela bíblica interconfesional, y con la formación de una escuela bíblica en Ampflwang esto se concretó. Desde 1988 a 1.993 las iglesias fueron visitadas por un profesor de media financiación pero de tiempo completo, Franz Rathmaier. Luego, la escuela se mudó a Walce en el Danubio, pero volvió a cerrarse debido a los pocos estudiantes enlistados. Jacob y Elfriede Thielmann, MBMS misioneros de Canadá, hicieron una importante contribución con su ministerio y enseñan¬ za. En los años recientes Richard y Hazel Funk continuaron esta labor en Salzburgo. Las iglesias de Alemania y Austria organizaron conferencias regulares para obreros y conferencias sobre temas teo¬ lógicos. La publicación Manantial de la Vida fue otro desafío, contri¬ buyó a la unidad de las iglesias de habla alemana de Europa entre los años 50 y 1995.Las iglesias austríacas de Europa comenzaron una publicación conocida como JUNTOS. Cada dos meses esta pu¬ blicación informaba sobre los miembros y amigos de un mismo sentir de las Iglesias Menonitas Libres de Austria. Esta revista cesó su publicación en 2.003. Objetivos para el futuro Entre los años 80 y 90 la conferencia de los Hermanos Menonitas se ocupó de la fundación de iglesias adicionales con la ayuda de MBMSI. Nuevas iglesias fueron visionadas para Linz, Viena, Enns 276 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" e Ybbs. Como ya se ha mencionado, la iglesia de Linz - Donau dejó la conferencia de los Hermanos Menonitas después de unos años. Un proyecto de iglesia en Enns fue llevado a cabo entonces por los misioneros Al y Karcn Stobbe, pero tuvo que ser concluido después de tres años. El comité de Misiones de MFÓ, terminó su trabajo luego que los Stobbes volvieron a Norteamérica. A comienzos de 1.991 la AMBO decidió investigar la posibi¬ lidad del reconocimiento legal por parte del Estado de Austria. La ley vigente para el reconocimiento de nuevas iglesias data de 1874 y asegura algunos privilegios a la iglesia estatal, tales como el uso de la radio, redes de comunicación, TV y periódicos. En 1998 la MFÓ contribuyó a la elaboración de una nueva ley de regulación de pequeños grupos religiosos. La MFÓ recibió el reconocimiento oficial como “organización religiosa confesio¬ nal reconocida y registrada por el Estado”, lo cual garantiza sus derechos jurídicos. Recientemente la MFÓ ha obtenido también el reconocimiento de la ley de 1874, que aún está en vigencia. Recien¬ tes investigaciones llevadas a cabo por historiadores evangélicos relacionadas al reconocimiento de la iglesia de Lemberg, Galcia en 1908. han infundado nuevo ánimo para proseguir y vislumbrar posibilidades que humanamente parecían remotas. Asuntos actuales Durante las dos décadas de su liderazgo, la MFÓ ha estado traba¬ jando en medio de tensiones y conflictos en las iglesias MFÓ. La iglesia austríaca está también enfrentando otros desafios, como la formación de líderes para las congregaciones, o la definición del rol de las mujeres en la iglesia. Además, está discerniendo su relacio- namiento con el movimiento carismático. Líderes femeninos han servido en los cultos, pero rara vez en prédicas y enseñanza en el ministerio. Ver mujeres en el liderazgo es la excepción a la regla. Algunos grupos han sido influenciados por movimientos carismá- ticos, mientras que otros han estado en contra o han resistido esta influencia. Muchas iglesias austríacas han estado haciéndose nu¬ merosas preguntas, entre ellas ¿Por qué la iglesia no es más visible Europa: Austria 277 en el servicio a la sociedad en la cual Dios la ha puesto? ¿Nuestra iglesia sería olvidada si de repente dejara de existir? Conclusión Después de 50 años de ferviente labor misionera impulsada por obreros norteamericanos y europeos, las seis iglesias de los Herma¬ nos Menonitas existentes han experimentado un variado escenario, aunque continuaron firmes en pos del desafío de crecer. La mayoría de sus pastores no tiene salario. La renuncia de los líderes ha sido muy frecuente y notoria debido a las grandes demandas del trabajo de tiempo completo, de las propias familias y de las responsabili¬ dades de la iglesia. Cada iglesia ha experimentado grandes desafíos de liderazgo. La iglesia necesita una visión fuerte y modos crea¬ tivos para servir a una sociedad materialista muy influida por la tradicional iglesia Católica Romana. La Iglesia de los Hermanos Menonitas en Portugal Otto Ekk Una revisión de las cartas, fotos, informes administrativos de misiones, proyectos, cambio de roles del liderazgo nacional y to¬ das las memorias que se puedan recoger revelan con toda claridad la realidad de que Dios ha hecho una gran obra en Portugal. Los siguientes testimonios presentan un sumario de las perso¬ nas y circunstancias que han dado forma a la Iglesia Menonita de Portugal. Las 5 cinco iglesias y los varios proyectos sociales en las afue¬ ras de Lisboa - Portugal, tienen sus raíces en Reedly, California. En 1984 la conferencia General de Iglesias Hermanos Menonitas de Norteamérica se reunió y aprobó Portugal como nuevo campo de misión. Por setiembre de 1.986 arribó a Lisboa la primera familia misionera. Las razones que llevaron a elegir este campo misionero son varias: Portugal se ha vuelto muy abierto al mundo después de la revolución que derrocó a la dictadura que gobernaba desde 1.932. La necesidad de recibir las buenas nuevas de Jesús era obvia. Por otro lado, MBMSI tenía un equipo de misioneros en Madrid, Espa¬ ña. Las capitales de ambos países están a distancias relativamente cercanas. MBMSI tenía un número de misioneros que habían deja¬ do Brasil. Dominaban el idioma portugués pero no habían conse¬ guido visas para Brasil. Sin embargo, Portugal se mostraba muy abierto a recibirlos. 280 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Varios estudios de campo revelaron claras posibilidades de es¬ tablecer la Iglesia Hermanos Menonitas. Por otro lado, desde 1961 Portugal había estado envuelto en una guerra colonial por sus do¬ minios foráneos: Angola. Mozambique, Guinea Bissau, Sao Tome, Príncipe y Cabo Verde en África, como también East Temor cerca de Indonesia, Goa (India) y Macau( China). Una vez derrocada la dictadura, el país pronto aceptó la independencia de todos sus te¬ rritorios africanos. Pero el resto del mundo estaba envuelto en la guerra fría, y con países alineados a ambos lados, los nuevos inde¬ pendientes fueron rápidamente atraídos por el Este y se volvieron aliados del mundo comunista. Esto resultó en el Éxodo de portugueses y africanos que ob¬ tuvieron ciudadanía portuguesa. En el término de poco más de un año, cerca de un millón de personas invadió un empobrecido y fatigado Portugal. Este grupo experimentaba grandes necesidades y se mostraba como una oportunidad para el mensaje del evangelio. Desarrollo de la iglesia hermanos menonitas en Portugal En las circunstancias mencionadas Hans y Waltraut Krueger de Abbostsford,BC, con sus dos pequeñas hijas, comenzaron el tra¬ bajo. Hablaban bastante bien el portugués, de modo que pudieron involucrarse inmediatamente en el ministerio. Waltraut, una inmi¬ grante de Paraguay al Canadá, necesitaba un tiempo de entrena¬ miento en el idioma. A los Kruegers se unieron Manuel y Ana Fran¬ co y sus dos hijas, oriundos de Santa Teresa, Quebec. Los Franco estaban en ventaja, ya que habían estado estudiando en el Instituto Bíblico de Portugal (la escuela misionera más grande de Europa) en el área de Lisboa, y ya habían experimentado una transición cul¬ tura durante esos años. Aparte de haber completado los tres años de estudios bíblicos, tenían experiencia en el trabajo como voluntarios en iglesias. Portugal era un ambiente cultural extraño y desconocido para la comunidad Hermanos Menonitas, por eso un conocido líder pre¬ guntó : “¿Por qué van a Portugal? - ¿Por qué tenemos que ir ahí? En esas circunstancias se presentó una oportunidad de repatria- Europa: Portugal 281 ción de los refugiados, y, en un tiempo de grandes y rápidos cam¬ bios, Portugal una nación predominantemente rural, se convirtió en una sociedad de alta urbanización. Después de haber experimenta¬ do cientos de persecuciones y con el poder opresivo de la Iglesia Católica haciéndose sentir, las personas no se mostraban abiertas a lo que estuviera envuelto con la iglesia. Por eso la evangelización tuvo que realizarse en formas diferentes a las empleadas en Nor¬ teamérica en ese momento. Cuando los Franco arribaron en 1987, comenzaron inmediata¬ mente un estudio bíblico en sus casas y ministraron a varios veci¬ nos en corto tiempo. También se llevaron a cabo varios proyectos evangelísticos. Los Krueger hicieron un importante aporte porque Hans era muy talentoso en el área de la música y de la enseñanza, de modo que constituyeron un excelente complemento del equipo. No dudaron en contactar a las personas a pesar de la resistencia cultural. A la vez, Hans enseñó inglés como medio para acercarse a las personas y de esa forma presentar el evangelio de Jesús. Tam¬ bién pegó pequeños afiches de papel en la entrada de varios edifi¬ cios vecinos ofreciendo las clases. Sólo una persona respondió a este pequeño anuncio pero, veinte años más tarde, el número había aumentado considerablemente. El costo del trabajo en una sociedad reacia probablemente no había sido dimensionado por los agentes enviadores. El estrés ocasionado por la vida diaria en muchos mi¬ sioneros en Portugal era notorio y los misioneros de los Hermanos Menonitas no fueron la excepción. Los Kruegers dejaron Portugal luego de dos años. MBMSI acordó entonces enviar tres o cuatro familias de misioneros a Por¬ tugal, pero estos estuvieron sólo por poco tiempo. A pesar de las adversidades la congregación de los Hermanos Menonitas en dos áreas de Loures, un suburbio de Lisboa, creció. En marzo de 1.988, casi al mismo tiempo en que arribaban los líderes Erwin y Joyce Klassen, se realizó el primer bautismo. El primer año los cultos de los domingos se realizaron en la casa de los Franco. Cada domingo la sala se preparaba para ubicar suficientes sillas para las diez o veinte personas que asistían. En 1992, mientras se hacía la mudanza a un lugar más confortable, 282 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: "Celebrando 150 años" un promedio de 30 adultos y gente joven asistía regularmente a los servicios. Por su parle, el equipo de misioneros experimentaba un tiempo de transición. Los Kruegers regresaron a su país, los Klassen estaban en proceso de salir, y Otto y Marjore Ekk y sus pequeños tres niños arribaban en enero de 1989 para cumplir la labor de los Krueger. También llegó para ayudar Use Kuss, de la Conferencia de los Hermanos Menonitas. Antes de realizar una mudanza a una nueva área, MBMSI es¬ tudiaba las posibles proyecciones de la obra y elaboraba proyectos. En Portugal MBMSI animó a los misioneros a usar “una casa igle¬ sia” modelo. Este concepto era muy extraño dentro de la cultura Portuguesa. Incluso para la primera congregación Hermanos Me¬ nonitas, que había tenido su génesis en la casa de los Franco, era claro que una casa era personal y privada. El ministerio necesitaría un espacio público para tener cualquier posibilidad de desarrollo, y este era el concepto que muchos de los misioneros habían aprendi¬ do y surgieron algunas tensiones, entre la oficina central de MBM- SI y el campo. Parecía que mudarse a una nueva área incluía una dosis de estrés. La comunidad de la iglesia en Loures creció rápidamente los primeros años. Tan pronto como se mudaron a un lugar público en 1.992, los participantes crecieron. Un misionero indicó que llegaba un obrero tras otro. La publi¬ cidad que indicaba que una comunidad evangélica tenía reuniones regulares en el lugar y, además, eventos especiales, fue un factor muy positivo. En los primeros momentos los cultos se realizaban entre las 5:00 y las 6:30 PM Se hacían cantos, testimonios, y un tiempo de oración y de intercesión. Como una parte integral del culto compartían mucho tiempo. También los niños, jóvenes y adultos tenían un grupo especial es¬ tudiando las Escrituras. Una merienda mensual se volvió parte de las actividades y esto proporcionó un momento favorable para co¬ nocerse mejor y para que muchos participantes más se acercaran. Eventos especiales fueron llevados a cabo en distintas formas. Los participantes traían sus tortas, galletitas, sándwiches. Europa: Portugal 283 Durante los años 90 ocurrieron muchos cambios. Algunos de los misioneros pioneros pensaban partir mientras que otros ya lo habían hecho. La MBMSI estaba disminuyendo la cantidad de obreros en Europa en Alemania, en Austria, y en otros lugares. De algún modo, incluso Portugal, a pesar de que se desenvolvía bien, y estaba en proceso inicial de formación, fue afectado con reducción de personal y de compromisos. Esto significa que aunque el trabajo crecía, tenían que solucionar varias otras cuestiones. Comenzaron a realizar algunas conexiones con la conferencia Hermanos Meno- nitas de Brasil, y como resultado, vinieron pastores para ministrar por periodos cortos, de no más de tres semanas. Esto definitiva¬ mente dio impulso y coraje al ministerio de los pocos misioneros que fueron. A obreros de pocos periodos, tales como Jim y Mari- lou Nightingale y su familia, que habían servido en Brasil bajo la MBMSI , se les concedió la opción de ir a Portugal para unirse al grupo, ya que tenían la ventaja de conocer el portugués (a pesar de que hay diferencias entre el portugués de ambos países). Ellos emprendieron la tarea en forma efectiva, y con la experiencia que ya tenían, los Nightingale dieron un nuevo impulso a la iglesia Her¬ manos Menonitas en Portugal. El joven grupo comenzó a crecer y a desarrollar nuevos pro¬ gramas. Steve y Melissa Miller arribaron en setiembre de 1997, viniendo al equipo de Hermanos Menonitas portugueses en calidad de préstamo de lo que ahora es la SIM. Su experiencia en la iglesia de Mozambique les facilitó la tarea. Los Miller trabajaron por cua¬ tro años proveyendo una sólida enseñanza bíblica. A mediados de 2002 los Miller se mudaron a Norteamérica. En 2000, Carola Unger se unió al equipo, ayudando en las áreas de música y en los ministerios de niños y jóvenes. Carola, una joven enérgica proveniente de Alemania fue de gran ayuda. Venía de una iglesia menonita de Alemania, y proveyó buenas conexiones con los menonitas de Alemania. Después de unos años se casó con Joao dos Santos, un miembro de la Iglesia Hermanos Menonitas de Loures. Juntos trabajaron diligentemente hasta principios del 2007, cuando retomaron a Alemania para permitir a Joao completar sus estudios bíblicos y prepararse para futuros ministerios. 284 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años" Las conexiones con la Iglesia Hermanos Menonitas brasilera fueron fortalecidas en 1999, cuando una pareja y su bebé vinieron a hacer un intercambio con el equipo de Portugal. Marcos y Marcia Soares dedicaron un año de escuela a un pro¬ yecto combinado en el área de Lisboa, cerca del lugar de la Iglesia de los Hermanos Menonitas. Marcos fue enlistado en la escuela bíblica local en Loures, cerca de la congregación y tanto él como Marcia ayudaron al equipo en sus necesidades. Ellos tuvieron mucha gracia y fueron apreciados por los miem¬ bros de la Iglesia nacional y por el equipo misionero. Por su parte, se adaptaron muy bien a la cultura portuguesa, lo que no siempre es fácil para muchos misioneros brasileros en Portugal. Después de que los Soares retomaron a Brasil para terminar sus estudios en la escuela bíblica en Curitiba, la Iglesia de los Hermanos Menonitas en Loures con sus líderes y equipo de misioneros los animaron a venir y ministrar por un periodo más largo de tiempo, lo cual se concretó en diciembre de 2004. Actualmente los Soares están ter¬ minando su primer periodo y tienen intenciones de volver después de tomarse un descanso en su país natal. Con sabiduría y cuidado, la conexión con Brasil puede ser fortalecida. Se está reconociendo y aceptando que los misioneros brasileros hacen una muy positiva contribución. En el 2007 los Menonitas realizaron grandes esfuerzos en Por¬ tugal y entre los inmigrantes africanos. Mente Ntiama Marques y su esposa Teresa, ambos de Angola, fueron formados en un campo de refugiado en Zaie (ahora República Democrática de Congo), se unieron al ministerio en 1.995 y han tenido un muy buen liderazgo en este grupo en crecimiento. Esta congregación, llena de vida y energía, está ubicada al este de Lisboa en la ciudad de Amadora. Un factor que impacta mucho a la comunidad de esta iglesia es la constante transición de los miembros. En forma individual o fami¬ liar quienes vinieron de África a menudo se fijan inicialmente en Lisboa, pero adquieren tan pronto pueden una permanente residen¬ cia en países más ricos en el centro y este de Europa, donde tienen mejores oportunidades económicas. A pesar de esto el crecimiento en esta iglesia es excelente. Europa: Portugal 285 Otro grupo de inmigrantes con quienes la Iglesia Hermanos Menonitas en Portugal trabaja está constituido por la nueva migra¬ ción que viene del Este de Europa. Durante la última década miles de obreros han venido de países como Rusia, Rumania, Moldova, Belarus, y particularmente de Ucrania. La Iglesia Hermanos Meno¬ nitas de Loures respondió a esta gran necesidad y pidió ayuda a sus hermanos y hermanas de Alemania que aún tienen cierto dominio de la lengua rusa. Walter y Nadeschka Klause de Alemania, nacidos en Kazakaztan, están liderando dos congregaciones. Una usa las facilidades de la congregación de Loures. La otra está ubicada al norte de Lisboa, en Villa Franca de Xirau. La comunidad africana en Amadora y las dos de habla rusa están en un diligente proceso de desarrollo. Ambas comunidades son dinámicas y están en crecimiento. El más reciente proyecto de la iglesia de Portugal es una nueva iglesia en Massama, ubicada al este de Lisboa. Craig Alan y Fabia- na Jost vinieron a Portugal en noviembre de 2000 y comenzaron el cuidadoso proceso de dar dirección a este proyecto. Habiendo to¬ mado el ministerio de tiempo completo, José y Paula Arrais Vélez, otros miembros de la iglesia de Loures, se mudaron a los suburbios de Lisboa para cooperar con el emprendimiento. Más tarde José dejó este ministerio para tomar otro en Norteamérica, en MBMSI. Otto y Marjorie Ekk se han encargado de comunicar y llevar el mensaje del evangelio con la intención de formar otro grupo. Luego de varios años la Iglesia de los Hermanos Menonitas de Portugal ha sido bendecida con la presencia y asistencia de varios equipos de corto tiempo. Estos equipos han venido de Norteaméri¬ ca, a través de la MBMSI, provenientes de congregaciones locales, así como de Alemania y de Brasil. La congregación de los Hermanos Menonitas de Portugal está legalmente organizada bajo un liderazgo nacional. En 2007 Her¬ minio Gomes fue el presidente, Eunice da Parapeto da Silva, la Secretaria, y Paula Arrais Velez, la tesorera. José Arrais Velez ha sido el representante en ICOMB. Corrientemente hay un muy buen relacionamiento entre el liderazgo y los misioneros de otros países. 286 La Iglesia Hermanos Menonitas alrededor del mundo: “Celebrando 150 años” Reconocen que se necesitan mutuamente para cumplir la gran co¬ misión en Portugal. Debido a su situación geográfica y a su deseo de fortalecer el mensaje del evangelio para crecer incluso más allá de las fronteras, las Iglesias de los Hermanos Menonitas han hecho algunos contac¬ tos y están explorando la posibilidad de desarrollar con fuerza un proyecto en el Norte de África. El estrecho de Gibraltar está cerca. Viajando una hora en auto, se puede arribar a la frontera de una ex¬ tensa área geográfica con un grupo humano todavía no alcanzado. El deseo de la Iglesia de los Hermanos Menonitas de Portugal es escuchar atentamente y recibir la sabiduría de Dios para encauzar todos estos esfuerzos. * IÁ l